El Club de los 300
John Coleman
El Gobierno Mundial
Extracto del libro de John Coleman, donde describe de una forma impactante las estrategias utilizadas por una pequeña élite intocable de dirigentes cuyo objetivo es establecer un Nuevo Orden Mundial. Estrategias que se están ejecutando actualmente, alcanzando algunos de sus objetivos. Le invitamos a conocer quiénes son y lo que han planeado para nuestro futuro, la batalla apenas comienza.
Introducción
Mientras me desempeñaba como funcionario
de inteligencia, tuve numerosas oportunidades de examinar documentos sumamente ultrasecretos.
Lo que vi me llenó de enojo y resentimiento, motivándome a emprender una labor:
poner al descubierto las fuerzas que dominan y manipulan los gobiernos
británico y estadounidense.
Esquema General y
Algunos Casos Concretos
Un número sin duda considerable de
personas tenemos conocimiento de que los gobernantes del mundo en que vivimos
no son en realidad los que manejan los hilos de la política y la economía,
tanto a escala nacional como internacional.
Esto ha llevado a muchos a buscar la
verdad en publicaciones de contracorriente, boletines dirigidos por quienes,
como yo, se han esforzado - no siempre con éxito - por descubrir la causa de la
incurable dolencia que aqueja a los EU. Nuestra investigación no se ha visto
coronada por el éxito en todas las ocasiones, pero sí hemos averiguado que la
humanidad anda en tinieblas, y en su mayor parte le tiene sin cuidado la suerte
que aguarda a su país, o bien no se molesta en indagarlo. El sector más amplio
de la población ha sido manipulado para reaccionar de dicha manera, y esa
actitud resulta ventajosa para el gobierno secreto. Con frecuencia oímos decir:
"Están haciendo esto o aquello".
Quienes hacen esas cosas son capaces de
cometer las mayores barbaridades impunemente: aumentan los impuestos o envían a
nuestros hijos a morir en guerras que no reportan beneficio alguno a nuestra
patria. Son personajes invisibles que escapan a nuestro alcance, nebulosos
hasta la desesperación cuando queremos demandarlos. Nadie puede identificar
claramente de quiénes se tratan. Este estado de cosas se ha mantenido así
durante décadas. A lo largo de las páginas identificaremos a esos personajes
misteriosos. A partir de ahí, corresponderá al público corregir la situación en
que se encuentra.
El Club de los 300 está integrado por una clase
dirigente intocable a la que pertenecen la reina de Inglaterra, la de los
Países Bajos, la de Dinamarca y las diversas familias reales europeas. A la
muerte de la reina Victoria, dichos aristócratas llegaron a la conclusión de
que la única manera de hacerse los amos del mundo era asociarse con
poderosísimos magnates de la industria internacional,
que no pertenecían a su linaje. De esta forma, ganaron acceso al máximo poder, aquellos personajes a quienes la reina de
Inglaterra gusta llamar plebeyos.
Desde que trabajaba en el servicio de
inteligencia sé que los jefes de estado extranjeros conocen a tan poderosa
horda por el apelativo de los magos. Stalin acuñó una expresión personal para describirlos: las fuerzas tenebrosas.
Y el presidente Eisenhower, que nunca logró ascender por encima del grado de
hofjude (judío del atrio), lo llamó (quedándose corto) "Complejo Militar Industrial".
¿Quiénes son los
conjurados que integran el todopoderoso Club de los 300?
Los ciudadanos mejor informados tienen
conocimiento de que existe una conspiración, la cual se presenta bajo una
diversidad de nombres, entre ellos los Illuminati,
la Francmasonería, la Tabla Redonda y el grupo Milner.
Lo malo es que resulta extremadamente difícil encontrar información fidedigna
sobre las actividades de quienes integran el gobierno invisible. A fin de
hacerse una idea del enorme alcance de la conspiración a la que nos referimos
vendría bien enumerar en este momento algunos de los objetivos trazados por el
Club de los 300 con vistas a su conquista y dominio del mundo.
Es preciso entender claramente las razones
por las que la energía nuclear es tan detestada en la mayoría de los países, y
por qué al falso movimiento ambientalista - creado y costeado por el Club de Roma - se le pidió que declarara la
guerra a dicha fuente energética. Generando fuerza eléctrica barata y abundante
a partir de reactores nucleares, los países en vías de desarrollo se volverían
poco a poco independientes de la ayuda externa norteamericana y podrían
consolidar su soberanía. La electricidad producida a partir de la energía
atómica es la clave para que los países atrasados salgan del subdesarrollo en
el que el Club de los 300 les ha ordenado permanecer. A menor ayuda externa,
menor sería el control de los recursos naturales de los diversos países por
parte del FMI. La idea de que las naciones en
vías de desarrollo rigieran su propio destino era anatema para el club de Roma
y su Club de los 300 que dirige el mundo. Hemos visto la oposición a la energía
nuclear utilizada con éxito para bloquear el progreso, de conformidad con los
planes del Club para el crecimiento cero en la era post-industrial.
Al tener que depender de la ayuda exterior
procedente de EE.UU. esos países de hecho se hayan sometidos en servidumbre al
Consejo de Relaciones Exteriores. Al pueblo de las naciones beneficiarias les
llega una parte ínfima del dinero, que por lo general termina en las arcas de
dirigentes gubernamentales que permiten que el FMI despoje brutalmente al país
de sus recursos naturales y bienes de producción.
En Mugabe, el presidente de Zimbabwe, la
antigua Rodesia, tenemos un claro exponente de hasta qué extremo se pueden
manipular los recursos naturales de un país, en este caso mineral de cromo de
alta ley. LONRHO, el gigantesco conglomerado de empresas presidido en
nombre de su prima, la reina Isabel II, por Angus Ogilvie - figura importante
del Club de los 300 - es actualmente dueño y señor absoluto de tan valioso
insumo. Mientras tanto el pueblo zimbabuo se sume cada vez más hondo
en la miseria, a pesar de percibir ayuda económica de los EU por un monto
superior a los 300 millones de dólares. Al presente, LONRHO tiene el monopolio
de la producción nacional de cromo, y cobra precios arbitrarios, lo cual no
estaba permitido durante el gobierno de Smith. Antes de la llegada del régimen
de Mugabe, se mantuvo un nivel de precios razonables por espacio de un cuarto
de siglo.
Si bien es cierto que en los catorce años
por los que se prolongó la presidencia de Ian Smith ésta tuvo sus fallos, desde
que él abandonó el poder el desempleo se ha cuadruplicado y Zimbabue se halla
sumido en el caos y en una bancarrota de hecho. Mugabe recibió suficiente ayuda
de los EU (Del orden de los 300 millones de dólares anuales) para construirse
tres mansiones en la Costa Azul, Cap. Ferat y Montecarlo, mientras sus súbditos
pugnan por vencer la enfermedad, el desempleo y la desnutrición, eso sin hablar
de una férrea dictadura que no tolera protestas. El gobierno de Smith jamás
pidió ni recibió un centavo de ayuda de EU. Es evidente que la ayuda externa es
un medio eficaz de subyugar a los países subdesarrollados.
¿Cómo logran tener al mundo en sujeción, estar al tanto de lo que sucede y de qué manera ejerce su dominio?
La única forma de afrontar la realidad del
éxito de la conspiración es nombrar y comentar algunas de las sociedades
secretas, organizaciones de fachada, organismos gubernamentales, bancos, compañías
de seguros, empresas multinacionales, la industria petrolera y los cientos de
miles de entidades y fundaciones cuyas figuras más destacadas componen el Club
de los 300, máxima institución que lleva las riendas del mundo desde hace al
menos un siglo. Como ya se han publicado bastantes libros sobre el Consejo de Relaciones Exteriores y la Trilateral, pasaremos a hablar directamente
del Club de Roma
y de la fundación alemana Marshall.
El Club de Roma y Fundación Alemana
Marshall, son dos asociaciones de confabulados que realizan sus actividades
bajo el auspicio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, y, que en
su mayor parte, los ejecutivos que integran el Club de Roma proceden de la
OTAN. Fue el Club de Roma el que formuló los principios que esta última
organización reivindica como suyos, y el que - por intermedio de Lord
Carrington, socio de Club de los 300, dividió a la OTAN en dos fracciones: un
grupo de presión política (izquierdista) y la alianza militar originaria. El
Club de Roma sigue siendo uno de los brazos más importantes del Club de los
300, en lo que se refiere a política exterior.
El otro es el grupo de los Bilderberg, formado 1968 a partir de miembros
incondicionales del grupo original fundado por Morgenthau a raíz de una llamada telefónica del
difunto Aurelio Peccei instando a lanzar una nueva
campaña con objeto de acelerar la planificación del Gobierno Internacional
Único, actualmente conocido como Nuevo Orden Internacional.
El llamado de Peccei fue respondido por
los más subversivos planificadores del futuro que se pudieron seleccionar en
EU, Francia, Suecia, Gran Bretaña, Suiza y Japón. Entre 1968 y 1972, el Club de
Roma se transformó en una entidad cohesiva integrada por neocientíficos, mundialistas,
planificadores del futuro e internacionalistas de toda calaña. Uno de los
delegados lo describió con estas palabras: "Nos hemos convertido en la
túnica de diversos colores de José", en alusión al personaje bíblico.
En líneas generales, el programa previsto
del Club de Roma consistiría en crear y difundir ideas postindustriales en EU,
junto con movimientos de contracultura como los empeñados en la difusión de la
droga, la revolución sexual, el hedonismo, el satanismo, la brujería y el
ambientalismo; incluyendo varios institutos: Tavistock, Stanford, y de Relaciones
Sociales. De hecho todo el amplio espectro de los centros de investigación de
psiquiatría social aplicada, o bien contaban con delegados en la junta
directiva del Club de Roma, o desempeñaban una misión orientadora en la
tentativa de la OTAN de llevar a cabo lo que denominan la conspiración acuariana.
El Club de Roma es una organización
general coordinadora, una tenebrosa unión entre financistas angloamericanos y
las familias que integran la ancestral Nobleza Negra europea, en particular la nobleza de Londres, Venecia y Génova. La clave
para el dominio exitoso del mundo está en su capacidad para crear y dirigir
atroces recesiones económicas y futuras depresiones financieras. El Club de los
300 aspira generar convulsiones sociales a escala planetaria, seguidas de
depresiones, pues ve en ellas un medio de allanar el terreno para sucesos de
mayor trascendencia, un método para ocasionar que ingentes masas de seres
humanos de todo el orbe se conviertan en futuros beneficiarios de su sistema de
beneficencia social.
El Club de Roma posee su propio grupo de
inteligencia, y toma prestados además agentes de la INTERPOL de David
Rockefeller. Organismos de inteligencia de EU cooperan muy estrechamente con
él, así como la KGB y el Mossad. Sus integrantes se hacen llamar también los
olímpicos, pues están convencidos de que igualan en poder y talla a los
legendarios dioses del Olimpo. Tienen además el convencimiento de que por
derecho divino se les ha encomendado la consecución de las siguientes metas:
1.- Establecimiento de un gobierno internacional único / Nuevo
Orden Mundial con una iglesia unificada y un sistema monetario común. Entre
los años veinte y los treinta El Gobierno Internacional inició la fundación de
su iglesia, al comprender la necesidad de canalizar en la dirección deseada por
ellos la fe inherente a todo ser humano.
3.- Aniquilamiento de la religión, en particular la cristiana. La única será la creada por ellos.
4.- Control, dominio y manipulación cada habitante del planeta mediante
técnicas de condicionamiento psicológico y de lo que Zbignew Brzezinski
denominó tecnotrónica, con la cual se crearían robots humanos y se
implantaría un espeluznante sistema al lado del cual el “Terror Rojo” de Félix
Dzerzhinsky parecerá un juego de niños.
5.- El fin de toda industria y de la
producción de fuerza eléctrica generada a partir de la energía nuclear, en lo
que llaman sociedad postindustrial de crecimiento cero. Sólo serán
autorizadas las industrias de computación y los servicios. Las empresas norteamericanas
que queden serán trasladadas a países como México, donde la mano de obra
esclavizada es abundante, por lo tanto barata.
6.- Legalización de la droga y la pornografía.
7.- Despoblamiento de grandes ciudades, de
conformidad con el ensayo llevado a cabo por el régimen de Pol Pot
en Cambodia. El plan genocida del dictador asiático fue formulado en
EU por una de las fundaciones de investigación financiadas por el Club de Roma.
8.- Eliminación de todo adelanto
científico, salvo los considerados provechosos para ellos. La
producción de energía atómica con fines pacíficos es uno de los blancos
principales. Los experimentos de fusión en frío han objeto de burla
y desprecio por parte del Club y de sus chacales en la prensa. Un soplete de
fusión debidamente empleado pondría a nuestra disposición unos recursos
naturales inagotables a partir de las sustancias más comunes, y el Club ya no
podría seguir insistiendo en "la falta de recursos naturales".
9.- Por medio de guerras de limitado
alcance en los países desarrollados y de la aniquilación mediante el hambre y las enfermedades de la población de países del tercer mundo,
ocasionar de aquí al año 2050 la muerte de 3000 millones de seres humanos, a
los que califican de inútiles consumidores de alimentos. El Club de los 300
encargó a Cyrus Vance la redacción de un informe: “El
mundo en el año 2000”, donde expusiera los medios más eficaces de llevar a
efecto semejante genocidio. Dicho Informe fue aprobado por el presidente
Carter, allí se fijaron las condiciones y las operaciones necesarias para lograr
este objetivo
10.- Desmoralizar a la clase obrera
mediante la generalización masiva del desempleo. Cuando el número de puestos de
trabajo disminuya a causa de las normas introducidas por el Club de Roma con
vistas al crecimiento cero postindustrial, los operarios, sumidos en el
desaliento y la desesperación, buscarán refugio en el alcohol y la droga.
11.- Por medio del rock y de los
alucinógenos, se instará a los jóvenes a revelarse contra el estatus quo, lo
cual socavará a la familia como institución social y acabará por destruirla.
Con este fin, el Club de los 300 asignó al Instituto Tavistock la preparación de un plan
maestro. Tavistock encargó al Instituto de Investigaciones de Stanford la
elaboración del plan, con la dirección del profesor Willis Harmon. Más tarde,
la empresa llegó a ser conocida como: conspiración acuariana.
12.- Evitar que en todo el mundo la gente pueda decidir su
propio destino. Con miras a ello, se creará una crisis tras otra, y luego se
manejarán dichas crisis. Ello confundirá y desmoralizará hasta tal
punto a la población que ante la superabundancia de opciones se generalizará la
apatía. En el caso de los EU existe un organismo que tiene como fin el manejo
de crisis. Se trata de la FEMA, siglas en inglés de la Secretaría Federal de
Manejo de Emergencias.
13.- Promocionar a grupos rufianescos
de música rock como los Rolling Stones (que gozan ampliamente del favor de la
nobleza negra europea) y todos los conjuntos a los que Tavistock convirtió
en grandes figuras a partir de los Beatles.
15.- Exportar a todo el mundo el ideario de la liberación
religiosa al objeto de minar a toda religión existente y en particular la
cristiana. Una entidad muy activamente embarcada en la llamada
teología de la liberación es la misión Maryknoll, de tendencia comunista. Ello
explica la amplia cobertura dada por los medios al asesinato de unas supuestas
monjas de la orden Maryknoll hace unos años en El Salvador.
16.- Provocar el colapso de la economía a escala internacional
y desatar un caos político
18.- Otorgar máximo apoyo a
instituciones supranacionales como la ONU, el FMI, el BM y el Tribunal
Internacional de Justicia y disminuir la eficacia de las instituciones
nacionales eliminándolas gradualmente o sometiéndolas a la autoridad de la ONU.
20.- Organizar un aparato terrorista de alcance internacional
y negociar con sus agentes cada vez que estos lleven a cabo sus violentas
acciones.
21.- Tomar las riendas de la enseñanza en los EU con la
finalidad de llevarla a la ruina más completa. Muchos de estos
objetivos, se han alcanzado ya o están en avanzada vías de ejecución. Si
tenemos en cuenta los ilimitados caudales que tienen a su disposición, así como los medios de difusión, la banca y la
mayor parte de los gobiernos, se comprende que nos las estamos viendo con un
problema de proporciones gigantescas, al cual ninguna nación está en condiciones
de hacer frente en este momento. Se nos ha hecho creer que el problema al que
me refiero tiene su origen en Moscú. El mayor peligro radica en la multitud de quintacolumnistas
infiltrados entre nosotros, enemigos internos que sirven al Club de
los 300, y ocupan posiciones clave en la jerarquía gubernamental.
Programados para el cambio, listos para la
destrucción se han establecido mecanismos y sistemas de control mucho más
ineludibles que nada que se haya visto hasta ahora. No son necesarias sogas ni cadenas para sujetarnos,
se nos ha lavado el cerebro, poco a poco, y nuestra ceguera mental inducida nos
han hecho incapaces de reconocer el desmoronamiento de nuestras instituciones
educativas y sistemas de enseñanza. La meta era mentalizar a la población para
efectuar cambios programados y se acostumbrara, para que cuando se produjeran transformaciones radicales éstas fueran prácticamente imperceptibles.
En uno de los documentos más secretos del
Royal Institute for Internal Affaire, se describe - parcialmente- el plan: “[...]
desengañados con el cristianismo y con el desempleo generalizado, quienes
llevaren varios años desocupados, abandonarán la iglesia, se volverán adictos.
Será imperioso ejercer un dominio absoluto del comercio de narcóticos, y que
los gobiernos de todos los países que se hallen sometidos a nuestra
jurisdicción dispongan de un monopolio como suministradores….”
Además aspiran a generar las siguientes
situaciones: El establecimiento de un gobierno mundialista y un sistema
monetario común bajo la tutela de una oligarquía permanente, hereditaria y no
elegida, cuyos miembros se escogerán entre sí mediante un sistema feudal
semejante al del Medioevo. Con dicha entidad universal de gobierno,
se pondrá coto a la explosión demográfica mediante limitaciones al número de
hijos por familia, enfermedades, guerras y hambres, hasta que la población
mundial se estabilice en mil millones de seres humanos útiles para la clase
dirigente, distribuidos en zonas rígidas y claramente definidas.
La clase media desaparecerá y sólo
quedarán siervos y mandatarios. Las leyes serán uniformadas por medio de una
red internacional de tribunales que se guiarán por un mismo código, apoyados
por un organismo universal de policía y un ejército supranacional que imponga
el cumplimiento de la ley en el territorio de los que una vez fueron países, y
que ya no estarán delimitados por fronteras. El sistema se basará en el del
estado benefactor: quienes obedezcan al gobierno internacional único y se
subordinen al mismo serán retribuidos con los medios para subsistir; los que se
rebelen morirán de hambre o serán proscritos, convirtiéndose con ello en blanco
de todo el que desee quitarles la vida. Estará prohibida la posesión privada de
armas de fuego o de cualquier otra clase. Sólo se permitirá la práctica de una
religión, la de la iglesia del Gobierno Universal. El culto a Lucifer y la
hechicería serán reconocidos como materias de estudio en el sistema educativo
estatal, y no habrá colegios privados ni religiosos. Las iglesias habrán sido
infiltradas por la subversión.
En los tiempos del gobierno internacional,
el cristianismo habrá pasado a la historia. Toda persona será adoctrinada en la
creencia de que es una criatura del Gobierno Universal. A este fin, se la marcará con un número que facilite su identificación,
número que figurará en los archivos centrales del ordenador de la OTAN en Bruselas.
En un momento dado, todo agente del Gobierno Universal tendrá acceso a dicho
número. Los archivos generales de la CIA, el FBI, las policías locales y
estatales, el Ministerio de Hacienda, la FEMA y la seguridad social serán
ampliados en extremo y constituirán la base de datos relativos a cada habitante
de los Estados Unidos. El matrimonio será ilegal. La familia ya no existirá
como la conocemos en la actualidad. Los niños serán separados de sus padres a
temprana edad y criados bajo la tutela del Estado.
A título experimental, esto ya se hizo en
Alemania del Este en tiempos de Eric Honecker: los hijos de ciudadanos
sospechosos de rebeldía eran puestos bajo la custodia del Estado. Se promoverá la pornografía, la cual será de
exhibición obligada en todo cine y teatro, sin excluir los temas de la
homosexualidad y el lesbianismo.
También será forzoso el consumo de drogas
recreativas. A cada uno se le asignará una cantidad que podrá adquirir en los
establecimientos de venta que el Gobierno Universal habrá diseminado por el
planeta. Se extenderá el empleo de sustancias que permitan manipular la mente,
y serán igualmente de uso obligatorio. Se las administrará por medio de los
alimentos y del suministro del agua potable sin conocimiento ni permiso de los
consumidores. En los bares de narcóticos, atendidos por empleados del súper
gobierno, la clase esclavizada pasará sus horas de asueto. De esa manera, las
masas se convertirán en una suerte de animales dominados, sin voluntad propia,
que se comportarán como tales.
El sistema económico funcionará del
siguiente modo: la clase dirigente permitirá que se produzca el mínimo
imprescindible de alimentos y servicios para mantener los campamentos en que
trabajarán multitudes de esclavos. Toda riqueza se atesorará en las arcas de
los integrantes de la élite del Club de los 300.
A toda persona se la adoctrinará en el
concepto de que su supervivencia depende en todo el Estado. El mundo será
gobernado mediante decretos emitidos por el mencionado Club, los cuales de
inmediato cobrarán valor de ley.
Experimentalmente, BorisYeltsin impone la
voluntad del Club en Rusia mediante decretos de ese estilo. No existirán
tribunales de justicia, sino de castigo. La industria habrá de ser destruida en
su totalidad, junto con las plantas de producción de energía nuclear. Sólo los
integrantes del Club de los 300 y sus elitistas tendrán privilegio de
beneficiarse de los recursos de la tierra. La agricultura y la ganadería
estarán en manos del Club, que fiscalizarán rigurosamente la producción de
alimentos. Conforme comiencen a entrar en vigor estas medidas, grandes
contingentes de población urbana serán transferidos a regiones apartadas.
Quienes se opongan serán exterminados a la
manera del experimento que llevó a cabo Pol Pot en Camboya. Los enfermos
incurables y los ancianos habrán de someterse ineludiblemente a la eutanasia.
Para el año 2050 habrán sido eliminados al menos 3.000 millones de consumidores
inútiles de alimentos por medio de guerras de alcance limitado, epidemias
orquestadas de enfermedades virulentas, y hambre. El suministro de energía,
alimento y agua se mantendrá al nivel mínimo de subsidencia para los ajenos a
la élite. Todo producto farmacéutico, médico, dentista y profesional de la
salud, esencial o no, estará registrado en el banco de datos del computador
central.
Será imposible recetar un remedio o prescribir
atención médica sin autorización expresa de los agentes responsables de imponer
la autoridad en cada municipio. No habrá moneda ni dinero en efectivo en posesión de las
masas. Toda transacción se llevará a cabo mediante una tarjeta de cobro
automático en la que figure el número de identificación del portador.
A quien transgreda el reglamento
establecido por el Club de los 300 le será inválida la tarjeta por un tiempo
que variará con arreglo a la naturaleza y gravedad de la violación. El Gobierno Universal llevará las riendas de todas las
agencias noticiosas y órganos de prensa. Métodos de lavado cerebral se
harán pasar por entretenimiento, de la misma manera en que se practicaba y se
convirtió en técnica refinada en los EU.
A los jóvenes a los que se aparte de los
padres desleales se les impartirá una educación concebida especialmente para
embrutecerlos. Jóvenes de ambos sexos serán adiestrados como vigilantes en los
campos de trabajo del Gobierno Internacional. Por lo anterior, es evidente que
quede mucho por hacer para la instauración del Nuevo Orden Mundial. Hace tiempo
que el Club de los 300 ha perfeccionado los planes para desestabilizar la
civilización tal como la conocemos en la actualidad. En Europa Occidental se
está construyendo una federación de estados con una estructura de gobierno que
incluye una moneda común. Una vez logrado esto, el sistema de la Unión Europea
se extenderá por etapas a los EU y Canadá.
De forma lenta pero inexorable, las
Naciones Unidas se están transformando en un sello de aprobación del Gobierno
Universal: EU le dicta lo que tiene que hacer, como vimos cuando la Guerra del
Golfo. El impresionante secreto que envuelve al Club de los 300 hace que muchos
pongan en entredicho su existencia. Ningún órgano informativo ha hecho jamás
mención de dicha jerarquía conspiradora. Por consiguiente, y como era de
esperar, la gente reacciona con incredulidad.
El Club de los 300 está en su mayor parte
en manos del monarca británico, en la actualidad la reina Isabel II. No hay
entidad que escape al dominio del Club, y salta a la vista que éste ejerce un
férreo control en el terreno de las comunicaciones. Si echamos un vistazo a la
RCA, descubriremos que su directorio se compone de personalidades británicas y
estadounidenses que descuellan en organizaciones como el Consejo de Relaciones
Exteriores, la OTAN, el Club de Roma, la Comisión Trilateral, la
Francmasonería, Skull and Bones, el grupo Bilderberg, Round Table, la Sociedad
Milner y la Jesuits-Aristotle Society. Entre ellos se contaba David Sarnoff,
que se trasladó a Londres hacia la misma época que Sir William Stepherson se
instaló en la sede neoyorquina de la RCA. El gobierno invisible del Club de los
300 está ejerciendo una presión inmensa sobre los EU A fin de reformar el país
para mal.
Si logramos evitar que
se nos despoje de la libertad, retrasaremos considerablemente el progreso hacia el
establecimiento del gobierno supranacional. La instauración del mismo es una
empresa de proporciones impresionantes que exige gran habilidad, talento
organizativo y dominio de los gobiernos y su política. La única organización
capaz de llevar a cabo tan ciclópea tarea con esperanza de éxito es el Club de
los 300. Acabamos de ver hasta qué punto se ha acercado al éxito total.
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