viernes, marzo 25, 2016

Colombia: una dictadura mal  disfrazada de democracia

“¿Sera que la única opción que se tiene es emigrar del país?”

Por: Juan Camilo Estrada

Es necesario hacer claridad sobre lo que es un estado democrático. Bueno, la RAE nos da estos significados de democracia:

f. Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno.
f. Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado.

Es decir que para que un Estado pueda considerarse democrático, el pueblo debe tener un amplio control sobre las acciones del mismo. En otras palabras, en una democracia se eligen gobernantes como representantes de los deseos de la mayoría y no para que hagan lo que quieran con el poder otorgado.

Ahora veamos las definiciones de dictadura:

f. Gobierno que, bajo condiciones excepcionales, prescinde de una parte, mayor o menor, del ordenamiento jurídico para ejercer la autoridad en un país.

f. Gobierno que en un país impone su autoridad violando la legislación anteriormente vigente.

En otras palabras un Estado dictatorial es aquel en el que el pueblo no tiene voz ni voto reales en las decisiones que los gobernantes toman, se imponen medidas excepcionales de control de la población y se viola la constitución una y otra vez. Pero si somos el segundo país más feliz del mundo, ¿Cómo podríamos siquiera imaginarnos bajo una dictadura?

Bueno, la razón para que una buena parte de los colombianos viva en un estado delirante de felicidad democrática se debe a la tremenda ignorancia del colombiano promedio. No por nada estamos clasificados como el cuarto país más ignorante del mundo y una población ignorante se traduce en un Gobierno corrupto, porque la masa ignorante es fácilmente manipulable.

Entonces para implantar una dictadura de ultraderecha como la que tenemos hoy en día no fue necesaria la fuerza, sino la seducción y el engaño traducidos en novelas, fútbol, religión, alcohol barato, farandulerismo y noticieros prepago; el colombiano vive entonces borracho, ignorante, preocupado por banalidades, esclavo de salarios miserables, enfermo, hambriento y lleno de hijos pero agradecido con los ‘dotores’ y con la ilusión del control, que no es otra cosa que la creencia estúpida de que elegimos a quienes nos gobiernan.

Carlos Lleras, Misael Pastrana, López Michelsen, Belisario Betancourt, Virgilio Barco, César Gaviria, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos y en el futuro nefasto que nos espera German Vargas Lleras, no fueron elegidos ni será elegido el ultimo por los deseos del pueblo. Ningún pueblo en el mundo puede ser tan estúpido como para hacer una pésima elección, sufrir y luego elegir la continuidad del sufrimiento. Todos esos nombres arriba mencionados se podrían unir en uno solo y no habría diferencia, todos han sido representantes de lo peor que puede dar la sociedad colombiana. Es por esto que antes de las elecciones se ven desfilar por los barrios populares: lechonas, tamales, aguardiente, perros calientes, camisetas, billeticos de 20.000, etc., así, no es el colombiano el que elige, sino el hambre, el vicio y el efímero agradecimiento por dar una prenda barata de vestir o 20.000 pesos que son un tesoro a los ojos del miserable. No obstante, esta estrategia solo funciona hasta la clase media baja.

Entonces es necesario para el corrupto y aspirante a dictador colombiano usar los medios de comunicación para comprar a la clase media y media alta, que en Colombia se caracteriza por ‘querer ser’, ser como el actor de turno, como el compañero adinerado de la universidad, como esta o aquella figura pública, quiere emerger, ser como lo que considera mejor que sí mismo y su familia; quisiera ser europeo pues considera que el primer mundo es superior hasta en términos genéticos, entonces el papel de los medios será encasillar a quien ofrece algún tipo de cambio positivo como populista e ignorante y hacer lo contrario con el aspirante a dictador.

Pongo como ejemplo de esto la campaña de Peñalosa a la alcaldía de Bogotá en el 2015; si ignoramos el obvio trasteo de votos que presuntamente (qué bella palabra) cometió este candidato de ultraderecha, nos queda analizar cómo compraron los votos de la clase media, y la respuesta es simple, vendiendo ideas demagógicas de una transformación de la ciudad a un modelo europeo, en campaña prometiendo una ciudad alrededor del río como en Inglaterra o “un sendero por los cerros orientales absolutamente maravilloso, vamos a ver venados… “Mientras tanto salían figuras públicas como Paola Turbay con letreros que decían “#Recuperemos Bogotá” y la recuperaron, pero ¿Para quién?, entonces quien quisiera ser como Paola Turbay o cualquier otro representante de la farándula nacional, vota por Peñalosa. Este es uno de los casos de la ignorancia y el clasismo recalcitrante el que vota no el colombiano.

Todos estos son dictadores por seducción, con diferentes recursos ocultaron frente al ignorante su verdadera cara; le mostraron las tonterías que quería ver y este votó sin pensarlo dos veces por la peor opción.

Si aún no me creen que estamos en una dictadura, bien cabe analizar ¿Qué tanto poder tenemos sobre nuestros gobernantes?

Ya se vendió casi el 58% de ISAGEN a un consorcio canadiense a pesar de que esta venta contaba con un amplio rechazo a nivel nacional, cabría entonces preguntarnos ¿son nuestros recursos?, si son los recursos de 47 millones de personas y solo un grupo de menos de 10 corruptos trajeados que se beneficiaran ampliamente de esta venta son los que deciden. ¿No es esto una decisión propia de una dictadura en la que no importa la opinión del pueblo?

Lo invito a preguntarse lo siguiente:

¿Le preguntaron antes de firmar tratados de libre comercio TLC con otros países o al menos le informaron abiertamente de que se tratan?

¿Le preguntaron antes de vender Isagen si estaba de acuerdo con ello?

¿Le preguntaron si estaba de acuerdo con la introducción del Fracking a Colombia?

¿Le preguntaron antes de vender los recursos minerales del país a multinacionales extranjeras?

¿Le preguntaron si daba su autorización para contaminar fuentes hídricas del país de forma permanente para sacar recursos minerales que prácticamente se le regalan a firmas extranjeras?

¿Le preguntaron si está de acuerdo con la venta de ETB o AGUAS de BOGOTÁ?

¿Le preguntaron si quiere un metro más barato y elevado por la Caracas aunque eso tire a la basura cientos de millones en estudios técnicos muy serios y dañe para siempre el patrimonio de los Bogotanos?

¿Le preguntaron si quería que se implementara la Ley 100 de salud en 1993 y le informaron que gracias a ella miles morirían en las puertas de los hospitales sin ser atendidos?

¿Le preguntaron si quiere que se urbanice la reserva Van der Hammen, a pesar de que la alcaldía de Gustavo Petro dejó listos los recursos para su reforestación?

Si a usted no le han preguntado por ninguna de estas cosas que afectan directamente su patrimonio social, cultural y ecológico, le informo que como colombiano usted vive en una dictadura donde su opinión no tiene valor alguno y otros deciden no solo por usted sino contra usted, y esto no cambiará mientras se mantenga ese velo de ignorancia que hay sobre nuestras cabezas.


http://www.las2orillas.co/colombia-una-dictadura-mal-disfrazada-democracia/

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