Colombia: una dictadura mal disfrazada de democracia
“¿Sera que la única opción que se tiene es emigrar
del país?”
Por: Juan Camilo
Estrada
Es necesario hacer
claridad sobre lo que es un estado democrático. Bueno, la RAE nos da estos
significados de democracia:
f. Doctrina política favorable a la intervención del
pueblo en el gobierno.
f. Predominio
del pueblo en el gobierno político de un Estado.
Es decir que para que
un Estado pueda considerarse democrático, el pueblo debe tener un amplio control
sobre las acciones del mismo. En otras palabras, en una democracia se eligen
gobernantes como representantes de los deseos de la mayoría y no para que hagan
lo que quieran con el poder otorgado.
Ahora veamos las
definiciones de dictadura:
f. Gobierno que,
bajo condiciones excepcionales, prescinde de una parte, mayor o menor, del
ordenamiento jurídico para ejercer la autoridad en un país.
f. Gobierno que
en un país impone su autoridad violando la legislación anteriormente vigente.
En otras palabras
un Estado dictatorial es aquel en el que el pueblo no tiene voz ni voto reales
en las decisiones que los gobernantes toman, se imponen medidas excepcionales
de control de la población y se viola la constitución una y otra vez. Pero si
somos el segundo país más feliz del mundo, ¿Cómo podríamos siquiera imaginarnos
bajo una dictadura?
Bueno, la razón
para que una buena parte de los colombianos viva en un estado delirante de
felicidad democrática se debe a la tremenda ignorancia del colombiano promedio.
No por nada estamos clasificados como el cuarto país más ignorante del
mundo y una población ignorante se traduce en un Gobierno corrupto, porque la
masa ignorante es fácilmente manipulable.
Entonces para
implantar una dictadura de ultraderecha como la que tenemos hoy en día no fue
necesaria la fuerza, sino la seducción y el engaño traducidos en novelas,
fútbol, religión, alcohol barato, farandulerismo y noticieros prepago; el
colombiano vive entonces borracho, ignorante, preocupado por banalidades,
esclavo de salarios miserables, enfermo, hambriento y lleno de hijos pero
agradecido con los ‘dotores’ y con la ilusión del control, que no es otra cosa
que la creencia estúpida de que elegimos a quienes nos gobiernan.
Carlos Lleras,
Misael Pastrana, López Michelsen, Belisario Betancourt, Virgilio Barco, César
Gaviria, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos y en el futuro
nefasto que nos espera German Vargas Lleras, no fueron elegidos ni será elegido
el ultimo por los deseos del pueblo. Ningún pueblo en el mundo puede ser tan
estúpido como para hacer una pésima elección, sufrir y luego elegir la
continuidad del sufrimiento. Todos esos nombres arriba mencionados se podrían
unir en uno solo y no habría diferencia, todos han sido representantes de lo
peor que puede dar la sociedad colombiana. Es por esto que antes de las
elecciones se ven desfilar por los barrios populares: lechonas, tamales,
aguardiente, perros calientes, camisetas, billeticos de 20.000, etc., así, no
es el colombiano el que elige, sino el hambre, el vicio y el efímero
agradecimiento por dar una prenda barata de vestir o 20.000 pesos que son un
tesoro a los ojos del miserable. No obstante, esta estrategia solo funciona
hasta la clase media baja.
Entonces es
necesario para el corrupto y aspirante a dictador colombiano usar los medios de
comunicación para comprar a la clase media y media alta, que en Colombia se
caracteriza por ‘querer ser’, ser como el actor de turno, como el compañero
adinerado de la universidad, como esta o aquella figura pública, quiere
emerger, ser como lo que considera mejor que sí mismo y su familia; quisiera
ser europeo pues considera que el primer mundo es superior hasta en términos
genéticos, entonces el papel de los medios será encasillar a quien ofrece algún
tipo de cambio positivo como populista e ignorante y hacer lo contrario con el
aspirante a dictador.
Pongo como ejemplo
de esto la campaña de Peñalosa a la alcaldía de Bogotá en el 2015; si
ignoramos el obvio trasteo de votos que presuntamente (qué bella palabra)
cometió este candidato de ultraderecha, nos queda analizar cómo compraron los
votos de la clase media, y la respuesta es simple, vendiendo ideas demagógicas
de una transformación de la ciudad a un modelo europeo, en campaña prometiendo
una ciudad alrededor del río como en Inglaterra o “un sendero por los
cerros orientales absolutamente maravilloso, vamos a ver venados… “Mientras
tanto salían figuras públicas como Paola Turbay con letreros que decían
“#Recuperemos Bogotá” y la recuperaron, pero ¿Para quién?, entonces
quien quisiera ser como Paola Turbay o cualquier otro representante de
la farándula nacional, vota por Peñalosa. Este es uno de los casos de la
ignorancia y el clasismo recalcitrante el que vota no el colombiano.
Todos estos son
dictadores por seducción, con diferentes recursos ocultaron frente al ignorante
su verdadera cara; le mostraron las tonterías que quería ver y este votó sin
pensarlo dos veces por la peor opción.
Si aún no me creen
que estamos en una dictadura, bien cabe analizar ¿Qué tanto poder tenemos sobre
nuestros gobernantes?
Ya se vendió casi el 58% de ISAGEN a un consorcio canadiense a pesar de que
esta venta contaba con un amplio rechazo a nivel nacional, cabría entonces
preguntarnos ¿son nuestros recursos?, si son los recursos de 47 millones de
personas y solo un grupo de menos de 10 corruptos trajeados que se beneficiaran
ampliamente de esta venta son los que deciden. ¿No es esto una decisión propia
de una dictadura en la que no importa la opinión del pueblo?
Lo invito a preguntarse lo siguiente:
¿Le preguntaron
antes de firmar tratados de libre comercio TLC con otros países o al menos le
informaron abiertamente de que se tratan?
¿Le preguntaron
antes de vender Isagen si estaba de acuerdo con ello?
¿Le preguntaron si estaba de acuerdo con la
introducción del Fracking a Colombia?
¿Le preguntaron antes de vender los recursos
minerales del país a multinacionales extranjeras?
¿Le preguntaron si
daba su autorización para contaminar fuentes hídricas del país de forma
permanente para sacar recursos minerales que prácticamente se le regalan a
firmas extranjeras?
¿Le preguntaron si está de acuerdo con la venta de ETB o AGUAS de
BOGOTÁ?
¿Le preguntaron si
quiere un metro más barato y elevado por la Caracas aunque eso tire a la basura
cientos de millones en estudios técnicos muy serios y dañe para siempre el
patrimonio de los Bogotanos?
¿Le preguntaron si
quería que se implementara la Ley 100 de salud en 1993 y le informaron que
gracias a ella miles morirían en las puertas de los hospitales sin ser
atendidos?
¿Le preguntaron si
quiere que se urbanice la reserva Van der Hammen, a pesar de que la alcaldía de
Gustavo Petro dejó listos los recursos para su reforestación?
Si a usted no le
han preguntado por ninguna de estas cosas que afectan directamente su
patrimonio social, cultural y ecológico, le informo que como colombiano usted
vive en una dictadura donde su opinión no tiene valor alguno y otros deciden no
solo por usted sino contra usted, y esto no cambiará mientras se mantenga ese
velo de ignorancia que hay sobre nuestras cabezas.
http://www.las2orillas.co/colombia-una-dictadura-mal-disfrazada-democracia/
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