La tortuga y la liebre
Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era la más
rápida. Para dirimir el conflicto de opiniones, decidieron correr una carrera. Eligieron
una ruta y comenzaron la competencia.
La liebre partió a toda velocidad y corrió enérgicamente durante un buen
rato. Luego, al ver que había sacado muchísima ventaja, decidió sentarse debajo
de un árbol para descansar unos momentos, recuperar fuerzas y luego continuar
su marcha. Pero pronto se quedó dormida. La tortuga, que andaba con paso lento
pero constante, la alcanzó, la superó y terminó en punta, declarándose ganadora
indiscutible de la carrera.
Moraleja 1: Los lentos pero constantes y perseverantes, también ganan la carrera.
Pero la historia continúa...
La liebre, decepcionada por haber perdido, hizo un examen de conciencia
y reconoció su grave error de subestimar a la tortuga. Se dio cuenta de que por
presumida y descuidada había perdido la carrera. Si no hubiese subestimado a su
oponente nunca la hubieran podido vencer. Entonces desafió a la tortuga a una
nueva competencia. Esta vez la liebre corrió sin descanso desde el principio
hasta el fin y su triunfo fue contundente.
Moraleja 2: Los rápidos y tenaces vencen a los constantes y perseverantes.
Después de ser derrotada, la tortuga reflexionó detenidamente y llegó a
la conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad. De la
manera como estaba planteada la carrera, ella siempre perdería. Por eso,
desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr por una ruta distinta a la
anterior.
La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se encontró en su
camino con un ancho río. La liebre no sabía nadar, y mientras se preguntaba
“¿Qué hago ahora...?”, la tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó con su
paso lento pero constante y terminó la carrera en primer lugar.
Moraleja 3: Quienes identifican su ventaja competitiva y cambian el entorno
para aprovecharla, llegan de primeros.
Pasó el tiempo, y tanto compartieron la liebre y la tortuga que
terminaron haciéndose amigas. Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y
decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo. En
la primera parte la liebre cargó a la tortuga hasta llegar al río. Allí, la
tortuga atravesó el río a nado con la liebre sobre su caparazón y, ya en
la orilla de enfrente, la liebre cargó de nuevo a la tortuga hasta llegar a la
meta. Como alcanzaron la línea de llegada en tiempo récord, sintieron una
mayor satisfacción que la que habían experimentado en sus logros individuales.
Moraleja 4: Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades
personales. Pero, a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y
potenciar recíprocamente las capacidades de cada uno, no seremos completamente
efectivos.
Es importante advertir que ni la liebre ni la tortuga abandonaron la
carrera. La liebre evaluó su desempeño, reconoció sus errores y decidió poner
más empeño después de su fracaso. Por su parte, la tortuga, al notar que la
velocidad era su mayor debilidad, decidió cambiar su estrategia y
aprovechar su fortaleza como nadadora, en un nuevo recorrido.
Después de varias contiendas, la tortuga y la liebre descubrieron que
unidas lograban mejores resultados.
La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital: Cuando
dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una
situación, no sólo complementamos capacidades, compensamos debilidades,
potenciamos nuestros recursos... ¡sino que también obtenemos mejores
resultados!
Todos tenemos carreras por delante, y hay muchas maneras de ganarlas.
Hay muchas liebres, muchas tortugas... ¡y muchas metas que alcanzar!
¡Hola!
No se reúna
Con un grupo
fácil y conformista:
no le harán crecer.
Vaya donde sean muy
altas las exigencias
y las expectativas
de desempeño.
|
Para
Aprender
Es
indispensable
Leer,
Analizar y Comprender.
Ahora,
Argumente sus respuestas:
1°. Determine o
infiera cinco ideas de este relato.
2°. Realice
un breve análisis de esta interesante historia.
3°. ¿Por
qué debe competirse respetando siempre a los rivales?
4°. ¿Actualmente
cuáles son sus expectativas de proyección personal?
7°. ¿Qué piensa
acerca de las cuatro moralejas? ¿Reflejan la realidad actual?
6°. ¿Con cuál de
los competidores se identifica? ¿A qué se debe esa afinidad?
7°. ¿Está usted
realizando las acciones correctas para lograr sus metas en este año?
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