domingo, octubre 30, 2016

Chips para implantar conocimientos ya no son ciencia ficción

Expertos dicen que se podrán 'subir' bloques de información al cerebro como sucede con computadoras.

Por: SEBASTIÁN CAMPANARIO   16 de julio de 2016

En el cuarto episodio de la primera temporada de la serie inglesa Luther, que produjo la BBC, el detective protagonista, preocupado porque no puede resolver un caso, coloca todas las fotos y la evidencia en el piso, en un círculo alrededor de una silla giratoria. “Es el método David Bowie”, acota otro policía: cuando el proceso creativo está estancado, sirve separar las partes al azar y mirar todo de otra forma.        

“Nuevos patrones, que antes eran invisibles, emergen”, explica en la serie John Luther (el actor Idris Elba, ex-The Wire).

Esta estrategia de ver los problemas por resolver o enfrentar el dilema de una hoja en blanco con otra lente y otro foco es una de las claves del “nuevo aprendizaje” que promueve Timothy Kenny, un especialista en “aprendizaje acelerado”, que investiga técnicas de frontera para facilitar la adquisición rápida de conocimientos, especialmente en el campo de los emprendedores. Kenny cuenta que lo más interesante que está observando en este campo es la aplicación de conceptos recientes de la inteligencia artificial y el machine learning al aprendizaje humano.     

Uno de los “atajos”, cuenta, a los que acuden los algoritmos para enriquecer su proceso de adquisición de conocimientos es el de buscar con otras lentes, en lugares a los que no estamos habituados a acudir.         

Traducido a herramientas concretas que las personas pueden utilizar: “En vez de Google para buscar información, podemos usar YouTube para aprender sobre un determinado tema. O acudir a la opción ‘Imágenes” de Google, que a menudo se descarta, y eso es un gran error porque está lleno infografías, mapas mentales y esquemas que pueden llevar a aprender sobre un determinado tema 10 veces más rápido que con la metodología de lectura tradicional”.

En la misma línea, Kenny recomienda, de ser posible, probar con aprender de un tema en otro idioma. “Si solo se habla uno, está la posibilidad de recurrir a textos de distintas disciplinas sobre un mismo punto: el lenguaje de la academia suele ser muy diferente, por ejemplo, de los textos de abogados, de organismos estatales, etcétera”.

Lo que hace Kenny es el proceso inverso al de muchas iniciativas recientes que buscan que las computadoras aprendan de manera parecida a los humanos: él aplica principios del software para que las personas aprendan más rápido. “La idea es que las computadoras pueden darnos excelentes lecciones de cómo aprender de manera más eficiente, cómo planificar mejor, cómo organizar la información, investigar y memorizar. Tengo confianza en que esta línea puede revolucionar el campo en los próximos cinco años”.

El “campo” al que se refiere Kenny está de moda: en un mundo cambiante, la necesidad de reinventarse cada pocos años exige un aprendizaje permanente, más allá del final de una carrera, para una sociedad que no está habituada a hacerlo. Se trata de un terreno donde las novedades que parecen salidas de un libro de ciencia ficción están a la orden del día. 

“Imagínense que es posible meter un chip en su cerebro. Y que con ese chip ahora saben algo que antes no sabían. Con ese chip aprendieron algo nuevo: el texto completo de Romeo y Julieta, los átomos de la tabla periódica, lo que quieran. Imagínense ahora que tienen su cerebro conectado por un cablecito (o por wifi, si prefieren) al cerebro de otra persona. Y que mientras ese otro cerebro aprende algo se lo pasa a usted en tiempo real. Los dos cerebros, en red, aprenden lo mismo. “Con estas palabras comenzó una reciente presentación la bióloga y experta en innovación para la educación Melina Furman. “Parece futurología, pero no lo es -cuenta Furman-; de hecho, ambas técnicas ya tienen varios años”.     

El mes pasado, un comunicado de prensa de los laboratorios HRL en Malibú, California, dio cuenta de que un equipo de neurocientíficos logró transmitir patrones neuronales de pilotos comerciales y militares a personas sin conocimientos de aviación que luego obtuvieron muchos mejores resultados en simuladores de vuelo. “Cuando uno piensa en la educación del futuro, en 20 o 30 años, en general me cuesta vislumbrar qué innovación puede cambiar las reglas del juego, qué cosa puede patear el tablero -agrega Furman-, pero estos descubrimientos en relación con las neurociencias nos llevan a pensar en modificaciones muy profundas, posibles en no tantos años, sobre la definición misma de qué significa aprender y enseñar”.    

En una reciente visita a la Argentina, el ingeniero venezolano José Luis Cordeiro, uno de los fundadores de Singularity, remarcó que el lenguaje humano (oral o escrito) “es una forma muy ineficiente de transmitir conocimientos”, y que en el mediano plazo ‘subir’ bloques de información al cerebro, como se hace con las computadoras, será la norma.

Pruebas exitosas con ratas

Por ahora, el proceso de hacer un ‘upload’ de conocimientos al cerebro venía estudiándose en ratones. En el año 2011, Theodore Berger, un ingeniero biomédico de la Universidad del Sur de California, le implantó a una rata un chip de silicio en el hipocampo, una parte del cerebro responsable de formar nuevos recuerdos. El chip funcionaba como una prótesis cerebral, una pequeña red de neuronas. Berger le enseñó a la rata a discriminar entre dos palancas.   

Si bajaba la palanca roja, recibía una recompensa de comida. Si bajaba la verde, no recibía nada. La rata aprendió en poco tiempo a bajar la roja. Y Berger logró guardar ese aprendizaje en el chip de silicio implantado.         

Después de eso, Berger le inyectó a la rata una sustancia que la dejó amnésica, tras lo cual encendió el chip que tenía guardado ese aprendizaje. “Y la rata se volvió a acordar”, cuenta Furman. Berger replicó con éxito su experimento con monos y, desde el año pasado, investiga con seres humanos.       
Maestros robots

Ignacio Puig Moreno, uno de los socios de la ‘startup’ Acamica, un emprendimiento de enseñanza en línea, señala los más recientes proyectos de la empresa K-Newton entre lo más interesante que está ocurriendo en el campo de la “educación futurista”: “Creo que los desarrollos de ‘lenguaje natural’ que se están haciendo van a permitir que en el mediano plazo lleguemos al ideal de educación, que es el de un maestro -humano o robot- por alumno. Los algoritmos de K-Newton permiten personalizar al máximo la relación con el estudiante: van aprendiendo si la persona en cuestión es ‘búho’ o ‘alondra’ (si le conviene aprender por la noche o por la mañana), si es más ‘visual’ para incorporar conocimientos, etcétera”. Y si esta nota ya se hizo demasiado larga, ánimo, que tal vez dentro de un par de años (porque en futurología todo es “dentro de un par de años”: vehículos automanejados, fin de la TV, etc.), tal vez sea posible incorporar al cerebro estos artículos con un simple clic desde un dispositivo electrónico. O borrarlo igual de fácil.
SEBASTIÁN CAMPANARIO
La Nación (Argentina)
http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/ciencia/chips-para-implantar-conocimientos-en-el-cerebro/16647006
























La historia de las cosas





Cambiando el Mundo









Ideas de Srila B.A. Paramadvaiti Swami  2








Registro Taller 


Sistematización de Experiencias Educativas en Clave de Cartografía Pedagógica








Asistencia al Taller organizado por el CIEP-ASDEM, que orienta Rubén Gómez Lorduy, y realizado en la Biblioteca de la IE Héctor Abad Gómez,

a cargo de la doctora Ana Brizet Ramírez Cabanzo, coordinadora de la Red CHISUA de Bogotá y organizadora del Iberoamericano de educación de México 2017.





sábado, octubre 29, 2016

Crucigrama  Filosófico 3







Crema Especial Filosofía


Definiciones, Conceptos y Términos Específicos










































Una sociedad perfecta


Realmente no existe ningún  criterio racional y universalmente válido para establecer cuál podría ser la sociedad perfecta. Al respecto Nozick afirma que la mejor sociedad sería un “andamiaje para utopías, un lugar en donde la gente es libre de asociarse voluntariamente para perseguir y tratar de actuar la propia visión de una vida bella en una comunidad ideal, pero en donde nadie puede imponer a los demás la propia visión utopística”. La conclusión es que no existe un solo género de comunidad ni un solo género de vida conducido en la utopía.

La sociedad utópica es la sociedad de los experimentos utópicos, de muchas comunidades diferentes y divergentes en las que la gente conduce géneros diferentes de vida con distintas instituciones. Algunos tipos de comunidad serán más atrayentes que otros para la mayoría de la gente; las comunidades crecerán y se empequeñecerán. La gente abandonará unas por otras, o pasará toda su vida en una sola.

La utopía es un tarimaje para utopías, un lugar en donde la gente es libre de asociarse voluntariamente para perseguir y tratar de realizar la propia visión de una vida bella en una comunidad ideal, pero en la cual ninguno puede imponer a los demás la propia visión utopística. La sociedad utopística es la sociedad de quien es factor de la utopía. Naturalmente, algunos pueden ser felices en donde se encuentran. [...] El ambiente en que pueden ser probados experimentos utópicos; el ambiente en el que la gente es libre de hacer sus propios intentos; el ambiente que debe, en gran parte, ser realizado primero, si se quieren efectuar de manera estable otras visiones utopísticas particulares.

(R. Nozick: Anarquía, Estado y utopía). Tomado de: Reale, Giovanni, Antíseri, Darío. Historia de la filosofía 7: De Freud a nuestros días. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional – Editorial San Pablo, pp. 387-388, 2010.

Teniendo en cuenta lo anterior,   analice el siguiente caso
                           
Usted se encuentra habitando una remota isla, con un grupo de familiares y  amigos, sitio al que de improviso llegan numerosas personas de  países de diversas partes del mundo, con el fin de quedarse a vivir allí y formar una comunidad. Como todas proceden de diversos países, tienen diferentes leyes, normas, costumbres y códigos de conducta. Además, no tienen posibilidad usar tecnología moderna ni artículos eléctricos.  

Luego de discutir, reconocen tu sapiencia y liderazgo, y deciden que tienes la oportunidad para definir la sociedad ideal que establecerán allí.
1. ¿Qué tipo de régimen político propondrías en esta nueva sociedad?
2. ¿Cuáles características tendría esta comunidad?
3. ¿Qué idearías para vivir en convivencia pacífica?

4. ¿Qué tendrías en cuenta para distribuir las responsabilidades y funciones? 
¿Vivimos en un multiverso?


Por Jorge  Alberto Cote Rodríguez (*)


La idea de la existencia de un multiverso, antes considerada irracional, toma aún más fuerza con los últimos descubrimientos 
astronómicos.


La idea de que hay muchos universos es considerada una revolución científica igual o aún mayor a las llevadas a cabo por Isaac Newton o Albert Einstein.

Por increíble que parezca, cada vez hay más certeza de que nuestro universo no es el único que existe sino que estamos rodeados de muchos otros más. Según los descubrimientos científicos de los últimos años en el campo de la astrofísica, la existencia de un multiverso cobra aún más fuerza.

Todavía no se sabe cuántos universos hay, si su número es finito o infinito; ni tampoco se conoce cómo son. Podrían ser réplicas iguales que se rigen por las mismas leyes de la física y en los que podrían vivir dobles exactos de nosotros. O podrían ser distintos, gobernados por otras leyes físicas en las que una especie de vida inteligente podría respirar metano en vez de oxígeno.
La idea de que hay muchos universos es considerada una revolución científica igual o aún mayor a las llevadas a cabo por Isaac Newton o Albert Einstein. Desde el surgimiento de la ciencia y la filosofía occidental en Grecia en el siglo VI a. C., siempre se tomó como punto de partida que solo existe un universo.
Tuvieron que pasar más de 2.600 años para que la comunidad científica comenzara a cuestionar esa verdad. Las sospechas de un multiverso comenzaron a surgir con la física cuántica en 1935 cuando el físico austriaco Erwin Schrödingerel propuso su famoso experimento del gato para explicar una de las características de la física cuántica. El procedimiento imaginario consistía en meter un gato en una caja oscura y sellada con una botella de gas venenoso y un dispositivo radiactivo que al activarse rompería la botella y liberaría el gas.

Un observador ubicado fuera de la caja no puede saber si el dispositivo se activó o no, ni tener certeza de si el gato está muerto o sigue vivo, lo cual significa que en ese momento de la observación hay dos realidades superpuestas que existen al mismo tiempo. Pero si el observador abre la caja sabe si el gato murió o sigue vivo. Es decir, esa realidad superpuesta se convierte en una sola. Este experimento es la forma más sencilla para explicar uno de los principios de la física cuántica que dice: “Todo en el universo es en realidad un conjunto de probabilidades, las cuales ‘colapsan’ a un valor específico cuando el universo es observado”.

En 1957, Hugh Everett III concluyó, al estudiar este principio de la física cuántica, que al haber miles de realidades superpuestas y miles de posibles observaciones era bastante probable que existieran también miles de universos. Esto quiere decir que, por ejemplo, en el caso del gato de Schrödinger habría dos mundos paralelos: uno en donde el gato está vivo y otro en donde está muerto. Según este razonamiento, si se tira un dado no existe una posibilidad entre seis de que caiga en un número, sino que en el mismo momento de lanzarlo se desprenden 6 realidades paralelas, de tal manera que aunque en nuestro universo el dado haya caído en el número 1, en otros cayó en el 2, 3, 4, 5 y 6.

Aunque hoy en día científicos de talla mundial como Stephen Hawking, y Murray Gell-Mann aceptan la teoría de los universos múltiples, sus antecesores la consideraban un cuento más cercano a la ciencia ficción. Sin embargo, en los últimos 30 años, a medida que se ha logrado comprender los sucesos ocurridos en los microsegundos después del Big Bang, han empezado a surgir nuevas teorías que avalan la existencia del multiverso. La más interesante de ellas es la de la inflación cósmica propuesta en 1981 por el físico y cosmólogo Alan Guth para solucionar varios problemas de la teoría del nacimiento del universo.

Esta tesis parte de la idea de que microsegundos después de ocurrido el Big Bang, el universo se expandió a una velocidad mucho más grande que la velocidad de la luz. Según Guth, una cienmillonésima de billonésima de billonésima de segundo después de nacer el cosmos creció 100 billones de billones de veces y formó sus características actuales. Sin embargo, la teoría explica que en este crecimiento exponencial hubo partes del espacio-tiempo que se expandieron más rápidamente que otras, creando burbujas que se rigen por sus propias leyes físicas. Para Guth, el multiverso podría parecerse a una olla de agua hirviendo en la que constantemente se crean burbujas grandes y pequeñas que chocan unas entre sí o que simplemente desaparecen.

Cuando Guth propuso su teoría hace 30 años, la comunidad científica la recibió con escepticismo, pues era imposible de probar. Pero los descubrimientos de los últimos años comienzan a darle la razón a Guth y a sus colegas científicos como Andrei Linde. Entre 2010 y 2013, el telescopio Planck elaboró el mapa de la radiación cósmica producida por el Big Bang que confirmó el modelo cosmológico estándar creado en los últimos 100 años. Luego de varias revisiones y ajustes los científicos encontraron en el mapa una fuerte concentración de radiación y un ‘punto frío’ en el hemisferio sur que no puede ser explicado con las leyes actuales de la física. Para algunos de los defensores de la teoría de los multiversos la existencia de esas anomalías solo pueden ser explicadas por la interacción o ‘tirón’ gravitatorio de otros universos.

Las certezas de la existencia de un multiverso aumentaron desde hace dos años cuando científicos han encontrado la prueba de la existencia de las ondas gravitacionales. Linde, compañero de Guth, ha dicho que este descubrimiento además de probar la teoría de la inflación cósmica también podría demostrar la existencia de los multiversos. Según él “es posible inventar modelos de inflación cósmica que no permitan un multiverso, pero es difícil. Todos los experimentos que aportan credibilidad a la teoría inflacionaria nos dan indicios que señalan que el multiverso es real”.

* Periodista de Especiales SEMANA.


http://www.semana.com/vida-moderna/ciencia/articulo/la-idea-de-multiverso-tiene-mas-fuerza-en-la-astronomia/502314


Soledad en Bogotá, crisis en Cali, progreso en Barranquilla y  Medellín


 Con cifras concretas, Juan Gossaín analiza la actual situación de las principales ciudades del país.


Por: JUAN GOSSAÍN |   8:41 a.m. | 29 de octubre de 2016


Desde hace como cinco años, todo viajero que ha llegado de Bogotá al aeropuerto de Cartagena lo primero que hace, antes de saludar, es empezar a quejarse con un tono adolorido: que Bogotá esta invivible, que ya no es posible soportar los trancones del tráfico, que la ciudad está cada vez más pobre, que la inseguridad no tiene comparación, que la gente se ha vuelto huraña, que la calidad de vida se ha ido perdiendo.

Desde hace como cinco años, todo viajero que ha llegado de Bogotá al aeropuerto de Cartagena lo primero que hace, antes de saludar, es empezar a quejarse con un tono adolorido: que Bogotá esta invivible, que ya no es posible soportar los trancones del tráfico, que la ciudad está cada vez más pobre, que la inseguridad no tiene comparación, que la gente se ha vuelto huraña, que la calidad de vida se ha ido perdiendo.

Excúsenme que hable en primera persona, pero es que yo mantengo con Bogotá una deuda de gratitud eterna, contraída desde la primera vez que pisé su suelo, hace ya casi cincuenta años. En aquel entonces no conocía a nadie, no tenía un solo pariente, jamás había visto esa ciudad. Y lo que encontré fue una mano tendida, un plato servido, trabajo, hospitalidad, cariño y una familia para el resto de la vida.

Por eso, ante tantas noticias lastimeras, comprendí que mi deber de periodista, y, además, de periodista agradecido, era ponerme a investigar juiciosamente qué es lo que está pasando con la capital colombiana. Me dije que no todo puede reducirse a lamentos y quejumbres. Ni a emociones. Si ese deterioro es verídico, tiene que reflejarse en cifras y hechos concretos. Tiene que estar registrado en alguna parte.

Pasé casi un año metido de cabeza en una selva de documentos, investigaciones, estadísticas interminables. Tuve que sumar una y cien veces, volver a restar, sacar porcentajes. Y la verdad es que al final me sentí abatido ante lo que había encontrado, sobre todo en materia humana. Por ejemplo, ante los números helados y sobrecogedores de la soledad cada vez mayor que agobia a los habitantes de Bogotá.

La soledad

Antes de entrar en el universo helado de las cifras económicas, les propongo que nos detengamos en el drama de la gente. Hablo, específicamente, de la soledad. Según recientes informaciones oficiales del Dane, la ciudad tiene en este momento 7’980.000 habitantes. Prácticamente, ocho millones.

Me siento a conversar con César Caballero Reinoso, director de la firma Cifras y Conceptos, que es uno de los expertos que más tiempo y esfuerzo le ha dedicado a esa investigación.

-Las familias bogotanas son cada vez más pequeñas -me dice-. Por primera vez, el número de personas de un hogar bogotano es menor que el promedio del país.

La realidad es dolorosa: los problemas urbanos están dispersando la familia. La están atomizando. “De hecho -agrega Caballero-, el 14 por ciento de los bogotanos viven solos, en hogares unipersonales”.

Eso significa que en Bogotá hay 1’120.000 personas que viven sin la compañía de nadie. Un millón ciento veinte mil. Yo tampoco lo podía creer. Eso equivale a la población completa de Cartagena o de Bucaramanga.

Aunque parezca paradójico decirlo, la Bogotá de hoy es una ciudad en la que, mientras más crece la población, la gente está más sola.

Comienza la decadencia

Los números, que son tan tercos, demuestran que los indicadores  económicos de Bogotá, que venían en un ascenso constante, comenzaron a decaer hace cosa de unos diez años, hacia el 2005.

Los primeros síntomas del deterioro no surgieron en la vida hogareña sino en el mundo empresarial. Un buen ejemplo es este: las empresas pagaban cada día más cara la matrícula de un vehículo, pero el tránsito era cada vez peor, los trancones más graves, y más deficientes los servicios públicos relacionados con el tráfico.

Las grandes zonas francas, con sus productos de exportación y sus puestos de trabajo, comenzaron a mudarse hacia poblaciones cercanas, donde las condiciones eran mejores y los costos, menores. César Caballero analiza ese fenómeno:

-Instalar una empresa fuera de Bogotá, pero cerca de ella, permite pagar menos predial, es más barato registrar un vehículo y queda más cerca de las zonas francas.

La construcción

El asunto ha llegado a ser de tales proporciones que en el 2015, el número de empresas establecidas en Bogotá era el mismo que había en el 2005, mientras que en el resto de Colombia las empresas crecieron un 13 por ciento en esos mismos diez años, según informa la Superintendencia de Sociedades.
Después comenzaron los quebrantos en el sector de la construcción, uno de los que más empleados ocupa. “La verdad escueta -anota Caballero- es que la administración Petro frenó las posibilidades de la construcción en Bogotá y generó mucha incertidumbre entre los empresarios”.

Aquí aparece otra vez la obstinación de las cifras, que son tan testarudas. En el 2010, las autoridades de Bogotá aprobaron un área de 4’326.000 metros cuadrados para construir nuevas viviendas. Pero seis años después, en este 2016 que ya se está acabando, solo se han aprobado 1’800.000 metros. La reducción es del 60 por ciento en seis años.

Lo cual significa, en lenguaje cristiano, que en los últimos años, mientras el número de viviendas nuevas es menor, el número de habitantes es mayor. Eso explica las congestiones, los hacinamientos y los trancones.

Comparen ustedes: en el mismo período, una ciudad como Barranquilla pasó de autorizar 323.000 metros cuadrados nuevos a 722.000. Creció el 123 por ciento. Veamos el mismo fenómeno desde otro ángulo. En esos seis años, el consumo de cemento gris bajó 7 por ciento en Bogotá. En el resto del país subió 55 por ciento.

Más gente pero menos plata

Otro indicador elocuente es el de la salida de viajeros nacionales desde Bogotá. Hace veinticuatro años, en 1992, el 14,8 por ciento de los pasajeros que se movían internamente en Colombia salían de Bogotá. Hoy es el 7,8 por ciento. Ha bajado alrededor del 47 por ciento.

Esa situación, naturalmente, se tenía que reflejar en el aporte que Bogotá hace a la economía nacional. El producto interno bruto (PIB) de un país mide su producción anual a precios del mercado. Pues bien: en el 2004, Bogotá aportaba el 26,6 por ciento del PIB colombiano, pero en el 2014 su aporte fue de 24,8 por ciento. En vez de crecer, bajó 1,8 puntos en diez años.

- Lo cual significa -me dice Caballero- que, no obstante tener más gente, su peso en el desarrollo nacional es menor. Cómo será que en 2010 la ciudad aportó el 6 por ciento en recaudo de impuestos nacionales, pero el año pasado fue solo del 5 por ciento.

Como era de esperarse, la propia economía local de Bogotá se ha resentido ante esta realidad. Empresas y hogares han reducido sustancialmente sus gastos porque la ciudad dispone hoy de menos dinero que antes. Por ejemplo, el consumo de energía eléctrica de los bogotanos en el 2005 representaba el 20 por ciento del total del país, pero en el 2015 fue de 16,8 por ciento. En vez de subir, bajó 3,2 por ciento. “Otra vez lo mismo -exclama César Caballero-. Aunque hay más gente y mayor concentración de población, la ciudad consume menos energía”.

Ni para qué decir que las cifras del acueducto son similares.

El caso de Cali

Un fenómeno similar al de Bogotá se presenta en Cali. “Entre las cuatro grandes ciudades colombianas -señala Caballero-, Cali es la que muestra un mayor rezago en todos los indicadores económicos y sociales”.

El deterioro caleño de los últimos años ha afectado en general al Valle del Cauca, donde el número de suscriptores de los acueductos, en lugar de subir, como sería lo natural, bajó 6 por ciento en un solo año, entre el 2014 y el 2015.

Según las cifras del Dane, en el área metropolitana de Cali hay en este momento doscientas industrias menos que en hace cinco años.

-El caso de Cali -agrega Caballero- tiene mucho que ver con un profundo fraccionamiento entre dos ciudades que conviven en una sola, se desconocen y desconfían entre sí: la masa humana del distrito de Aguablanca y otros sectores populares, por un lado, y la clase dirigente y el empresariado, por el otro.

Y añade que, además, “los efectos devastadores del narcotráfico dejaron a la ciudad con una dirigencia política muy menguada y no siempre en manos de los mejores. Por último, y como si fuera poco, teniendo la gran oportunidad del puerto de Buenaventura en el Pacífico, los dirigentes caleños no han sido capaces de terminar una buena carretera que genere un crecimiento armónico con el puerto. Eso es un gran desperdicio”.

Barranquilla y Medellín

En medio de este panorama, también hay espacio para la esperanza y el optimismo. He aquí los casos de Medellín y Barranquilla.

Caballero advierte que, por haber sido la que arrancó de más abajo entre las cuatro ciudades, Barranquilla es la que tiene ahora unas tasas de crecimiento más altas, y luego Medellín. “Barranquilla y Medellín están disparadas -exclama-. Son un asombro de progreso”.

Como en los casos negativos, también en los positivos las cifras son elocuentes y contundentes: en Barranquilla, el empleo creció 10 por ciento en los últimos diez años. En Medellín subió 8 por ciento. Y en el mismo período, el aporte barranquillero a la producción nacional tuvo un aumento del 150 por ciento -se multiplicó por tres-, y el de Medellín fue de 140 por ciento.

Epílogo

Estamos terminando de revisar estadísticas, repasando números, mirando datos. César Caballero se detiene de repente para estirar los brazos y me dice que, entre sus arrumes de documentos, acaba de encontrar un auténtico tesoro de las curiosidades colombianas: que actualmente, en las cuatro ciudades más importantes del país, el 39 por ciento de la gente tiene una mascota. Perros, en primer lugar, y luego gatos. Imagínese usted.

JUAN GOSSAÍN

Especial para EL TIEMPO


http://www.eltiempo.com/bogota/juan-gossain-bogota-decae-medellin-y-barranquilla-avanzan/16737765


Rusia presenta  “Satán 2″, un misil capaz de destruir un país entero      
            Desde la redacción Yahoo!       



Pruebas con el misil nuclear “Satán 2″
Rusia ha presentado su nuevo misil nuclear “Satán 2”, capaz de destruir una región tan grande como Francia, según una estación de radio nacional rusa.
Se trata de un misil balístico intercontinental Sarmat que puede llevar una ojiva nuclear de hasta 40 megatones, lo que supone un potencial de hasta dos mil veces el de las bombas de Hiroshima y Nagasaki.
El Ejército de Rusia también ha realizado hoy con éxito el lanzamiento de un misil balístico intercontinental RS-18, que recorrió más de seis mil kilómetros antes de impactar en el blanco, reportó el Ministerio ruso de Defensa.
“Este 25 de octubre desde Oremburgo, suroeste de Rusia, fue lanzado un misil balístico intercontinental RS-18, el mismo que impactó con éxito en el blanco situado en Kamchatka, en el Lejano Oriente”, explicó.
El objetivo del ensayo fue confirmar la estabilidad de los parámetros de vuelo de esta clase de proyectiles, según la fuente citada por la agencia rusa de noticias Sputnik.
El Ejército ruso tiene en sus arsenales misiles intercontinentales de clase pesada (RS-20V Voevoda o Satanás, según la clasificación occidental) y de la clase ligera (RS-18 Stiletto y RS12M2 Tópol M).
Así como el nuevo misil balístico intercontinental RS-24 Yars (SS-X-29 para la OTAN), que es la versión modernizada del Tópol-M, con un alcance de 11 mil kilómetros.
Artículo realizado con información de Notimex 

https://es-us.noticias.yahoo.com/rusia-presenta-sat%C3%A1n-2-un-misil-capaz-de-204704180.html