jueves, septiembre 29, 2016

7   hábitos  de  las  personas
 emocionalmente  inteligentes
 Es  muy  importante que nos conozcamos a nosotros mismos y que nos aceptemos, pero también es fundamental que sepamos empatizar y ponernos en el lugar del otro
"Cualquiera puede enfadarse. Eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo".  Aristóteles
Desde hace varios años venimos escuchando de manera reiterada la importancia de desarrollar y de exprimir al máximo nuestra inteligencia emocional. Sin embargo, estamos tan saturados con el concepto que al final solo sabemos que hay un montón de habilidades que tenemos que alcanzar, pero no sabemos si vamos por buen camino o si ya solo debemos esforzarnos por mantenerlas.
Las personas emocionalmente inteligentes tienen una gran capacidad para manejar sus sentimientos y los de los demás de manera adecuada. Lo cierto es que el hecho de ser seres emocionales y, además, ser inteligentes puede parecer bastante complicado. No obstante, esto depende en gran medida de cómo nos planteemos nuestros objetivos.
Todos, sin excepción, podemos encender una mecha en nuestro interior que nos ayude a controlar nuestras emociones, poner límites y derribar barreras emocionales indeseables.
Es por esta razón por la que, para hacerlo más sencillo, en este artículo os hemos querido acercar los hábitos que suelen tener las personas emocionalmente inteligentes.
1. Las personas emocionalmente inteligentes se conocen a sí mismas
Las personas emocionalmente inteligentes son capaces de comprender las causas que les llevan a sentirse de una manera u otra. Ellas identifican adecuadamente la situación y la fuente de sus sentimientos, manejando mejor los conflictos y los momentos difíciles.
Esto no es tarea fácil, ya que nuestra vida emocional puede llegar a ser muy complicada. De hecho, localizar qué nos provoca emociones fuertes como la ira, el miedo o la alegría es particularmente difícil.
2. Las personas emocionalmente inteligentes toman decisiones
Las personas emocionalmente inteligentes también tienen miedo, pero no se precipitan a la hora de tomar decisiones. En cambio, sopesan sus opciones y las consecuencias de cada posible decisión.
Tener nuestra inteligencia emocional desarrollada nos ayudará a reconocer y asumir nuestra responsabilidad, trazando así planes para conseguir lo que queremos en la vida.
3. Las  personas  emocionalmente  inteligentes  gestionan sus emociones

Para Daniel Goleman y otros estudiosos del tema, la autoconciencia es uno de los pilares de la inteligencia emocional. Esta capacidad consiste en saber reconocer nuestros estados de ánimo, emociones y sentimientos.
Además, la autoconciencia también implica ser consciente de cómo nuestros estados de ánimo influyen en otras personas. Gestionar nuestros recursos emocionales es una parte fundamental de la inteligencia emocional.
El hecho de regular nuestras emociones está en sintonía con el establecimiento de relaciones saludables, tanto con los demás como con nuestro espacio interior. Ser conscientes de lo que sentimos nos permite que seamos nosotros quienes gobernamos nuestras emociones, y no al revés.
4. Las personas emocionalmente inteligentes empatizan
Las emociones son contagiosas. Todos lo conocemos por experiencia. Después de un buen café con un amigo, te sientes bien. Cuando te toca un recepcionista mal educado en una tienda, te vas sintiéndote mal.
La empatía o la capacidad de ponerse en el lugar del otro es un pilar más de la inteligencia emocional. Saber lo que sienten los demás facilita la relación y el manejo de las distintas situaciones interpersonales que puedan darse.
Podemos neutralizar nuestros sentidos, pero no somos capaces de escaparnos de las emociones propias y ajenas. En cambio, las personas hábiles en el manejo de las emociones controlan muy bien esta dimensión.
5. Las personas emocionalmente inteligentes abren su corazón
La apertura y la confianza en nuestras relaciones es un indicador esencial de que somos personas con alto grado de inteligencia emocional. Es decir, abrirnos y dejar las reservas a un lado es beneficioso para cimentar relaciones saludables.
Además, ser emocionalmente hábiles no solo nos permite sentir y gestionar nuestras emociones de manera adecuada, sino expresarlas y transmitirlas correctamente.
6. Las personas emocionalmente inteligentes están altamente motivadas para llevar a cabo sus proyectos
Aunque estén nerviosos a la hora de hacer un cambio en sus vidas, ellos saben que la gestión del miedo es la clave del éxito. Al dar un salto y realizar el cambio, saben que pueden hacer su vida mejor y eso les hace estar un paso más cerca de la consecución de sus objetivos.
Además, ya que manejan de forma adecuada sus emociones, pueden tolerar altos niveles de frustración y demorar la gratificación con el fin de lograr sus metas a largo plazo.
7. Las personas emocionalmente inteligentes se responsabilizan de su vida
La autoaceptación y la autoconfianza nos ayudan a tomar conciencia y a comprometernos con nosotros mismos. Es decir, somos responsables de nuestras alegrías y de nuestras desgracias; por lo tanto, la carga de solucionar nuestros asuntos nos corresponde a nosotros en exclusiva.
¿Cómo podemos mejorar nuestra inteligencia emocional?
Hay correlación cero entre coeficiente intelectual y empatía emocional. Están controlados por diferentes partes del cerebro
Daniel Goleman
No hay relación directa entre lo que entendemos por inteligencia académica y la inteligencia emocional. Una persona puede ser sumamente inteligente y haber destacado en la escuela pero, sin embargo, no destacar en su vida.
Es muy importante entender que la inteligencia emocional no es lo opuesto a la inteligencia. No es el triunfo del corazón sobre la cabeza, sino la intersección de ambas en un mismo punto.
Así, en la vida cotidiana, podemos llevar a cabo distintas actuaciones para alcanzar un mayor conocimiento de nuestras emociones:
Conócete a ti mismo.
Hazte preguntas, cuestiona tus comportamientos y reflexiona sobre tus valores. Realizar diariamente ejercicios de introspección marcará un antes y un después en tu auto-conocimiento emocional.
Regula tus emociones.
Digamos que esto tampoco es sencillo; sin embargo, merece la pena trabajar en controlar nuestras emociones, tanto positivas como negativas. Si sientes que estás enojándote, tómate tu tiempo cuanto antes y aléjate de la situación durante unos minutos. Recuerda que solo tú tienes el control sobre tu vida y sobre tus comportamientos y emociones.
Empatiza con los otros.
Si te pones en el lugar de la gente que te rodea, incluso de la que te desagrada. De esta manera, entenderás que cada uno tiene su historia, seguramente te ayude a llevar mejor situaciones difíciles.
Busca tu motivación diariamente.
Cada mañana ten la ilusión de avanzar en tu vida. Los grandes logros están hechos de pequeños éxitos, no lo olvides.

http://www.formarse.com.ar/Inteligencia-Emocional/7-habitos-de-las-personas-emocionalmente-inteligentes.html

miércoles, septiembre 28, 2016

Presupuesto de la Nación 2017:                                                       

¿Cómo  cuadrar cuentas que no cuadran?





El Presupuesto para el año entrante está lleno de expectativas optimistas y acomodos contables.

Jorge Enrique Espitia*
¿Cuál es la realidad de las finanzas nacionales?
¿Dónde está la plata para las víctimas?
¿Cómo va a financiarse el posconflicto?                                                      
Un presupuesto amarrado
El proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) de 2017 asciende a 224,4 billones de pesos, un 6,6 por ciento más que el presupuesto vigente en 2016. El PGN para el año entrante representaría el 24,8 por ciento del PIB.

Como indica el Cuadro 1, del total del PGN 2017:
·  El 61,1 por ciento (137,2 billones) corresponde a gastos de funcionamiento;
·  El 24,2 por ciento (54,3 billones) al pago del servicio de la deuda; y,
·  El 14,7 por ciento (32,9 billones) a inversión.

Dentro de esta composición del gasto resulta importante destacar la inflexibilidad del presupuesto, que es un problema estructural. La inflexibilidad se refleja tanto en el peso de los rubros del servicio de la deuda (24 por ciento), pensiones (17 por ciento) y Sistema General de Participaciones (16 por ciento), como en su contribución al crecimiento del presupuesto- estos tres rubros crecen por encima del PIB (6,6 por ciento) y de la inflación (4,0 por ciento).
La principal fuente de financiamiento del presupuesto público deben ser los impuestos.

Las inflexibilidades anteriores se asocian con instituciones y políticas económicas que inciden sobre el proceso presupuestal y que responden a intereses particulares antes que al bienestar general de la ciudadanía. Y a ellas hay que sumar la existencia de impuestos con destinación específica que hacen aún menos flexible el PGN. Por ejemplo el denominado “impuesto de guerra” que cerca de 9.000 contribuyentes aportaron entre 2003 y 2014 para financiar a las Fuerzas Militares y contrarrestar a los grupos armados ilegales; y la “contribución sobre transacciones financieras” (2xmil), “destinada exclusivamente a preservar la estabilidad y la solvencia del sistema financiero” (Decreto 2331 de 1998).

Y en este punto es preciso recordar que aún existen bienes públicos esenciales que el Estado colombiano no ha querido o no ha logrado proveer, como el derecho constitucional a la nutrición, al saneamiento ambiental, a la salud o a la vivienda.
Los ingresos fiscales
La principal fuente de financiamiento del presupuesto público deben ser los impuestos.
Por eso es importante comparar los valores esperados en 2016 y 2017: 121,5 billones de pesos en 2016 y 127,2 billones en 2017, vale decir un aumento del 4,7 por ciento. Este aumento es inferior al crecimiento esperado del PIB, o sea que la carga tributaria será menor el próximo año.  
Los economistas llamamos “elasticidad” a la relación entre dos tasas de crecimiento. Pues bien, la elasticidad de los impuestos con respecto al PIB entre 2016 y 2017 será del   orden de 0,7 -cuando debería ser igual a 1 si los impuestos aumentaran tanto como el producto-. Es más, como muestra la Gráfica siguiente, esta elasticidad difiere sustancialmente de los valores históricos:



Los economistas llamamos “elasticidad” a la relación entre dos tasas de crecimiento. Pues bien, la elasticidad de los impuestos con respecto al PIB entre 2016 y 2017 será del   orden de 0,7 -cuando debería ser igual a 1 si los impuestos aumentaran tanto como el producto-. Es más, como muestra la Gráfica siguiente, esta elasticidad difiere sustancialmente de los valores históricos:

Gráfica 1. Elasticidad de los Ingresos Tributarios de la Nación

  


Fuente: Minhacienda, Dane y cálculos propios
La observación anterior sugeriría una de dos posibles explicaciones: o el crecimiento económico para 2017 está sobreestimado, o los ingresos tributarios del proyecto de Presupuesto están subestimados.
Presupuesto y Plan Financiero

Ahora bien, además del PGN deben tenerse en cuenta el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) y el Plan Financiero de cada año para saber exactamente cuáles pagos están programados de manera efectiva, o cuál será la proporción del presupuesto que sería ejecutada. Para el año 2017, el valor del PGN es exactamente igual al que aparece en el MFMP, lo cual permite inferir que se espera ejecutar el 100 por ciento de lo presupuestado. Sin embargo al cruzar el Presupuesto con los planes financieros de 2016 y 2017 se observa que el gobierno nacional debe realizar un recorte presupuestal (aplazamientos) para cumplir la meta de déficit propuesta. Y dadas las inflexibilidades del presupuesto, la gran sacrificada es la inversión. Veamos:

-El gasto más inflexible es el de los intereses de la deuda pública, pero en primer lugar los valores para 2016 no cuadran con los que aparecen; en el proyecto de Presupuesto figuran 23.544 mil millones de pesos y en el MFMP figuran 27.074 mil millones, cifra que coincide con el cuadro de fuentes y usos de la deuda pública. En términos más simples: habrá que destinar unos 3.500 millones más al pago de la deuda de lo que está previsto en el Presupuesto.
-Como se sabe, es bastante difícil recortar los gastos de “funcionamiento” y por eso a pesar de la “austeridad inteligente” que anuncia el Ministro Cárdenas, la ejecución de este rubro estaría en un 96 o un 97 por ciento de lo presupuestado.  
- En estas condiciones el peso del ajuste recaerá sobre la inversión. Los PGN de  2016 y 2017 contemplan valores de 28,9 y 24,3 billones de pesos, respectivamente; pero en el MFMP los valores respectivos son de apenas 16,5 y 10,0 billones, lo cual implica  aplazamientos del 43 por ciento este año y del 59 por ciento pare el año entrante.
Ingresos fiscales y gasto
En 2017 se agravará la diferencia entre los ingresos tributarios y el volumen de gasto.
En 2016 la brecha entre los ingresos tributarios (incluido el impuesto CREE) y el gasto total es de 89 billones y para 2017 de 97 billones, un aumento del 9,1 por ciento.  En el caso del “gasto primario” (o sea sin incluir el servicio de la deuda) esta diferencia aumenta un 2,4 por ciento, al pasar de 41,9 billones en 2016 a 42,9 billones en 2017.
Pese a la disminución del déficit fiscal primario (sin incluir el pago de la deuda) durante los dos últimos años (Gráfica 2), el gobierno no ha logrado consolidar un superávit que tranquilice a las calificadoras de riesgo; por el contario hay consenso sobre la urgen cia de una nueva reforma tributaria.  
Gráfica 2. Déficit fiscal total y primario de la Nación (por ciento del PIB)


Fuente: Minhacienda, Dane y cálculos propios

La creatividad contable

Dadas las inflexibilidades presupuestales, el gobierno nacional hace uso de la “creatividad contable” para presentarles a los diferentes agentes el cumplimiento de sus compromisos fiscales.
En 2017 se agravará la diferencia entre los ingresos tributarios y el volumen de gasto. 

La reclasificación contable, sin mayores esfuerzos fiscales adicionales, permite dar la apariencia de estar cumpliendo los compromisos adquiridos en el marco de la Ley de víctimas (Ley 1448 de 2011) y los que se avizoran a partir de los acuerdos de La Habana.

En el primer caso se incluyen los gastos en salud, educación primaria y secundaria  financiados con cargo al Sistema General de Participación, los cuales se incluyeron en la Constitución para proveerle estos bienes esenciales a todos los ciudadanos, independientemente de su condición de víctimas (Cuadro 2). Esta reclasificación contable le permite al gobierno señalar que ha gastado 55,4 billones de pesos de 2015 durante el período 2012-2017, cuando en realidad el “esfuerzo” ha sido de 26,2 billones es decir, 4,4 billones de pesos en promedio por año.  O señalar que le viene cumpliendo a la población víctima del conflicto armado cuando en realidad se han producido recortes presupuestales importantes o asignaciones que  distraen fondos que podrían haberse destinado a esa población.
En los acuerdos suscritos en La Habana ya pueden verse los indicios de esta “contabilidad creativa”. Sin haberse firmado, el gobierno nacional ya hizo “un análisis de equivalencias” en los rubros del PGN para mostrar cómo ha sido la evolución de su gasto:
“Durante los últimos años, el Gobierno ha llevado a cabo inversiones en proyectos relacionados con el posconflicto, entre los cuales se destacan las inversiones en el sector agropecuario y de desarrollo rural y a la atención a víctimas del conflicto. Para el primero, la inversión aumentó más del doble entre 2011 a 2015, y cerca del 75 por ciento de estos recursos fueron invertidos en proyectos relacionados con el posconflicto: capitalización rural y crédito, distritos de riego, el fondo de fomento agropecuario, programas de generación de ingreso y capacidades productivas, vivienda rural, fondo de comercialización, entre otros.

Por su parte, la inversión en víctimas alcanzó en 2015 $11,7 billones, más de dos veces lo que se destinó a esa población en 2010, superando sustancialmente lo esperado. Esta inversión ha sido repartida entre asistencia, atención y reparación, entre otros. Los ejemplos mencionados muestran cómo, para dos puntos de los borradores de los acuerdos (Política de Desarrollo Agrario Integral y Víctimas), se han venido realizando inversiones de manera creciente en los últimos años” (MFMP de 2016, página 169).

Este tipo de equivalencias no es nuevo. En el caso de la Ley de víctimas, aprobada en 2011, la contabilidad creativa se ha hecho común desde 2002 hasta 2017: “Entre los años 2002 y 2017 el Estado colombiano ha asignado y ejecutado más de $ 94,2 billones en los programas, proyectos y actividades que buscan asistir, atender y reparar integralmente a la población víctima del conflicto armado”.
En suma, el uso de la contabilidad creativa le resta credibilidad al gobierno nacional frente a la sociedad civil, genera desconfianza entre las partes y reduce la transparencia que deben tener el Presupuesto General y las políticas públicas de Estado. Pero todo parece indicar que la creatividad se profundiza en época de crisis.
http://www.razonpublica.com/index.php/economia-y-sociedad/9667-presupuesto-de-la-naci%C3%B3n-2017-c%C3%B3mo-cuadrar-cuentas-que-no-cuadran.html

martes, septiembre 27, 2016

Karl Marx
                             

El pensamiento de Karl Marx quedaría  asentado sobre la dialéctica de Hegel, pero sustituyó el idealismo de éste por una concepción materialista, según la cual las fuerzas económicas constituyen la infraestructura que determina en última instancia los fenómenos «superestructurales» del orden social, político y cultural.  Sus  ideas políticas le obligaron a dejar Alemania e instalarse en París (1843).

Marx partió de la crítica a los socialistas anteriores, a los que calificó de «utópicos», si bien tomó de ellos elementos de su pensamiento (Saint-Simon, Owen,  Fourier); tales pensadores se habían limitado a imaginar cómo podría ser la sociedad perfecta del futuro y a esperar que su implantación resultara del convencimiento general y del ejemplo de unas pocas comunidades modélicas. Por el contrario, Marx y Engels pretendían hacer un «socialismo científico», basado en la crítica sistemática del orden establecido y el descubrimiento de las leyes objetivas que conducirían a su superación; la fuerza de la Revolución (y no el convencimiento pacífico ni las reformas graduales) serían la forma de acabar con la civilización burguesa.

A petición de una Liga revolucionaria clandestina formada por emigrantes alemanes, Marx y Engels plasmaron tales ideas en el Manifiesto Comunista, un panfleto de retórica incendiaria situado en el contexto de las revoluciones europeas de 1848.

En Inglaterra, Marx profundizó en el estudio de la economía política clásica y, apoyándose fundamentalmente en el modelo de David Ricardo, construyó su propia doctrina económica, que plasmó en El Capital. Partiendo de la doctrina clásica, según la cual sólo el trabajo humano produce valor, Marx denunció la explotación patente en la extracción de la plusvalía, es decir, la parte del trabajo no pagada al obrero y apropiada por el capitalista, de donde surge la acumulación del capital. Criticó hasta el extremo la esencia injusta, ilegítima y violenta del sistema económico capitalista, en el que veía la base de la dominación de clase que ejercía la burguesía.

Su análisis aseguraba que el capitalismo tenía carácter histórico, como cualquier otro sistema, y no respondía a un orden natural inmutable como habían pretendido los clásicos: igual que había surgido de un proceso histórico por el que sustituyó al feudalismo, el capitalismo estaba abocado a hundirse por sus propias contradicciones internas, dejando paso al socialismo.

La tendencia inevitable al descenso de las tasas de ganancia se iría reflejando en crisis periódicas de intensidad creciente hasta llegar al virtual derrumbamiento de la sociedad burguesa; para entonces, la lógica del sistema habría polarizado a la sociedad en dos clases contra-puestas por intereses  irreconciliables, de tal modo que las masas, proletarizadas conscientes de su explotación, acabarían protagonizando la Revolución que daría paso al socialismo. Marx completó esta base económica de su razonamiento con otras reflexiones de carácter histórico y político: precisó la lógica de lucha de clases que, en su opinión, subyace en toda la historia de la humanidad y que hace que ésta avance a saltos dialécticos, resultado del choque revolucionario entre explotadores y explotados, como trasunto de la contradicción inevitable entre el desarrollo de las fuerzas productivas y el enclaustramiento al que las someten las relaciones sociales de producción.

También indicó Marx el sentido de la Revolución socialista que esperaba, como emancipación definitiva y global del hombre (al abolir la propiedad privada de los medios de producción, que era la causa de la alienación de los trabajadores), completando la emancipación meramente jurídica y política realizada por la Revolución burguesa (que identificaba con el modelo francés); sobre esa base, apuntaba hacia un futuro socialista entendido como realización plena de las ideas de libertad, igualdad y fraternidad, como fruto de una auténtica democracia; la «dictadura del proletariado» tendría un carácter meramente instrumental y transitorio, pues el objetivo no era el reforzamiento del poder estatal con la nacionalización de los medios de producción, sino el paso -tan pronto como fuera posible- a la fase comunista en la que, desaparecidas las contradicciones de clase, ya no sería necesario el poder coercitivo del Estado.

La historia del pensamiento de Marx es la del pensamiento hecha acción, la de un teórico deslumbrado, hasta la obsesión, por el poder transformador del ser humano.

Hacemos un resumen aquí de sus ideas...

Alienación

Es un complejo concepto filosófico por el que un sujeto se desposee o pierde algo de sí que se convierte en propiedad de otro. Para Marx el sujeto alienado es el trabajador al realizar tareas que no considera ni siente como suyas. En Manuscritos: economía y filosofía se plantea: ¿En qué consiste la enajenación en el trabajo? Y responde: “Primeramente, en que el trabajo es externo al trabajador, no pertenece a su ser; en su trabajo, el trabajador no se afirma sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo, arruina su espíritu. Por eso el trabajador solo se siente en sí fuera del trabajo y, en el trabajo, fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado; trabajo forzado”.

La alienación también se refiere a la actividad religiosa. Esta no es una necesidad ni una dimensión del ser humano sino un producto más de la organización económica y social  a la que justifica, legitima y perpetua. En Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, Marx afirma: “La miseria religiosa es, de una parte, la expresión de la miseria real, y, de otra parte, la protesta contra la miseria real (...). La religión es el opio del pueblo”. La transformación de la situación material significaría el fin de la religión y evidenciaría el mito de la llamada dimensión religiosa del ser humano.      

Comunismo

“Lo que caracteriza al comunismo no es la abolición de la propiedad sin más, sino la abolición de la propiedad burguesa”. Propiedad entendida como “la última y más perfecta expresión de la creación y apropiación de productos basada en enfrentamientos de clases, en la explotación de unos por otros”.

La sociedad comunista que imaginó Marx propugnaba no solo la abolición de la propiedad privada sino también la de las clases sociales y de la explotación. En ella, el hombre no es un instrumento de producción sino alguien realizado que ha dejado atrás todo tipo de alienación. En la última y más perfecta etapa de la sociedad comunista desaparece también el Estado y la política, pues todas las discusiones y opiniones solo tendrán como objetivo avanzar en las mejoras de la comunidad. Por ello, muchos autores han visto en este concepto los rasgos de una utopía. 

Conciencia de clase

Es el requisito inicial para que se ponga en marcha la revolución, la mecha que ha de mover al proletariado bien informado, movilizado y con unos objetivos claros y definidos. En la concepción marxista, el proletario no solo es alguien explotado, sino alguien consciente de ser explotado y con deseos de acabar con esa situación. Gran parte de los esfuerzos de Marx se dedicaron a la concienciación del proletariado. Una tarea ingente ya que como indica Pedro Ribas, profesor de Pensamiento Filosófico Español en la U. Autónoma de Madrid, y experto en Marx: “La equivalencia o casi-equivalencia entre ser proletario y tener conciencia de clase no es un hecho social”. Es más, en su opinión “si Marx escribiera hoy, hablaría de la cantidad de filtros que el capitalismo ha establecido para dificultar la conciencia de clase, para hacer creer que aquí el que no come y disfruta es porque no quiere o porque es tonto”.

Dictadura del proletariado

Es el régimen posterior a la revolución y anterior a la implantación del comunismo. En él, el poder adquirido por el proletariado permitirá expropiar a los capitalistas los medios de producción. Si las características de la sociedad comunista están nebulosamente definidas en los textos marxistas, las de la dictadura del proletariado son nítidas. Entre ellas, expropiación de la tierra; supresión del derecho de herencia; centralización del crédito y los transportes; imposición de la obligación de trabajar; educación pública y gratuita;  interacción entre educación y producción material, etc.

Humanismo marxista

Toda la concepción marxista gira alrededor del ser humano. En Manuscritos: economía y filosofía, Marx declara al hombre  “no solo ser natural, sino ser natural humano”. Al conjunto de relaciones biológicas que han dado lugar a los seres humanos, Marx añade la historia como “la verdadera historia natural del hombre”.
 
En ese contexto es donde se realiza la necesaria “conversión de la naturaleza en hombre”. Su característica esencial es la actividad, la producción de su propia vida y de la historia. El hombre se basta a sí mismo para estas tareas. No necesita ninguna espiritualidad. El humanismo marxista es ateo y afirma la primacía de un ser humano libre, racional y autosuficiente. Además, afirma la igualdad de estas características para todos los seres humanos.          

Ideología

“Los hombres son los productores de sus representaciones, de sus ideas, etc (...)”. Ese conjunto de representaciones e ideas forma la ideología y la tarea que Marx asigna al ser humano es la de desentrañar cuáles son esas ideas.

Algo nada fácil ya que el hombre está siempre “condicionado por un determinado desarrollo de sus fuerzas productivas y por el intercambio que a él corresponde”.
 
Con Marx, el concepto se tiñe de un carácter negativo ya que se confunde con cultura adoptando valores deformantes. La deformación es consecuencia del interés de la clase dominante por mantener sus privilegios. “Las ideas de la clase dominante, son, en todas las épocas, las ideas dominantes”. Por ello, como producto social que es, la ideología no tiene una historia ni un desarrollo propio sino que depende de la sociedad y de los hombres concretos que la comparten. Es un mecanismo privilegiado de ocultar o deformar la situación real de las personas, un eficaz método de alienación.         

Materialismo 

En la época de Marx, Alemania bebía de una tradición filosófica marcada por el idealismo de la que Kant y Hegel eran los máximos representantes. Frente a ellos, Marx erigirá su oda a la materia y dirá que lo único que existe es lo que puede explicarse en términos materiales y de movimiento. Existen dos tipos de materialismo:

El dialéctico -en realidad, una concepción de Engels- sostiene que el devenir de la realidad, sus cambios y transformaciones se rigen  por leyes de la dialéctica como la de la cantidad a la cualidad, la lucha de contrarios o la negación de la negación.

El histórico defiende una concepción de la realidad basada en la sucesión y alternancia entre los diversos métodos de producción. El verdadero motor de la historia no es la voluntad de los hombres ni de las sociedades, sino la economía y las conflictivas relaciones que esta provoca. Como Marx afirma en el Manifiesto comunista: “En toda época histórica, el modo económico predominante de producción e intercambio, y la estructura social que deriva necesariamente de él, constituye el fundamento sobre el cual se basa la historia política e intelectual de una época, y únicamente a partir de él puede explicársela; (...) toda la historia de la humanidad (...) ha sido una historia de luchas de clases, de luchas entre clases explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas”.
  
Marx nunca utilizó los términos “materialismo histórico” ni “dialéctico”.

Tanto él como Engels prefirieron expresiones como “método dialéctico” o “teoría materialista de la historia”.

Plusvalía

Marx construye una teoría de la plusvalía a partir del acercamiento de Adam Smith y David Ricardo al concepto de valor. Todas las mercancías tienen un valor de uso -que permite satisfacer necesidades y se mide en términos utilitarios- y un valor de cambio que depende de las condiciones fluctuantes del mercado y se mide en términos monetarios. En el capitalismo, la fuerza del trabajo es una mercancía más con valores de uso y de cambio. El primero sería la capacidad de producir; el segundo, el salario.
 
La plusvalía es la diferencia entre el valor de cambio de lo producido por la fuerza de trabajo y la retribución de la misma. Se trataría de una cuenta que, en términos marxistas, redunda siempre en beneficio del capitalista. De ahí derivaría su enriquecimiento. Marx propugna la desaparición de la plusvalía y que el valor del objeto producido, bien directa o indirectamente, vuelva a su productor.
http://filosofiahoy.es/Karl_Marx_Sus_ideas.htm

Ejercicio de Comprensión y Análisis  -  Argumente sus Respuestas.

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2. ¿Tendrá alguna vigencia el pensamiento de Carlos Marx?   

3. ¿Sobre cuáles Temáticas gira este texto

4. ¿Sustenta la avaricia hegemónica globalizante el hecho de que las fuerzas económicas determinen los fenómenos sociales, políticos y culturales?  

5. ¿La perspectiva marxista brinda argumentos para comprender mecanismos fundamentales que rigen el funcionamiento de la sociedad hoy en día?

6.  Elabore un Completo Resumen