martes, marzo 08, 2016

Historia del pensamiento  económico


Economía.

Ciencia Social que estudia los procesos de producción, distribución, comercialización y consumo de bienes y servicios y  puede dividirse en:

1. Teoría de los precios o microeconomía. Explica como la interacción oferta - demanda en mercados competitivos determinan los precios de cada bien,  nivel de salarios, margen de beneficios y variaciones de las rentas.

2. Macroeconomía. Comprende problemas relativos a: nivel de empleo e índice de ingresos de un país. Surge con La teoría general sobre el empleo, el interés y el dinero, de Keynes. Sus conclusiones sobre las fases de expansión y depresión económica se centran en la demanda total  o agregada de bienes y servicios por parte de consumidores, inversores y gobiernos. Plantea que una demanda agregada insuficiente genera desempleo; la solución estaría en incrementar la inversión de las empresas o del gasto público, aunque para ello sea necesario tener un déficit presupuestal.

Aristóteles y Platón disertaron sobre problemas relativos a la riqueza, la propiedad y el comercio. Durante la edad media predominaron las ideas de la Iglesia, se impuso el Derecho canónico, que condenaba la usura (cobro de intereses abusivos a cambio de efectivo), y consideraba que el comercio era una actividad inferior a la agricultura. La economía, como ciencia independiente de la filosofía y de la política, data de la publicación de: Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones.  

Adam Smith. En La riqueza de las naciones, sostenía que la competencia privada libre de regulaciones produce y distribuye mejor la riqueza que los mercados controlados por los gobiernos. Su razonamiento ha sido utilizado para justificar el capitalismo y evitar la intervención gubernamental en el comercio y el cambio. Los empresarios privados que buscan su propio interés organizan la economía de manera más eficaz "como por una mano invisible".

Mercantilismo. Fomentaba  el autoabastecimiento de las naciones. Imperó en Inglaterra y en Europa occidental siglos  XVI-XVIII. El desarrollo  de los nacionalismos S. XVI desvió la atención de los pensadores de la época hacia cómo incrementar la riqueza y el poder de los Estados nacionales, política económica que imperaba en aquella época.

Los mercantilistas consideraban: la riqueza de una nación  dependía de la cantidad de oro y plata que tuviese, así, podía aumentar sus reservas de estos metales preciosos vendiendo más productos a otros países. Al lograr una balanza de pagos con saldo positivo implicaba que los demás países tenían que pagar la diferencia con oro y plata. Daban por sentado que su país estaría siempre en guerra con otros, o preparándose para la próxima contienda. Si tenían oro y plata, podrían pagar a mercenarios para combatir a su favor. En caso de necesidad, el monarca también podría comprar uniformes, armas  y comida para los soldados. De esta filosofía también se deducía que era positivo para la economía de un país el trabajo infantil. Un autor mercantilista tenía un plan para los niños de los pobres: “cuando estos niños tienen cuatro años, hay que llevarlos al asilo para pobres de la región, donde se les enseñará a leer durante dos horas al día, y se les tendrá trabajando el resto del día en las tareas que mejor se ajusten a su edad, fuerza y capacidad”.

Fisiocracia. Doctrina que dominó en Francia durante la segunda mitad del S. XVIII. Surgió como una reacción ante las políticas restrictivas del mercantilismo. François Quesnay, en su libro Cuadro económico, 1758, intentaba establecer los flujos de ingresos en una economía, anticipándose a la contabilidad nacional, creada en el siglo XX. Según los fisiócratas, toda la riqueza era generada por la agricultura; gracias al comercio, esta riqueza pasaba de los agricultores al resto de la sociedad. Partidarios del libre comercio y del laissez-faire (los gobiernos no deben intervenir en la economía). También sostenían que los ingresos del Estado tenían que provenir de un único impuesto que debía gravar a los propietarios de la tierra, que eran considerados como la clase improductiva.

Escuela Clásica. Thomas Robert Malthus ofreció una teoría pesimista de la economía, centrada en la escasez de recursos y el crecimiento de la población, creía que la población humana crece en progresión geométrica (1,2,4,8,...) mientras que los recursos, en concreto los recursos agrícolas, crecen sólo en progresión aritmética (1,2,3,4,...); por ello, a la larga, la escasez de alimentos debe reducir al hambre a la mayoría de la gente. Defendió una limitación moral, sugiriendo que la gente se casara tarde y formara familias pequeñas. También reconoció el papel de las plagas, guerras y epidemias en la contención de la superpoblación. Por estas ideas, la economía adquirió el nombre de "la ciencia lúgubre".

La escuela clásica de pensamiento económico parte de los escritos de Smith, continúa con la obra de los economistas británicos  Malthus y David Ricardo, y culmina con la síntesis de John Stuart Mill (Principios de economía política, 1848) de Mill. Los economistas pertenecientes a esta escuela coincidían en los conceptos principales: defendían la propiedad privada, los mercados y creían,  que “sólo a través del principio de la competencia tiene la economía política una pretensión de ser ciencia”.    

Compartían la desconfianza de Smith hacia los gobiernos, y su fe ciega en el poder del egoísmo y su “mano invisible”, que hacía posible que el bienestar social se alcanzara mediante la búsqueda individual del interés personal. Los clásicos tomaron de Ricardo el concepto de rendimientos decrecientes, que afirma que a medida que se aumenta la fuerza de trabajo y el capital que se utiliza para labrar la tierra, disminuyen los rendimientos o, como decía Ricardo, “superada cierta etapa, no muy avanzada, el progreso de la agricultura disminuye de una forma paulatina”.

El alcance de la ciencia económica se amplió de manera considerable cuando Smith subrayó el papel del consumo sobre el de la producción, confiaba en que era posible aumentar el nivel general de vida del conjunto de la comunidad. Defendía que era esencial permitir que los individuos intentaran alcanzar su propio bienestar como medio para aumentar la prosperidad de toda la sociedad.

Malthus, en su conocido Ensayo sobre el principio de la población (1798), planteaba  que las esperanzas de mayor prosperidad se estrellarían contra la roca de un excesivo crecimiento de la población. Ante esto, la única forma de escapar a este imperativo de la humanidad y de los horrores de un control positivo de la naturaleza, era la limitación voluntaria del crecimiento de la población, no controlando la natalidad, sino retrasando la edad nupcial, reduciendo el volumen de  familias.

Los Principios de economía política de Mill constituyeron el centro de esta ciencia hasta finales del S. XIX. Aceptaba las teorías de sus predecesores y confiaba más en la posibilidad Era un reformista, quería gravar las herencias y permitir que el gobierno asumiera protagonismo a la hora de proteger a niños y trabajadores. Fue muy crítico con las prácticas que desarrollaban las empresas y favorecía la gestión cooperativa de las fábricas por parte de los trabajadores; representó un puente entre la economía clásica del laissez-faire y el Estado de bienestar.

Acerca de los mercados, los clásicos aceptaban la “ley de Say”, que sostiene que el riesgo de un desempleo masivo en una economía competitiva es despreciable, porque la oferta crea su propia demanda, limitada por la cantidad de mano de obra y los recursos naturales disponibles para producir. Cada aumento de la producción aumenta los salarios y los demás ingresos que se necesitan para poder comprar esa cantidad adicional producida.

Marxismo. La oposición a la escuela clásica provino de los  autores socialistas, como el filósofo social francés Claude Henri de Rouvroy conde de Saint-Simon, y Robert Owen, pero fue Karl Marx el autor de las teorías económicas socialistas más importantes, manifiestas en: El capital.

El marxismo representó una seria recusación contra la teoría dominante, aunque Marx adoptó la teoría del valor trabajo de Ricardo (sobre que los precios eran consecuencia de la cantidad de trabajo que se necesitaba para producir un bien y formuló esta teoría del valor para facilitar el análisis, de forma que se pudiera entender la diversidad de precios. Para Marx, la teoría del valor trabajo representaba la clave del modo de proceder del capitalismo, la causa de todos los abusos y de toda la explotación generada por un sistema injusto. Sus estudios históricos y análisis económicos convencieron a Engels de que los beneficios y los demás ingresos procedentes de una explotación sin escrúpulos de las propiedades y las rentas son el resultado del fraude y el poder que ejercen los fuertes sobre los débiles. Sobre esta crítica se alza la crítica económica que desemboca en la histórica lucha de clases.

En Inglaterra, la acumulación primitiva en su historia económica fue posible a la delimitación y cercamiento de  tierras. En los S. XVII y XVIII los terratenientes utilizaron su poder en el Parlamento para quitar a los agricultores los derechos que por tradición tenían sobre las tierras comunales, al privatizar estas tierras, empujaron a sus víctimas al desplazamiento a las ciudades y a las fábricas. Sin tierras ni herramientas, los hombres, las mujeres y los niños tenían que trabajar para conseguir un salario. Así, el principal conflicto, según Marx, se producía entre la clase capitalista, dueña de la propiedad de los medios de producción (fábricas y máquinas) y la clase trabajadora -  proletaria, que no tenía nada, salvo sus propias manos. La explotación, eje de la doctrina de Marx, se mide por la capacidad de los capitalistas para pagar sólo salarios de subsistencia, obteniendo de su trabajo un beneficio o plusvalía, que era la diferencia entre los salarios pagados y los precios de venta de los bienes en los mercados.

Marx y Engels reconocían logros materiales transitorios del capitalismo, las contradicciones inherentes al capitalismo y al proceso de lucha de clases terminarían por destruirlo, al igual que lo ocurrido con el extinto feudalismo medieval.

Marx se aleja de la tradición de la economía clásica inglesa, siguiendo a Hegel, al considerar que la historia de la humanidad y de la filosofía era una progresión dialéctica: tesis, antítesis y síntesis: p.e., una tesis puede ser un conjunto de acuerdos económicos, como el feudalismo o el capitalismo; su contrapuesto,  antítesis, sería, el socialismo, como sistema contrario al capitalismo.

La confrontación de la tesis y la antítesis daría paso a una evolución, que sería la síntesis, en este caso, el comunismo que permite combinar la tecnología capitalista con la propiedad pública de las fábricas y las granjas. A largo  plazo, el sistema capitalista desaparecería debido a que su tendencia es acumular riqueza en unas pocas manos, esto provocaría crecientes crisis debidas al exceso de oferta y a un progresivo aumento del desempleo. Esta contradicción entre los adelantos tecnológicos, y el consiguiente aumento de la eficacia productiva y la reducción del poder adquisitivo impediría adquirir cantidades adicionales de productos  sería la causa del hundimiento del capitalismo; crisis que se reflejarían en un desplome de los  beneficios,  una  mayor conflictividad entre trabajadores, empresarios y depresiones económicas  El resultado de esta lucha de clases culminaría en la revolución y luego al socialismo, para avanzar al comunismo. En una 1ª etapa, sería necesario el Estado para  eliminar la resistencia capitalista. Cada trabajador sería remunerado en función de su aportación a la sociedad. Al  implantarse el comunismo, el Estado, cuya esencia consiste  en oprimir a las clases sociales, desaparecería, así, cada individuo percibiría, en razón de sus necesidades.

Escuela neoclásica. A partir de 1870, los economistas neoclásicos imprimen un giro a la economía, abandonan las limitaciones de la oferta para centrarse en la interpretación de las preferencias de los consumidores. Al fijarse en el estudio de la utilidad o satisfacción obtenida con la última unidad (marginal), consumida. Explicaban la formación de los precios, no en función de la cantidad de trabajo necesaria para producir los bienes, sino en función de la intensidad de la preferencia de los consumidores en obtener una unidad adicional de un determinado producto.

Alfred Marshall, en Principios de Economía, explicaba la demanda a partir del principio de utilidad marginal, y la oferta a partir del coste marginal (coste de producir la última unidad). En los mercados competitivos, las preferencias de los consumidores hacia los bienes más baratos y la de los productores hacia los más caros, se ajustarían para alcanzar un nivel de equilibrio. Ese precio de equilibrio sería aquel que hiciera coincidir la cantidad que los compradores quieren comprar con la que los productores desean vender.

Este equilibrio también se alcanzaría en los mercados de dinero y de trabajo. En los mercados financieros, los tipos de interés equilibrarían la cantidad de dinero que desean prestar los ahorradores y los inversores. Los prestatarios quieren utilizar los préstamos que reciben para invertir en actividades que les permitan obtener beneficios superiores a los tipos de interés que tienen que pagar por los préstamos. Por su parte, los ahorradores cobran un interés a cambio de ceder su dinero. En el mercado de trabajo se alcanza asimismo un equilibrio. En los mercados de trabajo competitivos, los salarios pagados representan, por lo menos, el valor que el empresario otorga a la producción obtenida durante las horas trabajadas, que tiene que ser igual a la compensación que desea recibir el trabajador a cambio del cansancio y el tedio laboral.

Esta doctrina neoclásica es muy conservadora,  prefiere que operen mercados competitivos a una intervención pública. Hasta la Gran Depresión, se defendía que la mejor política era la de Smith: bajos impuestos,  ahorro en el gasto público y presupuestos equilibrados. No les preocupa la causa de la riqueza, explican que la desigual distribución de ésta y de los ingresos se debe en gran medida a los grados de inteligencia, talento, energía y ambición de las personas. El éxito de cada individuo depende de sus características individuales, y no de que se beneficien  de ventajas excepcionales o sean víctimas de una incapacidad especial. En las sociedades capitalistas, esta es la doctrina predominante a la hora de explicar la formación de los precios y el origen de los ingresos.

Economía keynesiana. John Maynard Keynes. Planteó soluciones para superar la Gran Depresión en su obra Teoría general sobre el empleo, el interés y el dinero,  creía que el elevado desempleo era resultado de la falta de demanda de productos y servicios, así, los gobiernos se deben hacer cargo del déficit invirtiendo en obras públicas y otros proyectos para incrementar la demanda y el consumo. Sus propuestas influyeron en la política del New Deal, incluidas las oficinas de empleo, que crearon trabajos en obras públicas para los desempleados.

La Gran Depresión sorprendió a economistas y políticos por igual. Los economistas siguieron defendiendo, a pesar de la experiencia contraria, que el tiempo y la naturaleza restaurarían el crecimiento económico si los gobiernos se abstenían de intervenir en el proceso económico. Estos antiguos remedios no funcionaron, se necesitaban políticas y explicaciones nuevas, fue lo que proporcionó Keynes. En su Teoría aparecía un axioma central, resumido así:

1. las teorías existentes sobre el desempleo no tenían ningún sentido; ni un nivel de precios elevado ni unos salarios altos podían explicar la persistente depresión económica y el desempleo generalizado;

2. por el contrario, se proponía una explicación alternativa a estos fenómenos que giraba en torno a lo que se denominaba demanda agregada, es decir, el gasto total de los consumidores, los inversores y las instituciones públicas. Cuando la demanda agregada es insuficiente, las ventas disminuyen y se pierden puestos de trabajo; cuando la demanda agregada es alta y crece, la economía prospera. A partir de estas dos afirmaciones genéricas, surgió una poderosa teoría que permitía explicar el comportamiento económico. Esta interpretación constituye la base de la macroeconomía contemporánea. Puesto que la cantidad de bienes que puede adquirir un consumidor está limitada por los ingresos que éste percibe, los consumidores no pueden ser responsables de los altibajos del ciclo económico, por lo tanto, las fuerzas motoras de la economía son los inversores (empresarios) y los gobiernos.

Durante una recesión y durante una depresión económica, hay que fomentar la inversión privada o, aumentar el gasto público. Si lo que se produce es una ligera contracción, hay que facilitar la concesión de créditos y reducir los tipos de interés (base fundamental de la política monetaria), para estimular la inversión privada y restablecer la demanda agregada, aumentándola de forma que se pueda alcanzar el pleno empleo. Si la contracción de la economía es grande, habrá que incurrir en déficit presupuestal, invirtiendo en obras públicas o concediendo subvenciones a fondo perdido a los colectivos más perjudicados.
Texto tomado de Enciclopedia Encarta

Realizar  lo  siguiente

Las Respuestas deben ser sustentadas utilizando
Términos Específicos correspondientes al análisis

1°. ¿Qué piensa sobre el trabajo infantil?

2°. Seleccione y copie los Términos Específicos

3°. De cada uno de los planteamientos teóricos anteriores, exprese que fue lo que más le llamó la atención.

. En la dinámica competitiva del mercado ¿la oferta  y la  demanda determinan los precios de cada bien?

. ¿Debe evitarse la intervención gubernamental en la regulación del mercado?

. Establezca diferencias entre las doctrinas económicas.

. ¿Qué inquietudes le generaron estas teorías económicas?

. ¿De qué forma intervienen  los gobiernos la economía?

. Seleccione los nombres de los teóricos citados en el texto y consulte la biografía de cinco de ellos.

10°. La teoría Keynesiana plantea que una demanda insuficiente genera desempleo; la solución estaría en incrementar la inversión empresarial o del gasto público, aunque se aumente el déficit presupuestal ¿Qué piensa al respecto?

11°. Ley de la oferta y demanda, modelo económico de la formación de
precios de mercado de los bienes, explica fenómenos y procesos macro 
y micro-económicos. Se basa en la relación entre el precio de un bien y 
las ventas del mismo, asume que en un mercado de competencia libre, 
el  precio  se  establecerá  en un punto de equilibrio, en el  cual todo lo
producido se vende y no hay demanda insatisfecha.

12. De los siguientes postulados sobre la oferta y la demanda
Responda Falso o Verdadero:

[]
A.- Cuando, al precio corriente de un bien, la demanda excede la oferta, el precio de ese bien tiende a aumentar     
                              
B. - Cuando la oferta excede la demanda, el precio del bien tiende a disminuir     
              
C. - Un aumento en el precio de un bien tiende, a disminuir la demanda y a aumentar la oferta  

D.- La disminución en el precio de un bien tiende, al aumento de la demanda y disminuir la oferta

E.- El precio de un bien tiende al nivel en el cual la demanda iguala la oferta

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