domingo, abril 30, 2023

Heródoto y el declive de nuestra civilización

BAÚL DE BULOS

JOHN WILLIAM WILKINSON

30/04/2023 06:00


Los avances tecnológicos, pese a cierta resistencia por parte de algunos a la hora de abrazarlos, acostumbran con el tiempo a conquistar a todos. Ahora bien, por muy ventajosos que sean, no siempre entierran a avances anteriores bien asentados. Ni siquiera los videos mataron a la estrella de la radio, pues hasta hace bien poco había sito para todos.


Pero en esas irrumpió en escena la revolución digital, que no sólo va camino de cambiar las reglas de juego, sino a decidir quién manda en este mundo tan caóticamente globalizado.

El vencedor, si es que hay alguno, pretenderá dominar todo nuestro planeta. Las dos grandes potencias, Estados Unidos y China, miran hacia el futuro, mientras que Rusia se abstrae, mediante una absurda y anacrónica guerra en Ucrania, pensando en recuperar un pasado tan fantasioso como irrecuperable.

En cuanto a la UE, qui lo sa?, pues en cualquier momento podríamos volver a las andadas, que nadie lo dude.

Existen indicadores que señalan que ha comenzado a declinar la hegemonía que Occidente viene ejerciendo con mano de hierro y superioridad tecnológica a lo largo de más de 500 años. Es ley de vida. Ninguna potencia es eterna, como tampoco lo son las religiones, ideologías, lenguas o naciones, por no hablar de la diversidad de especies que pueblan el planeta.

Cuenta Heródoto (484 - 425 a.C.), en el libro II de sus Historias, de la llegada de jonios y carios a un Egipto que está a punto de ser dominado por un tal Psamético. Éste, al ver la superioridad guerrera de estos saqueadores extranjeros armados con bronce, toda una novedad en el país del Nilo, entabla amistad con ellos, y a cambio de su apoyo les promete que les recompensará con la entrega de unos terrenos para habitarlos. Además, explica Heródoto, “les confió unos niños egipcios para que les enseñaran la lengua helénica; y de los que aprendieron la lengua son descendientes los actuales intérpretes de Egipto”.

Mas estos helenos no sólo vestían armaduras de bronce sino que poseían un arma que habría de iniciar el declive del poderío del Imperio egipcio, a saber, un alfabeto. Gracias a estos intérpretes helenos, continúa Heródoto, “conocemos con exactitud todo lo acaecido en torno a Egipto, comenzando desde el rey Psamétrico y lo de después, pues ellos fueron los primeros de otra lengua que se instalaron en Egipto. […] Psamétrico, pues, de esta manera dominó Egipto”.

La revolución digital se basa en una lengua -o lenguaje- que va camino de universalizarse, si es que aún no lo hecho. Quien la domina, dominará el mundo. Lo curioso es su tendencia a emular los jeroglíficos de los antiguos egipcios, tal como son, sin ir más lejos, los emoji, que todos utilizamos.

Se calculó en el 2017 que ya existían en circulación unos 2.666 emoji estandarizados. No está nada mal si se comparan con los mil jeroglíficos egipcios conocidos. Y quienes nadan como pez en el agua en eso de pictogramas son precisamente los chinos, que ya van camino de desbancar a los caprichosos megamillonarios infantiles de Silicón Valley.

¿Será la IA la que le da la puntilla definitiva a nuestra civilización? Con la que está cayendo, cada vez cuesta más zafarse de la sensación de que estamos rodeados de “nuevos helenos” a quienes les importa un pepino la suerte de nuestra imperfecta pero amada civilización.

Los avances tecnológicos, pese a cierta resistencia por parte de algunos a la hora de abrazarlos, acostumbran con el tiempo a conquistar a todos. Ahora bien, por muy ventajosos que sean, no siempre entierran a avances anteriores bien asentados.

https://www.lavanguardia.com/cultura/20230430/8929970/herodoto-declive-nuestra-civilizacion.html


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