domingo, abril 09, 2023

Acción y Reacción

                                                          

                            Hernán Gonzalo Verdugo Fabiani                   Cuentos Didácticos de Física

 

Hace algún tiempo, en un lugar no muy escondido sucedió que la señora Fuerza contrajo matrimonio con uno de los herederos del trono del reino de los reinos, cuyo nombre no revelaremos por ahora.

             
El matrimonio se fue a vivir en el universo que abarca todo lo conocido y también lo desconocido.  Como regalo, los padres del heredero le dieron a la señora Fuerza y su esposo un viaje de luna de miel a uno de los lugares más hermosos del universo: el Sistema Solar o también llamado el “jardín del universo”.

 
De entre todos los lugares del jardín del universo, se quedó a vivir en la casa más hermosa de todas: la Tierra. Desde la Tierra la señora Fuerza su puso a cultivar su jardín: las estrellas y los planetas.

         
No pasó mucho tiempo y la señora Tierra empezó a tener hijos e hijas. Entre los hijos e hijas que tuvo la señora Tierra estaban: Gravedad, Peso, Roce, y los gemelos Acción y Reacción.

 

Cada uno de los hijos e hijas se preocupó, junto a su madre Fuerza, de cuidar el Universo y todos sus habitantes. Su esposo, el heredero al reino de los reinos, gracias al afortunado casamiento con la señora Fuerza aumentó sus responsabilidades. Y como señal de gratitud dejó en manos de su señora la administración y cuidado del movimiento de todo ser que habitaba en el universo.

 

Cada hijo tenía su particular personalidad. Pero es digno destacar que como buenos gemelos, Acción y Reacción se parecían en todo, eran del mismo tamaño, del mismo color, vestían la misma ropa, en fin, eran iguales.

 

En un principio los hijos Acción y Reacción eran muy unidos y alegres y andaban siempre juntos. Hacían jugarretas a todo el mundo.

 

Cierta vez, un día que andaban jugando por el patio de la casa, la Tierra, Acción golpeó una pared y Reacción le devolvió el golpe a la pared y así a la pared nada le sucedió.

 

Otra vez, Acción quiso chutear una pelota y Reacción devolvió el chute a la pelota y así la pelota no se movió.

 

Acción y Reacción con sus jugarretas empezaron a crear problemas serios en la familia de Fuerza y el heredero del reino de los reinos.

 

Un día la señora Fuerza le pidió a Acción que le abriera la puerta y vino Reacción y la cerró. Y cada vez que Acción quería abrir la puerta Reacción se la cerraba.

 

 

La señora Fuerza se molestó mucho de sus hijos gemelos Acción y Reacción y decidió reprenderlos y enseñarles a modificar su conducta.

 

Les dijo: “queridos hijos, ya están trayendo muchas dificultades a mi enorme tarea de mantener en orden el universo, de ahora en adelante ya no podrán tocar al mismo cuerpo o cosa a la vez. Además, para que puedan hacer algo deberán personificarse en las cosas. Y, para finalizar, si Acción toca a Reacción, Reacción tocará, de la misma forma, a Acción.”

 

Dicho y hecho. Un día, Acción se personificó en una niña y Reacción en un niño. La niña empujó al niño, y el niño, debido a que Reacción estaba en él, empujó a la niña.

 

                                                                                                  

La señora Fuerza vio lo que estaba sucediendo con Acción y Reacción y pensó que ya había crecido lo suficiente y decidió llamarlos Fuerza de Acción y Fuerza de Reacción.

 

Y así fueron viviendo Fuerza de Acción y Reacción. Ante los ojos de todos eran iguales, tenían el mismo tamaño, pero siempre actuaban sobre cuerpos diferentes, actuaban en una misma línea pero siempre en sentidos contrarios.

 

Otro día, Acción se personificó en la Tierra y Reacción en la Luna. La Tierra atrajo a la Luna y Luna, por Reacción, atrajo a la Tierra. Desde entonces que la Tierra y la Luna se atraen con la misma fuerza. Y, bueno, así fue pasando el tiempo y ocurría que cada vez que Fuerza de Acción actuaba, también lo hacía Fuerza de Reacción.

 

La señora Fuerza viendo que Fuerza de Acción y Fuerza de Reacción se comportaban dignamente y que ya no entorpecían su tarea de administrar los movimientos del universo un día los mandó a recorrer el universo, para que conocieran los amplios y vastos paisajes que eran de dominio de ella y del heredero del reino de los reinos.

 

Fuerza de Acción y Fuerza de Reacción fueron por el universo y, jugando como ya habían aprendido a hacerlo, dieron más armonía aún a esa gran casa que cobija todo lo existente.

 

Al cabo de cierto tiempo Fuerza de Acción y Fuerza de Reacción volvieron a la Tierra y siguieron sus apacibles y dichosas vidas.

 

Desde entonces es que Fuerza de Acción y Fuerza de Reacción son parte de todas nuestras acciones. Siguen siendo inseparables. Solo se les puede diferenciar viendo que si Fuerza de Acción va en un sentido, Fuerza de Reacción va en el otro. Y, como lo dispuso Fuerza, la hermosa madre de ellos, siempre actúan cada uno en uno de los cuerpos que están en acción.

 

 

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