La filosofía, como toda ciencia se ha encargado de colocar frente a nosotros, manifestaciones precisas de las diferentes realidades que habitan y pueden converger dentro de una sociedad. Así entonces, esta rama robusta del saber le ha mostrado también a hombres y mujeres, todo lo necesario para que pueda realizar diferentes enfoques del sentido de su existencia, la muerte, la vida y de cómo éstos le pueden aportar en su andar diario mientras se enfrenta a una sociedad decadente, que parece no entender la filosofía, pero si precisa que esta entienda -a cabalidad- cada una de las tragedias en esta misteriosa posmodernidad.
La sobriedad del estilo literario que
nos entrega el autor en esta novela es, sin duda, una de las más aplaudidas, ya
que mutila con mucho rigor la historia, y contextualiza sin redundancias en
cada párrafo que vamos leyendo.
En la suma de todo lo anterior,
podemos afirmar que: los filósofos, se encargaron de desvanecer diferentes
mitos y refutar con la autoridad suficiente, las diferentes tesis planteadas
desde el conocimiento primitivo hasta el de la época más reciente. Todo esto
basado en estudios concretos y planteamientos que iban desde el nihilismo, el
existencialismo, el materialismo y pasando por el absurdo; que nos llevó a
conocer un poco más sobre el ciclo interminable en el que caemos, al darnos
cuenta del sinsentido al que inevitablemente nos arrastra la vida.
“Las novelas de Camus no son otra cosa que filosofía puesta en imágenes”
La siguiente narración, nos lleva al
año mil novecientos cuarenta y dos, una fecha en la que, la novela filosófica
encontró a uno de los más valientes representantes en su larga y turbulenta
historia. Me refiero al periodista, ensayista y filósofo nacido en la Argelia
Francesa Albert Camus, que en su novela “El extranjero” nos da un recorrido por
las innegables atrocidades que el hombre tiene presentes, mientras el mundo y
todo lo que le rodea se muestran indiferentes a su dolor y su tormento,
llevándolo con esto a reaccionar de la misma manera ante las acciones del resto
de la humanidad.
La sobriedad del estilo literario que
nos entrega el autor en esta novela es, sin duda, una de las más aplaudidas, ya
que mutila con mucho rigor la historia, y contextualiza sin redundancias en
cada párrafo que vamos leyendo, aquella época tan convulsa que le tocó vivir.
Debo agregar que, Camus también se vale de las acciones de su personaje
principal para entregarnos un retrato muy bien elaborado del hombre, que de
alguna manera habitaría en lo más profundo de las sociedades futuras.
Entonces, lo inefable del absurdo se muestra en la batalla de aquel extranjero que se tiene que acoplar a nuevos cánones a los que, en lo más mínimo le interesa sumergirse, pero que debe seguir por el mero hecho de haberse equivocado. La tarea que le resta, será tratar de enmendar con la suficiente sobriedad su terrible error, aun sabiendo que habrá en ese embrollo un choque de mundos ajenos de sí mismos y distantes en ideas.
Entonces, Albert Camus, enciende con más luminosidad la bujía del absurdo y logra que el conflicto de la historia mantenga viva la llama del lector y lo termina de convencer, mientras le muestra el remate de una novela que se fragua: entre el choque de una Europa desmembrada por las guerras y la imagen intermitente del ciudadano occidental que está cansado del lenguaje bélico y quiere ser dueño y constructor de su propia existencia.
Llega a nuestra cartelera la película “El extranjero”
“El extranjero” es una novela que
toma mucha más vigencia en estos últimos años, en los que la humanidad se
enfrentó a diferentes crisis -incluida una sanitaria- y de las que logró salir
adelante, asumiendo su papel de cuidado y compromiso personal, dando con ello
validez al planteamiento de Camus sobre todo aquello en lo que cabe el
sinsentido de la vida y el choque de trenes en el que se enmarca -desde tiempos
bastante remotos- el individualismo en la sociedad.
“El extranjero” también es una obra
en la que el autor, nos muestra como el hombre empecinado en construir algo
diferente, termina siendo absorbido por una espiral que lo empuja a una rutina -como
la de Sísifo- de la que no se puede escapar, pero la misma también lo invita a
realizar una catarsis sobre su realidad. Me resta decir que, Albert Camus, supo
narrar con rigor y hondura en su novela algunos de los conflictos que aturden
al hombre en la vida contemporánea y de los que, al parecer, no se puede, ni
podrá escapar.
https://www.nuevatribuna.es/articulo/cultura---ocio/extranjero-albert-camus/20230331221217210266.html
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