domingo, abril 30, 2023

Autoridades estadounidenses proponen que se prohíba que una IA pueda lanzar armas nucleares


 La regulación del uso y desarrollo de la inteligencia artificial es un tema muy polémico en la actualidad

Autoridades de Estados Unidos han presentado un proyecto de ley que impediría que una inteligencia artificial pueda lanzar armas nucleares. La propuesta indica que este tipo de decisiones sean realizadas únicamente por humanos, además de ser un primer paso para regular la IA.


“La política del Departamento de Defensa estadounidense ya prohíbe que la inteligencia artificial lance armas nucleares de forma autónoma. Pero en medio de los crecientes temores de la IA provocados por una plétora de amenazas potenciales, un grupo bipartidista de legisladores ha decidido asegurarse doblemente de que no podrá”, reporta The Verge.

El proyecto de ley impediría que se financie un lanzamiento nuclear si las decisiones no son tomadas por personas. “Como se anunció a principios de esta semana, el Senador Edward Markey (D-MA) y los Representantes Ted Lieu (D-CA), Don Beyer (D-VA) y Ken Buck (R-CO) presentaron la Ley de Lanzamiento Nuclear en Bloque por IA Autónoma, que ‘prohibiría el uso de fondos federales para lanzar un arma nuclear utilizando un sistema de armas autónomo que no esté sujeto a un control humano significativo’”, agrega.

Este proyecto es parecido a la regla actual del Pentágono, las cual dice lo siguiente: “En todos los casos, Estados Unidos mantendrá un ser humano ‘al tanto’ de todas las acciones críticas para informar y ejecutar las decisiones del presidente para iniciar y terminar el empleo de armas nucleares”.

Incluso, esta propuesta significaría que cualquier decisión ligada a un lanzamiento de arma nuclear sea realizara por un humano. “El proyecto de ley, de la misma manera, dice que ningún sistema autónomo sin una supervisión humana significativa puede lanzar un arma nuclear o ‘seleccionar o atacar objetivos’ con la intención de lanzar uno. ‘Cualquier decisión de lanzar un arma nuclear no debe ser tomada por inteligencia artificial’, dice el texto”, afirma.

Pero, si ya había una regla que impedía el uso de la IA para lanzar armas nucleares, ¿por qué reafirmarla? Al crear una ley, no solo se prohibiría en todo aspecto que la inteligencia artificial tome este tipo de decisiones, sino que también impulsaría a que otras potencias, como Rusia o China, hagan lo mismo para evitar un posible accidente.

https://www.eleconomista.net/tecnologia/Autoridades-estadounidenses-proponen-que-se-prohiba-que-una-IA-pueda-lanzar-armas-nucleares-20230429-0010.html


Heródoto y el declive de nuestra civilización

BAÚL DE BULOS

JOHN WILLIAM WILKINSON

30/04/2023 06:00


Los avances tecnológicos, pese a cierta resistencia por parte de algunos a la hora de abrazarlos, acostumbran con el tiempo a conquistar a todos. Ahora bien, por muy ventajosos que sean, no siempre entierran a avances anteriores bien asentados. Ni siquiera los videos mataron a la estrella de la radio, pues hasta hace bien poco había sito para todos.


Pero en esas irrumpió en escena la revolución digital, que no sólo va camino de cambiar las reglas de juego, sino a decidir quién manda en este mundo tan caóticamente globalizado.

El vencedor, si es que hay alguno, pretenderá dominar todo nuestro planeta. Las dos grandes potencias, Estados Unidos y China, miran hacia el futuro, mientras que Rusia se abstrae, mediante una absurda y anacrónica guerra en Ucrania, pensando en recuperar un pasado tan fantasioso como irrecuperable.

En cuanto a la UE, qui lo sa?, pues en cualquier momento podríamos volver a las andadas, que nadie lo dude.

Existen indicadores que señalan que ha comenzado a declinar la hegemonía que Occidente viene ejerciendo con mano de hierro y superioridad tecnológica a lo largo de más de 500 años. Es ley de vida. Ninguna potencia es eterna, como tampoco lo son las religiones, ideologías, lenguas o naciones, por no hablar de la diversidad de especies que pueblan el planeta.

Cuenta Heródoto (484 - 425 a.C.), en el libro II de sus Historias, de la llegada de jonios y carios a un Egipto que está a punto de ser dominado por un tal Psamético. Éste, al ver la superioridad guerrera de estos saqueadores extranjeros armados con bronce, toda una novedad en el país del Nilo, entabla amistad con ellos, y a cambio de su apoyo les promete que les recompensará con la entrega de unos terrenos para habitarlos. Además, explica Heródoto, “les confió unos niños egipcios para que les enseñaran la lengua helénica; y de los que aprendieron la lengua son descendientes los actuales intérpretes de Egipto”.

Mas estos helenos no sólo vestían armaduras de bronce sino que poseían un arma que habría de iniciar el declive del poderío del Imperio egipcio, a saber, un alfabeto. Gracias a estos intérpretes helenos, continúa Heródoto, “conocemos con exactitud todo lo acaecido en torno a Egipto, comenzando desde el rey Psamétrico y lo de después, pues ellos fueron los primeros de otra lengua que se instalaron en Egipto. […] Psamétrico, pues, de esta manera dominó Egipto”.

La revolución digital se basa en una lengua -o lenguaje- que va camino de universalizarse, si es que aún no lo hecho. Quien la domina, dominará el mundo. Lo curioso es su tendencia a emular los jeroglíficos de los antiguos egipcios, tal como son, sin ir más lejos, los emoji, que todos utilizamos.

Se calculó en el 2017 que ya existían en circulación unos 2.666 emoji estandarizados. No está nada mal si se comparan con los mil jeroglíficos egipcios conocidos. Y quienes nadan como pez en el agua en eso de pictogramas son precisamente los chinos, que ya van camino de desbancar a los caprichosos megamillonarios infantiles de Silicón Valley.

¿Será la IA la que le da la puntilla definitiva a nuestra civilización? Con la que está cayendo, cada vez cuesta más zafarse de la sensación de que estamos rodeados de “nuevos helenos” a quienes les importa un pepino la suerte de nuestra imperfecta pero amada civilización.

Los avances tecnológicos, pese a cierta resistencia por parte de algunos a la hora de abrazarlos, acostumbran con el tiempo a conquistar a todos. Ahora bien, por muy ventajosos que sean, no siempre entierran a avances anteriores bien asentados.

https://www.lavanguardia.com/cultura/20230430/8929970/herodoto-declive-nuestra-civilizacion.html


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viernes, abril 21, 2023

El filósofo que te hará creer de una vez por todas que vivimos en una simulación informática


 








Ideas en torno a la Matrix

David Chalmers, una 'rock star' del pensamiento de nuestro tiempo, publica un libro en el que argumenta por qué en el futuro no habrá una distinción entre mundo físico y mundo virtual

                                                                                   Por Enrique Zamorano


En 'A Glitch in the Matrix' (documental), aparecía el testimonio de Joshua Cooke, un joven de 19 años que después de asesinar a sus padres a sangre fría se delataba a la policía confesando lo que había hecho porque creía que estaba en una especie de universo paralelo. Cuando entraron en su casa y se le encontraron en la escena del crimen, los agentes descubrieron que estaba obsesionado con la película 'Matrix'. Esta historia real parece la típica entre un millón en la que una persona aquejada de trastornos mentales sufre una crisis y provoca una circunstancia trágica en su entorno. En este caso, Cooke estaba tan inmerso en las teorías de la pastilla azul y la roja, que no dudó en apretar el gatillo para convencerse de que en verdad no estaba viviendo una simulación. 

Lo cierto es que no es el único caso criminal en el que alguien usa en su defensa la película como desencadenante de un homicidio. En Estados Unidos, ha habido al menos otros tres casos similares en los que un asesino ha utilizado como defensa ante los jueces y la policía tener certezas de que efectivamente vivimos en una simulación informática. 

Cuando el caso saltó a los medios de comunicación, la productora de la película declaró que "cualquier intento de vincular los crímenes de Joshua con la película es inquietante e irresponsable". Como es lógico, ningún guionista o director de cine tiene la culpa de que alguien use los argumentos filosóficos de su obra para cometer un acto tan vil. Más tarde volveremos al caso de este joven de 19 años, pero ahora detengámonos en el documental que rescata su testimonio, el cual suscitó cierta polémica al ser uno de los muchos productos culturales que parecen querer convencernos de que la famosa hipótesis de la simulación de Nick Bostrom, formulada hace ya casi veinte años, es completamente cierta: a medida que progresen las tecnologías de realidad virtual (VR) y realidad aumentada (AR), llegaremos finalmente a la conclusión de que nuestra vida, el universo y en definitiva, todo lo que nos envuelve y lo que sentimos, responde a una especie de programa de ordenador ejecutado por una supercomputadora.

 "Nunca podremos probar que no estamos en una simulación porque cualquier evidencia de la realidad ordinaria podría simularse". 

A decir verdad, las ideas de 'Matrix' no son originales, pues la duda ontológica de si en verdad nuestra vida se sustenta en la realidad o en una simulación viene de muy atrás. Desde la teoría de la caverna de Platón hasta los estribillos de Freddie Mercury, la sospecha de que lo que sentimos como real sea una ilusión, un sueño o precisamente un programa de ordenador, ha impregnado las grandes preguntas filosóficas a lo largo de toda nuestra historia. Ahora, el debate está más candente que nunca, debido en parte a que nunca antes habíamos conseguido un desarrollo tecnológico tan avanzado, y también a raíz de las innumerables versiones y revisiones cinematográficas que se han hecho del argumento del 'film', que a su vez bebe de los grandes autores de la ciencia ficción del siglo XX como Phillip K. Dick.

Objetos físicos o virtuales: ¿qué más da?

Uno de los pensadores actuales más importantes del mundo, David Chalmers, profesor de la Universidad de Nueva York, conferenciante TED y estrella del rock de la filosofía, como le definen en algunos medios, está decidido a zanjar esta duda para siempre y encaminarnos hacia un futuro en el que ya ni siquiera la pregunta por 'la verdadera realidad' exista, sino que simplemente terminemos por existir en una especie de mundo entre lo físico y lo virtual, hasta el punto de que no tengamos ni la capacidad ni la necesidad de establecer una diferenciación o sesgo entre cada uno de los objetos que se nos rodean (por objeto entendemos desde una mesa hasta la idea de Dios). Esto quiere decir, groso modo, que si en el futuro tu novia es producto de un algoritmo -como sucede en películas como 'Her'- su naturaleza artificial ya no te supondrá un quebradero de cabeza o un problema: lo aceptarás como real de la misma forma que ahora ves un árbol en cualquier calle, sin sospechar que sea una ilusión.

 "Dentro de un siglo habrá realidades virtuales que no se podrán distinguir del mundo físico"

 "Las simulaciones no son ilusiones", escribe Chalmers en su nuevo libro, 'Reality+: Virtual Worlds And The Problems of Philosophy' (W. W. Norton & Company, 2022). "Los mundos virtuales son reales. Los objetos virtuales son reales. No son lo mismo que los objetos no virtuales, pero una silla virtual se crea por procesos digitales, al igual que una silla física está hecha de átomos y de quarks. Nunca podremos probar que no estamos en una simulación hecha por ordenador porque cualquier evidencia de la realidad ordinaria podría simularse".

En realidad, las teorías de Chalmers no son para nada disparatadas. La emergencia del mundo virtual y su definitiva fusión con el físico cada vez está más cerca. No solo por la cantidad de productos y empresas que están apareciendo en los últimos meses (el metaverso de Facebook, las gafas de realidad aumentada...), sino por todas las situaciones que también nos han hecho llegar hasta aquí y, poco a poco, han determinado nuestra manera de actuar en la realidad (entendida ya como el conjunto de objetos físicos y virtuales). Sin ir más lejos, las cuarentenas experimentadas por la pandemia de coronavirus nos hicieron trasladar nuestra vida física a las pantallas. Así lo comprende el periodista Jason Kehe en un interesante artículo publicado en la revista 'Wired' en el que repasa las teorías de Chalmers y ve un proceso histórico lógico según el cual cada vez hemos ido aceptando más esas imágenes virtuales como parte de nuestro mundo físico, hasta el punto de ser indistinguibles.

"A medida que avanza la tecnología, las lentes de realidad aumentada pueden ser reemplazadas por implantes de retina o en el propio cerebro", argumenta Kehe. "Una interfaz cerebro-ordenador permitiría pasar por alto nuestros ojos y otros órganos de los sentidos, brindando acceso a una amplia gama de experiencias sensitivas simuladas. Esto transformará la forma en la que vivimos, trabajamos y pensamos". Tomando otra sentencia del libro de Chalmers: "Supongo que dentro de un siglo tendremos realidades virtuales que no se pueden distinguir del mundo no virtual".

Lo virtual y lo real: ¿qué más da?

El primer pensamiento que nos viene a la cabeza a la hora de pensar en un mundo en el que esta realidad virtual haya penetrado tanto en la física es verla como una especie de escapismo. De hecho, es el conflicto recurrente al que se enfrentan los protagonistas de las narraciones literarias y cinematográficas futuristas que tanto abundan en estos tiempos: no, el mundo físico sigue teniendo total hegemonía sobre el virtual, ya solo por la idea de que todos los mundos virtuales posibles emanan de los seres humanos que habitan en una realidad física e irrepetible. Y precisamente creer lo contrario, dar más primacía a lo virtual, es lo que aboca a los protagonistas de estas series al fracaso o a la destrucción.

La realidad virtual tendrá la capacidad de alterar nuestras percepciones hasta el punto de no poder distinguir qué es lo físico y qué lo digital

 

Jugar a ser dioses tiene su contrapartida. Entonces, se tiende a ver lo virtual como una vía de escape al que se recurre para salir de lo real. ¿Acaso las videollamadas que hacíamos con nuestros familiares y amigos eran una vía de escape? Hay muchas formas de verlo, pero lo cierto es que estas no eran más que una prolongación de nuestra vida física dentro de una pantalla. ¿Qué sucedería en una hipotética futura pandemia en la que en vez de una pantalla tuviéramos disponible un sistema informático capaz de crear ilusiones físicas y sensoriales tan potentes que pudieran alterar nuestra percepción del tiempo y del espacio, haciéndonos creer que a pesar de estar solos en un lugar concreto pudiéramos estar donde quisiéramos y con quién quisiéramos?

¿Quién es el Gran Programador de nuestro mundo? ​

¿Seguiríamos viéndolo como una forma de escape irreal e ilusoria? Del mismo modo en que las gafas de realidad aumentada 3D nos inducen de una sensación de vértigo o mareo a pesar de que estemos sentados en una silla, la realidad virtual tendrá la capacidad de alterar nuestras percepciones visuales, olfativas, auditivas y táctiles hasta el punto de no poder distinguir qué es lo físico y qué lo digital, pues ambas esferas parecen estar compuestas de dos elementos distintos que en el fondo son lo mismo o tienen unas funciones similares a la hora de agregarse para dar forma a la realidad: unas de átomos y quarks, otras de píxeles, unos y ceros.

Chalmers va más allá y cree que nunca podremos demostrar si en realidad este mundo que habitamos es ya virtual. Esto, irremediablemente, nos lleva a preguntarnos por la existencia de un Dios o demiurgo que a partir de un hardware (la materia existente, el universo, los elementos químicos) y un software (las leyes físicas) haya programado todo lo visible. "Siempre me consideré ateo", escribe en el libro. "Pero ahora, la hipótesis de la simulación me ha hecho reflexionar sobre la existencia de un dios como nunca antes". Para entenderlo mejor, llegó la hora de trasladar estas teorías al mundo de los videojuegos, lo que no solo nos dará una perspectiva teológica de este mundo programado en el que ya vivimos, sino también una brújula moral y ética a partir del caso de Joshua Cooke mencionado al inicio del artículo.

La pregunta por la conciencia a través del Grand Theft Auto

Una de las grandes preguntas filosóficas, a la hora de adentrarnos en estos temas, es sobre el origen de la conciencia, el cual frente a pesar de tantos años de evolución científica y progreso tecnológico, sigue siendo una incógnita. No sabemos de dónde viene, pero nos distingue del resto de animales con los que compartimos este mundo y, además, rige nuestras acciones, tanto en un sentido lógico como moral o ético. "Solo puede haber dos explicaciones para su existencia", asevera Fouad Khan, uno de los científicos más notables del mundo, en una entrada de 'Scientific American'. "La primera es que hay una serie de fuerzas evolutivas que no conocemos y que propician el surgimiento de esta cualidad.

La segunda, es que la conciencia es una función que cumplimos o un producto que creamos, en definitiva, a partir de la experiencia que adquirimos como seres humanos". En este sentido, tenemos conciencia de algo cuando sabemos cómo funciona o para qué sirve gracias a la experiencia. Por ello, tenemos la certeza de que algo está bien o mal hecho (tanto desde un punto de vista lógico como moral) debido a que alguien en otro momento nos lo ha enseñado o se lo hemos visto hacer. Cuando usamos la realidad virtual, somos nosotros el personaje del videojuego Ahora, vayamos a uno de los videojuegos más populares y polémicos: el Grand Theft Auto. Su mayor atractivo consistía en la posibilidad de sobrepasar los límites morales, éticos y legales sin importar las consecuencias. Al jugador se le asignaba un alias con el que podía atracar bancos, robar coches de particulares, asesinar a los ciudadanos con los que se encontraba e, incluso, entrar en prostíbulos. Todo lo que tenía que hacer era cumplir las misiones que la máquina le encomendaba. A través de este juego podemos comprender mejor el mundo de cómo la realidad física entra en contacto con la virtual para dar a luz a un tipo de conciencia intermedia entre estos dos mundos: el metaverso.

Como decíamos, en el Grand Theft Auto se interponen dos realidades: la física (el jugador en su cuarto, frente a la pantalla, cuyo mundo se rige por una serie de leyes) y la virtual (la del alias o identidad que escogemos para jugar, quien, a pesar de ser manejado por el jugador del mundo real, también obedece a una serie de parámetros físicos, aunque sean virtuales o vengan dados por una inteligencia informática). Sin embargo, hay una diferencia: el juego está diseñado para nosotros y no para el alias con el que jugamos. Es por ello que nosotros somos amos y señores de esa simulación de ese mundo que dominamos a partir de una interfaz entre nosotros y la máquina.

Desde los albores de la filosofía nos hemos estado preguntando qué era la conciencia", prosigue Khan en su artículo. "El propósito de esta es fácilmente extrapolable si aceptamos la hipótesis de la simulación: la conciencina es una interfaz subjetiva integrada que a partir de los cinco sentidos que tenemos establece un puente entre uno mismo y el resto del universo. La única explicación razonable para su existencia es que está ahí para que la experimentamos, es su razón de ser". En este sentido, vendría a cumplir la función de los controles de un videojuego, los cuales vienen programados de antemano y solo sirven para adquirir experiencia o completar misiones en base a esa experiencia adquirida. Sin embargo, "la experiencia de los personajes del juego es muy diferente de la experiencia del jugador, pero entre el personaje y el jugador hay un área gris donde diversas partes de sus conciencias se combinan para dar luz a otro tipo de conciencia". Por ejemplo, si de repente le detiene la policía y falla en la misión, el personaje sentirá que ha fracasado. "Los jugadores sienten algunas de las decepciones y alegrías que están diseñadas para que las sienta el personaje", explica el científico.

Y, a su vez, "el personaje experimenta las consecuencias del comportamiento del jugador". Esto, según Khan, es aplicable a otro tipo de tecnologías de realidad virtual: "cuando nos montamos en una montaña rusa en una simulación de VR, aunque estemos sentados, sentimos la gravedad". Es nuestra conciencia generada a partir de la experiencia de la sensación de vértigo en la vida real la que da pie a que sintamos que nos caemos si visualizamos una montaña rusa en una de estas gafas. Nuestro cerebro es engañado por la máquina, de la misma forma que nosotros movemos las acciones del personaje a lo largo del videojuego, dirigiendo sus actos y utilizando su experiencia en nuestro beneficio, pues somos en realidad nosotros los que estamos jugando. Cuando usamos la realidad virtual, somos nosotros el personaje del videojuego. "La explicación más simple para la existencia de la conciencia es que es una experiencia creada por nuestros cuerpos, pero no para nosotros", observa de manera muy aguda Khan. Es decir, nosotros creamos la gravedad (tomando el ejemplo anterior), pero no a nuestro beneficio, pues si nos exponemos a ella es posible que sintamos sus efectos negativos en forma de vértigo. "Al igual que los personajes del GTA, existimos para crear productos audiovisuales integrados. Además, como les sucede a los personajes del GTA, es muy probable que nuestro producto sea para el beneficio de alguien que experimente nuestras vidas a través de nosotros", lo cual, huelga decir, da bastante miedo de imaginar.

La gran conspiración

Khan concluye que la teoría de la hipótesis de la simulación desarrollada por Bostrom y aceptada por tantos otros (como el propio Elon Musk o David Chalmers) es sin duda "la madre de todas las teorías de la conspiración", ya que depone toda nuestra voluntad y libre albedrío en unas manos desconocidas, cuya misma existencia es imposible de conocer y demostrar al igual que el personaje del GTA nunca podría darse cuenta que está siendo manejado por un jugador. "Todo lo que podemos hacer es llegar a un acuerdo con la realidad simulada y hacer lo que podamos", añade el científico. En la simulación, se debe vivir de acuerdo a unos principios lógicos y morales, "aunque sepamos de antemano que no los haya" Aquí es donde finalmente cabe volver a reparar en Joshua Cooke y la terrible decisión que tomó al asesinar a sus padres. Y esta es a su vez la moraleja que se desprende del argumento de que, en una realidad compuesta por objetos físicos y virtuales, también debería seguir existiendo un tipo de conciencia moral. No porque los personajes con los que nos crucemos sean virtuales debemos actuar como si no fueran físicos y, por tanto, ser crueles con ellos. Todo el que haya jugado al GTA sabe que no puede tomarse la justicia por su mano aunque el juego se lo permita, si en verdad quiere avanzar en las misiones y cumplir los objetivos que la máquina le plantea. Tanto en el mundo físico como en el virtual, nuestras acciones deben basarse en una brújula moral que sepa distinguir el bien del mal, y eso también es otro tipo de conciencia mucho más elevada. Es la respuesta que Chalmers también ofrece: se debe vivir en la simulación de acuerdo a unos principios lógicos y morales, "aunque sepamos de antemano que no los haya". Hay que hacerlo.

El 'bien' como motor de la simulación

"Tal vez es la bondad lo que mantiene a la simulación en funcionamiento", sostiene Kehe, por su parte, en el artículo anteriormente citado. Porque, en caso contrario, "si nos entregamos a la maldad y a lo inhumano", puede que la simulación se detenga y alguien, en un plano incognoscible para nosotros, se enfade y apague el ordenador o la consola. Es lo que le debió suceder al joven Cooke cuando llegó la policía a su casa y se percató de lo que había hecho: inmediatamente reconoció que había perdido la cabeza y que se había vuelto loco, renunciando a sus locas teorías sobre los universos paralelos. Por tanto, un pensamiento positivo que extraer: son nuestras buenas acciones los que arrojan sentido a un mundo que de por sí, no lo tiene, o que está bajo el control de otro. Esto es lo que más nos debe preocupar, y llevándolo a un plano más actual, cuidarnos de que este tipo de tecnologías no caigan en malas manos. Algo que resulta sospechoso cuando, en mitad de la redacción de este mismo artículo, ha saltado la noticia de que Elon Musk ha comprado Twitter bajo intereses y anhelos que nadie comprende. El libro de Chalmers podría servir para afianzar más las intenciones de los popes tecnológicos y sus advenedizos, pero también es una advertencia de que hay que tener mucho cuidado con quién diseña la simulación y con qué intereses. De ello depende el destino de nuestro mundo, cada vez más virtual.

Y, a su vez, "el personaje experimenta las consecuencias del comportamiento del jugador". Esto, según Khan, es aplicable a otro tipo de tecnologías de realidad virtual: "cuando nos montamos en una montaña rusa en una simulación de VR, aunque estemos sentados, sentimos la gravedad". Es nuestra conciencia generada a partir de la experiencia de la sensación de vértigo en la vida real la que da pie a que sintamos que nos caemos si visualizamos una montaña rusa en una de estas gafas. Nuestro cerebro es engañado por la máquina, de la misma forma que nosotros movemos las acciones del personaje a lo largo del videojuego, dirigiendo sus actos y utilizando su experiencia en nuestro beneficio, pues somos en realidad nosotros los que estamos jugando. Cuando usamos la realidad virtual, somos nosotros el personaje del videojuego. "La explicación más simple para la existencia de la conciencia es que es una experiencia creada por nuestros cuerpos, pero no para nosotros", observa de manera muy aguda Khan. Es decir, nosotros creamos la gravedad (tomando el ejemplo anterior), pero no a nuestro beneficio, pues si nos exponemos a ella es posible que sintamos sus efectos negativos en forma de vértigo. "Al igual que los personajes del GTA, existimos para crear productos audiovisuales integrados. Además, como les sucede a los personajes del GTA, es muy probable que nuestro producto sea para el beneficio de alguien que experimente nuestras vidas a través de nosotros", lo cual, huelga decir, da bastante miedo de imaginar.

La gran conspiración

Khan concluye que la teoría de la hipótesis de la simulación desarrollada por Bostrom y aceptada por tantos otros (como el propio Elon Musk o David Chalmers) es sin duda "la madre de todas las teorías de la conspiración", ya que depone toda nuestra voluntad y libre albedrío en unas manos desconocidas, cuya misma existencia es imposible de conocer y demostrar al igual que el personaje del GTA nunca podría darse cuenta que está siendo manejado por un jugador. "Todo lo que podemos hacer es llegar a un acuerdo con la realidad simulada y hacer lo que podamos", añade el científico. En la simulación, se debe vivir de acuerdo a unos principios lógicos y morales, "aunque sepamos de antemano que no los haya" Aquí es donde finalmente cabe volver a reparar en Joshua Cooke y la terrible decisión que tomó al asesinar a sus padres. Y esta es a su vez la moraleja que se desprende del argumento de que, en una realidad compuesta por objetos físicos y virtuales, también debería seguir existiendo un tipo de conciencia moral. No porque los personajes con los que nos crucemos sean virtuales debemos actuar como si no fueran físicos y, por tanto, ser crueles con ellos. Todo el que haya jugado al GTA sabe que no puede tomarse la justicia por su mano, aunque el juego se lo permita, si en verdad quiere avanzar en las misiones y cumplir los objetivos que la máquina le plantea. Tanto en el mundo físico como en el virtual, nuestras acciones deben basarse en una brújula moral que sepa distinguir el bien del mal, y eso también es otro tipo de conciencia mucho más elevada. Es la respuesta que Chalmers también ofrece: se debe vivir en la simulación de acuerdo a unos principios lógicos y morales, "aunque sepamos de antemano que no los haya". Hay que hacerlo.

El 'bien' como motor de la simulación

"Tal vez es la bondad lo que mantiene a la simulación en funcionamiento", sostiene Kehe, por su parte, en el artículo anteriormente citado. Porque, en caso contrario, "si nos entregamos a la maldad y a lo inhumano", puede que la simulación se detenga y alguien, en un plano incognoscible para nosotros, se enfade y apague el ordenador o la consola. Es lo que le debió suceder al joven Cooke cuando llegó la policía a su casa y se percató de lo que había hecho: inmediatamente reconoció que había perdido la cabeza y que se había vuelto loco, renunciando a sus locas teorías sobre los universos paralelos. Por tanto, un pensamiento positivo que extraer: son nuestras buenas acciones los que arrojan sentido a un mundo que de por sí, no lo tiene, o que está bajo el control de otro. Esto es lo que más nos debe preocupar, y llevándolo a un plano más actual, cuidarnos de que este tipo de tecnologías no caigan en malas manos. Algo que resulta sospechoso cuando, en mitad de la redacción de este mismo artículo, ha saltado la noticia de que Elon Musk ha comprado Twitter bajo intereses y anhelos que nadie comprende. El libro de Chalmers podría servir para afianzar más las intenciones de los popes tecnológicos y sus advenedizos, pero también es una advertencia de que hay que tener mucho cuidado con quién diseña la simulación y con qué intereses. De ello depende el destino de nuestro mundo, cada vez más virtual.

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2022-05-01/filosofo-creer-vez-todas-vivimos-simulacion-informatica_3415195/







China preocupa al mundo con el uso de inteligencia artificial para armas de guerra

Las autoridades de ese país están adelantando pruebas con armamento sofisticado de largo alcance y alta precisión contra blancos humanos.

La revista Acta Armamentarii publicó un artículo en el que se revela cómo China está utilizando la inteligencia artificial en su arsenal de guerra. Lo hace con el fin de mejorar la precisión y la eficiencia de los sistemas de armamento.

Se trata de un sistema que está siendo utilizado para el reconocimiento de imágenes e identificación de objetivos, lo que permite a los militares chinos localizar y atacar objetivos con mayor precisión y eficiencia.

La inteligencia artificial alcanzaría objetivos a 16 kilómetros de distancia.

Del mismo modo, se está implementando en pruebas con el ejército chino para la identificación de patrones, lo que permite a los militares predecir los movimientos del enemigo y planificar las operaciones militares con mayor precisión.

¿Cómo influye la inteligencia artificial en la guerra?

Los militares chinos han desarrollado sistemas que pueden analizar rápidamente grandes cantidades de datos y proporcionar información valiosa a los comandantes en tiempo real. Esto les permite tomar decisiones informadas y rápidas durante las operaciones militares.

También, se está utilizando para mejorar la seguridad de los miembros del Ejército, debido a que la inteligencia artificial puede monitorear constantemente la salud y el bienestar de los soldados, lo que permite a los comandantes detectar problemas de salud temprano y tomar medidas para evitar que los soldados sufran lesiones o enfermedades.

Aunque no se puede negar que la inteligencia artificial está desempeñando un papel cada vez más importante en la guerra moderna, y China está liderando el camino en su uso en su arsenal de guerra que preocupa a la comunidad internacional por la constante amenaza de la invasión a Taiwán, isla que China considera como parte de su territorio pero que cuenta con autogobierno y el respaldo directo de potencias occidentales, como Estados Unidos.

De esta manera, China estaría dando pasos hacia adelante en un conflicto que cada vez más va escalando en tensiones.

Ante este panorama y mientras la tecnología sigue avanzando, es importante que los líderes militares y políticos sigan supervisando su uso y asegurando que se utilice de manera ética y segura.

 

* Este artículo fue creado con ayuda de Robby Tecnología, una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista de Pulzo.

 

https://www.pulzo.com/tecnologia/ejercito-chino-puso-marcha-inteligencia-artificial-armas-guerra-PP2762863A

La nueva cueva de Platón: ¿por qué tanta gente cree que vivimos en Matrix?

 


Somos una especie de creación de una civilización muy avanzada tecnológica-mente que ha creado una simulación computarizada?


                              Por Ada Nuño


Es difícil demostrar que sí, pero también que no.  

Sin duda, está todo inventado. Hace unos cuantos años, Platón hizo una alegoría que quedaría marcada en la historia de la filosofía para siempre: vivimos en una cueva, encadenados, observando las sombras que se reflejan en la pared, creyendo que ese es el mundo real. Si alguno de los prisioneros se libera de sus cadenas y accede al exterior, quedará cegado por la luz en un principio, pero acabará adaptándose al mundo real. Eso sí, cuando volviese a la cueva y tratase de convencer al resto de sus compañeros para que le acompañasen, estos se negarían.

¿Nos gusta vivir engañados? La famosa alegoría se trató después en Matrix.

Lo curioso es que, aunque no deja de ser una alegoría, cada vez más personas parecen coincidir en esa idea de que vivimos en una simulación. O, lo que es lo mismo, que estamos encadenados en nuestra propia cueva sin saberlo. Para entender la reflexión habría que remontarse en el tiempo, a ese momento en el que Enrico Fermi, durante una comida de colegas en el Laboratorio Nacional de Los Álamos en 1950 realizó una serie de cálculos para estimar la prevalencia de tecnología similar a la humana en el Universo. Basándose en esos cálculos, llegó a la conclusión de que la Tierra ya debería haber sido visitada por extraterrestres, y entonces preguntó: ¿Dónde están? Hay una clara contradicción entre la (aparente) evidencia de vida extraterrestre, estadísticamente hablando, y la imposibilidad de dar con ella.

Surgieron así algunas hipótesis sobre qué podía haber pasado con nuestros vecinos del Universo. Quizá están demasiado lejos para escucharnos, somos los primeros, nos observan sin que lo sepamos como si viviéramos en una especie de zoo, sobreestimamos el deseo de cualquier forma de vida de querer ponerse en contacto con nosotros o, simplemente, estamos solos.

Y entre esas variables también se encontraba la idea de que vivimos en una especie de simulación. Quizá somos la creación de una civilización más avanzada que ha creado una simulación computarizada, y somos individuos con inteligencia artificial. No podríamos saber que vivimos en ella, por lo que solo nos queda continuar, sin conocer nunca las verdaderas respuestas. En 2003, el filósofo de Oxford Nixk Bostrom ya mencionaba esta idea en un artículo, alegando que vivíamos en una simulación por ordenador. Esto iría de la mano con las ideas del multiverso, en las que cada vez que se toma una decisión se crea una nueva línea de tiempo, señalando que la realidad podría ser digital en lugar de física.

Ahora bien, ¿quién está detrás de la simulación?

La idea de los extraterrestres sigue siendo una de las más aceptadas, aunque Bostrom señalaba una posible civilización post-humana tecnológicamente muy avanzada, que habría creado simulaciones ancestrales de nosotros mismos. El número total de antepasados simulados sería muy superior al número total de ancestros reales, y podrían haber sido realizadas por versiones futuras de nosotros mismos.

 

Cuando Descartes estableció el dualismo mente-cuerpo ya lo dijo: solo podemos estar seguros de que no sabemos nada, pero que pensamos, luego existimos.

 

¿Muy complicado?

Por loco o contraintuitivo que parezca, cada vez es discutido con más seriedad por académicos, físicos, filósofos o Elon Musk (que no es ninguna de las tres cosas), que apareció en los titulares hace unos años, señalando que la probabilidad de que vivamos en la realidad básica y no en una simulación sería de una entre miles de millones. Nada que no dijera Descartes cuando estableció el dualismo mente-cuerpo, razonando que si hubiera un demonio maligno y astuto que engañara nuestros sentidos, podríamos equivocarnos creyendo que el cielo, el aire o el sol son reales. Eso le llevó a la conclusión que todos conocemos: cogito ergo sum. Solo podemos estar seguros de que no sabemos nada, pero que pensamos, luego existimos. Indica 'The Spectator' que John Wheeler, uno de los gigantes de la física del siglo XX que trabajó en Princeton, ideó una de sus famosas frases para reflejar esta realidad: 'It from bit'. Wheeler afirmó que lo único que se puede encontrar cuando abres todas las muñecas rusas anidadas que componen la materia es una serie de respuestas a preguntas de sí o no. Los llamados 'bits' en informática. 'It from bit' significa que cualquier cosa que parezca un objeto físico es en realidad una serie de bits de información y no es físico en absoluto.

 

Lo que nos dice la mecánica cuántica es que la naturaleza del mundo solo puede ser visible cuando se observa. Nadie ha sido capaz de explicar qué significa.

 

Lo que nos dice la mecánica cuántica es que la naturaleza del mundo solo puede ser visible cuando se observa. Este fenómeno se denomina 'efecto del observador', o principio de incertidumbre de Heisenberg, y nadie ha sido capaz de explicar qué significa. Una posible explicación está los videojuegos; solo renderizamos aquellas partes del universo que están siendo observadas por los jugadores. Las únicas partes de la simulación que necesitan "existir" son las que se perciben. Puede que no haya absolutamente nada dentro de una caja, hasta que la abras.

¿Necesitas pruebas?

¿Algunas pruebas de que vivimos en una simulación?

El efecto Mandela sería un buen ejemplo. No solo hay gente que recuerda haberle visto morir en la cárcel, sino que hay estadounidenses que recuerdan con detalle 'Shazaam', una supuesta película de los 90 que nunca existió. El cosmólogo del MIT Max Tegmark ha señalado las estrictas leyes de la física de nuestro universo como posible evidencia de que vivimos en un videojuego y para algunos los eventos paranormales no serían tal cosa, sino fallos del juego. Algo así como los déjavu.

 

El cosmólogo del MIT Max Tegmark ha señalado las estrictas leyes de la física de nuestro universo como posible evidencia de que vivimos en un videojuego.

¿El problema?

No se puede demostrar que no vivamos en una simulación, pero parece aún más difícil demostrar que, efectivamente, vivimos en una.

¿Vivimos en una supuesta simulación que se encuentra en la supuesta cúspide del caos ambiental porque en realidad somos una simulación ancestral que ayudará a nuestros creadores a resolver las crisis energéticas?

Según los físicos teóricos Zohar Ringel y Dmitry Kovrizhi no, porque –explicaban- desarrollar una simulación por ordenador de un fenómeno cuántico específico que ocurre en metales es imposible. Descubrieron, según relataban en Science Advances, que la complejidad de la simulación se incrementaba exponencialmente con el número de partículas que se simulaban.

Si la complejidad crecía de forma exponencial, la tarea se convertía en imposible de afrontar: solo almacenar información sobre 200 electrones requeriría una memoria de ordenador que físicamente necesitaría más átomos de los que existen en el universo. Por tanto, a día de hoy y con la tecnología actual parecía difícil, aunque quién sabe en el futuro. 

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2023-04-21/nueva-cueva-platon-gente-cree-vivimos-matrix_3612965/

jueves, abril 20, 2023

El CEO de Google afirma que no entienden por qué su inteligencia artificial aprende cosas inesperadas. Esto son las “cajas negras”

 


 

Bárbara Bécares

Tres directivos de Google han concedido una entrevista a CBS sobre su nueva inteligencia artificial Bard. Lo más sorprendente de las declaraciones del CEO de Google y Alphabet, Sundar Pichai; Sissie Hsiao, Vicepresidenta de Google; y James Manyika, Vicepresidente Senior, es que han reconocido que no entienden algunas de las capacidades de esta IA o de otras de la empresa.


Hay que recordar que Google maneja el 90% de las búsquedas en Internet, pero este dominio fue atacado el pasado febrero cuando Microsoft presentó su nuevo chatbot, integrando ChatGPT a su buscador Bing y mejorando muchísimo la experiencia. Mientras el Bard de Google ha llegado con ciertos problemas.

Sissie Hsiao, Vicepresidenta de Google, y James Manyika, Vicepresidente Senior, han dicho que “lo primero que aprendimos fue que Bard no busca respuestas en Internet como lo hace la búsqueda de Google” y que las respuestas de la inteligencia artificial de Google proceden de un programa autónomo en su mayor parte autodidacta y afirman los propios directivos que su experiencia usando esta IA “fue inquietante”.

La IA aprendió un idioma, pero no se sabe cómo

De los temas de IA de los que hablan los expertos de Google, el más misterioso se llama propiedades emergentes. Parece ser que las herramientas de inteligencia artificial de la empresa están aprendiendo habilidades que no se esperaba que tuvieran.

“No se sabe muy bien cómo ocurre esto. Por ejemplo, un programa de IA de Google se adaptó, por sí solo, después de que se le preguntara en el idioma de Bangladesh, que no estaba entrenado para conocer”, han dicho desde Google.

Un ingeniero deja Google por "copión": dice que la empresa usó información de ChatGPT sin permiso de OpenAI para Bard

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James Manyika afirma que descubrió que que con muy pocas indicaciones en bengalí, ahora esta inteligencia artificial puede traducir todo el bengalí. Así que ahora desde Google tienen que esforzarse en investigar cómo ha sido esto posible y lograr que se haga con "mil idiomas" lo mismo.

A esto, el entrevistador de CBS les ha cuestionado: “ustedes no entienden completamente cómo funciona, y sin embargo, ¿la han puesto a disposición de la sociedad?”. Pichai dice que no es algo grave y es que, alega que “tampoco creo que entendamos del todo cómo funciona la mente humana”.

Qué son las cajas negras

El líder de Alphabet habla de un término usado en la investigación tecnológica: la caja negra. El tema con el aprendizaje del bengalí de Bard entra dentro de la 'caja negra' de los ingenieros de Google, y que son sucesos en IA que son incapaces de explicar.

La inteligencia artificial de Bard está muy verde. Así que Google está pidiendo a sus trabajadores corregir sus respuestas

La inteligencia artificial de Bard está muy verde. Así que Google está pidiendo a sus trabajadores corregir sus respuestas

Según Pinchai “todos nosotros en el campo lo llamamos como una "caja negra". que es que cuando algo no se entiende completamente”. Es decir, que no se puede decir muy bien por qué hizo algo, por qué hubo un error. “Tenemos algunas ideas, y nuestra capacidad para entender esto mejora con el tiempo”.

 

https://cerebrodigital.net/las-10-preguntas-filosoficas-mas-fundamentales-para-el-ser-humano/

 

10 preguntas filosóficas fundamentales para el ser humano

 


La filosofía ha sido una disciplina que ha existido desde hace siglos, y en su búsqueda por comprender el mundo que nos rodea, ha planteado preguntas fundamentales que siguen siendo relevantes hoy en día. Estas preguntas no solo han ayudado a definir la disciplina filosófica, sino que también han dado lugar a algunos de los debates más importantes de la historia de la humanidad.

En este artículo, nos enfocaremos en las 10 preguntas filosóficas más fundamentales para el ser humano. Desde la naturaleza de la realidad y la percepción, hasta la naturaleza de la libertad y la responsabilidad moral, estas preguntas han sido objeto de debate y reflexión por parte de los filósofos a lo largo de la historia.

A través de este artículo, exploraremos cada una de estas preguntas y los diferentes puntos de vista y teorías que los filósofos han desarrollado para tratar de responderlas. Al hacerlo, esperamos proporcionar una comprensión más profunda de las cuestiones más fundamentales de la filosofía, y cómo estas preguntas continúan impactando nuestras vidas y nuestra comprensión del mundo en la actualidad. 

Tabla de Contenidos

Introducción a la Filosofía Profunda

¿Qué es la realidad y cómo la percibimos?

¿Cuál es el propósito o significado de la vida?

¿Qué es la verdad y cómo podemos llegar a ella?

¿Qué es la mente y cuál es su relación con el cuerpo?

¿Cuál es la naturaleza de la libertad y la responsabilidad moral?

¿Cuál es la naturaleza del bien y el mal, y cómo podemos distinguirlos?

¿Qué es la justicia y cómo debe ser aplicada en la sociedad?

¿Cuál es la naturaleza de la realidad social, incluyendo la política, la economía y la cultura?

¿Cuál es el papel del ser humano en el universo y cuál es su relación con la naturaleza?

¿Cómo podemos entender la naturaleza del tiempo y la causalidad?

40 Preguntas más para seguir profundizando

Introducción a la Filosofía Profunda

Una teoría filosófica popular es el utilitarismo, que sostiene que una acción es moralmente correcta si produce la mayor felicidad para la mayor cantidad de personas. Podemos aplicar esta teoría a la vida cotidiana al tomar decisiones que beneficien a la mayoría de las personas, en lugar de solo a uno mismo. Por ejemplo, al elegir una carrera, podemos considerar no solo nuestro propio interés y felicidad, sino también cómo nuestra elección podría beneficiar a la sociedad en general.

 

Otra teoría filosófica importante es el existencialismo, que se enfoca en la experiencia humana individual y la libertad de elección. En la vida cotidiana, podemos aplicar este enfoque al reconocer nuestra propia responsabilidad por nuestras elecciones y acciones, en lugar de culpar a otros o a las circunstancias externas por lo que sucede en nuestras vidas.

 

También hay teorías éticas como el deontologismo, que se enfoca en el deber y la obligación moral. Podemos aplicar esta teoría en la vida cotidiana al cumplir nuestras promesas, respetar los derechos de los demás y hacer lo que consideramos que es nuestro deber moral, incluso si eso no nos produce la mayor felicidad o beneficio personal.

 

Estos son solo algunos ejemplos de cómo diferentes teorías filosóficas pueden ser relevantes y aplicables en nuestra vida diaria. Espero que esto te haya ayudado a entender cómo la filosofía puede ser útil para nosotros en nuestra vida cotidiana. Si tienes alguna otra pregunta, no dudes en preguntarme.

 

Hay muchas preguntas filosóficas fundamentales que han preocupado a los seres humanos a lo largo de la historia. A continuación, te presento una lista de 10 preguntas que son consideradas por muchos como las más fundamentales: 

¿Qué es la realidad y cómo la percibimos?

Básicamente, se trata de una indagación sobre qué es lo real y cómo podemos conocerlo. 

La teoría del conocimiento es una rama de la filosofía que se encarga de cómo podemos obtener conocimiento acerca de la realidad, y es una de las formas en que los filósofos han abordado esta pregunta. Entre las teorías más conocidas sobre este tema se encuentra el empirismo, que sostiene que todo conocimiento proviene de la experiencia sensorial. En otras palabras, lo que es real es lo que podemos observar a través de nuestros sentidos. 

No obstante, algunos filósofos han planteado dudas acerca de esta teoría, argumentando que existen cosas que no podemos conocer mediante la experiencia sensorial. Por ejemplo, se ha sostenido que hay verdades matemáticas o lógicas que son conocidas a priori, es decir, sin necesidad de la experiencia sensorial. 

Asimismo, algunos filósofos han argumentado que lo que consideramos “real” es, en realidad, una construcción social o cultural. En otras palabras, nuestras creencias, valores y cultura influyen en lo que consideramos real.

 

En resumen, la pregunta sobre la naturaleza de la realidad es compleja y tiene muchas implicaciones en la filosofía. Los filósofos han abordado esta cuestión de diversas formas, y las respuestas que han dado han influido en muchas otras áreas de la filosofía, incluyendo la metafísica, la epistemología y la filosofía de la ciencia.

 

¿Cuál es el propósito o significado de la vida?

La pregunta sobre el propósito o significado de la vida es una de las preguntas filosóficas más profundas que ha preocupado a los seres humanos a lo largo de la historia. En esencia, esta pregunta se refiere a si la vida tiene algún propósito o significado, y si es así, cuál es. Los filósofos han abordado esta pregunta desde diferentes perspectivas, y las respuestas que han dado varían ampliamente.

 

Una de las respuestas más comunes a esta pregunta es que el propósito de la vida es buscar la felicidad. Esta idea se remonta a los antiguos filósofos griegos como Aristóteles, quien sostuvo que el fin último de la vida humana es la felicidad. Según esta visión, el propósito de la vida es encontrar formas de maximizar nuestra felicidad y evitar el dolor y el sufrimiento. Sin embargo, algunos filósofos han cuestionado esta respuesta, argumentando que la felicidad es un concepto subjetivo y que lo que nos hace felices puede variar ampliamente de una persona a otra.

 

Otra respuesta a esta pregunta es que el propósito de la vida es cumplir con nuestras obligaciones morales. Esto se refiere a la idea de que tenemos deberes y responsabilidades hacia los demás y hacia la sociedad en general, y que cumplir con estas obligaciones es el propósito de la vida. Esta respuesta se basa en la idea de que hay ciertas acciones que son moralmente correctas o incorrectas, y que nuestro propósito en la vida es hacer lo correcto y evitar lo incorrecto. Sin embargo, algunos filósofos han argumentado que las obligaciones morales pueden variar según la cultura y el contexto, y que no hay un conjunto universal de obligaciones morales.

Definiciones:

Realidad: se refiere a lo que es real y cómo lo conocemos.

Propósito/Significado de la vida: se refiere a si la vida tiene algún propósito o significado y cuál es.

Felicidad: se refiere a un estado de bienestar y satisfacción que puede ser experimentado por las personas.

Obligaciones morales: se refiere a los deberes que tenemos hacia los demás y hacia la sociedad en general.

Construcción social: se refiere a la idea de que muchos aspectos de nuestra realidad son construcciones sociales o culturales.

Libertad: se refiere a la capacidad de las personas para tomar decisiones y actuar de acuerdo con su propia voluntad.

Verdad: se refiere a la correspondencia entre lo que creemos que es cierto y lo que realmente es cierto en el mundo.

Justicia: se refiere a la idea de que las personas deben ser tratadas de manera equitativa y con dignidad.

Ética: se refiere al estudio de lo que es moralmente correcto o incorrecto, bueno o malo.

Realismo vs. nominalismo: es un debate sobre la naturaleza de las cosas y su relación con las palabras que usamos para describirlas.

Dualismo mente-cuerpo: se refiere a la idea de que la mente y el cuerpo son entidades separadas y distintas.

Tiempo: se refiere a la naturaleza del tiempo y la causalidad.

Conocimiento: se refiere a cómo podemos obtener conocimiento acerca de la realidad.

Existencia: se refiere a la pregunta de por qué existimos y qué significa existir.

Moralidad: se refiere a los valores y principios que rigen nuestras decisiones y acciones.

Es importante tener en cuenta que estas son solo algunas de las preguntas y conceptos filosóficos más fundamentales. Hay muchas otras áreas de la filosofía, como la epistemología, la metafísica, la filosofía política, la estética, entre otras. Aquí te presento tres conceptos adicionales:

 

Razón: se refiere a la capacidad de las personas para pensar de manera lógica y racional.

Conciencia: se refiere a la capacidad de las personas para tener experiencias subjetivas y estar conscientes de su propio ser.

Nihilismo: es una postura filosófica que sostiene que la vida no tiene ningún propósito o significado intrínseco.

¿Qué es la verdad y cómo podemos llegar a ella?

Básicamente, se trata de saber cómo podemos distinguir entre lo verdadero y lo falso y cuál es la naturaleza de la verdad en sí misma.

 

Entre las teorías más destacadas sobre la verdad se encuentra la teoría de la correspondencia, que sostiene que una creencia es verdadera si se corresponde con los hechos observables. Sin embargo, algunos filósofos han planteado cuestiones acerca de esta teoría, argumentando que puede haber hechos que son difíciles de observar o que incluso la idea misma de correspondencia puede ser cuestionable.

Otra teoría sobre la verdad es la teoría de la coherencia, que sostiene que una creencia es verdadera si es coherente con otras creencias que tenemos. Según esta teoría, la verdad depende de la coherencia lógica de nuestras creencias. No obstante, algunos filósofos han objetado esta teoría, ya que puede haber sistemas de creencias que son coherentes pero que no se corresponden con la realidad.

 

Además, algunos filósofos han argumentado que la verdad es un concepto social o culturalmente construido, y que no existe una única verdad objetiva que se aplique a todas las personas y situaciones. Según esta perspectiva, la verdad es un producto de las convenciones culturales y está sujeta a interpretaciones individuales.

 

En definitiva, la cuestión sobre la verdad es compleja y ha generado un intenso debate en la filosofía. Las teorías más conocidas sobre la verdad incluyen la teoría de la correspondencia y la teoría de la coherencia, pero también hay filósofos que plantean cuestiones acerca de estas teorías y abogan por una perspectiva más relativa de la verdad.

 

¿Qué es la mente y cuál es su relación con el cuerpo?

En esencia, se trata de saber si la mente es simplemente una función del cerebro y el cuerpo, o si existe como una entidad separada.

 

Una de las respuestas más conocidas a esta pregunta es el dualismo mente-cuerpo, que sostiene que la mente y el cuerpo son entidades separadas y distintas. Según esta teoría, la mente es una entidad no física que existe aparte del cuerpo y puede influir en él de manera indirecta. Filósofos como Descartes han defendido esta teoría, sosteniendo que la mente es una sustancia pensante que se distingue de la materia física.

 

No obstante, algunos filósofos han cuestionado esta teoría, argumentando que no hay evidencia empírica que apoye la idea de que la mente es una entidad separada. En lugar de eso, estos filósofos han planteado que la mente es simplemente una función del cerebro y del cuerpo, y que nuestras experiencias mentales son el resultado de la actividad cerebral.

 

Además, algunos filósofos han propuesto teorías intermedias entre el dualismo y el materialismo, como el idealismo y el neutralismo. El idealismo sostiene que la mente es la única realidad verdadera y que todo lo demás es una construcción de la mente, mientras que el neutralismo sostiene que la mente y el cuerpo son dos aspectos de una realidad más amplia que no se pueden reducir uno al otro.

 

¿Cuál es la naturaleza de la libertad y la responsabilidad moral?

La libertad y la responsabilidad moral son conceptos estrechamente relacionados en la filosofía y han sido objeto de debate durante siglos. En esencia, estas preguntas se refieren a si las personas tienen la capacidad de tomar decisiones libres y responsables y cuál es la naturaleza de esa libertad y responsabilidad.

 

Una de las teorías más conocidas sobre la libertad es el libre albedrío, que sostiene que las personas tienen la capacidad de tomar decisiones libres y responsables. Según esta teoría, nuestras decisiones no están determinadas por factores externos o internos, sino que son el resultado de una elección libre y consciente. Sin embargo, algunos filósofos han argumentado que esta teoría es problemática, ya que puede haber factores que limitan nuestra capacidad de elección, como la biología, la sociedad y la cultura.

 

La responsabilidad moral se refiere a la idea de que las personas son responsables de sus acciones y deben ser responsables por ellas. Según esta teoría, las personas tienen la capacidad de hacer elecciones morales y deben ser responsables por las consecuencias de sus acciones. Sin embargo, algunos filósofos han argumentado que la responsabilidad moral puede ser cuestionable si las personas no tienen una verdadera libertad para tomar decisiones.

 

Además, algunos filósofos han argumentado que la libertad y la responsabilidad moral son conceptos socialmente construidos y que no existen de manera independiente de la sociedad y la cultura en la que vivimos. Según esta visión, nuestras creencias y valores pueden influir en nuestra percepción de la libertad y la responsabilidad moral.

 

¿Cuál es la naturaleza del bien y el mal, y cómo podemos distinguirlos?

Esta pregunta se refiere a cómo podemos determinar lo que es moralmente correcto o incorrecto, bueno o malo, y cuál es la naturaleza de estas categorías.

 

Una de las teorías más conocidas sobre la naturaleza del bien y el mal es el utilitarismo, que sostiene que lo que es moralmente correcto es lo que produce la mayor felicidad para el mayor número de personas. Según esta teoría, el bien se define en términos de felicidad y el mal se define en términos de sufrimiento. Sin embargo, algunos filósofos han objetado esta teoría, argumentando que el utilitarismo es problemático porque puede justificar acciones inmorales si producen un mayor bien para la mayoría.

 

Otra teoría sobre la naturaleza del bien y el mal es la teoría de las virtudes, que sostiene que lo que es moralmente correcto es lo que está de acuerdo con las virtudes morales, como la honestidad, la justicia y la compasión. Según esta teoría, el bien se define en términos de virtudes y el mal se define en términos de vicios. Sin embargo, algunos filósofos han cuestionado esta teoría, argumentando que puede ser difícil determinar cuáles son las virtudes morales y cómo se aplican en diferentes situaciones.

 

Además, algunos filósofos han planteado que el bien y el mal son conceptos socialmente construidos y que no existen de manera independiente de la sociedad y la cultura en la que vivimos. Según esta perspectiva, nuestras creencias y valores pueden influir en nuestra percepción de lo que es bueno y malo, y por lo tanto, lo que es moralmente correcto o incorrecto puede variar según las circunstancias y el contexto social.

 

En conclusión, la pregunta sobre la naturaleza del bien y el mal y cómo distinguirlos es una cuestión fundamental en la filosofía moral, y ha dado lugar a diversas teorías que intentan responder a ella. Las teorías más conocidas son el utilitarismo y la teoría de las virtudes, aunque también hay filósofos que cuestionan estas teorías y defienden una perspectiva más relativa y socialmente construida de la moralidad.

 

¿Qué es la justicia y cómo debe ser aplicada en la sociedad?

La justicia es uno de los conceptos fundamentales de la filosofía moral y política, y ha sido objeto de debate desde la antigüedad. En esencia, la justicia se refiere a la idea de que las personas deben ser tratadas de manera equitativa y con dignidad.

 

Una de las teorías más conocidas sobre la justicia es la teoría de la justicia de John Rawls, que sostiene que la justicia es aquello que maximiza la igualdad de oportunidades y minimiza las desigualdades sociales injustas. Según esta teoría, la justicia se logra cuando se garantiza que todas las personas tengan acceso a los mismos recursos y oportunidades, independientemente de su raza, género, orientación sexual o posición socioeconómica.

 

Otra teoría sobre la justicia es la teoría del mérito, que sostiene que las personas deben ser recompensadas en función de sus esfuerzos y méritos. Según esta teoría, la justicia se logra cuando se premia a las personas que trabajan duro y contribuyen al bienestar de la sociedad.

 

Además, algunos filósofos han argumentado que la justicia es una cuestión de derechos humanos, y que todas las personas tienen derechos básicos que deben ser respetados y protegidos por la sociedad y el gobierno.

 

En cuanto a la aplicación de la justicia en la sociedad, los filósofos han propuesto diferentes teorías y sistemas para lograrla, como la democracia, el sistema judicial, la redistribución de la riqueza y el poder, entre otros. En general, se considera que la justicia debe ser aplicada de manera imparcial y equitativa, sin discriminación y con el objetivo de mejorar el bienestar de todas las personas en la sociedad.

 

¿Cuál es la naturaleza de la realidad social, incluyendo la política, la economía y la cultura?

Se trata de una pregunta sobre cómo podemos comprender y analizar la sociedad humana y las instituciones que la componen.

 

El materialismo histórico es una de las teorías más destacadas sobre la realidad social, la cual argumenta que los factores económicos y materiales determinan la realidad social. Según esta teoría, las relaciones de producción económicas y las condiciones materiales son las fuerzas principales que moldean la sociedad y sus instituciones, como la política, la economía y la cultura.

 

Por otro lado, el constructivismo social es otra teoría que sostiene que la realidad social es construida y mantenida por las personas a través de sus interacciones sociales y culturales. En este sentido, la cultura, las creencias y los valores son los factores principales que dan forma a la sociedad y sus instituciones.

 

Algunos filósofos han argumentado que la realidad social es una construcción social y cultural, lo que significa que no existe una realidad objetiva y universal que se aplique a todas las personas y situaciones. De acuerdo con esta postura, la realidad social es influenciada por nuestras creencias, valores y cultura.

 

En cuanto a la aplicación de estas teorías en la sociedad, los filósofos han propuesto diversos sistemas y modelos políticos y económicos, como el capitalismo, el socialismo, la democracia, entre otros. En general, se considera que la sociedad debe ser construida de manera justa y equitativa, con el propósito de mejorar el bienestar de todas las personas que la conforman.

 

¿Cuál es el papel del ser humano en el universo y cuál es su relación con la naturaleza?

Esta pregunta se refiere a cómo podemos entender el lugar de los seres humanos en el universo y su relación con el mundo natural.

 

El antropocentrismo es una teoría bien conocida que sostiene que los seres humanos son el centro del universo y que el mundo natural existe para satisfacer sus necesidades y deseos. Según esta teoría, los seres humanos tienen un papel dominante en el universo y pueden utilizar la naturaleza para sus propios fines. No obstante, algunos filósofos han argumentado que esta teoría puede justificar la explotación y el daño ambiental.

 

En cambio, estos filósofos han propuesto una visión más holística de la relación entre los seres humanos y la naturaleza, en la que los seres humanos son parte de un ecosistema interconectado y deben cuidar y proteger la naturaleza. Esta teoría ha sido llamada ecocentrismo y sostiene que los seres humanos deben ser responsables de la preservación y el cuidado de la naturaleza.

 

Además, algunos filósofos han argumentado que los seres humanos tienen una responsabilidad moral de cuidar y proteger la naturaleza no solo por el bienestar de las especies animales y plantas, sino también por el bienestar de las futuras generaciones de seres humanos. De acuerdo con esta teoría, los seres humanos deben considerar las consecuencias a largo plazo de sus acciones en el medio ambiente y trabajar para reducir su huella ecológica.

 

¿Cómo podemos entender la naturaleza del tiempo y la causalidad?

Se refiere a cómo podemos comprender la continuidad del tiempo y cómo se relaciona con la causalidad, es decir, cómo los eventos se interrelacionan y qué causa qué.

 

Una de las teorías más conocidas sobre la naturaleza del tiempo es la teoría del presentismo, que sostiene que solo el presente existe, mientras que el pasado y el futuro son sólo construcciones mentales. Según esta teoría, el tiempo es una serie de instantes que se suceden uno tras otro y solo el presente es real.

 

Por otro lado, la teoría del eternalismo sostiene que el pasado, presente y futuro existen simultáneamente, considerando al tiempo como una dimensión en la que todos los eventos coexisten.

 

En cuanto a la causalidad, la teoría de la causalidad humeana establece que la causalidad es una relación entre eventos observables. Según esta teoría, la relación causal en sí misma no es observable, sino solamente los eventos que parecen estar relacionados.

 

Por otra parte, la teoría de la causalidad mecánica establece que la causalidad es una relación entre objetos físicos que interactúan entre sí. Según esta teoría, los objetos físicos tienen propiedades que interactúan para producir efectos.

 

Estas cuestiones no tienen respuestas definitivas y han sido abordadas por los filósofos de diferentes maneras a lo largo del tiempo. Son cuestiones profundas que nos obligan a reflexionar sobre nuestra existencia y el mundo en el que vivimos.

 

40 Preguntas más para seguir profundizando

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¿Cómo podemos entender el concepto de la identidad de género y su importancia?

¿Qué es la filosofía de la ciencia y cómo se relaciona con la tecnología?

¿Cuál es la relación entre la felicidad y el bienestar emocional?

¿Cómo podemos entender el concepto de la conciencia colectiva y su relación con la cultura?

 

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