ECHELON
Es la mayor red de
espionaje y análisis para interceptar comunicaciones electró nicas
de la historia. Controlada por la comunidad UKUSA (Estados
Unidos, Canadá,
Gran Bretaña, Australia,
y Nueva
Zelanda), ECHELON puede capturar comunicaciones por radio y satélite, llamadas de teléfono, faxes y e-mails en casi
todo el mundo e incluye análisis automático y clasificación de las
interceptaciones. Se estima que ECHELON intercepta más de tres mil millones de
comunicaciones cada día.
A pesar de haber sido
presuntamente construida con el fin de controlar las comunicaciones militares y
diplomáticas de la Unión Soviética y sus aliados, se sospecha que en
la actualidad ECHELON es utilizado también para encontrar pistas sobre tramas terroristas,
planes del narcotráfico e inteligencia política y diplomática. Sus
críticos afirman que el sistema es utilizado también para el espionaje
económico y la invasión de privacidad en gran escala.
Los miembros de esta
alianza de habla inglesa son parte de la alianza de inteligencia UKUSA, que lleva
reuniendo inteligencia desde la Segunda Guerra Mundial. La existencia de
ECHELON fue hecha pública en 1976 por Winslow Peck.
Varias fuentes
afirman que estos estados han ubicado estaciones de intercepción electrónica y
satélites espaciales para capturar gran parte de las comunicaciones establecidas
por radio, satélite, microondas, móviles y fibra
óptica. Las señales capturadas son luego procesadas por una serie de superordenadores, conocidas como
diccionarios, las cuales han sido programadas para buscar patrones
específicos en cada comunicación, ya sean direcciones, palabras, frases o
incluso voces específicas.
El sistema está bajo
la administración de la NSA
(National Security Agency). Esta organización cuenta con 100.000 empleados tan
sólo en Maryland
(Estados Unidos) (otras fuentes hablan de 380.000 empleados a escala mundial),
por lo que es probablemente la mayor organización de espionaje del mundo.
A cada Estado dentro de la alianza UKUSA
le
es asignado una responsabilidad
sobre el control de distintas áreas del planeta. La tarea principal de Canadá solía
ser el control del área meridional de la antigua Unión Soviética.
Durante el período de
la Guerra
Fría se puso mayor énfasis en el control de comunicaciones por satélite y
radio en centro y Suramérica,
principalmente como medida para localizar tráfico de drogas y secuaces en la
región.
Los Estados
Unidos, con su gran cadena de satélites espías y puertos de escucha
controlan gran parte de Latinoamérica,
Asia, Rusia asiática y el
norte de China.
Gran
Bretaña intercepta comunicaciones en Europa, Rusia y África. Australia
examina las comunicaciones de Indochina, Indonesia y el sur de China, mientras que Nueva
Zelanda barre el Pacífico occidental.
Según algunas fuentes
el sistema dispone de 120 estaciones fijas y satélites geoestacionarios. Estos podrían
filtrar más del 90% del tráfico de internet.
Las antenas de Echelon pueden captar ondas electromagnéticas y trasmitirlas
a un lugar central para su procesamiento.
Se recogen los
mensajes
aleatoriamente y se procesan
mediante los diversos filtros buscando palabras clave. Este procedimiento se
denomina "Control Estratégico de las Telecomunicaciones".
El Parlamento
Europeo constató
la existencia de "un sistema de interceptación
mundial de las comunicaciones, resultado de una cooperación entre los Estados
Unidos, el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda".
EU espía
con satélites a empresas de Europa
Lo denunció el Parlamento Europeo. Es
la red Echelon. EE.UU. la usa para interceptar llamadas y correo electrónico de
firmas europeas y pasar los datos a sus competidoras estadounidenses.
El temor de que los
Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países de habla inglesa estén usando una
enorme red de espionaje, satélites y computadoras incluidos, para interceptar
miles de millones de comunicaciones telefónicas, e-mails y faxes por hora en
Europa, despertó ayer airadas reacciones a lo largo de todo el Viejo
Continente, aun después de que Wahington y Londres negarán todo el asunto.
Lo cierto es que la red existe. Se llama Echelon. Es una telaraña de estaciones de vigilancia e interceptación plantada a lo largo del planeta, de la cual participan EE.UU., Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Diseñada durante la Guerra Fría por la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU., la red puede filtrarse en millones de comunicaciones en busca de palabras como "bomba" o "terrorismo". Pero eso no es lo que Europa está denunciando sino más bien que la Comunidad Europea es vigilada por ese mecanismo en un espionaje industrial que ya habría cobrado réditos. La acusación la lanzó el Parlamento Europeo, que ayer difundió un revelador informe periodístico que entre otras cosas denuncia que las comunicaciones interceptadas por la red Echelon ayudó en dos ocasiones a compañías estadounidenses a ganar ventaja sobre las europeas.
El informe asegura que Echelon puede "pinchar" fácilmente "miles de millones de mensajes por hora", incluidas llamadas telefónicas, faxes y e-mails privados. A pesar del rechazo de los países involucrados, los parlamentarios europeos llamaron a tomar acciones drásticas. "Tenemos todas las razones para estar interceptados por el hecho de que esta forma de espionaje, que viene funcionando desde hace años, no ha impulsado ninguna protesta oficial", se quejó Nicole Fonatine, el actual presidente del Parlamento Europeo.
Washington y Londres tuvieron que salir ayer a desmentir la idea de que sus países están usando información secreta para impulsar sus propias economías.
En Washington, el
vocero del Departamento de Estado, James Rubin, aseguró que "las agencias
de inteligencia estadounidenses no tienen por misión involucrarse en espionaje
industrial o en obtener secretos comerciales para beneficiar a una o mucha
compañías norteamericanas. Si bien no podemos hacer comentarios sobre el
contenido del informe, podemos decir que la NSA no está autorizada para proveer
información de inteligencia a empresas privadas". Pero las explicaciones hicieron
poco y nada para enfriar la furia europea, especialmente la de Francia, donde
la ministra de Justicia, Elisabeth Guigou, dijo que las compañías francesas
tienen que encriptar la información sensible para evitar la detección del
espionaje de EE.UU.
"Tenemos que ser lo más prudentes posible en la transmisión de datos. Esos datos nunca pueden contener información vital, especialmente cuando depende de la retrasmisión satelital con conexiones internacionales", dijo Guigou a la Asamblea Nacional (Parlamento), en París.
"Tenemos que ser lo más prudentes posible en la transmisión de datos. Esos datos nunca pueden contener información vital, especialmente cuando depende de la retrasmisión satelital con conexiones internacionales", dijo Guigou a la Asamblea Nacional (Parlamento), en París.
Un abogado parisiense
ya inició una demanda contra Gran Bretaña y EE.UU., denunciando que Echelon
robó a las industrias europeas algunos de sus más valiosos secretos
comerciales.
Legisladores de Italia, Alemania y Dinamarca están demandando una investigación pública sobre la red espía. Y en EE.UU., sectores privados ya lanzaron una demanda para que se entreguen los documentos oficiales sobre Echelon. El escándalo estalló con la decisión del Parlamento Europeo de difundir el informe sobre Echelon que había sido elaborado hace 18 meses por el periodista Duncan Campbell.
"Acá no estamos hablando de algo trivial... no podemos detenerlos, van a seguir", aseguró Campbell, quien afirmó que Echelon monitorea e intercepta comunicaciones comerciales sensibles europeas. "Su nivel de uso está saliendo de control. La capacidad de filtrarse en sistemas es enorme", advirtió el periodista, para agregar que la mayoría de las comunicaciones de Internet pasa a través de los Estados Unidos y por al menos nueve puntos de intercepción de la NSA.
"Echelon es una caja negra, y realmente no sabemos qué hay adentro. No sabemos a quién apunta, por qué y para qué, ni qué sé está haciendo con esa información", dijo Barry Steinhardt, de la American Civil Liberties Union.
Una "gran oreja":
Legisladores de Italia, Alemania y Dinamarca están demandando una investigación pública sobre la red espía. Y en EE.UU., sectores privados ya lanzaron una demanda para que se entreguen los documentos oficiales sobre Echelon. El escándalo estalló con la decisión del Parlamento Europeo de difundir el informe sobre Echelon que había sido elaborado hace 18 meses por el periodista Duncan Campbell.
"Acá no estamos hablando de algo trivial... no podemos detenerlos, van a seguir", aseguró Campbell, quien afirmó que Echelon monitorea e intercepta comunicaciones comerciales sensibles europeas. "Su nivel de uso está saliendo de control. La capacidad de filtrarse en sistemas es enorme", advirtió el periodista, para agregar que la mayoría de las comunicaciones de Internet pasa a través de los Estados Unidos y por al menos nueve puntos de intercepción de la NSA.
"Echelon es una caja negra, y realmente no sabemos qué hay adentro. No sabemos a quién apunta, por qué y para qué, ni qué sé está haciendo con esa información", dijo Barry Steinhardt, de la American Civil Liberties Union.
Una "gran oreja":
la red Echelon, un enorme sistema satelital
El sistema Echelon fue desarrollado en la década del 70 y es operado a escala mundial por Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Es un sofisticado y potente programa que permite interceptar en todo el planeta comunicaciones transmitidas vía satélite. Funciona con una amplia red de computadoras conectadas con siete estaciones alrededor del mundo que reciben, analizan y ordenan la información capturada por los satélites de comunicaciones.
Las computadoras de este programa permiten reconocer palabras, teclas, números y hasta timbres de voz, de comunicaciones telefónicas, de fax o de correo electrónico a través de Internet Echelon fue desarrollado en el marco de un acuerdo de espionaje entre Estados Unidos y Gran Bretaña en 1948, al que más tarde se unieron Australia, Nueva Zelanda y Canadá.
El sistema Echelon fue desarrollado en la década del 70 y es operado a escala mundial por Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Es un sofisticado y potente programa que permite interceptar en todo el planeta comunicaciones transmitidas vía satélite. Funciona con una amplia red de computadoras conectadas con siete estaciones alrededor del mundo que reciben, analizan y ordenan la información capturada por los satélites de comunicaciones.
Las computadoras de este programa permiten reconocer palabras, teclas, números y hasta timbres de voz, de comunicaciones telefónicas, de fax o de correo electrónico a través de Internet Echelon fue desarrollado en el marco de un acuerdo de espionaje entre Estados Unidos y Gran Bretaña en 1948, al que más tarde se unieron Australia, Nueva Zelanda y Canadá.
La existencia de este
acuerdo, bautizado UKUSA, fue reconocida en marzo de 1999 por el gobierno de
Australia. También Francia y Alemania, pero en menor medida, tuvieron
participación en el programa espía.
Este sistema fue programado para alertar cuando en una comunicación se detectan palabras "peligrosas" para la seguridad nacional de los Estados Unidos o de los otros países participantes en el proyecto. Las grandes cantidades de datos recogidos por el sistema son luego filtradas por potentes computadoras. El programa permite interceptar en sólo media hora hasta cerca de mil millones de mensajes, que luego son filtrados para extraer los datos de interés para cada país. Así, la aparición de palabras como "terrorismo", "bombas" o "ántrax" es motivo de alarma.
Según la prensa estadounidense y francesa, el programa tiene su base en una gran estación ubicada en Menwith Hill, Gran Bretaña, que, a su vez, está conectada a una extensa red satelital. La base, que está camuflada en una zona rural, funciona desde 1966 y allí trabajan alrededor de 1.400 personas. En un principio estaba dedicada a interceptar la información de los países del Pacto de Varsovia, pero al finalizar la Guerra Fría sus actividades de espionaje se expandieron hacia otras áreas, como el espionaje industrial y de empresas.
En Internet, Echelon está catalogado como el arma de espía del gobierno estadounidense y por ello fue objeto de "represalias" por cientos de usuarios. Se estableció un "Día de obstrucción de Echelon", donde diversos grupos internacionales para la defensa de los derechos civiles y personas de todo el mundo comenzaron a bombardear el sistema a través de la Red y de las líneas telefónicas con palabras como "terrorismo" con la esperanza de que el sistema entrará en crisis, pero sin lograr su objetivo.
Este sistema fue programado para alertar cuando en una comunicación se detectan palabras "peligrosas" para la seguridad nacional de los Estados Unidos o de los otros países participantes en el proyecto. Las grandes cantidades de datos recogidos por el sistema son luego filtradas por potentes computadoras. El programa permite interceptar en sólo media hora hasta cerca de mil millones de mensajes, que luego son filtrados para extraer los datos de interés para cada país. Así, la aparición de palabras como "terrorismo", "bombas" o "ántrax" es motivo de alarma.
Según la prensa estadounidense y francesa, el programa tiene su base en una gran estación ubicada en Menwith Hill, Gran Bretaña, que, a su vez, está conectada a una extensa red satelital. La base, que está camuflada en una zona rural, funciona desde 1966 y allí trabajan alrededor de 1.400 personas. En un principio estaba dedicada a interceptar la información de los países del Pacto de Varsovia, pero al finalizar la Guerra Fría sus actividades de espionaje se expandieron hacia otras áreas, como el espionaje industrial y de empresas.
En Internet, Echelon está catalogado como el arma de espía del gobierno estadounidense y por ello fue objeto de "represalias" por cientos de usuarios. Se estableció un "Día de obstrucción de Echelon", donde diversos grupos internacionales para la defensa de los derechos civiles y personas de todo el mundo comenzaron a bombardear el sistema a través de la Red y de las líneas telefónicas con palabras como "terrorismo" con la esperanza de que el sistema entrará en crisis, pero sin lograr su objetivo.
La red “Echelon”
El “Gran Hermano” de Orwell, comienza a cobrar forma en este siglo XXI, aunque existe hace mucho. Diseñado por la Agencia de Seguridad Nacional de EU, Echelon es el sistema de vigilancia más importante del mundo. Teóricamente se utiliza para escuchar los mensajes enviados por teléfono, fax o correo electrónico desde países considerados enemigos, pero en la práctica cualquiera puede ser su objetivo.
El “Gran Hermano” de Orwell, comienza a cobrar forma en este siglo XXI, aunque existe hace mucho. Diseñado por la Agencia de Seguridad Nacional de EU, Echelon es el sistema de vigilancia más importante del mundo. Teóricamente se utiliza para escuchar los mensajes enviados por teléfono, fax o correo electrónico desde países considerados enemigos, pero en la práctica cualquiera puede ser su objetivo.
No debemos olvidar
las palabras de Zbigniew Brzezinski, consejero de Seguridad Nacional bajo la
presidencia de Carter, que confesó, no sin cinismo: “Cuando uno dispone de la
capacidad para contar con informaciones, es muy duro imponer barreras
arbitrarias respecto a su adquisición... ¿tenemos que renunciar a leer?” ¿Estamos
ante el equivalente del “Gran Hermano” de Orwell?
El embrión de la red
de espionaje norteamericano data del inicio de la guerra fría, cuando un primer
pacto de recogida y de intercambio de informaciones denominado “Ukusa”, se
estableció entre el Reino Unido y Estados Unidos. A estos dos países se unieron
Canadá, Australia y Nueva Zelanda. A partir de los años 70, las estaciones de
escucha implantadas en estos países empezaron a captar las señales
retransmitidas hacia la Tierra por los satélites tipo INTELSAT e Inmarsat. Y un
centenar de satélites de observación “escuchan” las ondas: radio, teléfonos
móviles, etc.
Por otra parte, todas las redes de comunicación son escuchadas: de los cables submarinos (con captadores instalados por submarinistas especializados) a la red Internet (la vigilancia de la red de redes mundial es particularmente simple: la práctica totalidad de los datos transita por “nudos” situados en territorio norteamericano, incluso cuando se trata de conexiones europeas.
Por otra parte, todas las redes de comunicación son escuchadas: de los cables submarinos (con captadores instalados por submarinistas especializados) a la red Internet (la vigilancia de la red de redes mundial es particularmente simple: la práctica totalidad de los datos transita por “nudos” situados en territorio norteamericano, incluso cuando se trata de conexiones europeas.
De esta forma, cada
día millones de fax, de télex, de mensajes y llamadas telefónicas del mundo
entero son cribados, escogidos, seleccionados, analizados. El sistema Echelon,
fue concebido como forma de interconectar (todos los sistemas de escucha) para
permitirles funcionar como componentes de un todo integrado.
Las estaciones de
recepción por satélite captan el conjunto de los haces de satélites INTELSAT,
la más importante de las cuales esta localizada en Menwith Hill, Inglaterra,
situada bajo el control directo de la NSA. Es conveniente saber que Echelon
está controlado por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y que no se debe
confundir con la CIA, ya que según parece la NSA es más secreta. La masa de
informaciones recogida es, sin embargo, demasiado importante para poder ser
explotada por los efectivos -abundantes, pero no infinitos- de los servicios de
información. La clave de la interceptación reposa en potentes ordenadores que
escrutan y analizan estas masas de mensajes y extraen los que presentan algún
interés. ¿Cómo?, las estaciones de interceptación reciben los millones de
mensajes destinados a las estaciones terrestres legítimas y utilizan
ordenadores para descubrir los que contienen direcciones o palabras claves
preprogramadas. Direcciones y palabras que los servicios de información se
comunican en forma de “diccionarios” que reflejan sus preocupaciones del
momento.
Basta que, en el
curso de un intercambio telefónico, por fax o por correo electrónico, se emitan
palabras como “terrorismo”, “droga”, “guerrilla”, o nombres como “Castro”,
“Gadafi”, “Sadam Hussein”, etc, para que toda la comunicación sea identificada,
retenida, analizada. Un poco a la manera de los motores de búsqueda en
Internet, estas “grandes orejas”, provistas de los mejores sistemas automáticos
de reconocimiento vocal, de lectura óptica y de evaluación de contenidos,
seleccionan las comunicaciones a vigilar.
Tras la caída del comunismo, la inteligencia aliada tuvo que buscar nuevas “misiones” que justificaran sus altos gasto de infraestructura. Y el terrorismo ha sido un “blanco” perfecto porque permite espiar no sólo a los nuevos enemigos del sistema, sino también a sus propios ciudadanos. Y parece ser que tuvieron éxito, ya que en 1999 los servicios de información norteamericanos contaron con un presupuesto anual de 26.700 millones de dólares -tanto como durante la guerra fría-. Eso no impidió los atentados terroristas del 11-S, pero ese es otro tema que tocaremos próximamente, por lo que nos preguntamos ¿qué falló? ¿Realmente falló algo? ¿Para que están utilizando Echelon, entonces?
Debe quedar claro que a pesar de la amenaza terrorista, ningún gobierno democrático puede aprovechar las razones de seguridad nacional para abusar de las leyes, cercenando así los derechos de los ciudadanos. Pero según declaraciones oficiales de la Sede de Comunicaciones Generales (GB) al London Observer, varias organizaciones “inocentes” están en el “Libro Negro” de ECHELON, como Amnistía Internacional, Greenpeace y Christian Aid. ECHELON espía a grupos antiglobalización, movimientos ecologistas o sencillamente, a todos aquellos que promueven un pensamiento crítico.
Tras la caída del comunismo, la inteligencia aliada tuvo que buscar nuevas “misiones” que justificaran sus altos gasto de infraestructura. Y el terrorismo ha sido un “blanco” perfecto porque permite espiar no sólo a los nuevos enemigos del sistema, sino también a sus propios ciudadanos. Y parece ser que tuvieron éxito, ya que en 1999 los servicios de información norteamericanos contaron con un presupuesto anual de 26.700 millones de dólares -tanto como durante la guerra fría-. Eso no impidió los atentados terroristas del 11-S, pero ese es otro tema que tocaremos próximamente, por lo que nos preguntamos ¿qué falló? ¿Realmente falló algo? ¿Para que están utilizando Echelon, entonces?
Debe quedar claro que a pesar de la amenaza terrorista, ningún gobierno democrático puede aprovechar las razones de seguridad nacional para abusar de las leyes, cercenando así los derechos de los ciudadanos. Pero según declaraciones oficiales de la Sede de Comunicaciones Generales (GB) al London Observer, varias organizaciones “inocentes” están en el “Libro Negro” de ECHELON, como Amnistía Internacional, Greenpeace y Christian Aid. ECHELON espía a grupos antiglobalización, movimientos ecologistas o sencillamente, a todos aquellos que promueven un pensamiento crítico.
Incluso se utiliza a
modo particular, en otro artículo publicado por el mismo periódico, un ex
empleado del British Joint Intelligence Comité (BJIC), Robin Robinson, admitió
que Margaret Thatcher había ordenado a título personal, que se interceptaran
las comunicaciones de Lonrho la empresa propietaria del Observer, después de
que éste publicara el 1989 un artículo que acusaba a su hijo Mark de haber
recibido sobornos en una transacción multimillonaria de armas con Arabia
Saudita. A pesar de que se enfrentaba a una acusación por traición, Robinson
confesó que él había enviado mensajes interceptados de Lonrho a la oficina de Thatcher.
Ejemplos claros de que ECHELON no sólo se utiliza para espiar a los potenciales
enemigos, sino también a las personas o grupos que resultan molestos a ese
poder establecido.
La revista británica New Scientist de mayo del 2001 se hacía eco de un informe del Parlamento Europeo que recomienda a los miembros de la Unión que usen software encriptado y Open Source (fuente abierta) antes de enviar su correo electrónico. El documento describe cómo la red ECHELON puede usarse para pinchar las transmisiones de satélite y cables submarinos para espiar a Europa. Según el investigador y experto en espionaje Nicky Hager, existe un programa gratuito de encriptación que se puede descargar de Internet (http://www.pgpi.org) y que protege suficientemente los correos electrónicos de los ojos de ECHELON.
Puede que por todo esto, los gobiernos europeos estén preparando su propio servicio secreto: ENFOPOL. En noviembre de 1998 la revista electrónica alemana Telépolis denunció la creación de una red de espionaje a semejanza de ECHELON en Europa que parece asociarse claramente con el nacimiento de ENFOPOL y que persigue los mismos fines que el programa norteamericano.
La revista británica New Scientist de mayo del 2001 se hacía eco de un informe del Parlamento Europeo que recomienda a los miembros de la Unión que usen software encriptado y Open Source (fuente abierta) antes de enviar su correo electrónico. El documento describe cómo la red ECHELON puede usarse para pinchar las transmisiones de satélite y cables submarinos para espiar a Europa. Según el investigador y experto en espionaje Nicky Hager, existe un programa gratuito de encriptación que se puede descargar de Internet (http://www.pgpi.org) y que protege suficientemente los correos electrónicos de los ojos de ECHELON.
Puede que por todo esto, los gobiernos europeos estén preparando su propio servicio secreto: ENFOPOL. En noviembre de 1998 la revista electrónica alemana Telépolis denunció la creación de una red de espionaje a semejanza de ECHELON en Europa que parece asociarse claramente con el nacimiento de ENFOPOL y que persigue los mismos fines que el programa norteamericano.
El establecimiento
del servicio ENFOPOL fue ratificado por todos los países miembros de la Unión
Europea en 1995, aunque ninguno de ellos lo confirme o desmienta y aunque no
haya habido ningún tipo de debate público al respecto. En este sentido, fue
aprobada una resolución relativa a la interceptación legal de las
comunicaciones por el Paramento Europeo. Esta resolución, no tiene carácter
obligatorio pero todo apunta a que un grupo de países la adoptaría formando un
“espacio ENFOPOL” que irá aumentando a medida que más países vayan integrándose
en dicho espacio.
ENFOPOL intentará imponer sus normas a todos los operadores europeos en telefonía fija y móvil que deberán facilitar a esta policía secreta europea un acceso total a las comunicaciones de sus clientes, así como información sobre números marcados y números desde los que se llama. En el caso de Internet, los proveedores deberán facilitar “una puerta de atrás” para que ENFOPOL pueda penetrar en sistemas privados a sus anchas.
ENFOPOL intentará imponer sus normas a todos los operadores europeos en telefonía fija y móvil que deberán facilitar a esta policía secreta europea un acceso total a las comunicaciones de sus clientes, así como información sobre números marcados y números desde los que se llama. En el caso de Internet, los proveedores deberán facilitar “una puerta de atrás” para que ENFOPOL pueda penetrar en sistemas privados a sus anchas.
Evidentemente estos
proveedores estarán obligados, además, a informar sobre los datos personales de
su cliente, datos de correo electrónico y claves privadas. La información que
proporcionen tampoco podrán hacerla pública así como a quién se la
proporcionen. Todo ello, sin que sea imprescindible o necesaria una orden
judicial.
La actuación de
ECHELON e INFOPOL ponen en un grave peligro los derechos a la libertad de
expresión y a la privacidad. Diferentes organizaciones de todo el mundo se
están movilizando en defensa de las libertades civiles y los derechos humanos
frente al avance del Gran Hermano.
La
realidad tiene varias
caras
Uno puede creer literalmente lo que
lee en los periódicos, oye en la radio, ve en la televisión y lo que exponen
los grupos mediáticos; es un modo seguro, garantizado, de estar en el mundo sin
que aparezcan sombras, enigmas o motivo alguno de inquietud. Llamaremos a este
modo: “Versión Disney” de la historia, en ella el universo cotidiano oscila
regular y previsiblemente entre una pareja de valores claramente delimitados y
cognoscibles: la Derecha y la Izquierda.
Podemos también cuestionar esta forma
gregaria de hipnosis y acceder paulatinamente al conocimiento de una historia
secreta, invisible, negada por “las más diversas autoridades”, una historia que
no coincide con los valores de la tribu y que rompe con numerosos tabúes. “En
la democracia no existe nada similar a una clase dirigente.
Los medios de comunicación
son herramientas imprescindibles para mantener las libertades mediante la
configuración de una opinión pública informada y responsable”.
Ante una pantomima como ésta, claro ejemplo de manipulación y
desinformación
solamente cabe una sonrisa escéptica o
una crítica breve, arrebatada y feroz.
Existe la clase dirigente. La
democracia es escasa o nulamente democrática.
Nuestros destinos los rige el gobierno
oculto.
Fuentes:
radiomen.tripod.com/echelon.htm
www.proyectopv.org/1-verdad/echelon.htm
www.lavaca.org/seccion/actualidad/1/1110.shtml
www.bibliotecapleyades.net/ciencia/echelon02.htm
http://edant.clarin.com/diario/2000/02/25/i-02801d.htm
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