¿Cuál debe ser la educación del futuro?
Semana Educación
Organizó un conversatorio con los rectores de los principales colegios
de la capital.
El objetivo fue discutir críticamente programas
de pedagogía y experiencias particulares de los
los colegios invitados.
Un mundo
cada vez más globalizado y tecnológico justifica repensar los modelos de
enseñanza tradicionales, sobre todo cuando el mundo avanza más rápidamente que
la capacidad del hombre para adaptarse a él.
Para
resolver las dudas entorno a los cambios que se están presentando en la
educación, la conferencia tuvo como invitada especial a Judith Brown,
decana de la Escuela de Artes y Humanidades de Minerva School y también
académica de la Universidad de Stanford (California, EE.UU.).
En
conjunción con los distintos rectores de los colegios de la capital, se
discutieron las ventajas y desventajas de distintos procesos de enseñanza a
nivel escolar y universitario, entre ellos, la educación virtual, la formación
para el trabajo y la internacionalización de la educación.
La
formación para el trabajo y la internacionalización de la educación fueron
temas en los que hubo consenso. Por un lado, se habló de la necesidad de que
los estudiantes trabajen en distintas empresas o entidades al mismo tiempo en
que estudian, de modo que puedan conocer de primera mano cómo funciona el mundo
laboral y descubran si la formación que están recibiendo coincide con las
demandas del trabajo actual.
El ingreso
de un mayor número de extranjeros en las universidades también fue una
preocupación. La U. de Oxford, por ejemplo, cuenta con un 17% de estudiantes
internacionales y Minerva con poco más del 20%. Para Brown, estas cifras deben
verse incrementadas, ya que promueve la interacción social a gran escala fortaleciendo
las relaciones humanas, pues implica multiculturalidad. Según uno de los
rectores, esto contribuiría al desarrollo de una identidad ciudadana mundial,
evitando los nacionalismos.
La
educación virtual levantó cierto escozor entre los intervinientes, quienes
adujeron la necesidad de una formación más humana que tecnológica donde se
promueva más el pensamiento crítico que el conocimiento tecnocrático.
Dentro del
público surgió el comentario sobre la necesidad de formar estudiantes que
deseen cambiar el mundo y no solamente adaptarse a él, sino transformarlo para
el beneficio de todos. “Nuestras metas consisten en la capacidad del estudiante
para innovar y en tener el coraje para hacerlo a pesar de los riesgos”, sostuvo
una de las rectores. “Es necesario ofrecer el conocimiento como una herramienta
de cambio y no de adaptación”. Para ella, las generaciones de hoy piensan
solamente como robots, es decir, no cuestionan contenidos ni reflexionan sobre
la realidad.
http://www.semana.com/educacion/articulo/educacion-virtual-y-el-futuro-de-las-universidades/462875
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