'Amar es lo menos ético que he hecho en la vida'
Fernando Savater habló con EL TIEMPO sobre
ética, política, literatura, sociedad y otros temas.
Por: CARLOS GUEVARA Y BERNARDO BEJARANO G.
Desde el
fallecimiento de su esposa, Sara Torres, ocurrido en marzo del año pasado
(tenía 59 años), el filósofo, escritor e intelectual español Fernando Savater
ha asegurado en varias entrevistas que no piensa volver a escribir libros.
Su última obra, ‘Aquí
viven leones’ -un libro que recorre el mundo de ocho grandes de la literatura
universal y las génesis de algunas de sus obras-, la empezó a escribir a cuatro
manos junto a la mujer con la que compartió 35 años de su vida, pero la muerte
hizo que tuviera que terminarla en solitario, como un homenaje a su “amor
eterno”. Desde entonces se ha refugiado en la literatura y, ocasionalmente, en
el whisky.
Savater (San
Sebastián, 1947), reconocido por sus ensayos, artículos periodísticos y
novelas, y recordado especialmente por su ‘best seller’ ‘Ética para Amador’,
estará en Cali el próximo 4 de septiembre, como invitado a Exposer-Coomeva
2016, donde dictará la conferencia ‘¿Qué es una vida buena? Las razones de la
ética’.
¿Cuáles serán los temas centrales de la conferencia que
ofrecerá el mes próximo en Colombia?
Creo que términos
como ‘moral’ o ‘ética’ se utilizan normalmente de modo tan ramplón como
impreciso. Suelen demostrar simplemente un deseo para afear la conducta ajena y
poco más. Entonces, me gustaría señalar los usos positivos de esos términos y
en qué pueden ayudar a un juicio sobre nuestra conducta, no sobre la de los
demás.
¿Podría darnos algunas claves sobre ‘qué es una vida
buena’, como se titula su charla?
Nada bueno es
sencillo de alcanzar. Ya nos lo advirtió Spinoza (filósofo neerlandés,
1632-1677) -por cierto, la primera recomendación que se me ocurre es la lectura
de la ‘Ética’ de Spinoza-.
Les repetiré las tres
virtudes necesarias para la vida buena que ya he dado en mis obras:
“coraje”
para vivir,
pues siempre estamos acechados por la muerte; “generosidad” para convivir, pues tratar a los demás como
desearíamos que se nos tratasen exige renuncias, y
“prudencia” para sobrevivir, porque
quien nunca se resguarda no dura.
¿Cómo reponerse a la pérdida de un ser querido? ¿Se puede
seguir viviendo o ya solamente se sobrevive?
Depende de cuál sea
el ser querido: no es lo mismo perder a una abuelita entrañable que a un hijo
adolescente. Y también depende de quien sufre la pérdida: no creo, como Antonio
Gala (escritor español), que todos los viudos mejoren, pero es indudable que
algunos sienten más alivio que pena.
Usted ha contado que, tras la partida de su esposa, ha
encontrado consuelo en la literatura. ¿Qué poder tienen las letras y qué otros
refugios ha hallado?
Primero aclaro que mi
mujer no ha partido, sino que ha muerto: los eufemismos no remedian las
desdichas. La literatura siempre ha sido mi pasión, compartida además con Sara
(su esposa). De modo que leer nos acerca en cierto modo, misterioso y eficaz.
Otro refugio es, ocasionalmente, el whisky, pero sus efectos son menos potentes
que los de la literatura.
¿Cómo definiría el libro ‘Aquí viven leones’, que comenzó a
cuatro manos con su esposa y que tuvo que terminar en solitario?
Es un libro
infinitamente especial para mí, una combinación única de júbilo amoroso y
desdicha, amorosa también. Es único entre los míos y el último de ellos.
¿Es verdad que decidió abandonar la literatura?
Seguiré escribiendo
artículos periodísticos y, quizá, algún ensayito breve, pero nada más.
¿Cuáles son sus autores predilectos dentro de las nuevas
generaciones literarias?
Ahora releo más que
leer novedades: cosas de la edad. De los que he descubierto más recientemente,
me gustan el italiano Niccolò Ammaniti y la francesa Fred Vargas.
¿Qué libro tiene en este momento en su mesa de noche?
Una novela policiaca
de un autor ahora olvidado, (el inglés) Cyril Hare: ‘El inquilino de la muerte’
(‘Tenant for Death’, 1937).
¿Cuál es el libro que más veces ha leído?
Los cuentos de Edgar
Allan Poe.
Siempre se refieren a usted como el autor de ‘Ética para
Amador’. ¿Qué siente por ese texto?
Ante todo,
agradecimiento. Ha sido mi gran oportunidad de dirigirme a un público extenso.
Pero a veces me irrita un poco, porque oculta todo el resto de lo que he hecho,
que también tiene cierto mérito.
¿La ética sigue siendo un valor fuerte en la sociedad
actual o, por el contrario, se ha venido diezmando?
La ética es una
reflexión sobre los motivos que dinamizan la acción humana. Todo el mundo tiene
una moral a su modo, tanto el gánster como el santo. Pero no todas las morales
tienen la misma validez humana. Analizar estos modelos valorativos es la
principal tarea ética.
Desde ese punto de vista, ¿qué lógica mueve a una
organización como Estado Islámico?
La ideología del
terrorismo de Isis (Estado Islámico) es muy parecida a la del fascismo:
oscurantismo atávico en los dogmas y modernidad en los instrumentos de guerra y
comunicación. Sus ataques letales han comenzado hace relativamente poco, y
naturalmente espero que a la larga sean plenamente derrotados.
Usted ha dicho que la ética refuerza y enriquece la vida.
¿De qué manera lo hace?
Del mismo modo que la
dietética busca los alimentos mejores para nuestra salud y la higiene busca los
modos de prevenir dolencias, la ética quiere identificar los comportamientos
que mejor sentarán a nuestra condición humana.
¿Cree que la ética tiene relación con la felicidad o se
puede buscar la felicidad sin necesidad de acudir a la ética?
Si la ética no
tuviera ninguna relación con la felicidad, no sé para qué la íbamos a querer.
Sobre tal relación hay dos opiniones fundamentales diferentes: Spinoza cree que
la felicidad no es el objetivo o premio de la ética, sino la ética misma; Kant
piensa que por medio de la ética nos hacemos merecedores de la felicidad, que
no es cosa de este mundo, pero quién sabe…
¿Qué lugar ocupa la política en su vida?
La política es una
parte de mi vida, como en la de todo ciudadano. En democracia, todos somos
políticos, nos guste o no. Como la alternativa es ser vasallos de algún
dictador, no puedo decir que aborrezca la política.
¿Qué tanto evalúan los ciudadanos la ética de los
dirigentes a la hora de escogerlos?
La única moral que
uno puede evaluar es la propia y personal, porque no conocemos el interior de
nadie más. A los gobernantes hay que elegirlos por sus virtudes y capacidades
políticas, que también importan.
¿Cómo vislumbra el futuro de Estados Unidos, teniendo en
cuenta las opciones que representan los dos candidatos presidenciales con
opciones reales de ganar?
No sé cómo será el
futuro si sale elegida Hillary Clinton, pero creo que la elección de Donald
Trump traerá desastres a los Estados Unidos y al resto del mundo. De hecho, ya
considero desastroso que tantos ciudadanos parezcan decididos a votar por él.
¿Qué opina de la mala hora que está viviendo la izquierda
en América Latina?
A mí lo que me
preocupa son las malas horas de muchos ciudadanos de esos países, no de las
ideologías. La buena ideología política es la que mejora la vida real de las
personas y enmienda los atropellos. Suele tener elementos tomados de la derecha
y de la izquierda.
¿Cuál es su visión del proceso de paz que se lleva a cabo
en Colombia?
No tengo información
de primera mano suficiente para juzgarlo. Cualquiera de ustedes sabe más del
asunto que yo. Lo único que puedo decir es que espero fervientemente que todo
salga bien para la ciudadanía colombiana.
Está previsto que nuestro país haga un plebiscito en el que
se les preguntará a los ciudadanos si aprueban o no los acuerdos de paz entre
el Gobierno y las Farc. ¿Le parecen igualmente éticas las dos opciones de
respuesta?
Se trata ante todo de
una cuestión política, no moral. Lo ético es que cada cual vote lo que a su
leal saber y entender es mejor para Colombia.
¿Es posible perdonar a quienes han causado tanto daño, como
las guerrillas o las autodefensas?
El perdón es una
cuestión íntima que solo concierne a quien ha sido dañado por el agresor. Una
institución no puede perdonar, solo puede indultar. Y eso es algo que debe
hacerse de forma prudente y razonada, pues la base de toda sociedad democrática
es la justicia.
¿Considera que ahora hay más corrupción que antes?
Como no he vivido
antes, sino en el presente, no les puedo decir. Los testimonios históricos, de
Juvenal (poeta romano de los siglos I y II) hasta nuestros días, parecen claros
señalando que nunca ha faltado corrupción. Quizá la novedad sea que ahora
podemos denunciarla y protestar contra ella.
¿Qué ha fallado en los sistemas educativos para que siempre
haya habido corrupción?
La educación no
amaestra a los humanos, solo intenta señalarles cuáles son los mejores usos de
la libertad. Luego, ellos deciden.
¿Cuál cree que es la principal maldición de la sociedad
moderna?
El regodeo en la
estupidez de quienes podrían evitarla y ayudar a otros a salir de ella. Pero no
es una característica exclusiva de la modernidad.
Teniendo en cuenta lo que se sabe sobre los ‘millennials’,
¿está en buenas manos el futuro del planeta?
En lo ocurrido a lo
largo del siglo pasado y de lo que llevamos del XXI, tampoco parece que el
planeta haya estado o esté en manos excelentes...
¿Todavía sigue creyendo que las redes sociales son ‘medios
que ensucian la mente y nos distraen de lo realmente importante’, como dijo en otra entrevista?
Por lo general, esa
es la función que cumplen, aunque para quien sabe elegir pueden ser útiles y
hasta poéticas.
¿Cree que internet acabará con los diarios impresos, como pronostican algunos?
Lo realmente
importante es que no sepulte el periodismo, es decir, la ética y la estética de
las noticias.
Hay un concurso estudiantil que lleva su nombre y que
premia el mejor trabajo sobre Platón. ¿Cuál de las ideas del padre de la
filosofía le parece que es la más vigente hoy?
Platón dijo, por boca
de Sócrates, que una vida sin pensamiento no merece la pena. Quizá esa idea
pueda tener cierta vigencia.
¿Para qué sirve la filosofía en un mundo como el
actual?
Para nada,
afortunadamente. La filosofía no es sierva de nada ni nadie, sino expresión de
libertad. (Negrilla por fuera de texto).
¿Qué es lo menos ético que ha hecho en su vida?
Amar, porque donde
hay amor ya no hace falta ética.
¿Y lo más inmoral?
Responder a ciertas
preguntas.
CARLOS
GUEVARA Y BERNARDO BEJARANO G.
Redacción Domingo
Redacción Domingo
http://www.eltiempo.com/entretenimiento/musica-y-libros/entrevista-de-el-tiempo-con-el-filosofo-espanol-fernando-savater/16673063
No hay comentarios:
Publicar un comentario