domingo, agosto 14, 2016

'Amar es lo menos ético que  he hecho en la vida'
 Fernando Savater habló con EL TIEMPO sobre
 ética, política, literatura, sociedad y otros temas.

Por: CARLOS GUEVARA Y BERNARDO BEJARANO G.


Desde el fallecimiento de su esposa, Sara Torres, ocurrido en marzo del año pasado (tenía 59 años), el filósofo, escritor e intelectual español Fernando Savater ha asegurado en varias entrevistas que no piensa volver a escribir libros. 
Su última obra, ‘Aquí viven leones’ -un libro que recorre el mundo de ocho grandes de la literatura universal y las génesis de algunas de sus obras-, la empezó a escribir a cuatro manos junto a la mujer con la que compartió 35 años de su vida, pero la muerte hizo que tuviera que terminarla en solitario, como un homenaje a su “amor eterno”. Desde entonces se ha refugiado en la literatura y, ocasionalmente, en el whisky.
Savater (San Sebastián, 1947), reconocido por sus ensayos, artículos periodísticos y novelas, y recordado especialmente por su ‘best seller’ ‘Ética para Amador’, estará en Cali el próximo 4 de septiembre, como invitado a Exposer-Coomeva 2016, donde dictará la conferencia ‘¿Qué es una vida buena? Las razones de la ética’.
¿Cuáles serán los temas centrales de la conferencia que ofrecerá el mes próximo en Colombia?
Creo que términos como ‘moral’ o ‘ética’ se utilizan normalmente de modo tan ramplón como impreciso. Suelen demostrar simplemente un deseo para afear la conducta ajena y poco más. Entonces, me gustaría señalar los usos positivos de esos términos y en qué pueden ayudar a un juicio sobre nuestra conducta, no sobre la de los demás.
¿Podría darnos algunas claves sobre ‘qué es una vida buena’, como se titula su charla?
Nada bueno es sencillo de alcanzar. Ya nos lo advirtió Spinoza (filósofo neerlandés, 1632-1677) -por cierto, la primera recomendación que se me ocurre es la lectura de la ‘Ética’ de Spinoza-.
Les repetiré las tres virtudes necesarias para la vida buena que ya he dado en mis obras:
“coraje” para vivir, pues siempre estamos acechados por la muerte; “generosidad” para convivir, pues tratar a los demás como desearíamos que se nos tratasen exige renuncias, y
“prudencia” para sobrevivir, porque quien nunca se resguarda no dura.
¿Cómo reponerse a la pérdida de un ser querido? ¿Se puede seguir viviendo o ya solamente se sobrevive?
Depende de cuál sea el ser querido: no es lo mismo perder a una abuelita entrañable que a un hijo adolescente. Y también depende de quien sufre la pérdida: no creo, como Antonio Gala (escritor español), que todos los viudos mejoren, pero es indudable que algunos sienten más alivio que pena.
Usted ha contado que, tras la partida de su esposa, ha encontrado consuelo en la literatura. ¿Qué poder tienen las letras y qué otros refugios ha hallado?
Primero aclaro que mi mujer no ha partido, sino que ha muerto: los eufemismos no remedian las desdichas. La literatura siempre ha sido mi pasión, compartida además con Sara (su esposa). De modo que leer nos acerca en cierto modo, misterioso y eficaz. Otro refugio es, ocasionalmente, el whisky, pero sus efectos son menos potentes que los de la literatura.
¿Cómo definiría el libro ‘Aquí viven leones’, que comenzó a cuatro manos con su esposa y que tuvo que terminar en solitario?
Es un libro infinitamente especial para mí, una combinación única de júbilo amoroso y desdicha, amorosa también. Es único entre los míos y el último de ellos.
¿Es verdad que decidió abandonar la literatura?
Seguiré escribiendo artículos periodísticos y, quizá, algún ensayito breve, pero nada más.
¿Cuáles son sus autores predilectos dentro de las nuevas generaciones literarias?
Ahora releo más que leer novedades: cosas de la edad. De los que he descubierto más recientemente, me gustan el italiano Niccolò Ammaniti y la francesa Fred Vargas.
¿Qué libro tiene en este momento en su mesa de noche?
Una novela policiaca de un autor ahora olvidado, (el inglés) Cyril Hare: ‘El inquilino de la muerte’ (‘Tenant for Death’, 1937).
¿Cuál es el libro que más veces ha leído?
Los cuentos de Edgar Allan Poe.
Siempre se refieren a usted como el autor de ‘Ética para Amador’. ¿Qué siente por ese texto?
Ante todo, agradecimiento. Ha sido mi gran oportunidad de dirigirme a un público extenso. Pero a veces me irrita un poco, porque oculta todo el resto de lo que he hecho, que también tiene cierto mérito.
¿La ética sigue siendo un valor fuerte en la sociedad actual o, por el contrario, se ha venido diezmando?
La ética es una reflexión sobre los motivos que dinamizan la acción humana. Todo el mundo tiene una moral a su modo, tanto el gánster como el santo. Pero no todas las morales tienen la misma validez humana. Analizar estos modelos valorativos es la principal tarea ética.
Desde ese punto de vista, ¿qué lógica mueve a una organización como Estado Islámico?
La ideología del terrorismo de Isis (Estado Islámico) es muy parecida a la del fascismo: oscurantismo atávico en los dogmas y modernidad en los instrumentos de guerra y comunicación. Sus ataques letales han comenzado hace relativamente poco, y naturalmente espero que a la larga sean plenamente derrotados.
Usted ha dicho que la ética refuerza y enriquece la vida. ¿De qué manera lo hace?
Del mismo modo que la dietética busca los alimentos mejores para nuestra salud y la higiene busca los modos de prevenir dolencias, la ética quiere identificar los comportamientos que mejor sentarán a nuestra condición humana.
¿Cree que la ética tiene relación con la felicidad o se puede buscar la felicidad sin necesidad de acudir a la ética?
Si la ética no tuviera ninguna relación con la felicidad, no sé para qué la íbamos a querer. Sobre tal relación hay dos opiniones fundamentales diferentes: Spinoza cree que la felicidad no es el objetivo o premio de la ética, sino la ética misma; Kant piensa que por medio de la ética nos hacemos merecedores de la felicidad, que no es cosa de este mundo, pero quién sabe…
¿Qué lugar ocupa la política en su vida?
La política es una parte de mi vida, como en la de todo ciudadano. En democracia, todos somos políticos, nos guste o no. Como la alternativa es ser vasallos de algún dictador, no puedo decir que aborrezca la política.
¿Qué tanto evalúan los ciudadanos la ética de los dirigentes a la hora de escogerlos?
La única moral que uno puede evaluar es la propia y personal, porque no conocemos el interior de nadie más. A los gobernantes hay que elegirlos por sus virtudes y capacidades políticas, que también importan.
¿Cómo vislumbra el futuro de Estados Unidos, teniendo en cuenta las opciones que representan los dos candidatos presidenciales con opciones reales de ganar?
No sé cómo será el futuro si sale elegida Hillary Clinton, pero creo que la elección de Donald Trump traerá desastres a los Estados Unidos y al resto del mundo. De hecho, ya considero desastroso que tantos ciudadanos parezcan decididos a votar por él.
¿Qué opina de la mala hora que está viviendo la izquierda en América Latina?
A mí lo que me preocupa son las malas horas de muchos ciudadanos de esos países, no de las ideologías. La buena ideología política es la que mejora la vida real de las personas y enmienda los atropellos. Suele tener elementos tomados de la derecha y de la izquierda.
¿Cuál es su visión del proceso de paz que se lleva a cabo en Colombia?
No tengo información de primera mano suficiente para juzgarlo. Cualquiera de ustedes sabe más del asunto que yo. Lo único que puedo decir es que espero fervientemente que todo salga bien para la ciudadanía colombiana.
Está previsto que nuestro país haga un plebiscito en el que se les preguntará a los ciudadanos si aprueban o no los acuerdos de paz entre el Gobierno y las Farc. ¿Le parecen igualmente éticas las dos opciones de respuesta?
Se trata ante todo de una cuestión política, no moral. Lo ético es que cada cual vote lo que a su leal saber y entender es mejor para Colombia.
¿Es posible perdonar a quienes han causado tanto daño, como las guerrillas o las autodefensas?
El perdón es una cuestión íntima que solo concierne a quien ha sido dañado por el agresor. Una institución no puede perdonar, solo puede indultar. Y eso es algo que debe hacerse de forma prudente y razonada, pues la base de toda sociedad democrática es la justicia.
¿Considera que ahora hay más corrupción que antes?
Como no he vivido antes, sino en el presente, no les puedo decir. Los testimonios históricos, de Juvenal (poeta romano de los siglos I y II) hasta nuestros días, parecen claros señalando que nunca ha faltado corrupción. Quizá la novedad sea que ahora podemos denunciarla y protestar contra ella.
¿Qué ha fallado en los sistemas educativos para que siempre haya habido corrupción?
La educación no amaestra a los humanos, solo intenta señalarles cuáles son los mejores usos de la libertad. Luego, ellos deciden.
¿Cuál cree que es la principal maldición de la sociedad moderna?
El regodeo en la estupidez de quienes podrían evitarla y ayudar a otros a salir de ella. Pero no es una característica exclusiva de la modernidad.
Teniendo en cuenta lo que se sabe sobre los ‘millennials’, ¿está en buenas manos el futuro del planeta?
En lo ocurrido a lo largo del siglo pasado y de lo que llevamos del XXI, tampoco parece que el planeta haya estado o esté en manos excelentes...
¿Todavía sigue creyendo que las redes sociales son ‘medios que ensucian la mente y nos distraen de lo realmente importante’, como dijo en otra entrevista?
Por lo general, esa es la función que cumplen, aunque para quien sabe elegir pueden ser útiles y hasta poéticas.
¿Cree que internet acabará con los diarios impresos, como pronostican algunos?
Lo realmente importante es que no sepulte el periodismo, es decir, la ética y la estética de las noticias.
Hay un concurso estudiantil que lleva su nombre y que premia el mejor trabajo sobre Platón. ¿Cuál de las ideas del padre de la filosofía le parece que es la más vigente hoy?
Platón dijo, por boca de Sócrates, que una vida sin pensamiento no merece la pena. Quizá esa idea pueda tener cierta vigencia.
¿Para qué sirve la filosofía en un mundo como el actual?
Para nada, afortunadamente. La filosofía no es sierva de nada ni nadie, sino expresión de libertad. (Negrilla por fuera de texto).
¿Qué es lo menos ético que ha hecho en su vida?
Amar, porque donde hay amor ya no hace falta ética.
¿Y lo más inmoral?
Responder a ciertas preguntas.
CARLOS GUEVARA Y BERNARDO BEJARANO G.
Redacción Domingo

http://www.eltiempo.com/entretenimiento/musica-y-libros/entrevista-de-el-tiempo-con-el-filosofo-espanol-fernando-savater/16673063





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