jueves, septiembre 15, 2016

El día en que  Nietzsche lloró

Analiza desde  una mirada psicoanalítica freudiana, consta de ciertos contenidos, tales como, la utilización del diván, la cura por la palabra, como también el desarrollo de lo que experimentan cada uno de los personajes que dan a conocer contenidos inconscientes, que dan cuenta de la lucha constante del ello, yo y superyó, cual se muestran diversos mecanismos de defensa utilizados por los personajes.
En un comienzo podría ser considerada como un ejemplo de una psicoterapia, sin embargo se deja en evidencia la distinción de un proceso psicoterapéutico real, ya que resulta fundamental en la formación profesional la noción de paciente y formación ética del psicólogo. Al tratarse de un film con alto contenido psicológico y de una "práctica clínica".

La película “El día que Nietzsche lloró” de Pinchas Perry (2007), se basa en la historia de Friedrich Nietzsche, un gran filósofo alemán, el cual tras sus persistentes migrañas y continuo sentimiento de desesperanza que se daba a conocer, es llevado en secreto por Lou Salome, su gran amor, que siente culpa de las ideas suicidas que existen en el filósofo, lo lleva en manos del Doctor Josef Breuer, para que éste utilice la técnica de la cura a través de la palabra y tratar con disimulo su angustia, sin que se dé cuenta y piense que solo se trata de curar su dolor físico. En una especie de acuerdo que se creó entre Nietzsche y Breuer, es que se lleva a cabo el plan del doctor, mientras ayuda al filósofo él también podrá derrotar su sufrimiento, es por este motivo que a medida que pasa la historia es posible darse cuenta de sucesos específicos que marcan el desenlace de la trama, cómo los sueños persistentes que guardan relación con Bertha (Anna O), paciente del Dr. Breuer, donde da a conocer en evidencia como los contenidos inconscientes atormentan a éste, quien de hecho tuvo que tomar la decisión de derivarla tras los sentimientos resultantes de la terapia que se estaba realizando, los cuales están relacionados directamente con la transferencia y contratransferencia, los que también son tratados por Nietzsche, pasando a ser éste como su terapeuta sin serlo como profesión, utilizando técnicas como la del diván y sacar a flote deseos inconscientes, buscando integrar el inconsciente con el consciente, buscando establecer una relación de confianza que los lleve a soltar lo que se encuentra reprimido y sanarse mutuamente, permitiendo la libertad de las lágrimas, el alivio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario