La plaga de las nuevas generaciones:
niños crecen con retrasos en el lenguaje por
uso excesivo de pantallas.
Los
expertos coinciden en que la concientización que necesitan los padres frente al
uso de las pantallas de los bebés es urgente.
Pediatras
de todo el mundo muestran preocupación por la poca educación o concientización
que tienen los padres de familia frente a la exposición obsesiva de los bebés,
niños y adolescentes a las pantallas y la tecnología.
En su mayoría, los niños que tienen un uso excesivo de las pantallas, fueron tenidos durante la pandemia.
Múltiples
investigaciones han demostrado que el uso de pantallas puede traer grandes
afectaciones en el desarrollo y salud de los niños, incluso la Organización
Mundial de la Salud, OMS, recomienda que los niños menores de 2 años tengan
contacto cero con pantallas y entre los 2 y los 5 solo se expongan a ellas
máximo 1 hora al día.
Según
una investigación realizada por el medio español ABC, los niños han tenido más
problemas con la utilización en exceso de pantallas, en su mayoría, son hijos
de la pandemia, niños que salen, comen, y muchos de ellos se acuestan y se
despiertan con la estridencia de los estímulos visuales y sonoros de una
pantalla.
Sin
embargo, esto le hace mucho daño a los bebés, según le explicó María del Pilar
Mallada, del centro de salud de Rebolería de Zaragoza, al medio mencionado los
niños “se expone a su cerebro, aún inmaduro, a una gran cantidad de estímulos
que no está preparado para procesar y eso tiene consecuencias en el
desarrollo”, afirmó la experta.
Ese
abuso de tabletas, televisores y celulares sin una compañía adecuada que regule
contenido y tiempo de permanencia, alteraría el desarrollo natural del cerebro
en los menores, según los expertos.
Mallada
comentó que preocupa la normalización del consumo de pantallas de los bebés “a
veces las familias entran en la consulta con el carrito del bebé con el soporte
para colocarles el móvil o la tableta. Es muy grave que lo incorporen como un
complemento en el carrito para lactantes”, señaló la funcionaria a ABC.
A
pesar de que la OMS recomienda el contacto cero con las pantallas, la
especialista afirma que “la media de los pacientes que atendemos supera las dos
horas”.
¿Retrasos en el lenguaje?
Los
expertos afirman que el desarrollo del lenguaje se da gracias a la interacción
del niño con su entorno.
Así lo
explicó la psicóloga Silvia Álava al diario español República, “el 85 % del
desarrollo neuronal en los niños, tanto en comunicación como en bienestar
social, se produce en los tres primeros años de vida”, por lo que, según la
psicóloga, los menores tienen que experimentar en un entorno multisensorial que
no son capaces de percibir con la tecnología.
Las
personas con las que se rodean los niños serían las principales influencias y
modelos lingüísticos. De las interacciones dependerá el adecuado desarrollo del
lenguaje de los menores.
“La
mejor manera de ayudar a desarrollar el lenguaje de los niños es interactuar
con ellos. Hacerlo en la hora del baño, durante la comida, a la hora de dormir,
son momentos importantísimos para agregar información verbal y no verbal que
darán lugar al desarrollo del lenguaje y sus precursores”, explicó María del
Pilar Mallada al medio ABC.
Un
problema notorio para esta problemática sería que, gracias a la normalización
que se tiene por parte de los padres ante el uso de pantallas, se crea una
falsa percepción del tiempo que los niños están frente a una pantalla.
“Cuando
les preguntas cuántas horas pasan frente a la pantalla, te dicen que solo una,
pero, no cuentan ni las horas de canguro tecnológico, ni las horas de la
comida, ni las que les entretienen durante las compras, etc. En algunos casos
extremos han llegado a ser hasta ocho en total, y la media de los pacientes que
atendemos supera las dos horas cuando en estas edades las autoridades europeas
recomiendan exposición cero”, afirmó Mallada.
Según
un estudio de la Pediatric Academic Societies Meeting de 2017, que se realizó
con una muestra de 900 niños, se evidenció que dos de cada diez niños de entre
seis meses y dos años pasaban en promedio 28 minutos al día usando las
pantallas y eso afectaba a su desarrollo del lenguaje. Por cada incremento de
30 minutos de tiempo con una pantalla móvil, en promedio al día, los
investigadores descubrieron un 49% más de riesgo de sufrir retrasos del
lenguaje expresivo.
Es por
ello que se recomienda que, hasta ese periodo de alrededor de 2 años, es
preferible que los niños se estimulen con juguetes, colores, con objetos
físicos y otro tipo de actividades, como la relación con personas, que
estimulen su interacción con las cosas que pueden tocar y así puedan iniciar a
gesticular sonidos e incluso palabras.
¿Pueden
las pantallas influir en una ansiedad prematura?
Según
expertos, el exceso de las pantallas en la etapa lactante puede causar también
problemas de irritabilidad y ansiedad porque obtienen su estimulación de forma
muy rápida, sacian rápidamente, ya que con las pantallas están recibiendo nueva
información a mucha velocidad, lo que lleva a que sus cerebros se acostumbren a
ello.
Esto,
además, les puede desarrollar un alto déficit de atención y se desencadena cuando
estos bebés llegan a la escuela que tiene un ritmo un poco más lento, se les
hace difícil concentrarse.
“Han
acostumbrado su cerebro a ir a mil con la superestimulación de las tabletas o
celulares y al llegar a la clase se rebaja considerablemente ese ritmo de
estimulación y se aburren”, argumentó la pediatra María del Pilar al ABC.
En este
sentido, la pediatra de Atención Primaria, Pilar Mallada, destacó, también, que
esta estimulación de las pantallas lleva a los menores a confundir la realidad
y la ficción.
Además
de los problemas en el desarrollo del cerebro de los niños, el uso de pantallas
ha influido en enfermedades físicas en niños y adolescentes. El especialista en
Medicina Familiar y Comunitaria y coordinador del Grupo de Trabajo Niño y Adolescente
de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), Francesc
Xavier Díaz, ha comentado que cada vez son más los niños que sufren
enfermedades a causa constante contacto con pantallas.
«En
las consultas de Primaria estamos viendo cada vez más problemas de salud en
adolescentes y jóvenes que no imaginábamos por el uso abusivo de pantallas».
El
especialista se refiere a la hipertensión, de exceso de peso, y problemas
oculares como el síndrome visual de las pantallas.
Para
poner un ejemplo, el 75% de las personas sufren dificultades para enfocar,
sequedad ocular, vista cansada y miopía debido a que delante de una pantalla
parpadeamos menos, esta problemática se sumarían a otros temas mencionados
anteriormente como trastornos cognitivos y psicológicos como déficit de
atención, alteraciones del sueño, ansiedad, etc.
En la
misma línea, Díaz puso sobre la mesa una investigación realizada por
especialistas de Uruguay con una muestra de 711 niños que constató un aumento
de la obesidad, el sobrepeso y la presión arterial en los menores que estaban
más expuestos a las nuevas tecnologías.
Un
estudio ejecutado por expertos de la Universidad de Valladolid que se efectuó
entre los meses de octubre de 2021 y mayo de 2022 sobre una muestra de 58 niños
de entre 12 y 14 años, demostró que los niños con un Índice de Masa Corporal (IMC)
más alto hacen un mayor uso del móvil, aunque la correlación no es muy elevada
(0,26). “Eso está relacionado con el sedentarismo y con el hecho de comer
frente a las pantallas”, afirmó Díaz para el ABC.
Díaz,
precisa también para el medio ABC, acerca de un “aumento notable” en las
consultas médicas de Atención Primaria de “adolescentes con bajo rendimiento
escolar, problemas de conducta y de relación social y cuadros de ansiedad e
irritabilidad por el mal empleo que hacen de las nuevas tecnologías”.
El
papel de los padres en esta problemática
Los
expertos, además, han hecho diferentes alertas acerca del papel de los padres y
cómo sus acciones pueden servir de ejemplo para los niños, porque es importante
que, si exigen a los niños no usar pantallas, ellos no lo hagan de más, debido
a que los niños los tienen como referente.
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sola mientras se iba de vacaciones.
Sin
embargo, ese no es el único problema de los padres “cada vez hay más padres que
traen a sus hijos con heridas del parque y no saben cómo se han herido porque
estaban mirando el móvil. Es también preocupante, algo crucial a revertir”,
dicen los pediatras.
“Es tiempo en el que nos dejan en paz”, según le dijo la logopeda Sara Serrano Díaz al diario República, “las familias están cada vez más ocupadas y, como no quieren renunciar a su tiempo, cada vez entregan antes un dispositivo a los niños para que se ‘entretengan’”.
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