domingo, abril 03, 2016

Diez  historias de emprendedores colombianos
  



1. Sequoia Space: Satélites made in Colombia          Por: Paola Martínez

Fabricar satélites y lanzarlos al espacio es el negocio con el que cuatro ingenieros  quieren  marcar un hito en el sector aeroespacial latinoamericano. Sin hacer muchos  análisis del riesgo, se lanzaron a una industria desconocida y hacen cálculos de ventas de $ 36.000 millones anuales  en el corto plazo.

“Todos tenemos la idea del millón de dólares en la cabeza; lo difícil es vendérsela al mercado con éxito. De ahí que el emprendimiento sea más que crear un producto único y novedoso”. Así piensa Iván Luna, ingeniero electrónico de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, quien a sus 27 años ya sabía que quería  fabricar y poner en órbita satélites aeroespaciales.

Tenía una de esas ideas que casi nadie secundaría, pero, para su fortuna,  conoció a Elkin Cifuentes, un ingeniero civil de la Universidad  de los Andes, tan avezado como él. No tenían  ni un peso para arrancar, así que se las ingeniaron  para conseguir el capital.

En el 2007 lograron constituirse como los representantes para Latinoamérica de la compañía Pumpkin Inc., de San Francisco, que fabrica partes para satélites. Vendiendo estas piezas  fueron acumulando el capital para desarrollar  sus propios productos y en el 2009 ya tenían la base para consolidar el negocio  de sus sueños: Sequoia Space.

Al poco tiempo de iniciar, se les unieron Andrés Alfonso y Carlos Suárez, ingenieros electrónicos de la Universidad Pedagógica Nacional y de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, respectivamente. Así, se puso en firme este ambicioso modelo  de emprendimiento que se concentra en  el desarrollo aeroespacial de satélites pequeños (pico y nano-satélites). Además,  tiene  experiencia  certificada  en el desarrollo  de CubeSats  y en la aplicación de metodologías para el diseño  y la elaboración de misiones aeroespaciales.

En pocas palabras, es una empresa que fabrica satélites, la estación terrena que monitorea al satélite y también ofrece el servicio de lanzamiento para poner la máquina en órbita. Se definieron dos segmentos a los que había que apuntarle: universidades y Gobierno y defensa.

A las primeras les prestan asesoría en la fabricación y funcionamiento de satélites  para  que  puedan obtener  información  sobre  el comportamiento en el exterior de la Tierra, tomar fotos o hacer  experimentos de biología (ej. cómo  se comportaría una bacteria  en el espacio).  En el segundo  caso, los satélites se usan para obtener información sobre límites geográficos, meteorología y para ejercer  acciones de vigilancia, así como todas las variables que un gobierno determine.

Con los pies en la tierra

“Nos enseñaron a quedarnos en la queja: No  hay dinero, nadie me  ayuda, ¿si renuncio y no recibo salario, qué va a pasar conmigo? Por eso, para emprender se necesita valor”.  “Lo duro de emprender no es tener un producto o servicio innovador, sino luchar contra uno mismo. Uno puede  fracasar, quebrar,  pero nunca  desistir”, dice. Y ellos sí que pueden dar fe de eso, pues los primeros años de venta han sido fluctuantes. “Para que  un emprendimiento funcione  es clave  reconocer lo que  uno  no  sabe  hacer. Nosotros, por ejemplo,  somos ingenieros y no sabemos  facturar ni vender. Por eso, debemos asesorarnos y aprender. En este punto es donde muchos naufragan, pues, aunque tienen un producto o idea novedosa, no saben cómo enfrentarse a los negocios”,  dice Elkin Cifuentes.

En un mundo  en el que todo está casi hecho, la innovación parecería una utopía; sin embargo,  el que tiene mente  de emprendedor sabe que siempre hay mercados vírgenes y nuevas formas de hacer las cosas. Sequoia Space es uno de esos casos.

“Somos la única empresa que desarrolla satélites pequeños en Latinoamérica. Estos van desde  1 kg hasta 18 kg, mientras  que en las compañías más  famosas  del  mundo  los de menor tamaño  son de 50 kg. A esto se suma que somos los únicos que entregamos el paquete  de misión  completa (satélite, estación terrena y lanzamiento) en la región”, explica Iván. Así que,  con  este modelo  de empren- dimiento, Sequoia  Space hoy hace  parte del selecto grupo de las ocho empresas que ofrecen estos productos y servicios en el mundo.

Además,  han  abierto  las puertas  a futuras negociaciones con la NASA, pues Peter Warden, director  del centro  AMES de esta organización (California), al conocer su trabajo dijo: “no solo la tecnología que se está desarrollando es tan avanzada como  la de Silicon Valley, sino que el modelo  de negocio es mejor”. De ahí, que hoy exista la posibilidad  de que la NASA compre  y utilice su sistema Space For You.

Este es un  producto hecho  para  niños  y jóvenes que les permite acercarse a la ciencia y a la tecnología. Se trata de un kit completo  de piezas  para  que  puedan armar  su propio  satélite,  el cual se lanza  a través de un globo aerostático y llega a una altura de 30  o 35  km de  la Tierra,  desde  donde  se puede  ver su curvatura.

Gracias a esa visión aguda para los negocios, hoy comercializan su oferta en Chile, Ecuador, Perú y Colombia  y han logrado sacar productos altamente segmentados. Por ejemplo, tienen una tarjeta de desarrollo electrónica, que  viene  equipada con  sensores, GPS y que se le vende  a todo aquel que  está aprendiendo a fabricar  satélites  y desea ahorrar  tiempo en la curva de aprendizaje,  así como  al fabricador  experto  que necesita  comprar  partes ya elaboradas.

Con  estas  propuestas   innovadoras, este equipo  quiere  rendirle  culto a su nombre, que  hace  referencia  al  árbol  más  grande y antiguo  del mundo. “Sequoia  nos representa  porque  queremos ser  una  empresa sólida,  longeva  y viva”,  concluyen estos emprendedores.

• Nombre comercial: Sequoia Space
• Fecha de creación: 4 de octubre  del 2007
• Sector al que pertenece: aeroespacial
• Producto y/o servicio que ofrece: 14 productos relacionados con la fabricación de satélites y ocho servicios de asesoría y lanzamientos
• Países de operación: Colombia    • Sedes: una en Bogotá
• Empleados: 10   • Clientes: 10
• Países en los que venden productos: Ecuador, Chile, Perú y Colombia. 
• El mercado objetivo es Latinoamérica
• Patentes o derechos de autor: en proceso  de patentar  los productos
• Número total de productos desarrollados: 18 productos y ocho servicios
• Ventas: 2008: $ 500.000   2009: $ 15.000.000   2010: $ 400.000.000
               2011: $ 100.000.000    2012: $ 2.000.000.000
• Proyección a cinco años: tener presencia en el 80% de Latinoamérica, lograr ventas anuales  de $ 36.000 millones y tener una sede en el exterior.

2. ParqueSoft
Laboratorio de mentes brillantes            Por: Paola Martínez

Se instaló  en  el mercado colombiano en  el 2000 como  el clúster de arte digital, ciencia  y tecnología más grande de Latinoamérica. Si bien el éxito llegó, la crisis también apareció y solo el coraje de Orlando Rincón, un emprendedor en serie, evitó la derrota.

Orlando Rincón, un caleño  de 50 años, educado en  escuela  de  barrio,  ingeniero  de sistemas  de la Universidad EAFIT, sin ningún título de posgrado,  es el hombre  detrás  de la creación  de  ParqueSoft,  una  empresa   líder en productos y servicios de tecnologías de la información. Un líder innato,  quien  a los 24 años ya era dueño  de su propia empresa,  que abrió con $ 100.000 prestados.

Se trata de Open  Systems, una multinacional colombiana de software, legalizada en octubre de 1987.  Pese a que  todo  iba  bien,  Orlando decidió  vender  con éxito su participación, logrando  una negociación millonaria. El paso a seguir: arrancar  con ParqueSoft, su más grande proyecto,  que  lidera  junto  con  otros emprendedores. “Pensé: si yo, que vengo de un origen muy humilde,  pude  crear  una empresa  como Open  Systems ¿cuántos  muchachos no habrá con  las mismas  habilidades, pero  sin oportunidades? Entonces, creé una plataforma para juntar a toda esa gente”, cuenta.

Cuando  Orlando habla  de “esa gente”,  no se refiere a cualquiera, sino a lo mejor de la especie  humana, pues  él afirma  que  el emprendedor no se hace,  sino que  nace.  Es un asunto  de ADN. Esa idea  se la compartió a cinco conocidos que lo secundaron y así firmaron la constitución oficial de ParqueSoft, arrancando operaciones en febrero del 2000.

Dice que no es un negocio, sino un ecosistema, porque  está formado  por seres vivos, que comparten un hábitat y se interrelacionan. Este ecosistema está compuesto por 14 ParqueSoft, que operan  de manera  independiente en diferentes ciudades de Colombia  (con sede principal en Cali) e involucran a más de 300  compañías.  Esta red  de  parques   tecnológicos de software se conoce como ParqueSoft Nation.

En este  ecosistema se  desarrolla   software para diversos sectores de la economía, se ofrecen soluciones para la industria  informática (inteligencia de mercado, planeación estratégica y soporte de mercadeo) y se prestan servicios para la creación de empresas. Todo esto se hace  bajo  un  principio  esencial: la inclusión social y generacional.

“Una cosa es un empresario con una idea y el dinero para desarrollarla; otra es crear en medio de la adversidad, pues la dificultad es inherente al emprendimiento”.

“Tenemos  gente de diferentes  estratos  económicos  y jóvenes a quienes les damos  la oportunidad de involucrarse en la economía del conocimiento. En Colombia  nos enfrentamos a un esquema discriminatorio del talento humano. Por ejemplo,  la mitad  del personal nuestro  no  pasaría una prueba de personalidad, porque el emprendedor está abstraído de la realidad, posee una gran tendencia a ser rebelde y tiene ciclos de productividad que el aparato  tradicional no entiende”, manifiesta.

¿Emprendimiento o empresa?

Además  de tener  muy bien  identificado el ADN del emprendedor, Orlando también  tiene clara la diferencia  entre las empresas  y los emprendimientos. “Una cosa es un empresario con una idea y el dinero;  otra es crear en medio de la adversidad. La dificultad es inherente  al emprendimiento. Por eso, un verdadero  emprendedor jamás  se emplea  y no le teme al riesgo”, dice él.

Además,  asegura  que  el entorno  juzga  duramente al emprendedor. “El mundo financiero, la sociedad, la familia y los amigos te desprecian. Hasta que uno obtiene  el éxito y se habilita socialmente pasa un periodo muy largo”, confiesa.

Consciente de lo agreste  que  puede  ser el medio  para un joven emprendedor, Orlando propuso  ParqueSoft no solo como  una industria de tecnología, sino como  el más grande laboratorio para  emprendedores de Latinoamérica.  Labores como  esta le merecieron el reconocimiento en el 2005  al Emprendedor Social  de  Colombia,  otorgado  por  el Fondo del Foro Económico  Mundial.

Orlando siente orgullo y no por los premios, sino porque sabe que el buen  emprendimiento  es aquel  que  le hace  un  aporte  al país,  genera  oportunidades sociales  y estabilidad  económica. Creer en los jóvenes  talentos ha sido el sello de ParqueSoft y lo que le ha dado  los grandes  triunfos. Desde  allí se han  ayudado a crear más de  300  empresas y se han generado más de 200 productos de tecnología, de los cuales  varios han conquistado los mercados globales.

Esta capacidad innovadora llevó al ecosistema ParqueSoft a acumular una importante cifra de ventas de $ 90.450 millones en los primeros siete años. No obstante,  como en el camino  de cualquier emprendedor, en el que la adversidad puede  estar a la vuelta  de la esquina,  la sede principal  de ParqueSoft, en Cali, se enfrentó  a un duro proceso de crisis, en la que los medios crearon un efecto dominó que los desestabilizó. De ahí que en el 2009  tuvieran  un oscuro balance: cero en ventas en ParqueSoft Cali.

Fue  una  tormenta  que  estuvo  cargada de  diferentes  ingredientes, que  los llevó a desaparecer prácticamente del  mapa.  Pero fue aquí donde  pusieron  a prueba  su espíritu emprendedor. “Lo hemos  vivido todo: la gloria, el éxito; pero también la crisis. Sin embargo,   renacimos”, menciona. En el 2012,  con  la crisis totalmente superada, las ventas  vuelven  a  crecer  y dejan  claro  que un buen emprendedor debe conocer la adversidad para tocar el cielo.

• Nombre de la empresa: Fundación ParqueSoft
• Fecha de creación: 15 de diciembre de 1999
• Sector al que pertenece: economía del conocimiento
• Producto y/o servicio que ofrece: soluciones, productos y servicios de tecnologías de la información
• Países de operación: Colombia
• Sedes en Colombia: 14 sedes independientes en Pasto, Manizales, Bogotá, Palmira, Tuluá, Buga, Sincelejo, Cartagena, Quindío, Medellín, Pereira, Ibagué, Popayán  y Cali
• Empleados: 1.370 personas  en todo el ecosistema
• Clientes: 500 alrededor del mundo
• Regiones donde han vendido sus productos: Estados Unidos, América Latina, Asia, Europa y África
• Patentes o derechos de autor: el 50% de los productos y servicios están protegidos  con derechos de autor
• Número total de productos desarrollados: 200 de software, más de 50 servicios de IT
• Ventas de ParqueSoft Nation:

2000: $      350 millones      2001: $   1.300 millones      2002: $    5.800 millones;
2003: $   9.500 millones      2004: $ 13.100 millones;     2005: $ 18.000 millones,
2006: $ 42.400 millones;     2007: $ 15.000 millones      2008: $   5.000 millones;  
2009: $    5.000 millones     2010: $ 7.000 millones;        2011: $ 10.000 millones
• Proyección a cinco años: ser el mayor proveedor de productos y servicios de tecnologías de la información  de los Estados Unidos

3. UrGift.in.
Un regalo para las redes sociales         Por: Carolina Escobar

La aplicación móvil creada por Vicky Ricaurte hace más eficiente la compra de regalos a través de las redes sociales. Con Amazon como socio estratégico  y un mercado creciente de compras electrónicas a través del iPhone,  este desarrollo promete  dar de qué hablar.

No es una coincidencia que MassChallenge, la aceleradora de negocios de innovación más grande del mundo, y Wayra, aceleradora del sector TIC (tecnologías  de la información y  las  comunicaciones) con  sede  en Colombia,  se hayan  fijado en el proyecto de la bumanguesa Ana Victoria Ricaurte.

Gracias  a UrGift.in, una aplicación que se enmarca en el mercado de los regalos  a través de las redes  sociales y que  garantiza  que  quienes  la usen darán o recibirán  el obsequio perfecto con solo dar clic, este emprendimiento  fue  seleccionado  para   competir con 300 startups del mundo (empresas con modelos de negocio  escalables, reproducibles y que generen  valor extraordinario).

“El país está en su mejor momento y queremos aprovecharlo; hay un empuje impresionante y están dadas las condiciones para apostarle a los emprendimientos”, Vicky Ricaurte.

Tomar la decisión de ser emprendedora  no  fue difícil, pues  su padre, también  emprendedor, les inculcó  el tema  desde   pequeños.  Sus  estudios de ingeniera  industrial  en la Universidad de los Andes y management en la Universidad de Harvard,  así como su brillante experiencia de doce años en el sector privado, también contribuyeron a que esta carismática emprendedora se lanzara  al agua.

Su camino  al emprendimiento inició en Boston, donde  entró  a formar parte de comunidades de emprendedores, a documentarse aún más sobre el ecosistema TIC y a darle forma a este proyecto.

Regalo por partida doble

La idea  venía  gestándose desde  el 2011,  cuando junto  con  Marcelo, su esposo,   identificaron que en fechas especiales es común recibir regalos que no siempre  son  acertados, bien sea porque  no se necesitan o porque no son del gusto de quien los recibe.


Por tal razón, aplicó a la convocatoria de Wayra, una de las principales aceleradoras TIC del mundo, para obtener capital  semilla  que apalancara su emprendimiento. Estando casi en trabajo de parto, le avisaron que debía venir a Colombia  a defender  su propuesta, así que,  una vez nació  Mariana,  tomó un avión hacia su tierra natal.

El concepto de negocio estaba tan bien estructurado que ganó uno de los diez cupos (aplicaron casi cien startups) que Wayra da cada año a proyectos de innovación, ideas de negocio  y diseños que  resuelvan  una necesidad del mundo  digital en torno a web o soporte móvil.

Llegar a Colombia significó trabajar de lleno en el perfeccionamiento de la herramienta, que inicialmente se lanzó en exclusiva para Facebook. Durante la aceleración, entendieron que UrGift.in debía ser una aplicación móvil, ya que cerca  de la mitad de las personas  que consultan redes sociales lo hacen a través de sus teléfonos celulares.

El desarrollo  invita a los usuarios a compartir, a través de la aplicación, sus fechas especiales  (cumpleaños, grado,  etc.),  y otras  que van  en  consonancia con  los días  de  mayor tráfico comercial en Estados Unidos  (San Valentín, Navidad, etc.). Luego, importa  y comparte  automáticamente las wishlists (listas de regalos)  del  portal  de Amazon  y finalmente invita al usuario a decidir  a qué amigos quiere seguir, creando una comunidad para compartirlas y regalar.

“Cuando  llega el día de la fecha  especial, un mensaje notifica al usuario que determinado  amigo está cumpliendo años y le muestra  su  lista  de  regalos.  A través  de  la aplicación es posible  elegir el obsequio que se quiere dar e incluso,  invitar a un grupo de personas  a unirse  para  comprar  en  conjunto”, explica Vicky. Una vez adquirido, Amazon lo hace  llegar a su destino.

Por cada compra efectiva, UrGift.in recibe un  porcentaje del 5% al 7%, gracias a que forma parte del Amazon Affiliated Program.

Dar para recibir

El desarrollo  de la bumanguesa, que  ganó el Pitch Competition de la alianza  estratégica entre  MassChallenge e iNNpulsa  Colombia, combina dos tendencias crecientes: las compras   a  través   de   dispositivos   móviles (mobile  shopping)  y el comercio por  medio de  redes  sociales  (social commerce). A esto se suma que en Estados Unidos,  los servicios de wishlist no son transaccionales. “Nuestra aplicación  viene  a  dar  respuesta  a todos esos factores. Además, somos la primera empresa   que está desarrollando el social gifting en  Amazon,  marca que hoy  tiene  la tercera   parte   del  comercio  en  línea   tanto para  computadores de  escritorio  como  para dispositivos móviles”, menciona Vicky.

Y es que,  según  cifras que  maneja  UrGift. in, el comercio a través de redes sociales alcanzará en  el  2015  los US$ 14  billones, mientras el que se desarrolla  vía móviles llegará  en  ese  mismo  año  a US$ 25  billones. Por su parte,  UrGift.in le apuesta  a tener  en el 2015  el 3% del mercado de regalos a través de  teléfonos  móviles,  que  se estima  en US $2,5 billones.

Si bien la aplicación inicia con iPhone, la idea es hacerla  extensiva  a otros  Smart-phones. La decisión  de elegir este dispositivo,  en primera  instancia  -según explica Vicky- obedece a  que en Estados Unidos  (país  donde funcionará  al finalizar el año) el usuario iPhone, comparado con el Android, tiene mayores ingresos,  mejores  planes  de datos  y una mayor formación  en tecnología.

El fin de año se aproxima,  así que ¿qué espera para usar esta herramienta tecnológica, disponible en el app store y que le garantiza no  equivocarse con  los regalos  que  ocuparán el árbol de Navidad?

• Nombre de la empresa: UrGift.in      • Fecha de creación: 2012
• Sector al que pertenece: mobile social gifting
• Producto y/o servicio que ofrece: aplicación en Internet para dispositivos móviles
• Países de operación: aplicación apta para Estados Unidos
• Número de sedes en el mundo y en Colombia: una en Bogotá
• Número de empleados: uno de tiempo completo y tres de tiempo parcial
• Número de clientes: 100 inscritos en la versión de Beta (Privada)
• Países donde venden productos: Estados Unidos
• Número de patentes o derechos de autor: N/A
• Número de productos desarrollados hasta el día de hoy: 1
• Ventas anuales actuales: US$ 1.000 en la versión de prueba
• Proyección a cinco años: 3% del mercado de mobile social gifting en Estados Unidos en ventas del sistema a través de redes sociales en ese país

4. Ecoflora                                              Por: Carolina Escobar

Este paisa es el gestor de Ecoflora, empresa dedicada al desarrollo de soluciones derivadas de la biodiversidad. Un  mercado potencial creciente, un  joint venture con  una  multinacional, tres  patentes  aprobadas y siete en proceso  hacen  de este emprendimiento un destacado modelo de innovación.

Dos  hechos sirvieron de motivación para el nacimiento de Ecoflora. Por un lado, el fenómeno del niño de 1998,  que afectó varias cosechas colombianas. Por otro lado, la campaña de desprestigio que para ese entonces se dio en Alemania en contra de las rosas colombianas por el uso de pesticidas  químicos.

Al principio, suponía un reto por la novedad del tema, pero Nicolás llevaba el emprendimiento en sus venas. Desde niño su padre fue emprendedor y en familia ya le habían  apostado al emprendimiento con la creación de la Fundación Amigos del Chocó.

Con  estos  antecedentes y una  maestría  en política ambiental y recursos naturales, Nicolás dejó atrás sus estudios de ingeniería  civil y se dejó  tentar  por su amor  por la biodiversidad, que  le ratificó  que  como  ingeniero  hubiera sido  un  profesional   frustrado.  “Hoy  se  me caería un andén”, dice sonriendo.
Con recursos propios  arrancaron las  primeras pruebas y utilizaron como laboratorio los cultivos de la familia. El primer ensayo se hizo  en uno  de flores, pero  al poco  tiempo empezaron a  trabajar  en  otros  de  distintas regiones del país, donde  los nacientes bioinsumos de Ecoflora dieron resultados satisfactorios. Siguieron Ecuador y Perú, también con gratas noticias.

Con el negocio del agro andando, quiso proyectarse, a través del uso de bioin-sumos, en dos escenarios más: la industria alimentaria y la cosmética, ampliando su espectro  de clientes.

De  lo local a lo global

Aunque para Nicolás cada momento es especial, recuerda dos particularmente. El primero,  cuando  Camposol, una  de  las empresas  agroindustriales más grandes de Latinoamérica,su  se hizo su cliente. El segundo, cuando la multinacional estadounidense Gowan Company  les informó que las pruebas realizadas a sus productos de la línea del agro habían  arrojado  óptimos  resultados.

Desde el 2007, Nicolás Cock es emprendedor Endeavor, organización que promueve la cultura emprendedora, contribuyendo al desarrollo económico y social de los países donde está presente.

Esta importante  validación  por  parte  de la multinacional fue el primer  paso  de una alianza  entre  ambas.  La misma  se selló  en agosto  del  2011,  tras  la  firma  de  un  joint venture  (tipo  de  acuerdo comercial de  inversión  conjunta a largo  plazo  entre  dos o más  compañías). Gracias a esta unión,  las perspectivas se aceleraron y ahora  la meta es ingresar en el 2013  a los mercados de Estados Unidos,  México e India. Para lograrlo, ya inauguraron una  nueva  planta  de formulación con capacidad para producir  hasta un millón de litros de extractos vegetales de uso agrícola por año.

Este joint venture  es el resultado  de la inversión  que Promotora Progresa  Capital (banca de inversión y gestión de fondos de capital privado y riesgo) hizo en Ecoflora en el 2009,  con  el propósito  de  trabajar  en  el desarrollo  de productos y acceso  a mercados y que contemplaba la vinculación de un socio de talla mundial, y se realizó con la división de agro, lo que hizo que fuera necesario dividir la empresa en dos. Por un  lado,  Ecoflora Agro, en alianza con la multinacional Gowan Company, líder  mundial  en soluciones de protección de cultivos agrícolas y con operación comercial  en 70  países. Por el otro lado, Ecoflora SAS, con un enfoque B2B (business-to-business) y que se concentra en las líneas alimenticia, cosmética y hogar.

“Esta transacción se convierte  en la primera desinversión (reducción  de activos  por parte de una firma) que un fondo de venture capital realiza en Colombia  a través de una empresa de biotecnología altamente innovadora”, explica Nicolás.

A lo natural

Entre los 20 productos que  ya se cuentan entre las dos compañías de Ecoflora, se des- tacan  tres por su desarrollo,  aporte  al medio ambiente y potencial de mercado. Primero, Ecoswing, un fungicida  agrícola  que controla enfermedades limitantes en cultivos de frutas, hortalizas y flores. Segundo, Sinbabosas, para el control de babosas, caracoles y moluscos.  Este producto cuenta  con grandes posibilidades  de  mercado, puesto  que  actualmente en el mundo  existen  pocas  alternativas para el manejo  de estas plagas.

Para  terminar,   se  destacada un  colorante azul  obtenido de  un  fruto de  las selvas  del Chocó. En este desarrollo  trabaja en conjunto con  la Universidad de  Antioquia  y con  comunidades en Bojayá y Vigía del Fuerte. Para este ya se tienen  dos patentes: una aprobada y otra en proceso. “Es apto para las industrias de alimentos y cosméticos y único en el mundo, pues el azul es escaso  en la naturaleza”, explica Nicolás. El futuro  es promisorio,  pese  a que  “uno de los aspectos  más difíciles en este proceso ha  sido  el  apalancamiento económico,  en especial  por tratarse  de un tema  de innovación disruptiva. La banca  tradicional no apoya este tipo de proyectos,  pero nos llena de optimismo  que ya se están viendo las iniciativas gubernamentales para apoyar  este fin”, concluye este emprendedor.

• Nombre de las empresas: Ecoflora Agro SAS y Ecoflora SAS
• Fecha de creación: 1998
• Sector al que pertenece: agroindustrial, bioinsumos, cosmético
• Producto y/o servicio que ofrece: tecnologías y bioinsumos para estas tres industrias
• Países de operación: Colombia
• Sedes en Colombia: zona franca de Rionegro y en Envigado
• Número de empleados: 40      • Número de clientes: 400
• Países donde venden productos: Colombia,  Estados Unidos,  Perú, Ecuador, Costa Rica, Francia y Alemania
• Número de patentes: 3 aprobadas y 7 en proceso
• Número de productos desarrollados hasta el día de hoy: 20
• Crecimiento en ventas durante los últimos 10 años: 25% anual
• Proyección a cinco años: USD$ 50 millones en ventas

5. VoiceBunny.  El eco de una idea                   Por: Carolina Escobar

Una obsesión por los computadores llevó a Alex Torrenegra, un colombiano de 34 años, a crear VoiceBunny, el banco online de voces más grande del planeta:

¿Se encuentra haciendo un comercial,  una  campaña o un video  y no encuentra la voz perfecta  para su proyecto? ¿Busca, quizás,  una mujer, con una edad promedio de 50 años y que además  tenga acento  ruso?

A través de esta plataforma web, se realizaron transacciones por USD$ 17 millones en el 2011.

Alex Torrenegra pensó en todas esas variables cuando le dio vida a VoiceBunny, el banco de voces más robusto del mundo  que, basado  en una plataforma web y gracias a un algoritmo creado por su empresa,  conecta en cuestión  de minutos a locutores -profesionales o no- con productores, realizadores y empresarios que necesitan la voz perfecta en el momento preciso.

Este proyecto  es el resultado de su pasión por los computadores. Cuando  este emprendedor rondaba los 14 años, en Colombia se estaba haciendo  común  el uso de estos dispositivos, por lo que puso en su casa, ubicada en el barrio Villas de Granada, en Bogotá, un aviso que decía: “Se pasan  trabajos  a  computador”, solo  que aún no tenía uno para llevar a cabo esta labor.

Su propósito era claro: identificar  un mercado potencial y con la información  recogida durante  el proceso  determinar si podía  o no adquirir  un computador poniéndolo a producir. De este modo,  hizo  su primer  estudio  de mercado sin siquiera saberlo.

“En el camino del emprendimiento, al principio lo difícil es decidirse; y cuando se está emprendiendo, lo complicado es aprender a fallar”.

Así, las personas empezaron a tocar a su puerta y él a preguntarles cuánto pagarían por ese trabajo. Una vez obtenía la respuesta, venía la frase de rigor: “desafortunadamente  ahora no tengo disponibilidad, pero en una próxima oportunidad, con gusto”.

Cuando  identificó  el potencial del  negocio, se fue para un banco  a pedir la plata prestada. La gerente, asombrada ante la seguridad del pequeño, lo atendió y le otorgó $ 850.000. Lo que Alex supo años más tarde era que dicho préstamo no había salido del banco,  sino del bolsillo de la funcionaria. Lo que permite concluir que su primer  pitch  -término  desconocido en  ese entonces para él- había sido un éxito.

Alex pagó con puntualidad sus cuotas durante un año, un logro en el que tuvo mucho  que ver su abuela,  quien  se trasnochaba transcribiendo los trabajos y despertaba a Alex a la hora de grabarlos, ya que esta parte no era su fuerte.

Su siguiente proyecto llegó a los 16 años: arreglar computadores a domicilio,   habilidad que descubrió que tenía luego de reparar el suyo propio.

La apuesta nuevamente funcionó, y en 1998 ya tenía oficina  propia  y 25  empleados. “De esta experiencia aprendí que algunas veces hay mercados que uno no contempla.

Yo puse  un aviso el domingo, creyendo que  iba a reparar computadoras en casas de familias, pero nadie me contactó. Cuando lo publiqué entre semana, recibí de inmediato llamadas de empresas, que fueron las que hicieron prosperar este negocio”, recuerda Torrenegra.  Por el tiempo  que le demandaba este emprendimiento, Alex dejó sus estudios de Ingeniería de Diseño y Automatización Electrónica en la Universidad de La Salle, decisión que su mamá no tardó en reprocharle.

Rumbo al norte

Mientras su negocio  de arreglos  a domicilio se mantenía sólido, empezaba en Colombia  el auge  de Internet,  lo que  hizo  que  naciera  en Alex una  nueva  obsesión:  saber  cómo  evolucionaban las tecnologías de la información. “La Meca  del tema  estaba  en Estados Unidos,  así que me fui a vivir a ese país”, comenta.

Luego de un año de estar en Miami, sumergido en su computador durante  las noches  y trabajando en el día en McDonald’s y Starbucks, consiguió sus primeras consultorías sobre marketing online: una en el sitio web Réntalo.com y otras dos en Yahoo! en español  y Terra Lycos. De la primera  se hizo socio, lo que lo obligó, por cuestiones de tiempo,  a dejar sus estudios en Sistemas de Gestión Informática en la Universidad Internacional de Florida.

Para esa época conoció a Tania Zapata, quien hoy es su esposa y cofundadora de VoiceBunny.  Ella se desempeñaba como locutora de radio, experiencia que, sumada  a la de Alex, les permitió  identificar  que  nadie  hacía voces  en Internet.  “Conseguir  una  profesional era una locura. El comprador tenía que contactar a un director de casting y este a un agente de talentos,  quien  ubicaba al locutor;  un proceso que podía tardar semanas”,  cuenta Alex.

VoiceBunny  automatiza todos esos procesos, logrando que la consecución de la voz tarde cerca de 15  minutos  en el caso  de un script sencillo.

¿Cómo lo logran? Cuando  un comprador entra a la página  de VoiceBunny,  ingresa el texto de un proyecto  e indica  el tipo de voz que necesita: género,  edad,  acento  etc.  El algoritmo selecciona entre los talentos registrados los que más se ajustan al proyecto,  verifica la disponibilidad y les envía la solicitud.

El locutor que esté en línea recibe la información, graba el script y en minutos sube el audio al sistema. VoiceBunny verifica que la calidad  y el nivel de volumen sean óptimos y que  esté limpio de ruidos. Luego, se le envía al cliente. “Si le gusta, se queda  con ella, nos la paga  y nosotros  acordamos la tarifa con  el talento”,  explica.  El valor de una voz depende de la extensión  del texto y puede  partir desde los USD$ 150 en el caso de un eslogan.

La base de talentos de VoiceBunny cuenta con 150.000 perfiles en los cinco continentes y cerca de 1.000 locutores viven de esto. Sus clientes llegan a los 65.000, entre los que están firmas como Pixar, que ha utilizado  la plataforma para resolver las voces de personajes como Buzz ligthyear cuando habla en español  en Toy Story.

Desde su puesta en marcha hasta ahora, VoiceBunny  ha crecido  a un ritmo superior  al 30% anual. Y su aspiración de alcanzar una tasa de crecimiento del 100%  en cinco  años  hará posible que las voces de Torrenegra tengan eco.

• Nombre de la empresa: VoiceBunny     • Fecha de creación: 2003
• Sector al que pertenece: medios de comunicación
• Producto y/o servicio que ofrece: 150.000 voces en 50 idiomas
• Países de operación: Estados Unidos y Colombia
• Sedes: una en Bogotá, una en NY y ejecutivos comerciales en ocho ciudades de Estados Unidos
• Número de empleados: 20       • Número de clientes: 60.000
• Número de talentos (locutores) adscritos: 65.000 en EU y 85.000 en otros países
• Países donde venden sus productos: operación global
• Número de patentes o derechos de autor: una patente  aprobada y tres en proceso
• Transacciones anuales: como marketplace, USD$ 17.000.000 en el 2011
• Proyección a cinco años: por lo menos, un 100% en ventas

6. Direktor Films                                            Por: Paola Martínez

Crecer de manera rápida, rentable y sostenida es una de las reglas de oro del emprendimiento dinámico. Este es el caso de Direktor Films, una empresa productora de comerciales que  hace  uso de la tecnología para producir de forma artística.

Hacer lo que muchos hacen, pero como nadie más lo hace es uno de  los principios del emprendimiento dinámico. Esto es lo que ha logrado Direktor Films, una productora de comerciales con gran proyección a  futuro, gracias a que en sus primeros cinco años tuvo ventas promedio anuales  de 5.000  millones de pesos.

Pero ¿cuál es su gran diferenciador? Generar valor extraordinario. “En este negocio   hay muchas compañías, pero nosotros hacemos uso de la última tecnología para producir de  forma  artística. No actuamos como una máquina de fabricación de zapatos al por mayor, sino que cada proyecto es como el primero y por eso le  imprimimos la mejor estrategia artística”, revela María Adelaida Giraldo, más  conocida  como ‘Lali’, socia creadora de Direktor Films.

 “Aún hay momentos en los que pienso que sería más fácil ser empleada y estar bajo las órdenes de un jefe; pero mi espíritu de emprendedora no me lo permite”, ‘Lali’ Giraldo.

Otra de las fortalezas de este emprendimiento, que surgió en el 2004, es que a la producción de comerciales se le han ido su- mando otras líneas de negocio: videos musicales,  proyectos de  cine, contenidos para marcas y programas de televisión.

La unión hace la fuerza

La formación de ‘Lali’ como administradora de empresas se complementa a la perfección con la de su otro socio, Juan Carlos Beltrán, quien es director de cine.

Impulsado por su padre, un reconocido médico, Beltrán alcanzó a estudiar un semestre de medicina, pero, en contra  de la voluntad  de  su familia,  se retiró para lanzarse al mundo de la producción. “Juan Carlos, literalmente, arrancó arrastrando cables. Así fue que se pagó sus estudios de cine en Bogotá y se ganó el reconocimiento de la industria, para luego trabajar durante años como el director top de una gran productora colombiana“, cuenta ‘Lali’.

Ella, por su parte, nació en Medellín, pero reside en Bogotá hace doce años. Se graduó como administradora de empresas y como especialista en finanzas. Siempre se ha distinguido por ser la primera de su clase, lo que la hizo merecedora de varias becas  para estudiar.  Como  era de esperarse,  al graduarse logró  ubicarse  rápidamente en  importantes cargos en el sector de la banca  y la bolsa y a los 26 años ocupó  un puesto directivo  en el Sindicato Antioqueño.

Sin embargo,  ‘Lali’ decidió  darle un vuelco a su vida. “Me iba muy bien, pero no hacía lo que me gustaba;  no era feliz. Así que decidí dejarlo todo y volver a empezar. Tiempo atrás ya había  trabajado en televisión,  frente a las cámaras,  lo que  tampoco me  gustaba,  pero sabía que estar detrás de ellas era lo que quería hacer”,  cuenta.

Al conocerse con  Juan Carlos,  descubrieron  que  tenían  algo  en  común  -además  de ser  motociclistas y buzos-:  su  espíritu  emprendedor. Por eso, se lanzaron a la creación de este nuevo emprendimiento. “Cuando  nos decidimos, Juan Carlos dejó de dormir por un mes,  porque  él ya tenía  un  reconocimiento ganado  y dar este salto era como  botarse  al vacío. Y es que hacer empresa  no es lo difícil, sino crecer y sostenerse”,  dice ‘Lali’.

Empezaron  solos, en una oficina  pequeña. A los tres años ya tenían  su sede actual  en la zona T y hoy son 18 personas  las que trabajan en Direktor Films. Han crecido  de tal manera que  hoy  tienen una  producción  promedio de  50  comerciales al  año.  A esto se suma que  abrieron una nueva unidad de negocio: Room Service, que tiene como objetivo crear contenidos fílmicos para Internet y otras plataformas digitales.

Reinventarse: la fórmula para sostenerse

“El inicio fue fácil, porque en esta industria es sencillo entrar. Lo complicado es sostenerse. También  es difícil sobrevivir  económicamente, porque es un negocio  con ciclos de producción muy  heterogéneos. La gran dificultad  de  este  trabajo  está en los ingresos fijos, porque no existen. Tenemos picos inexplicables, de mucho  movimiento, y otros muy bajos. Por eso hay que saber reinventarse”, confiesa esta emprendedora.

En esa medida,  lo que Direktor Films ha hecho ha sido trabajar con los directores colombianos más destacados, además de aliarse con los más reconocidos de España, México y Argentina para filmar en Colombia y otros países, ya que el objetivo es hacer producciones de altísimo nivel.

Una de ellas fue el reciente comercial del Ejército Nacional, transmitido en Colombia y que recrea la Batalla de Boyacá. “Fue un reto enorme, teníamos más de 600  personas en  escena.   Gracias  a  esta  producción, nos ganamos  el Fiap de  Bronce  en Técnicas  de Producción, en el Festival Iberoamericano de Publicidad  en el 2010”,  comenta orgullosa.

Crear empresas  diferenciadoras no es fácil, por eso aún hay momentos en los que por su mente  pasa la idea de que sería más fácil ser empleada y estar bajo las órdenes  de un jefe. Sin  embargo,   tanto  ella  como   Juan  Carlos han  aprendido que  el emprendimiento tiene como ingrediente primordial  la capacidad de resolver situaciones difíciles y perseverar.  De ahí que sigan adelante con la mesa de trabajo donde  la generación de ideas  y pasarla  bien son los ingredientes principales.

• Nombre comercial: Direktor Films
• Fecha de creación: abril del 2004
• Sector al que pertenece: publicitario y audiovisual
• Producto y/o servicio que ofrece: comerciales y contenidos para televisión, producción cinematográfica, contenidos para marcas y producción para medios digitales
• Países de operación: Colombia     • Sede: Bogotá
• Empleados: 18                                 • Clientes: 25
• Países donde venden productos: Estados Unidos, México, República  Dominicana, Venezuela, Argentina y Uruguay
• Ventas promedio anual en sus primeros cinco años: $ 5.000 millones
• Ventas actuales anuales: $ 10.000 millones
• Proyección a cinco años: aumentar los servicios prestados  a clientes extranjeros y fortalecer el negocio  del Room Service.


7. Positive  ID,                            Por: Paola Martínez     
con sello de ‘seguridad’

Dicen que las ideas innovadoras y nuevas oportunidades de negocio están en todas partes,  pero solo el que tiene alma de emprendedor sabe ejecutarlas con éxito. Este es el caso de Positive ID, un negocio de seguridad  digital que se gestó en medio de una charla de avión.

Hace más de cinco  años, Pablo Guerrero (de padres colombianos, nacido en Estados Unidos y criado  en Cali),  tuvo  una conversación estratégica en medio de un viaje.

Un brasileño le contó  sobre un sistema de seguridad que  estaban  desarrollando en  su  país para  controlar  el acceso  de visitantes  a los edificios  residenciales, debido  a los altos índices de inseguridad reportados en ese país. Entonces, Pablo pensó: “¿Si Colombia también atraviesa la misma situación,  por qué no ponerlo a prueba?”.

Este emprendedor empezó a crear  el proyecto,  pero sin abandonar del todo el cargo directivo que ocupaba en una reconocida empresa  colombiana. Esto lo obligó  a sacrificar sus vacaciones, fines de semana y hasta sus noches, pues se dedicó a investigar y a viajar. Fue a Brasil a conocer el modelo y comenzó a tocar puertas. Luego de dos años de estar en el proceso de  modelación del  negocio, sintió  que había llegado el momento de arriesgarse.

“El alcance de un emprendimiento es muy grande, pues genera empleo, impacta positivamente la economía, aporta con impuestos y beneficia a los ciudadanos”.

“Aunque al comienzo da susto dejar todo lo que uno tiene, vi tan claras las posibilidades que decidí  hacerlo”, cuenta. Para fortuna  suya,  sus padres y sus tres hermanos lo apoyaron, lo que  rara vez sucede en las historias de  emprendimiento colombiano. Así, toda la familia se hizo socia, y luego se unieron otros inversionistas. 

A esto se suma que en el 2011 Positive ID fue seleccionado como  ganador  entre 500 proyectos  que se presentaron a la convocatoria Wayra de Telefónica,  lo que también  se tradujo en aceleración y fortalecimiento de la iniciativa.

Marcando la diferencia

El modelo comenzó siendo,  como en Brasil, un sistema de seguridad para controlar  el acceso  de visitantes a edificios y empresas; sin embargo,  el mercado le revelaría a Pablo que había mucho más campo que abarcar y el enfoque re- quería un ajuste. “Fue entonces cuando le dimos paso a la verdadera esencia de Positive ID: una  red de verificación de identidad para  evitar la suplantación y el robo en casas y oficinas, la cual funciona  en tiempo  real y está respaldada por grandes compañías”, explica.

¿Cómo funciona?  Opera  a través  de dos  tecnologías: Positive  ID Mobile  y Positive ID Gate. “Para hablar  de la primera,  voy a dar  un  ejemplo.  El señor  de  la empresa  de  teléfonos  llega  a una  casa  para hacer  una  instalación. El residente  envía  un mensaje  de texto con la cédula  del funcionario al código  25000. Lo que  hacemos nosotros es corroborar que esta persona  sí trabaja ahí y en 20 o 30 segundos les enviamos,  tanto al dueño de la vivienda como al empleado de la empresa,  un mensaje  de texto con un código de seguridad  secreto.  En ese momento, el primero  le pregunta  al segundo  el número,  y, si es el mismo, este podrá abrir su puerta con tranquilidad”, explica Guerrero.

La segunda  tecnología aplica  para  los edificios residenciales. En este  caso,  el portero cuenta con un teléfono  inteligente  en el que ingresa la cédula  del funcionario que está de visita, y el equipo emite un reporte completo: foto, cédula, nombre y empresa para la que trabaja. Así, puede  verificar que quien llega a la portería es quien dice ser.

Para que estos dos modelos funcionen, las empresas de servicios públicos, mensajería, domicilios y demás  deben  contratar  el servicio de validación de  Positive  ID, con  el fin de  inscribir  y subir  a la red  la información de todos  sus funcionarios  y así garantizar  la seguridad  a sus clientes.  Según Guerrero, “la diferencia con los sistemas de verificación que usan  habitualmente las empresas  de servicios públicos  es que con estos  no  hay  forma  de  garantizar  que quien está detrás de la puerta  sea quien  dice ser (el propietario llama a la empresa y da el número de  cédula  del  funcionario que  lo visita y ya está). Lo que no pasa con este mecanismo, con el que sí es posible constatar  la información”.

8. Pisando fuerte

Con esta propuesta, exclusiva en Colombia, Positive ID ha logrado conquistar clientes como Gases de Occidente, Movistar, Deprisa, Surtigas, Codensa,  Unitel,  Supercable y otras más de 40 empresas  en el sector de servicios.

Además, hay más de 15.000 empleados activos en la plataforma  y más  de un  millón y medio de usuarios con la posibilidad de protegerse cuando lleguen funcionarios  a sus casas.

Aunque este es un emprendimiento en etapa temprana, los planes a futuro ya están sobre la mesa gracias a la versatilidad de la plataforma. Temas como  el paseo  millonario  y otras problemáticas ya están en el radar de Positive ID y en proceso  de desarrollo.

“Estamos incursionando en todo el tema de seguridad  con  la última  tecnología, para  garantizar  la  tranquilidad de  los  colombianos. Este es el punto  realmente importante, pues estamos  convencidos de que  el negocio  será bueno  en la medida  que le aporte  significativamente  a la vida de las personas  y al país”, concluye este emprendedor, que entendió que nunca  es tarde para comenzar, contrario  a lo que muchos  piensan.

• Nombre comercial: Positive ID            • Fecha de creación: 2007
• Sector al que pertenece: seguridad
• Producto y/o servicio que ofrece: verificación y validación de identidad
• Países de operación: Colombia         • Sede: Bogotá.
• Empleados: 9                                      • Clientes: 50
• Países donde venden sus productos: Colombia
• Patentes o derechos de autor: en México, Estados Unidos y Colombia  están patentados la tecnología y el concepto.
• Proyección a cinco años: tener 350.000 funcionarios  inscritos en la red, 5.000 porterías residenciales y empresariales protegidas con el sistema y generar US$ 17 millones anuales

9. Agroprocesos                                         Por: Paola Martínez
La cosecha de un emprendimiento con sabor a coco

Sus socios  lo dejaron  cuando consiguieron una mejor oferta de trabajo,  quebró  dos veces y tuvo que vivir  en medio de dificultades   de  orden público. Aun así, Cristian Caicedo Laurido superó la crisis y hoy lidera una empresa que le da trabajo a 280 familias en el Pacífico colombiano.

Si alguna vez ha visitado uno de los restaurantes  de la cadena Wok, habrá  observado que su listado de proveedores se extiende a los diferentes  rincones  del país,  donde  se gestan las luchas diarias de los campesinos y cultivadores. Incluso, en la carta aparecen sus rostros, pues esta marca ha querido  convertirlos en protagonistas de sus platos. Es el caso de Cristian Caicedo, nacido en una vereda de Tumaco, Chajal, hace 36 años.

Pero, ¿cómo  llegó a este puesto  de honor? “Un día,  las personas  de Wok llegaron  a la Cámara de Comercio de Tumaco preguntando por empresas que comercializaran coco,  entonces nos llamaron. La negociación duró un año, porque debíamos implementar los estándares de calidad  que exige esta cadena. Pero ellos creyeron  en nuestro  trabajo  y gracias a esto pudimos  avanzar”,  cuenta Caicedo. Este modelo  de negocio ha permitido ampliar  las esperanzas y oportunidades de muchos de los que se mueven en el mundo  del agro.

Para  llegar a conquistar  clientes como este, Cristian realizó una  tarea ardua,  pero valió la  pena. Él pudo  cumplir su  sueño de sacar  adelante a  la  gente  de  su  tierra, que  vivió por  años  en  medio  del  devastador  conflicto  ocasionado por  los  cultivos ilícitos. Por eso, le apostó  al coco  como  el producto que iba a ocupar  el lugar de estos últimos a través de la sustitución.

El camino estuvo lleno de tropiezos, pero tal vez ver desde  pequeño cómo  su madre,  una pequeña y hábil comerciante, luchaba sin tregua, lo llevó a guerrear por su cuenta  en vez de conseguir  un empleo. Luego de terminar su bachillerato, ingresó al servicio militar para tener un sustento económico y, finalmente, entró como pudo a la Universidad de Nariño a estudiar ingeniería  agroindustrial. “Cursar esta carrera era una decisión  inteligente, porque el agro estaba en pleno auge”, recuerda.

“El verdadero emprendedor no espera los recursos para emprender, sino que emprende y luego busca los recursos. Incluso, sabe que para ganar hay que perder”.

Sin  embargo, al graduarse  el  panorama era otro. En menos de una década Tumaco se había  convertido en un lugar con una difícil situación  de orden  público.  De ser un municipio muy rico en recursos naturales,  se había transformado en una zona atestada  de cultivos ilícitos. Pese a esto, en el 2003 Cristian y dos socios más decidieron comercializar coco.  El resultado: tras un par de meses, las deudas no se hicieron  esperar.

Uno de los socios consiguió empleo y abandonó el proyecto.  Al mes se fue el otro y Cristian se quedó  solo.  “Quebré porque hacía  de  gerente,  mensajero y vendedor; no  me  pude  poner  al frente  del  negocio. Además,  entendí  que  vender  coco  no  me aportaría  mucho”.  Tenía  que  convertir  esta fruta  en  un  producto  innovador y no  solo ofrecerlo  en su estado  natural.

Una vez claro el nuevo rumbo que debía tomar, llegaron cuatro socias que le aportaron un aire diferente a la empresa: sus hermanas, quienes  también  tenían  el talante  de  Cristian.  En el 2005  lograron  participar  en la convocatoria del Fondo Emprender  del Sena y consiguieron 0 millones de pesos, con los que montaron la primera planta en Tumaco para fabricar su producto estrella: el coco deshidratado.

Si bien esta idea parecía  tener una base sólida, vino la segunda quiebra, porque en Tumaco no había cultivadores de este producto. Seducidos por el dinero de lo ilícito, nadie quería cultivar legalmente. Pero ese camino  pronto mostró sus efectos: “Los pobladores aprendieron la lección,  porque  muchos  de los que estuvieron vinculados a la ilegalidad  vieron morir a algún miembro de su familia”, recuerda Cristian.

El premio a la tenacidad

Por fortuna,  el Gobierno y otros organismos nacionales e internacionales como  la FAO pusieron  su interés  en  la región  y apoyaron un trabajo  de reforestación. El coco,  el cacao, la madera  y el plátano  volvieron a ser sembrados. Y Agroprocesos,  la empresa  de Cristian, fue un garante del cambio porque asumió la responsabilidad  de comprar  toda la materia  prima que se produjera. Ahora sí llegaría la recompensa a tanto valor, firmeza y determinación.

En el 2011 recibieron la distinción  del programa  Destapa  Futuro de la Fundación Bavaria,  que  les mereció  cerca  de 100 millones de pesos, con los que abrieron su planta en Palmira, Valle, y fortalecieron su negocio. Agroprocesos hoy  en día cuenta   con  más productos de valor agregado: coco deshidratado natural, coco  deshidratado azucarado, coco rallado tostado,  hojuelas  de coco caramelizado y leche de coco.

Además  de  ser un  emprendimiento que  involucra laboralmente a 280 familias, ha aprendido una gran lección: innovar para crecer. Aunque Cristian y sus hermanas no revelan los secretos  de laboratorio que  están  gestando  en el momento, nos adelantaron que han buscado ayuda en Proexport para, de la mano de esta entidad, llegar al mercado estadounidense. Y todo esto gracias a que tienen  claro que emprender significa  mucho  más  que  dinero  e inversión; también se trata de apoyo y capacitación.

“En el emprendimiento todo es una cadena, en la que muchos actores se ven involucrados y beneficiados. Voy a resumir mi historia: al Sena le  debemos la  planta  de Tumaco;  a  Bavaria, la de Palmira; a empresas  como  Wok, nuestro crecimiento, y a mis hermanas, lo que hemos logrado”, concluye este tumaqueño.
• Nombre comercial: Procesos Agroindustriales  del Pacífico
• Fecha de creación: 17 de noviembre del 2007
• Sector al que pertenece: agroindustria
• Productos que ofrece: coco deshidratado natural, coco deshidratado azucarado, coco rallado tostado, hojuelas  de coco caramelizado y leche de coco
• Países de operación: Colombia     • Sedes: Palmira y Tumaco
• Empleados: 17 directos y más de 280 familias productoras de coco
• Mercado actual: Pasto, Cali, Guayaquil y Bogotá
• Países donde venden productos: Ecuador y Colombia
• Número total de productos desarrollados: 5
• Ventas: 2008: $ 180.000.000 2009: $ 180.000.000
                2010: $ 234.000.000 2011: $ 400.000.000
                2012: $ 600.000.000
• Proyección a cinco años: fortalecer las plantas de
Palmira y Tumaco, consolidar los productos en Estados Unidos y fortalecer el empleo,  pasando de 17 a 85 puestos directos y de 210 indirectos  a 1.650


10. Casa Ensamble:                     Por Carolina Escobar
emprendimiento en escena 

Katrin Nyfeler, cofundadora de este espacio  para el arte, dejó una brillante carrera en la consultoría para dedicarse, junto con Alejandra Borrero, a un modelo innovador basado en la cultura. Esta apuesta hoy es una muestra de que con el arte sí es posible hacer emprendimientos de alto impacto.

Año 2008. Escenario: sala teatral Mayolo, obra: Pharmakon, pieza del fallecido  director y guionista Carlos Mayolo. Protagonista: Alejandra Borrero. Motivo: dar apertura oficial a la Corporación Casa Ensamble, un espacio dedicado a la producción, promoción y difusión de las artes escénicas, musicales  y audiovisuales.

Esta iniciativa,  obra  de  la  antioqueña Katrin  Nyfeler  y  la  payanesa Alejandra Borrero, es hoy un referente  nacional de cultura  y arte, un emprendimiento digno de admirar,  pues en Colombia  la mayoría de proyectos  de este tipo son subsidiados por el Gobierno.

“Uno de los aportes más contundentes de Casa Ensamble a las industrias culturales ha sido motivar la aparición de modelos similares al suyo, que dinamizan el mercado y potencian la cultura”, dice Nyfeler.

Pero, ¿cómo surgió? En los inicios de su vida profesional  Katrin nunca  pensó  dedicarse al arte.  En Medellín,  su paso  por el mundo  de las telecomunicaciones fue intenso  y productivo y tras años  de  trabajo quiso darle un giro a su carrera para centrar su atención en el área de las humanidades.

Empezó a estudiar psicología  y a trabajar en consultoría. También  conoció a la actriz Alejandra Borrero, quien para entonces tenía una empresa llamada  Corporación  Ensamble  Latino, a la que  Katrin entró  como  socia,  lo que  le suponía  un logro profesional y económico importante.  “Le dimos  forma  en  lo artístico  y lo estratégico  y empezó a coger vuelo”, recuerda Katrin. Esto la motivó a decidirse por el emprendimiento y despedirse del mundo  de la consultoría.

“Por supuesto,  el tema no fue nada bien recibido  en mi familia y creo  que  fue el segundo  batacazo para  ella  (el primero fue estudiar  psicología). Todos me decían que estaba loca por dejar un gran empleo para  arriesgarme  en un proyecto  con  un futuro incierto”,  cuenta.

Del 501 a los 1.600 metros

Ya de lleno en Casa Ensamble, empezaron, junto  con Alejandra,  a ejercer  la función  de “toderas”.  “Éramos de mercadeo, abogadas, administradoras, productoras, y como  no teníamos oficina, arrancamos en mi apartamento, o mejor, en la ‘oficina’ 501”.

Desde  allí lograron  llevar a cabo  tareas importantes y entendieron la potencia del arte. En alianza  con fundaciones empezaron a trabajar  en proyectos  de tipo social que involucraban puestas  en escena.  Entonces, el negocio empezó a crecer, así como la necesidad de  diversificarlo,  al punto  que ya la 501 se quedó  corto.

Duraron  meses  buscando una  nueva  sede, pero  ninguna  arrancaba de sus  bocas  la  tan anhelada frase: “Esa es”. “Había  una  casa  en el Park Way de Bogotá que me enloqueció tan pronto la vi. La única  salvedad: no estaba a la venta”,  recuerda Katrin. Sin embargo, una noche pasaron por la zona y un aviso de “se vende” parecía haber puesto fin a la búsqueda.

Aunque  la casa  se adecuaba a sus necesidades,  estaba  fuera de su presupuesto. “Buscábamos un espacio de 400 m2 y esta tenía 1.600 m2, sin contar que era cuatro veces más cara”. Aun así, se reunieron con los propietarios y les hicieron  una propuesta: pagar la primera cuota en cinco meses. Ellos accedieron. El paso siguiente: solicitar al banco un crédito. La respuesta  también  resultó a su favor.

Al principio, 1.600 m2  parecían una exageración. Tanto que  daban  para  que Katrin viviera allí, alquilaran una habitación a un amigo, otra a una productora de música  y otra se destinara para las oficinas,  por solo citar algunos  de los casos. Hoy, la sede se les quedó  pequeña. De hecho, uno de sus ejes de negocio -el académico- debe desarrollarse en una locación cerca de la casa, donde se empezó con talleres que duraban entre dos y tres meses y hoy los alumnos estudian durante tres años para obtener su grado.

A esta línea de acción  se suman  dos más: la de entretenimiento, que  integra  diferentes  formas de expresión  artística en un mismo espacio.  “Queremos quitar  el estigma  de  que  las artes son solo para intelectuales o bohemios”, dice. La tarea les ha quedado bien hecha,  pues en sus cuatro años de operaciones han recibido cuatro  millones de visitantes. La otra hace referencia al arte como plataforma de responsabilidad  social y, en esta dirección, la campaña “Ni con el pétalo  de una rosa”, en contra  del maltrato a la mujer, ha sido su mayor logro.

Tras bambalinas

El emprendimiento de Nyfeler y Borrero ha dejado grandes satisfacciones, pero también  ha tenido  que sortear  inconvenientes a la hora  de seguir adelante con  la función, pues, pudiendo crecer de manera más acelerada, aún van a paso lento. 

“Creo que a muchos  emprendedores  nos pasa y es estar en la dicotomía de no tener para pagar algunos empleados, pese a que uno los necesite  para generar  los recursos que  quiere”,  confiesa.  La financiación no  ha sido  una  alternativa  para  solucionar la nómina, pues la banca  aún es reacia  a este tipo de proyectos,  según explica ella. “Tenemos acceso a créditos, pero no son ni blandos ni grandes capitales”.  Aun así, agradece a quienes  se han comprometido con el proyecto  y han decidido participar con sueldos muy inferiores a los que se merecen por su trayectoria y capacidades.

Las emprendedoras se preparan para las funciones del 2013 y, aún sin abrirse los telones, ya tienen claros sus retos: fortalecer el área comercial y consolidar la plataforma internacional. El resultado: lograr en 5 años ventas por 5 millones de U$D.

• Fecha de creación de la empresa: 2000
• Sector al que pertenece: industrias culturales
• Países de operación: Colombia
• Número de sedes en el mundo y en Colombia: dos
• Número de empleados: 20 vinculados y 100 más que se benefician del proyecto
• Número de clientes: indefinido
• Número de productos y/o servicios desarrollados hasta el día de hoy: 30 producciones propias, 2 campañas sociales y más de 1.000 artistas que han pasado  por la escena  de Casa Ensamble
• Ventas anuales actuales: 2009: $ 1.300 millones
                                              2010: $ 2.250 millones 2011: $1.550 millones
• Proyección a cinco años: ventas de US$ 5 millones


10. Koombea                              Por Carolina Escobar
Tecnología a ritmo de cumbia

Lo que  en  un  inicio  parecía  una  adversidad, para Jonathan Tarud, CEO de esta empresa, se convirtió en un emprendimiento basado  en el desarrollo  de aplicaciones móviles y web.Ya Facebook ha adquirido ideas del barranquillero y el blog de tecnología TechCrunch ha destacado uno de sus desarrollos.

Jonathan Tarud, ingeniero  espacial, comenzó  con éxito su vida laboral en el programa del 787  de la Boeing.  Sin embargo,  por temas  de  visado,  debía  dejar  su  trabajo  en este fabricante  de aviones.  “En esa época  se abrieron  65.000 cupos para visas de trabajo y hubo 130.000 aplicaciones. De Boeing aplicamos ocho y solo cuatro la obtuvieron”. Por esta razón, su única opción  fue hacer maletas y regresar desde Seattle a Colombia.

La experiencia adquirida en Estados Unidos, en la Boeing como en las comunidades de startups (empresas con modelos de negocio escalables, reproducibles y que generen   valor  extraordinario) de  Seattle,  le ayudó  a impulsar  esa pasión que tenía por la creación de productos web.

“Emprender es, en parte, cometer errores en la forma como trabajamos. Lo importante es seguir adelante e ir corrigiendo las fallas en el camino” dice.
Pasión que se convirtió en el motor que más tarde lo llevaría a crear su propio  emprendimiento: Koombea, que en el diccionario de los Apple–Mac es la transcripción fonética de cumbia  y que, además,  hace honor a Barranquilla, ciudad  natal de este joven de 28 años.

Koombea  realiza  desarrollos  para  aplicaciones web y móviles para iPhone, iPad y Android. Para lograrlo,  cuenta  con tres equipos: diseño, desarrollo  e interacción con el usuario final.

Los ahorros de Jonathan y su familia fueron los pilares de este nuevo emprendimiento. Por un lado, el dinero ganado  en Estados Unidos  le sirvió para pagar las primeras  nóminas,  construir  las bases de datos  iniciales y adquirir  unos  computadores, que  pagó  a cuotas. Por otro lado, su padre le prestó unas oficinas  donde   la  naciente empresa   operó por cerca  de un año.

Desde  el comienzo, Koombea  se propuso trabajar con una tecnología llamada  Ruby on Rails, que  utiliza  menos  códigos  que  otras y tiene un mínimo de configuración. Esta fue su primera  gran apuesta,  pues en esa época  era un marco de trabajo muy joven que no estaba validando en el mercado. “Los clientes se ponían nerviosos cuando se las presentábamos y muchos  desistieron  de trabajar  con nosotros; pero nos mantuvimos firmes y ahora,  cuando uno les habla de Ruby on Rails, la identifican de inmediato”, dice este emprendedor.

En las grandes ligas

En el 2007,  tras seis meses  de haber  pues- to en marcha  el emprendimiento, Tarud con- siguió  su primer  cliente: 3jam.com, ubicado en Estados Unidos.  Este tenía un sistema diseñado para triangular mensajes  de texto (SMS).

“Lo que  pasaba  antes  era que  si, por ejemplo,  una  persona  quería  ir a  cine  y le  enviaba  un mensaje  de texto a otras dos para invitarlas, cada  una de ellas lo veía, pero no tenía la posibilidad de saber a quién más le había llegado ni de respondérselo a todos”, explica  Jonathan.
Lo que  hizo  Koombea  fue  crear  una  aplicación  web  con  la que  se pueden mantener conversaciones entre tres personas  a través de los dispositivos móviles y también de la página web de 3jam; es decir, tener una conversación en el computador y luego pasarla  al móvil sin ningún  problema. Todo esto en una época  en la  que  no  existían  todavía  los  smartphones, por lo que  el trabajo  de Koombea  disparó  el uso de la plataforma  de 3jam.

A este caso de éxito se suman otros como el de Spool, una  aplicación móvil que  permite gestionar  información  en redes  sociales.  De acuerdo con  el perfil del usuario,  le sugiere información  que  pueda  ser de su interés  (videos, artículos, etc.). Esta empresa  colombiana  participó  en  su desarrollo  y Facebook  la compró  en el 2012.

También es el caso de Ane Receipt, una empresa neoyorquina que tenía un sistema para procesamiento de facturas en la web, para la que  Koombea  construyó  la  aplicación para iPhone.   “Cuando   la  lanzamos,  aparecimos en TechCrunch, uno de los blogs de tecnología más importante del mundo”,  cuenta  emocionado Tarud.

A beneficio propio

Pero el éxito de las aplicaciones no podía estar dirigido sólo a terceros. “A veces uno se enfoca en el producto para el cliente  y descuida los procesos  internos”, opina Tarud.

Hacia finales del 2011, la empresa crecía  a buen ritmo y ya alcanzaban los 65 empleados, pero las facturas se demoraban y los recaudos no se hacían  a la velocidad esperada. Por eso, decidieron hacer un pare  al crecimiento, bajarle la velocidad al negocio  y, más bien,  reforzar ciertas áreas internas.

Basados  en lo que  mejor  saben  hacer,  desarrollaron sus propias herramientas para manejar  la operación y actualmente cuentan con  tres nuevos  productos que  han  optimizado el funcionamiento a nivel interno. Uno para manejar  las evaluaciones de  desempeño, otro para la administración de propuestas a clientes  y una  aplicación para  la parte administrativa. Esta última permite generar facturas de forma inmediata, convirtiendo un proceso  de seis horas en uno de 20 minutos. En cuanto  al recaudo, el sistema  genera un cobro  de manera  automática, lo que disparó la recaudación en un 30%.

La puesta en marcha de estos tres productos ha sido un éxito y desde agosto del 2012, Koombea volvió a impulsar  su crecimiento, esperando finalizar este año con 90 personas en su equipo. Así, hoy  Jonathan puede  decir  que  sus tres pasiones  -su familia, Koombea  y el Junior de Barranquilla- marchan a ritmo de cumbia.

• Fecha de creación: 2007            • Sector al que pertenece: tecnología
• Países de operación: Colombia  y Estados Unidos
• Sedes: dos en Colombia  (Bogotá y Barranquilla) y una en Estados Unidos.
• Número de empleados: 80         • Número de clientes actuales: 30
• Número total de productos desarrollados hasta hoy: 5


                    Se requiere VALOR par a crear VALOR

Por Catalina Ortiz Lalinde. Gerente General iNNpulsa  Colombia

Los emprendedores colombianos que presentamos en esta publicación han tenido  visión para identificar  oportunidades donde  otros no las ven, valor para  perseverar  y sacar  sus negocios  adelante, ingenio  para  hacer las cosas de manera  diferente y determinación para levantarse  e intentarlo una y otra vez. Ellos son una muestra de otros miles que también  piensan en grande y son capaces de convertir sus ideas en negocios  potentes,  rentables y valiosos para nuestra sociedad.

Conocer estas historias es útil para superar una de las  barreras más trascendentales que tenemos en materia de innovación y emprendimiento: nuestra mentalidad. Estos casos nos inspiran a pensar en grande y a valorar el camino  del emprendimiento como  una opción  igual o más válida que el empleo  tradicional. Nos enseñan que  el fracaso  no es un obstáculo, sino que hace parte de él.

Justamente, frente al desafío de cambiar  nuestra  forma de pensar,  nació en febrero de este año  iNNpulsa Colombia,  la unidad  del Gobierno nacional que trabaja  para que la innovación empresarial y el emprendimiento  dinámico sean una locomotora que jalone el desarrollo y genere prosperidad, actuando en equipo con otras entidades del Estado. Tenemos el objetivo  de mejorar  el entorno  (el “ecosistema”)  que  se necesita  para innovar, facilitando  mayor  financiación para  quienes quieren   hacerlo. También  estamos  fortaleciendo las capacidades de cada  región para que gestionen sus propias apuestas productivas basadas en la innovación y el emprendimiento de alto impacto.

Tras solo nueve  meses de operaciones, debemos agradecer a nuestros socios  y aliados:  Presidencia de  la República, Ministerio  de  Comercio, Industria y Turismo, Ministerio de las TIC, Colciencias, Departamento Nacional  de Planeación, Sena, redes regionales  y Red Nacional de Emprendimiento, Confecámaras y Red de Cámaras de Colombia,  Connect Bogotá Región, Ruta N, Bancóldex,  Corporación Ventures, Andi del Futuro, Fundación Telefónica-Wayra, Fundación Bavaria y su Red de Emprendimiento, Endeavor Colombia y a todas las universidades que están apostándole al emprendimiento dinámico innovador.

Debemos construir juntos  la historia  de una Colombia  innovadora y emprendedora. Estos diez casos demuestran que tenemos  con qué.

www.innpulsacolombia.com




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