Diez historias de emprendedores colombianos
1. Sequoia Space: Satélites made in Colombia Por: Paola Martínez
Fabricar satélites y lanzarlos al espacio es el negocio con el que cuatro ingenieros quieren marcar un hito en el sector aeroespacial latinoamericano. Sin hacer muchos análisis del riesgo, se lanzaron a una industria desconocida y hacen cálculos de ventas de $ 36.000 millones anuales en el corto plazo.
“Todos tenemos la idea del millón de dólares en la cabeza; lo difícil es vendérsela al mercado con éxito. De ahí que el emprendimiento sea más que crear un producto único y novedoso”. Así piensa Iván Luna, ingeniero electrónico de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, quien a sus 27 años ya sabía que quería fabricar y poner en órbita satélites aeroespaciales.
Tenía una de esas ideas que casi nadie secundaría, pero, para su fortuna, conoció a Elkin Cifuentes, un ingeniero civil de la Universidad de los Andes, tan avezado como él. No tenían ni un peso para arrancar, así que se las ingeniaron para conseguir el capital.
En el 2007 lograron constituirse como los representantes para Latinoamérica de la compañía Pumpkin Inc., de San Francisco, que fabrica partes para satélites. Vendiendo estas piezas fueron acumulando el capital para desarrollar sus propios productos y en el 2009 ya tenían la base para consolidar el negocio de sus sueños: Sequoia Space.
Al poco tiempo de iniciar, se les unieron Andrés Alfonso y Carlos Suárez, ingenieros electrónicos de la Universidad Pedagógica Nacional y de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, respectivamente. Así, se puso en firme este ambicioso modelo de emprendimiento que se concentra en el desarrollo aeroespacial de satélites pequeños (pico y nano-satélites). Además, tiene experiencia certificada en el desarrollo de CubeSats y en la aplicación de metodologías para el diseño y la elaboración de misiones aeroespaciales.
En pocas palabras, es una empresa que fabrica satélites, la estación terrena que monitorea al satélite y también ofrece el servicio de lanzamiento para poner la máquina en órbita. Se definieron dos segmentos a los que había que apuntarle: universidades y Gobierno y defensa.
A las primeras les prestan asesoría en la fabricación y funcionamiento de satélites para que puedan obtener información sobre el comportamiento en el exterior de la Tierra, tomar fotos o hacer experimentos de biología (ej. cómo se comportaría una bacteria en el espacio). En el segundo caso, los satélites se usan para obtener información sobre límites geográficos, meteorología y para ejercer acciones de vigilancia, así como todas las variables que un gobierno determine.
Con los pies en la tierra
“Nos enseñaron a quedarnos en la queja: No hay dinero, nadie me ayuda, ¿si renuncio y no recibo salario, qué va a pasar conmigo? Por eso, para emprender se necesita valor”. “Lo duro de emprender no es tener un producto o servicio innovador, sino luchar contra uno mismo. Uno puede fracasar, quebrar, pero nunca desistir”, dice. Y ellos sí que pueden dar fe de eso, pues los primeros años de venta han sido fluctuantes. “Para que un emprendimiento funcione es clave reconocer lo que uno no sabe hacer. Nosotros, por ejemplo, somos ingenieros y no sabemos facturar ni vender. Por eso, debemos asesorarnos y aprender. En este punto es donde muchos naufragan, pues, aunque tienen un producto o idea novedosa, no saben cómo enfrentarse a los negocios”, dice Elkin Cifuentes.
En un mundo en el que todo está casi hecho, la innovación parecería una utopía; sin embargo, el que tiene mente de emprendedor sabe que siempre hay mercados vírgenes y nuevas formas de hacer las cosas. Sequoia Space es uno de esos casos.
“Somos la única empresa que desarrolla satélites pequeños en Latinoamérica. Estos van desde 1 kg hasta 18 kg, mientras que en las compañías más famosas del mundo los de menor tamaño son de 50 kg. A esto se suma que somos los únicos que entregamos el paquete de misión completa (satélite, estación terrena y lanzamiento) en la región”, explica Iván. Así que, con este modelo de empren- dimiento, Sequoia Space hoy hace parte del selecto grupo de las ocho empresas que ofrecen estos productos y servicios en el mundo.
Además, han abierto las puertas a futuras negociaciones con la NASA, pues Peter Warden, director del centro AMES de esta organización (California), al conocer su trabajo dijo: “no solo la tecnología que se está desarrollando es tan avanzada como la de Silicon Valley, sino que el modelo de negocio es mejor”. De ahí, que hoy exista la posibilidad de que la NASA compre y utilice su sistema Space For You.
Este es un producto hecho para niños y jóvenes que les permite acercarse a la ciencia y a la tecnología. Se trata de un kit completo de piezas para que puedan armar su propio satélite, el cual se lanza a través de un globo aerostático y llega a una altura de 30 o 35 km de la Tierra, desde donde se puede ver su curvatura.
Gracias a esa visión aguda para los negocios, hoy comercializan su oferta en Chile, Ecuador, Perú y Colombia y han logrado sacar productos altamente segmentados. Por ejemplo, tienen una tarjeta de desarrollo electrónica, que viene equipada con sensores, GPS y que se le vende a todo aquel que está aprendiendo a fabricar satélites y desea ahorrar tiempo en la curva de aprendizaje, así como al fabricador experto que necesita comprar partes ya elaboradas.
Con estas propuestas innovadoras, este equipo quiere rendirle culto a su nombre, que hace referencia al árbol más grande y antiguo del mundo. “Sequoia nos representa porque queremos ser una empresa sólida, longeva y viva”, concluyen estos emprendedores.
• Nombre comercial: Sequoia Space
• Fecha de creación: 4 de octubre del 2007
• Sector al que pertenece: aeroespacial
• Producto y/o servicio que ofrece: 14 productos relacionados con la fabricación de satélites y ocho servicios de asesoría y lanzamientos
• Países de operación: Colombia • Sedes: una en Bogotá
• Empleados: 10 • Clientes: 10
• Países en los que venden productos: Ecuador, Chile, Perú y Colombia.
• El mercado objetivo es Latinoamérica
• Patentes o derechos de autor: en proceso de patentar los productos
• Número total de productos desarrollados: 18 productos y ocho servicios
• Ventas: 2008: $ 500.000 2009: $ 15.000.000 2010: $ 400.000.000
2011: $ 100.000.000 2012: $ 2.000.000.000
• Proyección a cinco años: tener presencia en el 80% de Latinoamérica, lograr ventas anuales de $ 36.000 millones y tener una sede en el exterior.
2. ParqueSoft
Laboratorio de mentes brillantes Por: Paola Martínez
Se instaló en el mercado colombiano en el 2000 como el clúster de arte digital, ciencia y tecnología más grande de Latinoamérica. Si bien el éxito llegó, la crisis también apareció y solo el coraje de Orlando Rincón, un emprendedor en serie, evitó la derrota.
Orlando Rincón, un caleño de 50 años, educado en escuela de barrio, ingeniero de sistemas de la Universidad EAFIT, sin ningún título de posgrado, es el hombre detrás de la creación de ParqueSoft, una empresa líder en productos y servicios de tecnologías de la información. Un líder innato, quien a los 24 años ya era dueño de su propia empresa, que abrió con $ 100.000 prestados.
Se trata de Open Systems, una multinacional colombiana de software, legalizada en octubre de 1987. Pese a que todo iba bien, Orlando decidió vender con éxito su participación, logrando una negociación millonaria. El paso a seguir: arrancar con ParqueSoft, su más grande proyecto, que lidera junto con otros emprendedores. “Pensé: si yo, que vengo de un origen muy humilde, pude crear una empresa como Open Systems ¿cuántos muchachos no habrá con las mismas habilidades, pero sin oportunidades? Entonces, creé una plataforma para juntar a toda esa gente”, cuenta.
Cuando Orlando habla de “esa gente”, no se refiere a cualquiera, sino a lo mejor de la especie humana, pues él afirma que el emprendedor no se hace, sino que nace. Es un asunto de ADN. Esa idea se la compartió a cinco conocidos que lo secundaron y así firmaron la constitución oficial de ParqueSoft, arrancando operaciones en febrero del 2000.
Dice que no es un negocio, sino un ecosistema, porque está formado por seres vivos, que comparten un hábitat y se interrelacionan. Este ecosistema está compuesto por 14 ParqueSoft, que operan de manera independiente en diferentes ciudades de Colombia (con sede principal en Cali) e involucran a más de 300 compañías. Esta red de parques tecnológicos de software se conoce como ParqueSoft Nation.
En este ecosistema se desarrolla software para diversos sectores de la economía, se ofrecen soluciones para la industria informática (inteligencia de mercado, planeación estratégica y soporte de mercadeo) y se prestan servicios para la creación de empresas. Todo esto se hace bajo un principio esencial: la inclusión social y generacional.
“Una cosa es un empresario con una idea y el dinero para desarrollarla; otra es crear en medio de la adversidad, pues la dificultad es inherente al emprendimiento”.
“Tenemos gente de diferentes estratos económicos y jóvenes a quienes les damos la oportunidad de involucrarse en la economía del conocimiento. En Colombia nos enfrentamos a un esquema discriminatorio del talento humano. Por ejemplo, la mitad del personal nuestro no pasaría una prueba de personalidad, porque el emprendedor está abstraído de la realidad, posee una gran tendencia a ser rebelde y tiene ciclos de productividad que el aparato tradicional no entiende”, manifiesta.
¿Emprendimiento o empresa?
Además de tener muy bien identificado el ADN del emprendedor, Orlando también tiene clara la diferencia entre las empresas y los emprendimientos. “Una cosa es un empresario con una idea y el dinero; otra es crear en medio de la adversidad. La dificultad es inherente al emprendimiento. Por eso, un verdadero emprendedor jamás se emplea y no le teme al riesgo”, dice él.
Además, asegura que el entorno juzga duramente al emprendedor. “El mundo financiero, la sociedad, la familia y los amigos te desprecian. Hasta que uno obtiene el éxito y se habilita socialmente pasa un periodo muy largo”, confiesa.
Consciente de lo agreste que puede ser el medio para un joven emprendedor, Orlando propuso ParqueSoft no solo como una industria de tecnología, sino como el más grande laboratorio para emprendedores de Latinoamérica. Labores como esta le merecieron el reconocimiento en el 2005 al Emprendedor Social de Colombia, otorgado por el Fondo del Foro Económico Mundial.
Orlando siente orgullo y no por los premios, sino porque sabe que el buen emprendimiento es aquel que le hace un aporte al país, genera oportunidades sociales y estabilidad económica. Creer en los jóvenes talentos ha sido el sello de ParqueSoft y lo que le ha dado los grandes triunfos. Desde allí se han ayudado a crear más de 300 empresas y se han generado más de 200 productos de tecnología, de los cuales varios han conquistado los mercados globales.
Esta capacidad innovadora llevó al ecosistema ParqueSoft a acumular una importante cifra de ventas de $ 90.450 millones en los primeros siete años. No obstante, como en el camino de cualquier emprendedor, en el que la adversidad puede estar a la vuelta de la esquina, la sede principal de ParqueSoft, en Cali, se enfrentó a un duro proceso de crisis, en la que los medios crearon un efecto dominó que los desestabilizó. De ahí que en el 2009 tuvieran un oscuro balance: cero en ventas en ParqueSoft Cali.
Fue una tormenta que estuvo cargada de diferentes ingredientes, que los llevó a desaparecer prácticamente del mapa. Pero fue aquí donde pusieron a prueba su espíritu emprendedor. “Lo hemos vivido todo: la gloria, el éxito; pero también la crisis. Sin embargo, renacimos”, menciona. En el 2012, con la crisis totalmente superada, las ventas vuelven a crecer y dejan claro que un buen emprendedor debe conocer la adversidad para tocar el cielo.
• Nombre de la empresa: Fundación ParqueSoft
• Fecha de creación: 15 de diciembre de 1999
• Sector al que pertenece: economía del conocimiento
• Producto y/o servicio que ofrece: soluciones, productos y servicios de tecnologías de la información
• Países de operación: Colombia
• Sedes en Colombia: 14 sedes independientes en Pasto, Manizales, Bogotá, Palmira, Tuluá, Buga, Sincelejo, Cartagena, Quindío, Medellín, Pereira, Ibagué, Popayán y Cali
• Empleados: 1.370 personas en todo el ecosistema
• Clientes: 500 alrededor del mundo
• Regiones donde han vendido sus productos: Estados Unidos, América Latina, Asia, Europa y África
• Patentes o derechos de autor: el 50% de los productos y servicios están protegidos con derechos de autor
• Número total de productos desarrollados: 200 de software, más de 50 servicios de IT
• Ventas de ParqueSoft Nation:
2000: $ 350 millones 2001: $ 1.300 millones 2002: $ 5.800 millones;
2003: $ 9.500 millones 2004: $ 13.100 millones; 2005: $ 18.000 millones,
2006: $ 42.400 millones; 2007: $ 15.000 millones 2008: $ 5.000 millones;
2009: $ 5.000 millones 2010: $ 7.000 millones; 2011: $ 10.000 millones
• Proyección a cinco años: ser el mayor proveedor de productos y servicios de tecnologías de la información de los Estados Unidos
3. UrGift.in.
Un regalo para las redes sociales Por: Carolina Escobar
La aplicación móvil creada por Vicky Ricaurte hace más eficiente la compra de regalos a través de las redes sociales. Con Amazon como socio estratégico y un mercado creciente de compras electrónicas a través del iPhone, este desarrollo promete dar de qué hablar.
No es una coincidencia que MassChallenge, la aceleradora de negocios de innovación más grande del mundo, y Wayra, aceleradora del sector TIC (tecnologías de la información y las comunicaciones) con sede en Colombia, se hayan fijado en el proyecto de la bumanguesa Ana Victoria Ricaurte.
Gracias a UrGift.in, una aplicación que se enmarca en el mercado de los regalos a través de las redes sociales y que garantiza que quienes la usen darán o recibirán el obsequio perfecto con solo dar clic, este emprendimiento fue seleccionado para competir con 300 startups del mundo (empresas con modelos de negocio escalables, reproducibles y que generen valor extraordinario).
“El país está en su mejor momento y queremos aprovecharlo; hay un empuje impresionante y están dadas las condiciones para apostarle a los emprendimientos”, Vicky Ricaurte.
Tomar la decisión de ser emprendedora no fue difícil, pues su padre, también emprendedor, les inculcó el tema desde pequeños. Sus estudios de ingeniera industrial en la Universidad de los Andes y management en la Universidad de Harvard, así como su brillante experiencia de doce años en el sector privado, también contribuyeron a que esta carismática emprendedora se lanzara al agua.
Su camino al emprendimiento inició en Boston, donde entró a formar parte de comunidades de emprendedores, a documentarse aún más sobre el ecosistema TIC y a darle forma a este proyecto.
Regalo por partida doble
La idea venía gestándose desde el 2011, cuando junto con Marcelo, su esposo, identificaron que en fechas especiales es común recibir regalos que no siempre son acertados, bien sea porque no se necesitan o porque no son del gusto de quien los recibe.
Por tal razón, aplicó a la convocatoria de Wayra, una de las principales aceleradoras TIC del mundo, para obtener capital semilla que apalancara su emprendimiento. Estando casi en trabajo de parto, le avisaron que debía venir a Colombia a defender su propuesta, así que, una vez nació Mariana, tomó un avión hacia su tierra natal.
El concepto de negocio estaba tan bien estructurado que ganó uno de los diez cupos (aplicaron casi cien startups) que Wayra da cada año a proyectos de innovación, ideas de negocio y diseños que resuelvan una necesidad del mundo digital en torno a web o soporte móvil.
Llegar a Colombia significó trabajar de lleno en el perfeccionamiento de la herramienta, que inicialmente se lanzó en exclusiva para Facebook. Durante la aceleración, entendieron que UrGift.in debía ser una aplicación móvil, ya que cerca de la mitad de las personas que consultan redes sociales lo hacen a través de sus teléfonos celulares.
El desarrollo invita a los usuarios a compartir, a través de la aplicación, sus fechas especiales (cumpleaños, grado, etc.), y otras que van en consonancia con los días de mayor tráfico comercial en Estados Unidos (San Valentín, Navidad, etc.). Luego, importa y comparte automáticamente las wishlists (listas de regalos) del portal de Amazon y finalmente invita al usuario a decidir a qué amigos quiere seguir, creando una comunidad para compartirlas y regalar.
“Cuando llega el día de la fecha especial, un mensaje notifica al usuario que determinado amigo está cumpliendo años y le muestra su lista de regalos. A través de la aplicación es posible elegir el obsequio que se quiere dar e incluso, invitar a un grupo de personas a unirse para comprar en conjunto”, explica Vicky. Una vez adquirido, Amazon lo hace llegar a su destino.
Por cada compra efectiva, UrGift.in recibe un porcentaje del 5% al 7%, gracias a que forma parte del Amazon Affiliated Program.
Dar para recibir
El desarrollo de la bumanguesa, que ganó el Pitch Competition de la alianza estratégica entre MassChallenge e iNNpulsa Colombia, combina dos tendencias crecientes: las compras a través de dispositivos móviles (mobile shopping) y el comercio por medio de redes sociales (social commerce). A esto se suma que en Estados Unidos, los servicios de wishlist no son transaccionales. “Nuestra aplicación viene a dar respuesta a todos esos factores. Además, somos la primera empresa que está desarrollando el social gifting en Amazon, marca que hoy tiene la tercera parte del comercio en línea tanto para computadores de escritorio como para dispositivos móviles”, menciona Vicky.
Y es que, según cifras que maneja UrGift. in, el comercio a través de redes sociales alcanzará en el 2015 los US$ 14 billones, mientras el que se desarrolla vía móviles llegará en ese mismo año a US$ 25 billones. Por su parte, UrGift.in le apuesta a tener en el 2015 el 3% del mercado de regalos a través de teléfonos móviles, que se estima en US $2,5 billones.
Si bien la aplicación inicia con iPhone, la idea es hacerla extensiva a otros Smart-phones. La decisión de elegir este dispositivo, en primera instancia -según explica Vicky- obedece a que en Estados Unidos (país donde funcionará al finalizar el año) el usuario iPhone, comparado con el Android, tiene mayores ingresos, mejores planes de datos y una mayor formación en tecnología.
El fin de año se aproxima, así que ¿qué espera para usar esta herramienta tecnológica, disponible en el app store y que le garantiza no equivocarse con los regalos que ocuparán el árbol de Navidad?
• Nombre de la empresa: UrGift.in • Fecha de creación: 2012
• Sector al que pertenece: mobile social gifting
• Producto y/o servicio que ofrece: aplicación en Internet para dispositivos móviles
• Países de operación: aplicación apta para Estados Unidos
• Número de sedes en el mundo y en Colombia: una en Bogotá
• Número de empleados: uno de tiempo completo y tres de tiempo parcial
• Número de clientes: 100 inscritos en la versión de Beta (Privada)
• Países donde venden productos: Estados Unidos
• Número de patentes o derechos de autor: N/A
• Número de productos desarrollados hasta el día de hoy: 1
• Ventas anuales actuales: US$ 1.000 en la versión de prueba
• Proyección a cinco años: 3% del mercado de mobile social gifting en Estados Unidos en ventas del sistema a través de redes sociales en ese país
4. Ecoflora Por: Carolina Escobar
Este paisa es el gestor de Ecoflora, empresa dedicada al desarrollo de soluciones derivadas de la biodiversidad. Un mercado potencial creciente, un joint venture con una multinacional, tres patentes aprobadas y siete en proceso hacen de este emprendimiento un destacado modelo de innovación.
Dos hechos sirvieron de motivación para el nacimiento de Ecoflora. Por un lado, el fenómeno del niño de 1998, que afectó varias cosechas colombianas. Por otro lado, la campaña de desprestigio que para ese entonces se dio en Alemania en contra de las rosas colombianas por el uso de pesticidas químicos.
Al principio, suponía un reto por la novedad del tema, pero Nicolás llevaba el emprendimiento en sus venas. Desde niño su padre fue emprendedor y en familia ya le habían apostado al emprendimiento con la creación de la Fundación Amigos del Chocó.
Con estos antecedentes y una maestría en política ambiental y recursos naturales, Nicolás dejó atrás sus estudios de ingeniería civil y se dejó tentar por su amor por la biodiversidad, que le ratificó que como ingeniero hubiera sido un profesional frustrado. “Hoy se me caería un andén”, dice sonriendo.
Con recursos propios arrancaron las primeras pruebas y utilizaron como laboratorio los cultivos de la familia. El primer ensayo se hizo en uno de flores, pero al poco tiempo empezaron a trabajar en otros de distintas regiones del país, donde los nacientes bioinsumos de Ecoflora dieron resultados satisfactorios. Siguieron Ecuador y Perú, también con gratas noticias.
Con el negocio del agro andando, quiso proyectarse, a través del uso de bioin-sumos, en dos escenarios más: la industria alimentaria y la cosmética, ampliando su espectro de clientes.
De lo local a lo global
Aunque para Nicolás cada momento es especial, recuerda dos particularmente. El primero, cuando Camposol, una de las empresas agroindustriales más grandes de Latinoamérica,su se hizo su cliente. El segundo, cuando la multinacional estadounidense Gowan Company les informó que las pruebas realizadas a sus productos de la línea del agro habían arrojado óptimos resultados.
Desde el 2007, Nicolás Cock es emprendedor Endeavor, organización que promueve la cultura emprendedora, contribuyendo al desarrollo económico y social de los países donde está presente.
Esta importante validación por parte de la multinacional fue el primer paso de una alianza entre ambas. La misma se selló en agosto del 2011, tras la firma de un joint venture (tipo de acuerdo comercial de inversión conjunta a largo plazo entre dos o más compañías). Gracias a esta unión, las perspectivas se aceleraron y ahora la meta es ingresar en el 2013 a los mercados de Estados Unidos, México e India. Para lograrlo, ya inauguraron una nueva planta de formulación con capacidad para producir hasta un millón de litros de extractos vegetales de uso agrícola por año.
Este joint venture es el resultado de la inversión que Promotora Progresa Capital (banca de inversión y gestión de fondos de capital privado y riesgo) hizo en Ecoflora en el 2009, con el propósito de trabajar en el desarrollo de productos y acceso a mercados y que contemplaba la vinculación de un socio de talla mundial, y se realizó con la división de agro, lo que hizo que fuera necesario dividir la empresa en dos. Por un lado, Ecoflora Agro, en alianza con la multinacional Gowan Company, líder mundial en soluciones de protección de cultivos agrícolas y con operación comercial en 70 países. Por el otro lado, Ecoflora SAS, con un enfoque B2B (business-to-business) y que se concentra en las líneas alimenticia, cosmética y hogar.
“Esta transacción se convierte en la primera desinversión (reducción de activos por parte de una firma) que un fondo de venture capital realiza en Colombia a través de una empresa de biotecnología altamente innovadora”, explica Nicolás.
A lo natural
Entre los 20 productos que ya se cuentan entre las dos compañías de Ecoflora, se des- tacan tres por su desarrollo, aporte al medio ambiente y potencial de mercado. Primero, Ecoswing, un fungicida agrícola que controla enfermedades limitantes en cultivos de frutas, hortalizas y flores. Segundo, Sinbabosas, para el control de babosas, caracoles y moluscos. Este producto cuenta con grandes posibilidades de mercado, puesto que actualmente en el mundo existen pocas alternativas para el manejo de estas plagas.
Para terminar, se destacada un colorante azul obtenido de un fruto de las selvas del Chocó. En este desarrollo trabaja en conjunto con la Universidad de Antioquia y con comunidades en Bojayá y Vigía del Fuerte. Para este ya se tienen dos patentes: una aprobada y otra en proceso. “Es apto para las industrias de alimentos y cosméticos y único en el mundo, pues el azul es escaso en la naturaleza”, explica Nicolás. El futuro es promisorio, pese a que “uno de los aspectos más difíciles en este proceso ha sido el apalancamiento económico, en especial por tratarse de un tema de innovación disruptiva. La banca tradicional no apoya este tipo de proyectos, pero nos llena de optimismo que ya se están viendo las iniciativas gubernamentales para apoyar este fin”, concluye este emprendedor.
• Nombre de las empresas: Ecoflora Agro SAS y Ecoflora SAS
• Fecha de creación: 1998
• Sector al que pertenece: agroindustrial, bioinsumos, cosmético
• Producto y/o servicio que ofrece: tecnologías y bioinsumos para estas tres industrias
• Países de operación: Colombia
• Sedes en Colombia: zona franca de Rionegro y en Envigado
• Número de empleados: 40 • Número de clientes: 400
• Países donde venden productos: Colombia, Estados Unidos, Perú, Ecuador, Costa Rica, Francia y Alemania
• Número de patentes: 3 aprobadas y 7 en proceso
• Número de productos desarrollados hasta el día de hoy: 20
• Crecimiento en ventas durante los últimos 10 años: 25% anual
• Proyección a cinco años: USD$ 50 millones en ventas
5. VoiceBunny. El eco de una idea Por: Carolina Escobar
Una obsesión por los computadores llevó a Alex Torrenegra, un colombiano de 34 años, a crear VoiceBunny, el banco online de voces más grande del planeta:
¿Se encuentra haciendo un comercial, una campaña o un video y no encuentra la voz perfecta para su proyecto? ¿Busca, quizás, una mujer, con una edad promedio de 50 años y que además tenga acento ruso?
A través de esta plataforma web, se realizaron transacciones por USD$ 17 millones en el 2011.
Alex Torrenegra pensó en todas esas variables cuando le dio vida a VoiceBunny, el banco de voces más robusto del mundo que, basado en una plataforma web y gracias a un algoritmo creado por su empresa, conecta en cuestión de minutos a locutores -profesionales o no- con productores, realizadores y empresarios que necesitan la voz perfecta en el momento preciso.
Este proyecto es el resultado de su pasión por los computadores. Cuando este emprendedor rondaba los 14 años, en Colombia se estaba haciendo común el uso de estos dispositivos, por lo que puso en su casa, ubicada en el barrio Villas de Granada, en Bogotá, un aviso que decía: “Se pasan trabajos a computador”, solo que aún no tenía uno para llevar a cabo esta labor.
Su propósito era claro: identificar un mercado potencial y con la información recogida durante el proceso determinar si podía o no adquirir un computador poniéndolo a producir. De este modo, hizo su primer estudio de mercado sin siquiera saberlo.
“En el camino del emprendimiento, al principio lo difícil es decidirse; y cuando se está emprendiendo, lo complicado es aprender a fallar”.
Así, las personas empezaron a tocar a su puerta y él a preguntarles cuánto pagarían por ese trabajo. Una vez obtenía la respuesta, venía la frase de rigor: “desafortunadamente ahora no tengo disponibilidad, pero en una próxima oportunidad, con gusto”.
Cuando identificó el potencial del negocio, se fue para un banco a pedir la plata prestada. La gerente, asombrada ante la seguridad del pequeño, lo atendió y le otorgó $ 850.000. Lo que Alex supo años más tarde era que dicho préstamo no había salido del banco, sino del bolsillo de la funcionaria. Lo que permite concluir que su primer pitch -término desconocido en ese entonces para él- había sido un éxito.
Alex pagó con puntualidad sus cuotas durante un año, un logro en el que tuvo mucho que ver su abuela, quien se trasnochaba transcribiendo los trabajos y despertaba a Alex a la hora de grabarlos, ya que esta parte no era su fuerte.
Su siguiente proyecto llegó a los 16 años: arreglar computadores a domicilio, habilidad que descubrió que tenía luego de reparar el suyo propio.
La apuesta nuevamente funcionó, y en 1998 ya tenía oficina propia y 25 empleados. “De esta experiencia aprendí que algunas veces hay mercados que uno no contempla.
Yo puse un aviso el domingo, creyendo que iba a reparar computadoras en casas de familias, pero nadie me contactó. Cuando lo publiqué entre semana, recibí de inmediato llamadas de empresas, que fueron las que hicieron prosperar este negocio”, recuerda Torrenegra. Por el tiempo que le demandaba este emprendimiento, Alex dejó sus estudios de Ingeniería de Diseño y Automatización Electrónica en la Universidad de La Salle, decisión que su mamá no tardó en reprocharle.
Rumbo al norte
Mientras su negocio de arreglos a domicilio se mantenía sólido, empezaba en Colombia el auge de Internet, lo que hizo que naciera en Alex una nueva obsesión: saber cómo evolucionaban las tecnologías de la información. “La Meca del tema estaba en Estados Unidos, así que me fui a vivir a ese país”, comenta.
Luego de un año de estar en Miami, sumergido en su computador durante las noches y trabajando en el día en McDonald’s y Starbucks, consiguió sus primeras consultorías sobre marketing online: una en el sitio web Réntalo.com y otras dos en Yahoo! en español y Terra Lycos. De la primera se hizo socio, lo que lo obligó, por cuestiones de tiempo, a dejar sus estudios en Sistemas de Gestión Informática en la Universidad Internacional de Florida.
Para esa época conoció a Tania Zapata, quien hoy es su esposa y cofundadora de VoiceBunny. Ella se desempeñaba como locutora de radio, experiencia que, sumada a la de Alex, les permitió identificar que nadie hacía voces en Internet. “Conseguir una profesional era una locura. El comprador tenía que contactar a un director de casting y este a un agente de talentos, quien ubicaba al locutor; un proceso que podía tardar semanas”, cuenta Alex.
VoiceBunny automatiza todos esos procesos, logrando que la consecución de la voz tarde cerca de 15 minutos en el caso de un script sencillo.
¿Cómo lo logran? Cuando un comprador entra a la página de VoiceBunny, ingresa el texto de un proyecto e indica el tipo de voz que necesita: género, edad, acento etc. El algoritmo selecciona entre los talentos registrados los que más se ajustan al proyecto, verifica la disponibilidad y les envía la solicitud.
El locutor que esté en línea recibe la información, graba el script y en minutos sube el audio al sistema. VoiceBunny verifica que la calidad y el nivel de volumen sean óptimos y que esté limpio de ruidos. Luego, se le envía al cliente. “Si le gusta, se queda con ella, nos la paga y nosotros acordamos la tarifa con el talento”, explica. El valor de una voz depende de la extensión del texto y puede partir desde los USD$ 150 en el caso de un eslogan.
La base de talentos de VoiceBunny cuenta con 150.000 perfiles en los cinco continentes y cerca de 1.000 locutores viven de esto. Sus clientes llegan a los 65.000, entre los que están firmas como Pixar, que ha utilizado la plataforma para resolver las voces de personajes como Buzz ligthyear cuando habla en español en Toy Story.
Desde su puesta en marcha hasta ahora, VoiceBunny ha crecido a un ritmo superior al 30% anual. Y su aspiración de alcanzar una tasa de crecimiento del 100% en cinco años hará posible que las voces de Torrenegra tengan eco.
• Nombre de la empresa: VoiceBunny • Fecha de creación: 2003
• Sector al que pertenece: medios de comunicación
• Producto y/o servicio que ofrece: 150.000 voces en 50 idiomas
• Países de operación: Estados Unidos y Colombia
• Sedes: una en Bogotá, una en NY y ejecutivos comerciales en ocho ciudades de Estados Unidos
• Número de empleados: 20 • Número de clientes: 60.000
• Número de talentos (locutores) adscritos: 65.000 en EU y 85.000 en otros países
• Países donde venden sus productos: operación global
• Número de patentes o derechos de autor: una patente aprobada y tres en proceso
• Transacciones anuales: como marketplace, USD$ 17.000.000 en el 2011
• Proyección a cinco años: por lo menos, un 100% en ventas
6. Direktor Films Por: Paola Martínez
Crecer de manera rápida, rentable y sostenida es una de las reglas de oro del emprendimiento dinámico. Este es el caso de Direktor Films, una empresa productora de comerciales que hace uso de la tecnología para producir de forma artística.
Hacer lo que muchos hacen, pero como nadie más lo hace es uno de los principios del emprendimiento dinámico. Esto es lo que ha logrado Direktor Films, una productora de comerciales con gran proyección a futuro, gracias a que en sus primeros cinco años tuvo ventas promedio anuales de 5.000 millones de pesos.
Pero ¿cuál es su gran diferenciador? Generar valor extraordinario. “En este negocio hay muchas compañías, pero nosotros hacemos uso de la última tecnología para producir de forma artística. No actuamos como una máquina de fabricación de zapatos al por mayor, sino que cada proyecto es como el primero y por eso le imprimimos la mejor estrategia artística”, revela María Adelaida Giraldo, más conocida como ‘Lali’, socia creadora de Direktor Films.
“Aún hay momentos en los que pienso que sería más fácil ser empleada y estar bajo las órdenes de un jefe; pero mi espíritu de emprendedora no me lo permite”, ‘Lali’ Giraldo.
Otra de las fortalezas de este emprendimiento, que surgió en el 2004, es que a la producción de comerciales se le han ido su- mando otras líneas de negocio: videos musicales, proyectos de cine, contenidos para marcas y programas de televisión.
La unión hace la fuerza
La formación de ‘Lali’ como administradora de empresas se complementa a la perfección con la de su otro socio, Juan Carlos Beltrán, quien es director de cine.
Impulsado por su padre, un reconocido médico, Beltrán alcanzó a estudiar un semestre de medicina, pero, en contra de la voluntad de su familia, se retiró para lanzarse al mundo de la producción. “Juan Carlos, literalmente, arrancó arrastrando cables. Así fue que se pagó sus estudios de cine en Bogotá y se ganó el reconocimiento de la industria, para luego trabajar durante años como el director top de una gran productora colombiana“, cuenta ‘Lali’.
Ella, por su parte, nació en Medellín, pero reside en Bogotá hace doce años. Se graduó como administradora de empresas y como especialista en finanzas. Siempre se ha distinguido por ser la primera de su clase, lo que la hizo merecedora de varias becas para estudiar. Como era de esperarse, al graduarse logró ubicarse rápidamente en importantes cargos en el sector de la banca y la bolsa y a los 26 años ocupó un puesto directivo en el Sindicato Antioqueño.
Sin embargo, ‘Lali’ decidió darle un vuelco a su vida. “Me iba muy bien, pero no hacía lo que me gustaba; no era feliz. Así que decidí dejarlo todo y volver a empezar. Tiempo atrás ya había trabajado en televisión, frente a las cámaras, lo que tampoco me gustaba, pero sabía que estar detrás de ellas era lo que quería hacer”, cuenta.
Al conocerse con Juan Carlos, descubrieron que tenían algo en común -además de ser motociclistas y buzos-: su espíritu emprendedor. Por eso, se lanzaron a la creación de este nuevo emprendimiento. “Cuando nos decidimos, Juan Carlos dejó de dormir por un mes, porque él ya tenía un reconocimiento ganado y dar este salto era como botarse al vacío. Y es que hacer empresa no es lo difícil, sino crecer y sostenerse”, dice ‘Lali’.
Empezaron solos, en una oficina pequeña. A los tres años ya tenían su sede actual en la zona T y hoy son 18 personas las que trabajan en Direktor Films. Han crecido de tal manera que hoy tienen una producción promedio de 50 comerciales al año. A esto se suma que abrieron una nueva unidad de negocio: Room Service, que tiene como objetivo crear contenidos fílmicos para Internet y otras plataformas digitales.
Reinventarse: la fórmula para sostenerse
“El inicio fue fácil, porque en esta industria es sencillo entrar. Lo complicado es sostenerse. También es difícil sobrevivir económicamente, porque es un negocio con ciclos de producción muy heterogéneos. La gran dificultad de este trabajo está en los ingresos fijos, porque no existen. Tenemos picos inexplicables, de mucho movimiento, y otros muy bajos. Por eso hay que saber reinventarse”, confiesa esta emprendedora.
En esa medida, lo que Direktor Films ha hecho ha sido trabajar con los directores colombianos más destacados, además de aliarse con los más reconocidos de España, México y Argentina para filmar en Colombia y otros países, ya que el objetivo es hacer producciones de altísimo nivel.
Una de ellas fue el reciente comercial del Ejército Nacional, transmitido en Colombia y que recrea la Batalla de Boyacá. “Fue un reto enorme, teníamos más de 600 personas en escena. Gracias a esta producción, nos ganamos el Fiap de Bronce en Técnicas de Producción, en el Festival Iberoamericano de Publicidad en el 2010”, comenta orgullosa.
Crear empresas diferenciadoras no es fácil, por eso aún hay momentos en los que por su mente pasa la idea de que sería más fácil ser empleada y estar bajo las órdenes de un jefe. Sin embargo, tanto ella como Juan Carlos han aprendido que el emprendimiento tiene como ingrediente primordial la capacidad de resolver situaciones difíciles y perseverar. De ahí que sigan adelante con la mesa de trabajo donde la generación de ideas y pasarla bien son los ingredientes principales.
• Nombre comercial: Direktor Films
• Fecha de creación: abril del 2004
• Sector al que pertenece: publicitario y audiovisual
• Producto y/o servicio que ofrece: comerciales y contenidos para televisión, producción cinematográfica, contenidos para marcas y producción para medios digitales
• Países de operación: Colombia • Sede: Bogotá
• Empleados: 18 • Clientes: 25
• Países donde venden productos: Estados Unidos, México, República Dominicana, Venezuela, Argentina y Uruguay
• Ventas promedio anual en sus primeros cinco años: $ 5.000 millones
• Ventas actuales anuales: $ 10.000 millones
• Proyección a cinco años: aumentar los servicios prestados a clientes extranjeros y fortalecer el negocio del Room Service.
7. Positive ID, Por: Paola Martínez
con sello de ‘seguridad’
Dicen que las ideas innovadoras y nuevas oportunidades de negocio están en todas partes, pero solo el que tiene alma de emprendedor sabe ejecutarlas con éxito. Este es el caso de Positive ID, un negocio de seguridad digital que se gestó en medio de una charla de avión.
Hace más de cinco años, Pablo Guerrero (de padres colombianos, nacido en Estados Unidos y criado en Cali), tuvo una conversación estratégica en medio de un viaje.
Un brasileño le contó sobre un sistema de seguridad que estaban desarrollando en su país para controlar el acceso de visitantes a los edificios residenciales, debido a los altos índices de inseguridad reportados en ese país. Entonces, Pablo pensó: “¿Si Colombia también atraviesa la misma situación, por qué no ponerlo a prueba?”.
Este emprendedor empezó a crear el proyecto, pero sin abandonar del todo el cargo directivo que ocupaba en una reconocida empresa colombiana. Esto lo obligó a sacrificar sus vacaciones, fines de semana y hasta sus noches, pues se dedicó a investigar y a viajar. Fue a Brasil a conocer el modelo y comenzó a tocar puertas. Luego de dos años de estar en el proceso de modelación del negocio, sintió que había llegado el momento de arriesgarse.
“El alcance de un emprendimiento es muy grande, pues genera empleo, impacta positivamente la economía, aporta con impuestos y beneficia a los ciudadanos”.
“Aunque al comienzo da susto dejar todo lo que uno tiene, vi tan claras las posibilidades que decidí hacerlo”, cuenta. Para fortuna suya, sus padres y sus tres hermanos lo apoyaron, lo que rara vez sucede en las historias de emprendimiento colombiano. Así, toda la familia se hizo socia, y luego se unieron otros inversionistas.
A esto se suma que en el 2011 Positive ID fue seleccionado como ganador entre 500 proyectos que se presentaron a la convocatoria Wayra de Telefónica, lo que también se tradujo en aceleración y fortalecimiento de la iniciativa.
Marcando la diferencia
El modelo comenzó siendo, como en Brasil, un sistema de seguridad para controlar el acceso de visitantes a edificios y empresas; sin embargo, el mercado le revelaría a Pablo que había mucho más campo que abarcar y el enfoque re- quería un ajuste. “Fue entonces cuando le dimos paso a la verdadera esencia de Positive ID: una red de verificación de identidad para evitar la suplantación y el robo en casas y oficinas, la cual funciona en tiempo real y está respaldada por grandes compañías”, explica.
¿Cómo funciona? Opera a través de dos tecnologías: Positive ID Mobile y Positive ID Gate. “Para hablar de la primera, voy a dar un ejemplo. El señor de la empresa de teléfonos llega a una casa para hacer una instalación. El residente envía un mensaje de texto con la cédula del funcionario al código 25000. Lo que hacemos nosotros es corroborar que esta persona sí trabaja ahí y en 20 o 30 segundos les enviamos, tanto al dueño de la vivienda como al empleado de la empresa, un mensaje de texto con un código de seguridad secreto. En ese momento, el primero le pregunta al segundo el número, y, si es el mismo, este podrá abrir su puerta con tranquilidad”, explica Guerrero.
La segunda tecnología aplica para los edificios residenciales. En este caso, el portero cuenta con un teléfono inteligente en el que ingresa la cédula del funcionario que está de visita, y el equipo emite un reporte completo: foto, cédula, nombre y empresa para la que trabaja. Así, puede verificar que quien llega a la portería es quien dice ser.
Para que estos dos modelos funcionen, las empresas de servicios públicos, mensajería, domicilios y demás deben contratar el servicio de validación de Positive ID, con el fin de inscribir y subir a la red la información de todos sus funcionarios y así garantizar la seguridad a sus clientes. Según Guerrero, “la diferencia con los sistemas de verificación que usan habitualmente las empresas de servicios públicos es que con estos no hay forma de garantizar que quien está detrás de la puerta sea quien dice ser (el propietario llama a la empresa y da el número de cédula del funcionario que lo visita y ya está). Lo que no pasa con este mecanismo, con el que sí es posible constatar la información”.
8. Pisando fuerte
Con esta propuesta, exclusiva en Colombia, Positive ID ha logrado conquistar clientes como Gases de Occidente, Movistar, Deprisa, Surtigas, Codensa, Unitel, Supercable y otras más de 40 empresas en el sector de servicios.
Además, hay más de 15.000 empleados activos en la plataforma y más de un millón y medio de usuarios con la posibilidad de protegerse cuando lleguen funcionarios a sus casas.
Aunque este es un emprendimiento en etapa temprana, los planes a futuro ya están sobre la mesa gracias a la versatilidad de la plataforma. Temas como el paseo millonario y otras problemáticas ya están en el radar de Positive ID y en proceso de desarrollo.
“Estamos incursionando en todo el tema de seguridad con la última tecnología, para garantizar la tranquilidad de los colombianos. Este es el punto realmente importante, pues estamos convencidos de que el negocio será bueno en la medida que le aporte significativamente a la vida de las personas y al país”, concluye este emprendedor, que entendió que nunca es tarde para comenzar, contrario a lo que muchos piensan.
• Nombre comercial: Positive ID • Fecha de creación: 2007
• Sector al que pertenece: seguridad
• Producto y/o servicio que ofrece: verificación y validación de identidad
• Países de operación: Colombia • Sede: Bogotá.
• Empleados: 9 • Clientes: 50
• Países donde venden sus productos: Colombia
• Patentes o derechos de autor: en México, Estados Unidos y Colombia están patentados la tecnología y el concepto.
• Proyección a cinco años: tener 350.000 funcionarios inscritos en la red, 5.000 porterías residenciales y empresariales protegidas con el sistema y generar US$ 17 millones anuales
9. Agroprocesos Por: Paola Martínez
La cosecha de un emprendimiento con sabor a coco
Sus socios lo dejaron cuando consiguieron una mejor oferta de trabajo, quebró dos veces y tuvo que vivir en medio de dificultades de orden público. Aun así, Cristian Caicedo Laurido superó la crisis y hoy lidera una empresa que le da trabajo a 280 familias en el Pacífico colombiano.
Si alguna vez ha visitado uno de los restaurantes de la cadena Wok, habrá observado que su listado de proveedores se extiende a los diferentes rincones del país, donde se gestan las luchas diarias de los campesinos y cultivadores. Incluso, en la carta aparecen sus rostros, pues esta marca ha querido convertirlos en protagonistas de sus platos. Es el caso de Cristian Caicedo, nacido en una vereda de Tumaco, Chajal, hace 36 años.
Pero, ¿cómo llegó a este puesto de honor? “Un día, las personas de Wok llegaron a la Cámara de Comercio de Tumaco preguntando por empresas que comercializaran coco, entonces nos llamaron. La negociación duró un año, porque debíamos implementar los estándares de calidad que exige esta cadena. Pero ellos creyeron en nuestro trabajo y gracias a esto pudimos avanzar”, cuenta Caicedo. Este modelo de negocio ha permitido ampliar las esperanzas y oportunidades de muchos de los que se mueven en el mundo del agro.
Para llegar a conquistar clientes como este, Cristian realizó una tarea ardua, pero valió la pena. Él pudo cumplir su sueño de sacar adelante a la gente de su tierra, que vivió por años en medio del devastador conflicto ocasionado por los cultivos ilícitos. Por eso, le apostó al coco como el producto que iba a ocupar el lugar de estos últimos a través de la sustitución.
El camino estuvo lleno de tropiezos, pero tal vez ver desde pequeño cómo su madre, una pequeña y hábil comerciante, luchaba sin tregua, lo llevó a guerrear por su cuenta en vez de conseguir un empleo. Luego de terminar su bachillerato, ingresó al servicio militar para tener un sustento económico y, finalmente, entró como pudo a la Universidad de Nariño a estudiar ingeniería agroindustrial. “Cursar esta carrera era una decisión inteligente, porque el agro estaba en pleno auge”, recuerda.
“El verdadero emprendedor no espera los recursos para emprender, sino que emprende y luego busca los recursos. Incluso, sabe que para ganar hay que perder”.
Sin embargo, al graduarse el panorama era otro. En menos de una década Tumaco se había convertido en un lugar con una difícil situación de orden público. De ser un municipio muy rico en recursos naturales, se había transformado en una zona atestada de cultivos ilícitos. Pese a esto, en el 2003 Cristian y dos socios más decidieron comercializar coco. El resultado: tras un par de meses, las deudas no se hicieron esperar.
Uno de los socios consiguió empleo y abandonó el proyecto. Al mes se fue el otro y Cristian se quedó solo. “Quebré porque hacía de gerente, mensajero y vendedor; no me pude poner al frente del negocio. Además, entendí que vender coco no me aportaría mucho”. Tenía que convertir esta fruta en un producto innovador y no solo ofrecerlo en su estado natural.
Una vez claro el nuevo rumbo que debía tomar, llegaron cuatro socias que le aportaron un aire diferente a la empresa: sus hermanas, quienes también tenían el talante de Cristian. En el 2005 lograron participar en la convocatoria del Fondo Emprender del Sena y consiguieron 0 millones de pesos, con los que montaron la primera planta en Tumaco para fabricar su producto estrella: el coco deshidratado.
Si bien esta idea parecía tener una base sólida, vino la segunda quiebra, porque en Tumaco no había cultivadores de este producto. Seducidos por el dinero de lo ilícito, nadie quería cultivar legalmente. Pero ese camino pronto mostró sus efectos: “Los pobladores aprendieron la lección, porque muchos de los que estuvieron vinculados a la ilegalidad vieron morir a algún miembro de su familia”, recuerda Cristian.
El premio a la tenacidad
Por fortuna, el Gobierno y otros organismos nacionales e internacionales como la FAO pusieron su interés en la región y apoyaron un trabajo de reforestación. El coco, el cacao, la madera y el plátano volvieron a ser sembrados. Y Agroprocesos, la empresa de Cristian, fue un garante del cambio porque asumió la responsabilidad de comprar toda la materia prima que se produjera. Ahora sí llegaría la recompensa a tanto valor, firmeza y determinación.
En el 2011 recibieron la distinción del programa Destapa Futuro de la Fundación Bavaria, que les mereció cerca de 100 millones de pesos, con los que abrieron su planta en Palmira, Valle, y fortalecieron su negocio. Agroprocesos hoy en día cuenta con más productos de valor agregado: coco deshidratado natural, coco deshidratado azucarado, coco rallado tostado, hojuelas de coco caramelizado y leche de coco.
Además de ser un emprendimiento que involucra laboralmente a 280 familias, ha aprendido una gran lección: innovar para crecer. Aunque Cristian y sus hermanas no revelan los secretos de laboratorio que están gestando en el momento, nos adelantaron que han buscado ayuda en Proexport para, de la mano de esta entidad, llegar al mercado estadounidense. Y todo esto gracias a que tienen claro que emprender significa mucho más que dinero e inversión; también se trata de apoyo y capacitación.
“En el emprendimiento todo es una cadena, en la que muchos actores se ven involucrados y beneficiados. Voy a resumir mi historia: al Sena le debemos la planta de Tumaco; a Bavaria, la de Palmira; a empresas como Wok, nuestro crecimiento, y a mis hermanas, lo que hemos logrado”, concluye este tumaqueño.
• Nombre comercial: Procesos Agroindustriales del Pacífico
• Fecha de creación: 17 de noviembre del 2007
• Sector al que pertenece: agroindustria
• Productos que ofrece: coco deshidratado natural, coco deshidratado azucarado, coco rallado tostado, hojuelas de coco caramelizado y leche de coco
• Países de operación: Colombia • Sedes: Palmira y Tumaco
• Empleados: 17 directos y más de 280 familias productoras de coco
• Mercado actual: Pasto, Cali, Guayaquil y Bogotá
• Países donde venden productos: Ecuador y Colombia
• Número total de productos desarrollados: 5
• Ventas: 2008: $ 180.000.000 2009: $ 180.000.000
2010: $ 234.000.000 2011: $ 400.000.000
2012: $ 600.000.000
• Proyección a cinco años: fortalecer las plantas de
Palmira y Tumaco, consolidar los productos en Estados Unidos y fortalecer el empleo, pasando de 17 a 85 puestos directos y de 210 indirectos a 1.650
10. Casa Ensamble: Por Carolina Escobar
emprendimiento en escena
Katrin Nyfeler, cofundadora de este espacio para el arte, dejó una brillante carrera en la consultoría para dedicarse, junto con Alejandra Borrero, a un modelo innovador basado en la cultura. Esta apuesta hoy es una muestra de que con el arte sí es posible hacer emprendimientos de alto impacto.
Año 2008. Escenario: sala teatral Mayolo, obra: Pharmakon, pieza del fallecido director y guionista Carlos Mayolo. Protagonista: Alejandra Borrero. Motivo: dar apertura oficial a la Corporación Casa Ensamble, un espacio dedicado a la producción, promoción y difusión de las artes escénicas, musicales y audiovisuales.
Esta iniciativa, obra de la antioqueña Katrin Nyfeler y la payanesa Alejandra Borrero, es hoy un referente nacional de cultura y arte, un emprendimiento digno de admirar, pues en Colombia la mayoría de proyectos de este tipo son subsidiados por el Gobierno.
“Uno de los aportes más contundentes de Casa Ensamble a las industrias culturales ha sido motivar la aparición de modelos similares al suyo, que dinamizan el mercado y potencian la cultura”, dice Nyfeler.
Empezó a estudiar psicología y a trabajar en consultoría. También conoció a la actriz Alejandra Borrero, quien para entonces tenía una empresa llamada Corporación Ensamble Latino, a la que Katrin entró como socia, lo que le suponía un logro profesional y económico importante. “Le dimos forma en lo artístico y lo estratégico y empezó a coger vuelo”, recuerda Katrin. Esto la motivó a decidirse por el emprendimiento y despedirse del mundo de la consultoría.
“Por supuesto, el tema no fue nada bien recibido en mi familia y creo que fue el segundo batacazo para ella (el primero fue estudiar psicología). Todos me decían que estaba loca por dejar un gran empleo para arriesgarme en un proyecto con un futuro incierto”, cuenta.
Del 501 a los 1.600 metros
Ya de lleno en Casa Ensamble, empezaron, junto con Alejandra, a ejercer la función de “toderas”. “Éramos de mercadeo, abogadas, administradoras, productoras, y como no teníamos oficina, arrancamos en mi apartamento, o mejor, en la ‘oficina’ 501”.
Desde allí lograron llevar a cabo tareas importantes y entendieron la potencia del arte. En alianza con fundaciones empezaron a trabajar en proyectos de tipo social que involucraban puestas en escena. Entonces, el negocio empezó a crecer, así como la necesidad de diversificarlo, al punto que ya la 501 se quedó corto.
Duraron meses buscando una nueva sede, pero ninguna arrancaba de sus bocas la tan anhelada frase: “Esa es”. “Había una casa en el Park Way de Bogotá que me enloqueció tan pronto la vi. La única salvedad: no estaba a la venta”, recuerda Katrin. Sin embargo, una noche pasaron por la zona y un aviso de “se vende” parecía haber puesto fin a la búsqueda.
Aunque la casa se adecuaba a sus necesidades, estaba fuera de su presupuesto. “Buscábamos un espacio de 400 m2 y esta tenía 1.600 m2, sin contar que era cuatro veces más cara”. Aun así, se reunieron con los propietarios y les hicieron una propuesta: pagar la primera cuota en cinco meses. Ellos accedieron. El paso siguiente: solicitar al banco un crédito. La respuesta también resultó a su favor.
Al principio, 1.600 m2 parecían una exageración. Tanto que daban para que Katrin viviera allí, alquilaran una habitación a un amigo, otra a una productora de música y otra se destinara para las oficinas, por solo citar algunos de los casos. Hoy, la sede se les quedó pequeña. De hecho, uno de sus ejes de negocio -el académico- debe desarrollarse en una locación cerca de la casa, donde se empezó con talleres que duraban entre dos y tres meses y hoy los alumnos estudian durante tres años para obtener su grado.
A esta línea de acción se suman dos más: la de entretenimiento, que integra diferentes formas de expresión artística en un mismo espacio. “Queremos quitar el estigma de que las artes son solo para intelectuales o bohemios”, dice. La tarea les ha quedado bien hecha, pues en sus cuatro años de operaciones han recibido cuatro millones de visitantes. La otra hace referencia al arte como plataforma de responsabilidad social y, en esta dirección, la campaña “Ni con el pétalo de una rosa”, en contra del maltrato a la mujer, ha sido su mayor logro.
Tras bambalinas
El emprendimiento de Nyfeler y Borrero ha dejado grandes satisfacciones, pero también ha tenido que sortear inconvenientes a la hora de seguir adelante con la función, pues, pudiendo crecer de manera más acelerada, aún van a paso lento.
“Creo que a muchos emprendedores nos pasa y es estar en la dicotomía de no tener para pagar algunos empleados, pese a que uno los necesite para generar los recursos que quiere”, confiesa. La financiación no ha sido una alternativa para solucionar la nómina, pues la banca aún es reacia a este tipo de proyectos, según explica ella. “Tenemos acceso a créditos, pero no son ni blandos ni grandes capitales”. Aun así, agradece a quienes se han comprometido con el proyecto y han decidido participar con sueldos muy inferiores a los que se merecen por su trayectoria y capacidades.
Las emprendedoras se preparan para las funciones del 2013 y, aún sin abrirse los telones, ya tienen claros sus retos: fortalecer el área comercial y consolidar la plataforma internacional. El resultado: lograr en 5 años ventas por 5 millones de U$D.
• Fecha de creación de la empresa: 2000
• Sector al que pertenece: industrias culturales
• Países de operación: Colombia
• Número de sedes en el mundo y en Colombia: dos
• Número de empleados: 20 vinculados y 100 más que se benefician del proyecto
• Número de clientes: indefinido
• Número de productos y/o servicios desarrollados hasta el día de hoy: 30 producciones propias, 2 campañas sociales y más de 1.000 artistas que han pasado por la escena de Casa Ensamble
• Ventas anuales actuales: 2009: $ 1.300 millones
2010: $ 2.250 millones 2011: $1.550 millones
• Proyección a cinco años: ventas de US$ 5 millones
10. Koombea Por Carolina Escobar
Tecnología a ritmo de cumbia
Lo que en un inicio parecía una adversidad, para Jonathan Tarud, CEO de esta empresa, se convirtió en un emprendimiento basado en el desarrollo de aplicaciones móviles y web.Ya Facebook ha adquirido ideas del barranquillero y el blog de tecnología TechCrunch ha destacado uno de sus desarrollos.
Jonathan Tarud, ingeniero espacial, comenzó con éxito su vida laboral en el programa del 787 de la Boeing. Sin embargo, por temas de visado, debía dejar su trabajo en este fabricante de aviones. “En esa época se abrieron 65.000 cupos para visas de trabajo y hubo 130.000 aplicaciones. De Boeing aplicamos ocho y solo cuatro la obtuvieron”. Por esta razón, su única opción fue hacer maletas y regresar desde Seattle a Colombia.
La experiencia adquirida en Estados Unidos, en la Boeing como en las comunidades de startups (empresas con modelos de negocio escalables, reproducibles y que generen valor extraordinario) de Seattle, le ayudó a impulsar esa pasión que tenía por la creación de productos web.
“Emprender es, en parte, cometer errores en la forma como trabajamos. Lo importante es seguir adelante e ir corrigiendo las fallas en el camino” dice.
Pasión que se convirtió en el motor que más tarde lo llevaría a crear su propio emprendimiento: Koombea, que en el diccionario de los Apple–Mac es la transcripción fonética de cumbia y que, además, hace honor a Barranquilla, ciudad natal de este joven de 28 años.
Koombea realiza desarrollos para aplicaciones web y móviles para iPhone, iPad y Android. Para lograrlo, cuenta con tres equipos: diseño, desarrollo e interacción con el usuario final.
Los ahorros de Jonathan y su familia fueron los pilares de este nuevo emprendimiento. Por un lado, el dinero ganado en Estados Unidos le sirvió para pagar las primeras nóminas, construir las bases de datos iniciales y adquirir unos computadores, que pagó a cuotas. Por otro lado, su padre le prestó unas oficinas donde la naciente empresa operó por cerca de un año.
Desde el comienzo, Koombea se propuso trabajar con una tecnología llamada Ruby on Rails, que utiliza menos códigos que otras y tiene un mínimo de configuración. Esta fue su primera gran apuesta, pues en esa época era un marco de trabajo muy joven que no estaba validando en el mercado. “Los clientes se ponían nerviosos cuando se las presentábamos y muchos desistieron de trabajar con nosotros; pero nos mantuvimos firmes y ahora, cuando uno les habla de Ruby on Rails, la identifican de inmediato”, dice este emprendedor.
En las grandes ligas
En el 2007, tras seis meses de haber pues- to en marcha el emprendimiento, Tarud con- siguió su primer cliente: 3jam.com, ubicado en Estados Unidos. Este tenía un sistema diseñado para triangular mensajes de texto (SMS).
“Lo que pasaba antes era que si, por ejemplo, una persona quería ir a cine y le enviaba un mensaje de texto a otras dos para invitarlas, cada una de ellas lo veía, pero no tenía la posibilidad de saber a quién más le había llegado ni de respondérselo a todos”, explica Jonathan.
Lo que hizo Koombea fue crear una aplicación web con la que se pueden mantener conversaciones entre tres personas a través de los dispositivos móviles y también de la página web de 3jam; es decir, tener una conversación en el computador y luego pasarla al móvil sin ningún problema. Todo esto en una época en la que no existían todavía los smartphones, por lo que el trabajo de Koombea disparó el uso de la plataforma de 3jam.
A este caso de éxito se suman otros como el de Spool, una aplicación móvil que permite gestionar información en redes sociales. De acuerdo con el perfil del usuario, le sugiere información que pueda ser de su interés (videos, artículos, etc.). Esta empresa colombiana participó en su desarrollo y Facebook la compró en el 2012.
También es el caso de Ane Receipt, una empresa neoyorquina que tenía un sistema para procesamiento de facturas en la web, para la que Koombea construyó la aplicación para iPhone. “Cuando la lanzamos, aparecimos en TechCrunch, uno de los blogs de tecnología más importante del mundo”, cuenta emocionado Tarud.
A beneficio propio
Pero el éxito de las aplicaciones no podía estar dirigido sólo a terceros. “A veces uno se enfoca en el producto para el cliente y descuida los procesos internos”, opina Tarud.
Hacia finales del 2011, la empresa crecía a buen ritmo y ya alcanzaban los 65 empleados, pero las facturas se demoraban y los recaudos no se hacían a la velocidad esperada. Por eso, decidieron hacer un pare al crecimiento, bajarle la velocidad al negocio y, más bien, reforzar ciertas áreas internas.
Basados en lo que mejor saben hacer, desarrollaron sus propias herramientas para manejar la operación y actualmente cuentan con tres nuevos productos que han optimizado el funcionamiento a nivel interno. Uno para manejar las evaluaciones de desempeño, otro para la administración de propuestas a clientes y una aplicación para la parte administrativa. Esta última permite generar facturas de forma inmediata, convirtiendo un proceso de seis horas en uno de 20 minutos. En cuanto al recaudo, el sistema genera un cobro de manera automática, lo que disparó la recaudación en un 30%.
La puesta en marcha de estos tres productos ha sido un éxito y desde agosto del 2012, Koombea volvió a impulsar su crecimiento, esperando finalizar este año con 90 personas en su equipo. Así, hoy Jonathan puede decir que sus tres pasiones -su familia, Koombea y el Junior de Barranquilla- marchan a ritmo de cumbia.
• Fecha de creación: 2007 • Sector al que pertenece: tecnología
• Países de operación: Colombia y Estados Unidos
• Sedes: dos en Colombia (Bogotá y Barranquilla) y una en Estados Unidos.
• Número de empleados: 80 • Número de clientes actuales: 30
• Número total de productos desarrollados hasta hoy: 5
Se requiere VALOR par a crear VALOR
Por Catalina Ortiz Lalinde. Gerente General iNNpulsa Colombia
Los emprendedores colombianos que presentamos en esta publicación han tenido visión para identificar oportunidades donde otros no las ven, valor para perseverar y sacar sus negocios adelante, ingenio para hacer las cosas de manera diferente y determinación para levantarse e intentarlo una y otra vez. Ellos son una muestra de otros miles que también piensan en grande y son capaces de convertir sus ideas en negocios potentes, rentables y valiosos para nuestra sociedad.
Conocer estas historias es útil para superar una de las barreras más trascendentales que tenemos en materia de innovación y emprendimiento: nuestra mentalidad. Estos casos nos inspiran a pensar en grande y a valorar el camino del emprendimiento como una opción igual o más válida que el empleo tradicional. Nos enseñan que el fracaso no es un obstáculo, sino que hace parte de él.
Justamente, frente al desafío de cambiar nuestra forma de pensar, nació en febrero de este año iNNpulsa Colombia, la unidad del Gobierno nacional que trabaja para que la innovación empresarial y el emprendimiento dinámico sean una locomotora que jalone el desarrollo y genere prosperidad, actuando en equipo con otras entidades del Estado. Tenemos el objetivo de mejorar el entorno (el “ecosistema”) que se necesita para innovar, facilitando mayor financiación para quienes quieren hacerlo. También estamos fortaleciendo las capacidades de cada región para que gestionen sus propias apuestas productivas basadas en la innovación y el emprendimiento de alto impacto.
Tras solo nueve meses de operaciones, debemos agradecer a nuestros socios y aliados: Presidencia de la República, Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Ministerio de las TIC, Colciencias, Departamento Nacional de Planeación, Sena, redes regionales y Red Nacional de Emprendimiento, Confecámaras y Red de Cámaras de Colombia, Connect Bogotá Región, Ruta N, Bancóldex, Corporación Ventures, Andi del Futuro, Fundación Telefónica-Wayra, Fundación Bavaria y su Red de Emprendimiento, Endeavor Colombia y a todas las universidades que están apostándole al emprendimiento dinámico innovador.
Debemos construir juntos la historia de una Colombia innovadora y emprendedora. Estos diez casos demuestran que tenemos con qué.
www.innpulsacolombia.com
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