Isaac Asimov. La vida, el tiempo y una carta al presidente de los Estados Unidos.
Pocos artistas y pensadores han logrado comprender al hombre y sus circunstancias como Isaac Asimov. En su libro Vida y Tiempo, una recopilación de ensayos publicados en un periódico americano, pinta de cuerpo entero una realidad que nos puede preocupar tanto como inspirar.
La vida es tiempo y movimiento
«Una cosa viva muestra su
capacidad de movimiento independiente contra una fuerza; puede sentir y
adaptarse; puede transformarse metabólicamente y es capaz de reproducirse.»
Asi comienza el libro, con una definición de Vida que va mutando de acuerdo a los progresos y avances de la ciencia, si un cuerpo está vivo de acuerdo a esta definición, Asimov concluye que estamos a un paso de poder ampliar nuestro concepto de vida: «Llegará un momento quizás en el que las máquinas serán lo suficientemente complejas y flexibles como para reproducir las propiedades de la vida de forma tan amplia que incluso nos preguntaremos si poseen vida».
Carta abierta al presidente
Carter.
«Querido presidente Carter:
No soy de los que creen que un
presidente puede hacer milagros, y con un simple movimiento de la mano, cambiar
el mundo. El poder de un Presidente tiene sus limitaciones, que van desde la
intratabilidad de las leyes físicas del Universo a la terquedad de la opinión
publica…»
En el último capítulo, Isaac
Asimov, muy respetuosamente, le marca al entonces presidente de los Estados
Unidos, los problemas acuciantes del mundo y sus inevitables consecuencias si
no se hace nada pronto. La explosión demográfica, el cambio climático y la
desigualdad serán las malas semillas de un futuro incierto. Asimov advierte con
severidad sobre estos temas, pero lo hace con sobrado optimismo y fe en la
capacidad del hombre en encontrar soluciones y progresar. Incluye en su carta
varias posibles ideas a implementar. Pero también es contundente en sus
afirmaciones: «Estamos a tiempo y es reversible si comenzamos a actuar ahora, ¡ya!»
Lástima que no se ha hecho
nada y la carta fue escrita en 1980…
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