Demócrito de Abdera

 

Puede considerarse como uno de los grandes filósofos griegos de la antigüedad, debido a su particular inclinación hacia el saber y aporte de notables ideas que con el correr de los siglos han sido aceptadas como verdades y cultivadas por la humanidad.   

Contemporáneo de Sócrates, vivió entre el 460 - 370 a de C.   

Su esmerada educación sería la consecuencia de la estancia en su casa de magos y eruditos caldeos que el mismísimo rey de Persia, Jerjes, apostó en la casa de su familia mientras residió en ella, en el marco de las Guerras Médicas. Teología y astrología serían las materias en las cuales mejor lo prepararon cuando aún era joven.  

Fue discípulo y continuó la propuesta filosófica de Leucipo de Mileto y de la cual devino la filosofía atomista de la cual es fundador.

Según Demócrito, el universo se encontraba conformado por una enorme cantidad de átomos idénticos, eternos, irrompibles e inseparables, los cuales, se movilizan en el vacío y que haya diferencias solamente cuando se interpone, el tamaño, la posición y la forma entre ellos. Mientras tanto, esa inmutabilidad de la que son dueños los átomos tiene su razón de ser en la solidez de su interior, que no admite vacíos. Todas las cosas serían muy duras sin vacío, que en definitivas es lo que permite el movimiento de aquellas cosas que existen.

Demócrito, proclamaba que todo lo que hay en la naturaleza es una mezcla de vacío y de átomos.  

Los átomos se mueven tal como está previsto en ellos y se asociarán cuando las demás características así lo demanden. Y todo depende de un orden causal y necesario.

Demócrito fue un prolífico autor de todo cuanto pensaba, sin embargo, son pocas las obras que se conservan, especialmente fragmentos y mayormente vinculados a la ética, tema que abordó en reiteradas oportunidades. Respecto de la ética, Demócrito, proponía el logro del equilibrio interno, el cual se conseguía a través del saber y la prudencia que son las que controlan las pasiones. Además, el hombre debía aspirar a la tranquilidad, dejando de lado el placer, ya que la primera es el camino a la felicidad. También, escribió sobre música, física y matemáticas.