Científicos del SETI ampliaron la búsqueda de señales de vida extraterrestre inteligente.
La iniciativa, según
informaron los científicos, se centra en un tipo de señal diferente que tal vez
podría permitir a civilizaciones avanzadas comunicarse a través de las vastas
distancias del espacio interestelar. (few)
Científicos del SETI tienen
una nueva estrategia para cazar señales alienígenas. La nueva iniciativa se
centra en un tipo de señal diferente que tal vez podría permitir a
civilizaciones avanzadas comunicarse a través de las vastas distancias. (few)
Científicos han ampliado la
búsqueda de civilizaciones extraterrestres tecnológicamente avanzadas vigilando
una región con gran densidad de estrellas hacia el núcleo de nuestra galaxia en
busca de un tipo de señal que podría ser producida por posibles alienígenas
inteligentes y que hasta ahora había sido ignorada.
¿Podrían
acechar alienígenas inteligentes en el corazón de la Vía Láctea?
Hasta ahora, los esfuerzos por
detectar señales tecnológicas alienígenas se habían centrado en un tipo de
señal de radio de banda estrecha concentrada en un rango de frecuencias
limitado o en transmisiones únicas inusuales. La nueva iniciativa, según
informaron los científicos, se centra en un tipo de señal diferente que tal vez
podría permitir a civilizaciones avanzadas comunicarse a través de las vastas
distancias del espacio interestelar.
Patrones
repetitivos
Estas señales pulsantes de
banda ancha que los científicos están vigilando presentan patrones repetitivos:
una serie de pulsos que se repiten cada 11 a 100 segundos y se extienden a lo
largo de unos pocos kilohercios, similares a los pulsos utilizados en la
transmisión por radar. La búsqueda se realiza en un rango de frecuencias que
cubre algo menos de una décima parte de la anchura de una emisora de radio FM
media.
Según Akshay Suresh,
estudiante de astronomía de la Universidad de Cornell y autor principal de un
artículo científico publicado en la revista Astronomical Journal en el que se
describe el nuevo trabajo, "las señales buscadas en nuestro trabajo
pertenecerían a la categoría de balizas (radiofaros) deliberadas del tipo
'estamos aquí' procedentes de mundos extraterrestres".
"Es posible que los
extraterrestres utilicen estas balizas para comunicarse con toda la galaxia,
para lo cual el núcleo de la Vía Láctea se encuentra en una posición ideal.
Cabe imaginar que los extraterrestres utilicen este tipo de transmisiones a la
velocidad de la luz para comunicar acontecimientos clave, como los preparativos
de una migración interestelar antes de la muerte explosiva de una estrella
masiva", añadió Suresh.
Búsqueda
de vida extraterrestre avanzada
El proyecto, denominado
Breakthrough Listen Investigation for Periodic Spectral Signals (BLIPSS), es
fruto de la colaboración entre Cornell, la organización de investigación SETI
Institute y Breakthrough Listen, una iniciativa de 100 millones de dólares para
la búsqueda de vida extraterrestre avanzada.
"En el ámbito de la
búsqueda de inteligencia extraterrestre, o SETI, nos embarcamos en un viaje
para detectar señales de civilizaciones extraterrestres tecnológicamente
avanzadas", afirma el astrónomo y coautor del estudio Vishal Gajjar, del
Instituto SETI y la Universidad de California en Berkeley.
"Sin embargo, la
naturaleza de estas señales sigue siendo un misterio, lo que nos deja en la
incertidumbre sobre sus características específicas. De ahí que sea crucial
explorar un conjunto diverso de señales que probablemente no se produzcan de
forma natural en el entorno cósmico", añade Gajjar.
Gracias a un radiotelescopio
terrestre situado en Virginia Occidental, BLIPSS se ha centrado en una franja
del cielo equivalente a menos de una-200ª parte de la superficie cubierta por
la Luna, que se extiende hacia el centro de la Vía Láctea, a unos 27.000 años
luz de distancia. Un año luz es la distancia que recorre la luz en un año: 9,5
billones de kilómetros.
Esta zona contiene unos 8
millones de estrellas, según Suresh. Si existen formas de vida extraterrestre,
es de suponer que poblarían planetas rocosos que orbitan en lo que se denomina
la zona habitable alrededor de una estrella: ni demasiado caliente ni demasiado
fría.
FEW (Reuters, SETI)