Con un altísimo salario en la industria tecnológica: "prompt engineer"
En un mundo dominado por las
máquinas, no está de más saber hablar su lenguaje. Llevamos años haciéndolo al
usar nuestros móviles u ordenadores, y también lo hacen los desarrolladores que
precisamente hablan con las máquinas al programarlas. Ese tipo de trabajo ahora
se podría ver complementado por uno que está comenzando a popularizarse.
Hablando con una IA. El auge de la
inteligencia artificial y sobre todo de los sistemas de IAs generativas ha
hecho que "hablar" el lenguaje de estos sistemas sea cada vez más valioso.
Hasta ahora los programadores eran valiosos por su capacidad para decirle a las
máquinas lo que hacer y cómo hacerlo. El segmento de la inteligencia artificial
está haciendo necesario un perfil en esa línea.
Prompt Engineer. Para obtener los
mejores resultados con motores como Midjourney, DALL-E 2 o Stable Diffusion es
importante pedir esas imágenes de forma correcta. Lo mismo ocurre al usar
ChatGPT o Bing con ChatGPT. En todos estos sistemas se usan los 'prompts' para
realizar las peticiones, y ahora hay empresas que empiezan a buscar 'prompt
engineer's o 'ingenieros de prompt'.
Educando a la IA. Estos ingenieros se
dedican a algo que en The Washington Post califican de "programar en
prosa". Hablan en lenguaje natural con estos motores, pero lo hacen de una
forma especial, con frases largas en las que definen con mucha precisión
aquello que se intenta preguntar y de lo que se intenta obtener una respuesta.
El objetivo: refinar las entradas ('prompts') que la gente introduce en estos
sistemas de IA para que esos motores respondan de la mejor forma posible y sean
más eficientes y precisos. Es como educar a una inteligencia artificial para
que elimine respuestas incorrectas y siempre (o casi siempre) diga lo que
realmente debería decir sin errores ni imprecisiones.
Poniendo a prueba a la IA. Estos
ingenieros también tratan de explorar los límites de estos motores de
inteligencia artificial para detectar fallos y valorar dónde pueden ganar
prestaciones. Eso también contribuye a que con cada entrada del usuario el
motor pueda ofrecer la mejor respuesta posible sin equivocarse. Una de las
técnicas para lograrlo es el llamado 'prompt injection' que por ejemplo sirvió
hace unas semanas para crear el "hermanastro gamberro" de ChatGPT,
DAN. En otro ejemplo, un desarollador logró que Bing con ChatGPT revelara su
nombre interno (Sydney) y sus directrices iniciales.
Impredecibles. En WaPo citaban las
palabras de Simon Willison, un programador británico que ahora ha estudiado
este tipo de nueva materia. "He sido ingeniero software durante 20 años, y
siempre ha sido igual: escribes código, y el ordenador hace exactamente lo que
le has dicho que haga. Con el 'prompting' eso no ocurre. La gente que creó esos
modelos de lenguaje ni siquiera pueden decirte qué van a hacer".
Hola, soy psicólogo de una IA. Andrej
Karpathy, antiguo responsable de IA en Tesla y ahora directivo en OpenAI,
ironizaba con la situación hace unos días al decir que "el nuevo lenguaje
de programación más de moda es el [idioma] inglés". Este experto explicaba
más recientemente cómo "los prompts importan y no son triviales",
pero además cómo ser un 'ingeniero de prompts' te convierte en algo así como en
un "psicólogo" de estos modelos LLM utilizados por los motores de IA
generativa.
Ejemplos para aprender a crear el
'prompt' perfecto. Servicios como PromptHero son una buena referencia para
aprender cómo elegir los mejores términos en diversos motores de IA generativa,
sobre todo en los que generan imágenes. Aquí cada creador muestra el resultado
y luego el prompt utilizado, incluyendo -si se ha usado- el llamado 'prompt
negativo' que también puede contribuir de forma notable a obtener el resultado
buscado.
Esta obra ganó un concurso artístico,
pero fue creada por una IA. Su autor no ha desvelado el 'prompt' usado para
generarla con Midjourney.
Los 'prompts' secretos. Mientras,
otros usuarios prefieren no compartir esos conocimientos y esas entradas con
las que han logrado resultados fascinantes. Es el caso de Jason Allen, que ganó
un concuro artístico con Midjourney sin que los jueces lo supieran.
El creador se negó a compartir el
prompt que usó, y explicó que había dedicado 80 horas a perfeccionarlo tras
usar más de 900 iteraciones. Solo confesó que usó palabras como
"opulento" y "pródigo". Otros creadores han decidido hacer
negocio con los 'prompts' y los venden en plataformas como PromptBase con
precios que suelen rondar los dos dólares.
El ingeniero de prompts tiene
sueldazo. La empresa Anthropic, creada por exempleados de OpenAI, ha publicado
recientemente una oferta de trabajo para un puesto de 'bibliotecario e
ingeniero de prompt' en San Francisco. A nivel técnico solo se necesitan
conocimientos básicos de programación, y sobre todo se busca que tengas
"un espíritu hacker creativo y ames resolver puzzles".
El sueldo: hasta 335.000 dólares
anuales. Las ofertas también se han producido en la industria sanitaria y ya se
empiezan a ver ofertas en empresas españolas como Raona, en Cataluña, que busca
también este perfil, aunque no especifica rango salarial.
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