sábado, mayo 06, 2023

La IA ya ha generado el nuevo trabajo de moda


Con un altísimo salario en la industria tecnológica: "prompt engineer"

En un mundo dominado por las máquinas, no está de más saber hablar su lenguaje. Llevamos años haciéndolo al usar nuestros móviles u ordenadores, y también lo hacen los desarrolladores que precisamente hablan con las máquinas al programarlas. Ese tipo de trabajo ahora se podría ver complementado por uno que está comenzando a popularizarse.

Hablando con una IA. El auge de la inteligencia artificial y sobre todo de los sistemas de IAs generativas ha hecho que "hablar" el lenguaje de estos sistemas sea cada vez más valioso. Hasta ahora los programadores eran valiosos por su capacidad para decirle a las máquinas lo que hacer y cómo hacerlo. El segmento de la inteligencia artificial está haciendo necesario un perfil en esa línea.

Prompt Engineer. Para obtener los mejores resultados con motores como Midjourney, DALL-E 2 o Stable Diffusion es importante pedir esas imágenes de forma correcta. Lo mismo ocurre al usar ChatGPT o Bing con ChatGPT. En todos estos sistemas se usan los 'prompts' para realizar las peticiones, y ahora hay empresas que empiezan a buscar 'prompt engineer's o 'ingenieros de prompt'.

Educando a la IA. Estos ingenieros se dedican a algo que en The Washington Post califican de "programar en prosa". Hablan en lenguaje natural con estos motores, pero lo hacen de una forma especial, con frases largas en las que definen con mucha precisión aquello que se intenta preguntar y de lo que se intenta obtener una respuesta. El objetivo: refinar las entradas ('prompts') que la gente introduce en estos sistemas de IA para que esos motores respondan de la mejor forma posible y sean más eficientes y precisos. Es como educar a una inteligencia artificial para que elimine respuestas incorrectas y siempre (o casi siempre) diga lo que realmente debería decir sin errores ni imprecisiones.

Poniendo a prueba a la IA. Estos ingenieros también tratan de explorar los límites de estos motores de inteligencia artificial para detectar fallos y valorar dónde pueden ganar prestaciones. Eso también contribuye a que con cada entrada del usuario el motor pueda ofrecer la mejor respuesta posible sin equivocarse. Una de las técnicas para lograrlo es el llamado 'prompt injection' que por ejemplo sirvió hace unas semanas para crear el "hermanastro gamberro" de ChatGPT, DAN. En otro ejemplo, un desarollador logró que Bing con ChatGPT revelara su nombre interno (Sydney) y sus directrices iniciales.

Impredecibles. En WaPo citaban las palabras de Simon Willison, un programador británico que ahora ha estudiado este tipo de nueva materia. "He sido ingeniero software durante 20 años, y siempre ha sido igual: escribes código, y el ordenador hace exactamente lo que le has dicho que haga. Con el 'prompting' eso no ocurre. La gente que creó esos modelos de lenguaje ni siquiera pueden decirte qué van a hacer".

Hola, soy psicólogo de una IA. Andrej Karpathy, antiguo responsable de IA en Tesla y ahora directivo en OpenAI, ironizaba con la situación hace unos días al decir que "el nuevo lenguaje de programación más de moda es el [idioma] inglés". Este experto explicaba más recientemente cómo "los prompts importan y no son triviales", pero además cómo ser un 'ingeniero de prompts' te convierte en algo así como en un "psicólogo" de estos modelos LLM utilizados por los motores de IA generativa.

Ejemplos para aprender a crear el 'prompt' perfecto. Servicios como PromptHero son una buena referencia para aprender cómo elegir los mejores términos en diversos motores de IA generativa, sobre todo en los que generan imágenes. Aquí cada creador muestra el resultado y luego el prompt utilizado, incluyendo -si se ha usado- el llamado 'prompt negativo' que también puede contribuir de forma notable a obtener el resultado buscado.

Esta obra ganó un concurso artístico, pero fue creada por una IA. Su autor no ha desvelado el 'prompt' usado para generarla con Midjourney.

Los 'prompts' secretos. Mientras, otros usuarios prefieren no compartir esos conocimientos y esas entradas con las que han logrado resultados fascinantes. Es el caso de Jason Allen, que ganó un concuro artístico con Midjourney sin que los jueces lo supieran.

El creador se negó a compartir el prompt que usó, y explicó que había dedicado 80 horas a perfeccionarlo tras usar más de 900 iteraciones. Solo confesó que usó palabras como "opulento" y "pródigo". Otros creadores han decidido hacer negocio con los 'prompts' y los venden en plataformas como PromptBase con precios que suelen rondar los dos dólares.

El ingeniero de prompts tiene sueldazo. La empresa Anthropic, creada por exempleados de OpenAI, ha publicado recientemente una oferta de trabajo para un puesto de 'bibliotecario e ingeniero de prompt' en San Francisco. A nivel técnico solo se necesitan conocimientos básicos de programación, y sobre todo se busca que tengas "un espíritu hacker creativo y ames resolver puzzles".

El sueldo: hasta 335.000 dólares anuales. Las ofertas también se han producido en la industria sanitaria y ya se empiezan a ver ofertas en empresas españolas como Raona, en Cataluña, que busca también este perfil, aunque no especifica rango salarial.

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