Gottfried Helwein
Ver imágenes de la Entrevista reproducida en el blog
La humanidad de arte extremo
Pintor, fotógrafo y artista de performance austriaco - irlandés, maestro del reconocimiento sorpresivo.
https://www.google.com.co/search?q=helnwein&rlz=1C1PRFC_enCO588CO590&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwid582Z65HLAhVGPD4KHU2zBRMQ_AUIBygB&biw=1376&bih=692&dpr=0.9
La humanidad de arte extremo
Anuncian una gran retrospectiva en Viena del controvertido pintor, dibujante y fotógrafo cuya obra ha sido usada por Michael Jackson y Marilyn Manson. El artista austro irlandés emplea un oscuro lirismo para mostrar a niños maltratados o ataviados con indumentaria nazi. Serán exhibidos sus dibujos más recientes, inspirados en Goya.
http://www.20minutos.es/noticia/1728131/0/gottfried/helnwein/exposicion-viena/#xtor=AD-15&xts=467263
http://www.saatchiart.com/gottfried-helnwein
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La humanidad de arte extremo
Gottfried Helnwein
Pintor, fotógrafo y artista de performance austriaco - irlandés, maestro del reconocimiento sorpresivo.
Helnwein estudió en la U. de Artes Plásticas en Viena. Le han otorgado los premios: Master Class (Meisterschulpreis), Kardinal-Konig y el premio Theodor - Korner.
Sus
primeros trabajos consistían principalmente de acuarelas hiperrealistas de
niños heridos, así como performances -a menudo con niños- en lugares públicos.
Helnwein es un artista conceptual,
interesado principalmente en la ansiedad psicológica y sociológica, así como en
temas históricos y políticos. Como resultado de esto, su trabajo suele ser considerado provocativo y controvertido.
Helnwein ha trabajado como pintor, dibujante, muralista,
fotógrafo, escultor y artista de performance, utilizando una gran variedad de técnicas y medios.
También es
conocido por su diseño de vestuario y escenografía teatral, tanto de ballet como de ópera. Entre ellas cabe mencionar Staatsoper
Hamburg,
https://www.google.com.co/search?q=helnwein&rlz=1C1PRFC_enCO588CO590&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwid582Z65HLAhVGPD4KHU2zBRMQ_AUIBygB&biw=1376&bih=692&dpr=0.9
La humanidad de arte extremo
Hablar de Gottfried Helnwein no es tarea fácil, pues
este polifacético y polémico artista, cuenta con un espectacular
registro que le hace casi inclasificable. Reflejar su obra nos llevaría mucho
más de un largo post, ya que, como podéis ver en su web, su obra es tan variada
como extensa. Así que he decidido dejaros con una entrevista realizada el 25 de
mayo del 2008 en Chile, por Álvaro Fierro Nadales para JOIA Magazine. Yo
solo puedo recomendaros un paseo por su web (tomarlo sin prisas) que además
tiene su versión española y que estoy seguro os sorprenderá en muchos aspectos.
Para reflejar su obra me he decantado por sus pinturas realizadas con distintas
técnicas aunque predominan los óleos y los acrílicos.
Helnwein nació en Viena el año
1948, en el contexto de una reconstrucción total, tanto arquitectónica como
cultural, de lo que se había derrumbado durante la 2ª Guerra. Estudió en la U. de
Artes Plásticas, en Viena, donde le fue otorgado el premio de Master Class.
También ha recibido el premio Kardinal-Konig y el Theodor-Korner. Además de su
vasto trabajo en pintura y fotografía, se ha dedicado al dibujo y la escultura,
ha realizado diversas performances, y ha trabajado como diseñador de vestuario
y escenógrafo teatral de ballet y ópera. Helnwein es un férreo defensor del
sentido en el Arte. En sus trabajos puede verse una gran preocupación por
retratar sus tiempos, esfuerzo que viene de su interés por comprender los cambios sociales y políticos que
ocurren hoy y que vienen ocurriendo desde que el ser humano es tal. Sus
trabajos son reconocidos en todo el mundo, tanto por sus recursos técnicos como
por el carácter controversial de muchos de ellos.
Tu trabajo está relacionado con la belleza,
pero da la impresión de que tu forma de tratarla no es muy convencional. ¿Qué
opinas al respecto?
G.
Helnwein
- La belleza y la fealdad son muy subjetivas.
En distintos momentos y en distintos lugares, la gente tiene ideas muy
diferentes sobre lo que son. No me interesa lo que algunas sociedades
consideran bello o feo hoy, mi trabajo va más allá de eso. El quehacer de un
artista no debe ir del lado de la moral y la belleza, que son la cristalización
de la ética y la estética. La ética y la estética son campos que no están
sujetos a las modas ni a los contextos sociales, son valores personales y a la
vez universales.
La
infancia aparece como una de las temáticas centrales de tu trabajo. Los niños
siempre han sido asociados a la inocencia, pero en tus imágenes aparecen
también ligados a la degradación del ser humano. ¿En qué consiste este quiebre?
G.
Helnwein
- Cuando me enteré de lo que
la gente de mi país le hizo a personas inocentes durante el régimen nazi, comenzó en mí una especie
de obsesión por la justicia. He perdido la confianza en el mundo de los adultos
y su sistema de valores. En un niño veo el pleno potencial de los valores y las
virtudes humanas, de la inocencia, la confianza, del amor, la compasión y la
creatividad. En un niño lo ético está intacto, por eso me parece que son
sagrados. Pero también son vulnerables e indefensos, y parece que los adultos,
mediante sus moralismos y su modo de entender la justicia, tienden a traicionar
la confianza que los niños han depositado en ellos.
He
estado investigando acerca de los abusos a niños en Alemania; he visto cientos de fotografías de cuerpos de niños muertos, cuerpos de
niños torturados hasta la muerte, en su mayoría por sus propios familiares. Son
imágenes que jamás podría olvidar. En ese sentido, mis narraciones visuales
hablan de la lucha de la existencia humana, y los niños, sin duda, son los
héroes de esta historia.
Has declarado que en un principio tu mayor
fuente de inspiración fue el Pato Donald y los dibujos animados en general. Cuéntanos un poco de esos
tiempos.
G.
Helnwein
- En la agonía de mi infancia,
después de la guerra de Viena, Donald fue mi salvador. Supongo que algún
funcionario de relaciones públicas de los EU tuvo la idea de
publicar historietas de Disney en Alemania y Austria para lograr nuestra
simpatía, para que los niños nazis empezásemos a sentir afectos por la cultura
norteamericana. Y creo que tuvimos suerte, porque por casualidad nos llegó el
trabajo del mejor artista que ha pasado por Disney: Carl Barks.
En tu serie The Disasters of War (2007) hay una clara alusión a dibujos animados asiáticos contemporáneos, compartiendo escena con niños. ¿Qué nos
puedes comentar respecto a esta serie?
G.
Helnwein
- Exactamente hace 200 años Francisco de Goya comenzó su
famoso Desastres de la Guerra. Son casi
100 imágenes, entre dibujos y bocetos, que representan las crueldades de la
España desgarrada por la guerra. En memoria de este gran maestro fue que empecé
mi propia serie de los Desastres de la Guerra.
Nuestros
hijos están creciendo en un mundo donde la muerte, la tortura y el asesinato
pasan como si fuesen incidentes virtuales de los juegos de computadora. Muchas
veces los efectos especiales resultan más reales que la realidad misma; estamos
presenciando una confusión total en la que la ficción se mezcla con lo que
aparece en los noticiarios. Yo busco retratar esa confusión.
Una
confusión bastante organizada
G.
Helnwein
- Claramente. Esta es la edad del materialismo, el consumismo y la
decadencia. Nuestros héroes son unos idiotas, como la basura de Paris Hilton,
la princesa triste en sus 15 minutos de fama. Los niños se matan a tiros en las
escuelas. Finalmente, hoy estamos viviendo en una sociedad que es una
combinación de lo que había previsto Huxley en Un mundo feliz y Orwell en 1984. Estamos atrapados en la vorágine de la
propaganda, y todo está bajo total vigilancia.
Retrataste a Charles Bukowski tres años antes de su muerte.
¿Cómo fue tu relación con él?
G.
Helnwein
- Estuvimos intercambiando
correspondencia por un tiempo, hasta que decidí partir a visitarlo a su casa en
California. Ahí tomé una serie de fotos de su impresionante rostro, que se veía
como uno de sus poemas.
También
te relacionaste con Andy Warhol.
G.
Helnwein
- Lo
conocí a fines de los sesenta en Viena, y luego me invitó a su Factory, en
Nueva York, donde le tomé algunas fotos. Esa sesión fotográfica la recuerdo con
bastante nitidez. Después de los habituales cumplidos -cómo él amaba mi trabajo
y yo el suyo-, me pidió que le acompañara a una habitación vacía, donde tomó
asiento en una silla baja, frente a los demás, y se congeló.
No se
decía nada. Menos se hablaba. Estuvimos así, sentados, largo rato. Yo no sabía
qué hacer. Era una situación extraña e incómoda. Pero luego, poco a poco, todo
comenzó a volverse límpido y la tensión se disipó: nada parecía más importante
que lo que estaba sucediendo ahí. Andy parecía un maniquí de cera (en la
postura de un faraón extinto hace miles de años), la habitación oscura que nos
rodeaba lo convirtió en el más oscuro y blanco ser humano.
Me di
cuenta de que estábamos flotando en algún lugar en el espacio ultra-terrestre y
nada importaba más que eso. En ese preciso instante disparé mi Nikon.
¿Con
Marilyn Manson sucede algo parecido?
- G. Helnwein
Manson es un gran amigo mío. Está muy cerca de mi corazón. Es
muy sensible, estimulante y creativo. Definitivamente, es un artista que me
nutre.
William Burroughs se refirió a ti como el maestro del reconocimiento sorpresivo ¿Qué relación crees que
tiene esta idea con que tu trabajo sea reconocido y admirado en todas partes
del mundo?
G. Helnwein
- Las opiniones respecto a mi
trabajo siempre son extremistas. Las personas nunca quedan indiferentes. O
respetan mucho mi trabajo, o lo odian.
Llevas muchos años en el mundo del Arte,
has trabajado en muchas de sus ramas y has participado y visto muy de cerca el
desarrollo que ha tenido durante la segunda mitad del siglo XX y lo que va del
XXI. ¿Hacia dónde crees que apunta el Arte contemporáneo?
G.
Helnwein
- Desde la década del ochenta,
la escena internacional se ha convertido en una especie de mercado de valores.
El Arte de hoy es visto principalmente como una inversión inteligente.
Las
firmas de los artistas conocidos no son vistas más que como trofeos, cuales
nombres de marcas como Gucci o Chanel; son utilizados para impresionar y
obtener beneficios sociales. Supongo que esto es parte del proceso de
decadencia cultural que estamos viviendo. Sin embargo, creo que algo está
cambiando: cada vez más se ve gente que busca Arte cargado de significado y
sustancia.
El desgarrador Gottfried Helnwein protagoniza
una
de las grandes exposiciones de la primaveraAnuncian una gran retrospectiva en Viena del controvertido pintor, dibujante y fotógrafo cuya obra ha sido usada por Michael Jackson y Marilyn Manson. El artista austro irlandés emplea un oscuro lirismo para mostrar a niños maltratados o ataviados con indumentaria nazi. Serán exhibidos sus dibujos más recientes, inspirados en Goya.
http://www.20minutos.es/noticia/1728131/0/gottfried/helnwein/exposicion-viena/#xtor=AD-15&xts=467263
De alguna de las obras de Gottfried Helnwein
(1948) se ha dicho que parece el resultado del encuentro del Pato Donald con el
nazi Mengele.
Sus acuarelas de niños con horribles
cicatrices, dibujos sobre fotos manipuladas de menores
empapados en sangre y escenas que combinan la iconografía católica con la
estética nacionalsocialista no admiten jamás la distancia. Una gran
retrospectiva de este cronista del desgarro es una de las grandes citas
artísticas para esta primavera en Europa.
La exposición, la más ambiciosa sobre el
artista de las celebradas nunca en el continente, estará en cartel entre el 25
de mayo y el 25 de agosto en el museo Albertina, la principal pinacoteca de la ciudad
natal de Helnwein, que desde hace años vive entre los EEUU e Irlanda.
El encuentro con Viena tendrá pues un valor añadido: el del reconocimiento en casa de uno de los grandes artistas austriacos
de las últimas décadas.
Hiperrealismo Fascinado por la mutilación, las
minusvalías y el horror de las guerras y la explotación, la obra de este poeta
de la atrocidad ha alcanzado un alto grado de notoriedad por sus trabajos en
las esferas masivas del pop desde la década de los años ochenta del siglo XX.
Ha retratado, en fotos que luego manipula y
retoca con pintura para darle su toque de marca -un denso y oscuro lirismo
hiperrealista- a los Rolling Stones y Rammstein y colaboró con perturbadores
dibujos en un disco de Michael Jackson.
Una de sus obras muestra una 'madonna' visitada
por oficiales nazis. En 2003 Helnwein fue el director artístico del disco y la
posterior gira y espectáculo multimedia The Golden Age of Grotesque, de Marilyn Manson.
Una de sus obras más duras Epifanía, la
Adoración de los Magos, que muestra a una madonna con el niño Jesús siendo
visitada por oficiales nazis, ha sufrido varios ataques al ser exhibida como
mural al aire libre.
La exposición de Viena estará centrada en la
obra temprana del artista, compuesta por acuarelas, pasteles y dibujos a lápiz. También se
expondrán sus series monocromáticas Night and Righteous Men, torturados
retratos acrílicos y Paradise Burning, donde una madre se inyecta heroína ante
la mirada de su hija.
Habrá obras recientes de inspiración goyesca como Los Caprichos
(niños heridos con la cara cubierta por gasas ensangrentadas), The Disasters of
War (niños de aspecto cándido vestidos con uniformes nazis) y Murmur of the
Innocents (niños cerúleos como cadáveres).
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1728131/0/gottfried/helnwein/exposicion-viena/#xtor=AD-15&xts=467263
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