La guía para docentes de
Educaixa sobre metacognición y aprendizaje autorregulado indaga en una de las
prácticas con mayor impacto en el aula en cómo lograr que realmente sea eficaz.
En la búsqueda de la mejora de
la calidad educativa a través de la educación basada en evidencias hay dos
prácticas que destacan su solidez e impacto con, al tiempo, un reducido coste
económico, según el Toolkit de Educaixa: la metacognición y la autorregulación.
Ambas comparten dos
peculiaridades: de un lado, son difíciles de definir y delimitar; de otro, se
pueden llevar a la práctica de múltiples formas. Esto hace que la mayoría de
los docentes en distintas asignaturas, niveles educativos y contextos las estén
fomentando en sus aulas de un modo natural, sin ser conscientes de que lo están
haciendo.
¿Qué son la
metacognición y la autorregulación?
Esta guía para docentes de
Educaixa se basa en una revisión de los estudios sobre autorregulación y
metacognición de los profesores Daniel Muijs y Christian Bokhove, de la
Universidad de Southampton y se enriquece con ejemplos prácticos, especialmente
útiles para equipos directivos, formadores de profesores y profesores.
¿Qué es la
autorregulación?
La autorregulación es la
capacidad de los estudiantes de conocer sus fortalezas y debilidades, así como
las estrategias que les sirven para aprender. También, su capacidad para
motivarse para aprender y desarrollar estrategias que mejoren su aprendizaje.
Lógicamente, esta va variando con la edad, y también será distinta en función
de las tareas.
En este sentido, el
aprendizaje autorregulado consta de tres componentes: cognición o proceso
mental que interviene en el conocimiento, la comprensión y el aprendizaje,
metacognición o la forma en que el alumno supervisa y dirige deliberadamente su
propio aprendizaje y motivación o disposición a usar las habilidades metacognitivas
y cognitivas y aplicarlas al aprendizaje.
¿Cómo se llevan al aula
con éxito?
¿Qué estrategias tienen más
impacto sobre la autorregulación y el desarrollo metacognitivo del alumnado? La
guía para docentes de Educaixa propone siete recomendaciones en las que la
metacognición es el eje. Pero, antes de pasar a estas recomendaciones, considera
clave desterrar algunos mitos, como los siguientes:
Mito número 1
La metacognición se desarrolla
en los estudiantes de mayor edad (adolescentes y jóvenes). Distintos estudios
muestran que niños de tan solo tres años han sido capaces de adoptar conductas
metacognitivas y autorreguladoras.
Mito número 2
La metacognición es una
habilidad independiente del conocimiento de las materias. La metacognición es
más sólida cuanto más consolidado sea el conocimiento del alumnado sobre la
materia en cuestión.
Mito número 3
La metacognición representa el
pensamiento de «orden superior» y es más importante que el mero conocimiento
sobre la materia. Ambas interactúan durante el aprendizaje del alumno y ninguna
es más importante que otra.
Mito número 4
Se pueden enseñar fácilmente
estrategias y conocimientos metacognitivos en sesiones de aprender a aprender o
habilidades de pensamiento. Y no se puede porque el aprendizaje autorregulado y
la cognición que muestra un alumno pueden funcionarle en una tarea, materia o
problema concreto, pero no en otros.
Siete recomendaciones
prácticas para el profesorado
El profesorado debe adquirir
habilidades y conocimientos profesionales para desarrollar el conocimiento
metacognitivo del alumnado. Un estudiante autorregulado es consciente de sus
fortalezas y debilidades y es capaz de motivarse a sí mismo para involucrarse
en su aprendizaje y mejorarlo. Un estudiante con conocimiento metacognitivo
sobre su aprendizaje se conoce como estudiante y conoce sus tareas y sus
estrategias, lo que a la larga mejora sus resultados, con la ayuda del
profesorado a la hora de planificarlo, supervisarlo y evaluarlo. Los
estudiantes autorregulados son conscientes de sus fortalezas y debilidades, y
se pueden motivar a sí mismos para involucrarse en su aprendizaje y mejorarlo.
Enseñar explícitamente
estrategias metacognitivas al alumnado como planificar, supervisar y evaluar su
propio aprendizaje en relación con tareas y contenidos específicos y siguiendo
unos pasos: activación de los conocimientos previos, práctica autónoma y
reflexión estructurada.
Mostrar el propio pensamiento
para ayudar al alumnado a desarrollar sus habilidades metacognitivas y
cognitivas. Aquí el profesor se convierte en referente, mostrando sus propios
procesos y verbalizando sus pensamientos metacognitivos: ¿Qué conocimientos
tengo yo sobre este tipo de problemas? ¿Qué formas de resolverlos he utilizado
anteriormente? Es en este punto donde los ejemplos resueltos funcionan como
métodos de andamiaje.
Establecer un nivel adecuado
de dificultad para desarrollar la metacognición y autorregulación del alumnado
y así conseguir desafiarle sin sobrecargar su memoria de trabajo. Solo
desafiando al alumnado se conseguirá que mejoren en su conocimiento de tareas,
estrategias y en su autoconocimiento como estudiantes.
Promover y desarrollar el
debate metacognitivo en el aula aprendiendo a dialogar en dicho espacio de
manera estratégica, en un diálogo entre alumnos y entre docente y alumno
siempre con un propósito y con el docente como guía de la conversación, para
que se base en el conocimiento previo sobre la materia.
Enseñar explícitamente al
alumnado a organizar y gestionar su aprendizaje de forma eficaz y autónoma. La
práctica se debe diseñar cuidadosamente, y el apoyo del profesor, ir
retirándose gradualmente a medida que el alumnado va adquiriendo competencias,
pero manteniendo las valoraciones puntuales para que el alumnado sepa si su
aprendizaje está siendo eficaz o no y fomentando la motivación del alumnado.
Los centros educativos deben
apoyar al profesorado para que desarrolle los conocimientos de las metodologías
y las apliqué de forma adecuada mediante recursos y un desarrollo profesional
de calidad, con tiempo y apoyo al profesorado por parte de los equipos
directivos para que la metacognición se acabe incorporando eficazmente a su
práctica docente.
EduCaixa colabora con la
Education Endowment Foundation (EEF) y su red internacional de socios, de la
que forma parte. Entre las acciones de esta colaboración se incluye la
difusión de una serie de guías para docentes elaboradas por especialistas de
la EEF. Esta guía para docentes está basada en la guía original
Metacognition and Self-regulated Learning producida por la EEF. El contenido
original ha sido modificado para adaptarse al contexto español cuando ha sido
necesario.
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