El eterno misterio del insecto de La Metamorfosis
Cultura | 2015/05/13 00:00
SEMANA.COM
Este
año la máxima obra de Franz Kafka cumple 100 años desde su primera impresión.
¿En qué insecto se transformó Gregor
1 Samsa?
Este
año el libro La Metamorfosis, joya de la literatura universal del escritor
checo Franz Kafka, cumple 100 años desde que se imprimió por primera vez.
Kafka, quien no se consideraba un buen escritor, jamás hubiera imaginado que
esta novela corta en la que expresó su dolor y angustia frente a situaciones
reales de su vida, hoy sería considerada un referente cultural.
“Cuando Gregor Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”. Las primeras frases de la novela son quizás las más recordadas cuando alguien piensa en este escritor europeo de principios del siglo XX.
“Cuando Gregor Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”. Las primeras frases de la novela son quizás las más recordadas cuando alguien piensa en este escritor europeo de principios del siglo XX.
Dependiendo
de la traducción que se esté leyendo, ese insecto indeterminado es considerado
un cucarrón, una cucaracha, un escarabajo, o cualquier ‘bicho desagradable’,
algo que en su genialidad Kafka nunca confirmó.
El escritor checo escribió La Metamorfosis a finales de 1912. El 17 de noviembre de ese año Kafka le dijo a su prometida que iba a trabajar en una historia que llegó a su cabeza mientras estaba en su “miserable lecho de muerte”. La quería escribir rápido, pero tuvo tantas interrupciones que llegó a pensar que su obra terminaría siendo un fiasco. El 7 de diciembre de 1912 la terminó. Se la leyó a algunos amigos y gustó tanto que los comentarios positivos llegaron a oídos de tres editores que querían tener los derechos de la novela. En la primavera de 1915 las primeras páginas de la grandiosa obra literaria ya hacían fila en la imprenta de Die weissen Blätter.
Gregor Samsa, protagonista de la Metamorfosis, es una de las mejores versiones de antihéroe. En los escritos de Max Brod, amigo de Franz Kafka, queda claro que este último no quería que el insecto fuera dibujado en la portada del libro. El misterio detrás del “bicho” resultaba apasionante para el escritor, de hecho, el lenguaje utilizado para referirse a él está seleccionado de tal manera que se evita dar cualquier detalle que permita establecer con claridad de qué animal se trata.
La edición original se refiere al insecto como “ungeheueres Ungeziefer”, lo cual ha sido considerado por muchos expertos en lenguaje como un gran reto para los traductores. El adjetivo ‘ungeheueres’ significa monstruoso o enorme y ‘ungeziefer’ es una negación de la palabra antigua alemana ‘zebar’ que significa sacrificio de animal, por lo que al final podría decirse que ‘Ungeziefer’ es un animal no apto para sacrificio. Esta palabra hoy es utilizada para referirse a un bicho desagradable y espeluznante.
El problema con las traducciones es que muchas veces no se encuentra una palabra con el mismo significado en otro idioma, es decir, no existe una palabra que transmita el mismo sentido.
La Metamorfosis es una obra que tiene boquiabiertos a muchos, ha sido traducida a múltiples idiomas, pero sus particularidades en el lenguaje desvelan a los académicos. Solo su título, lo más esencial de la obra, genera controversia. La palabra alemana 'Verwandlung' no sugiere un cambio de estado natural asociado al reino animal, habla de una transformación. Lo mismo ocurre con la palabra en español metamorfosis: “transformación de algo en otra cosa”. Es decir, no necesariamente se trata del cambio hacia una forma animal, lo cual tiene sentido, pues solo Franz Kafka supo en realidad en qué se transformó Gregor Samsa.
Quizá sean esos acertijos, cuidadosamente escogidos, los que aún hoy hacen de Kafka el preferido por muchos lectores y escritores contemporáneos.
El escritor checo escribió La Metamorfosis a finales de 1912. El 17 de noviembre de ese año Kafka le dijo a su prometida que iba a trabajar en una historia que llegó a su cabeza mientras estaba en su “miserable lecho de muerte”. La quería escribir rápido, pero tuvo tantas interrupciones que llegó a pensar que su obra terminaría siendo un fiasco. El 7 de diciembre de 1912 la terminó. Se la leyó a algunos amigos y gustó tanto que los comentarios positivos llegaron a oídos de tres editores que querían tener los derechos de la novela. En la primavera de 1915 las primeras páginas de la grandiosa obra literaria ya hacían fila en la imprenta de Die weissen Blätter.
Gregor Samsa, protagonista de la Metamorfosis, es una de las mejores versiones de antihéroe. En los escritos de Max Brod, amigo de Franz Kafka, queda claro que este último no quería que el insecto fuera dibujado en la portada del libro. El misterio detrás del “bicho” resultaba apasionante para el escritor, de hecho, el lenguaje utilizado para referirse a él está seleccionado de tal manera que se evita dar cualquier detalle que permita establecer con claridad de qué animal se trata.
La edición original se refiere al insecto como “ungeheueres Ungeziefer”, lo cual ha sido considerado por muchos expertos en lenguaje como un gran reto para los traductores. El adjetivo ‘ungeheueres’ significa monstruoso o enorme y ‘ungeziefer’ es una negación de la palabra antigua alemana ‘zebar’ que significa sacrificio de animal, por lo que al final podría decirse que ‘Ungeziefer’ es un animal no apto para sacrificio. Esta palabra hoy es utilizada para referirse a un bicho desagradable y espeluznante.
El problema con las traducciones es que muchas veces no se encuentra una palabra con el mismo significado en otro idioma, es decir, no existe una palabra que transmita el mismo sentido.
La Metamorfosis es una obra que tiene boquiabiertos a muchos, ha sido traducida a múltiples idiomas, pero sus particularidades en el lenguaje desvelan a los académicos. Solo su título, lo más esencial de la obra, genera controversia. La palabra alemana 'Verwandlung' no sugiere un cambio de estado natural asociado al reino animal, habla de una transformación. Lo mismo ocurre con la palabra en español metamorfosis: “transformación de algo en otra cosa”. Es decir, no necesariamente se trata del cambio hacia una forma animal, lo cual tiene sentido, pues solo Franz Kafka supo en realidad en qué se transformó Gregor Samsa.
Quizá sean esos acertijos, cuidadosamente escogidos, los que aún hoy hacen de Kafka el preferido por muchos lectores y escritores contemporáneos.
1 Gregorio
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