lunes, marzo 09, 2015

Lee con atención

El ser no fue engendrado y además es imperecedero: es un todo inmóvil y sin final ni comienzo. El ser no ha cambiado, siempre ha sido el mismo; es ahora todo a la vez; uno y continuo.

El ser está perfectamente acabado. Semejante a la masa de una redonda bola, es equilibrado por todas partes a partir del centro.

Voy a contarte (presta tu atención al relato que me oigas) los únicos caminos de búsqueda que cabe concebir: el uno, el de que es y no es posible que no sea, es ruta de Persuasión, pues acompaña a la Verdad; el otro, el de que no es y el de que es preciso que no sea, este te aseguro que es sendero totalmente inescrutable.



P
a
r
m
é
n
i
d
e
s


No podemos bañarnos dos veces en el mismo río, pues siempre correrán aguas distintas en torno a nosotros.                          

Además, en el momento en que hemos acabado de sumergirnos en el agua, nos hemos convertido ya, en alguien diferente al que éramos en el momento en que comenzamos a sumergirnos. De modo que a la vez somos y no somos. Así pasa con el mundo. Este mundo no lo hizo ningún dios, sino que siempre fue, es y será fuego eterno, que cambia constantemente, se enciende y se apaga.         




H
e
r
á
c
l
i
t
o

                                                                  


Responda lo  siguiente

1. ¿Qué piensas de lo afirmado por Heráclito?
Porque por  más que se repita una acción, siempre habrá alguna diferencia, por lo tanto nada es exactamente igual ¿Qué crees?
2. ¿Qué papel juegan los sentidos en esta explicación?
3. ¿Cuáles características le atribuye Parménides al ser?

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