Geopolítica: Conflictos
Contemporáneos Malí, el desierto en llamas SEMANA.COM
Con su intervención en Malí, Francia
ataca el bastión del islamismo radical que amenaza convertirse en un nuevo
Afganistán. Detrás de esta peligrosa operación, también hay intereses no tan
loables.
“Vive la France” gritaban los transeúntes la semana pasada en las
calles de Bamako, la capital de Malí, al paso de los blindados con soldados
franceses enviados in extremis por el
presidente François Hollande. La intervención gala, evitó que el país cayera
bajo el dominio islamista; aunque la situación se les había salido de las manos
desde hacía meses.
Y es que
en Malí, un país africano pobre, desértico y olvidado, existe la misma
combinación de miseria, extremismo religioso y tráfico de drogas que llevó al
Afganistán de los Talibanes a convertirse en el escenario ideal en el que los
terroristas de Al Qaeda planearon el ataque del 11 de septiembre. Allá no solo
hay islamismo radical, sino cantidades de armas a disposición y toneladas de
cocaína que transitan hacia Europa. Plomo, dinero y guerra santa, una trinidad
que Francia está intentado destruir para evitar que surja un estado terrorista
a las puertas de Europa. Pero no solo se trata de razones estratégicas y
geopolíticas, París también protege en Malí sus intereses económicos en una
región que hasta hace unas décadas era su colonia.
En marzo
de 2012, un sector militar derrocó al presidente Amadou Toumani, lo que creó un
vacío que permitió a los rebeldes tuareg tomarse el norte de Malí. Se trata de
un país nacido en 1960 con fronteras trazadas por burócratas europeos, y
dividido entre un norte desértico, poblado de nómadas árabes y un sur negro,
sedentario, que concentró todos los poderes.
A la
rebelión del Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), un
movimiento predominantemente laico, se unieron los extremistas islámicos de
Ansar Dine (Defensores de la Fe), el grupo radical Al Qaeda del Magreb Islámico
(Aqmi) y el Movimiento para la unidad y el yihad en África Occidental (Muyao).
Los nuevos rebeldes impusieron la sharia (el código islámico) y multiplicaron
los secuestros de extranjeros. Muchos de ellos provenían de las milicias
mercenarias del caído Muhamar Gadafi, por lo que regresaron fuertemente
armados, y se enriquecieron por el tráfico de drogas que transita por Malí en
su camino a Europa. Ahora, los fundamentalistas dominan un área tan grande como
la India, pueden lanzar ataques relámpago a cientos de kilómetros y están a tan
solo un par de horas en avión de París.
Responde las Preguntas que están al final de cada
página
1°. ¿Cuáles factores
inciden en el dominio de los fundamentalistas en esa región de África?
2°. ¿Qué podría ocurrir o cuáles situaciones se
podrían presentar y cuáles son los temores
de
los
países occidentales de tomar el poder en Malí los extremistas islámicos que
luchan allí?
El 18 de
enero, después de meses de estancamiento, los muyahidines (combatientes de la
fe) rompieron el frente. El ejército de Malí, en pánico, huyó. Bamako, hogar de
6.000 franceses, estaba en la mira, y París, después del llamado desesperado
del gobierno maliense, precipitó sus cazabombarderos para detener a los
extremistas. Si no reaccionaban, era cuestión de semanas antes de que Malí se
volviera un nuevo Afganistán o como lo llamó un periódico local “un imperio
narco-islamista”.
Después
de contenerlos, la contraofensiva siguió. Efectivos franceses atacaron convoyes
de camionetas artilladas, bases, depósitos y centros de comando, y enviaron
fuerzas de choque para enfrentar cuerpo a cuerpo la avanzada islamista. Pero el
grado de incertidumbre acerca de su éxito es grande, pues el ejército francés
restringe el acceso de los periodistas y solo ha mostrado tropas impecables
preparándose para la batalla, aviones atestados de bombas y misiles y columnas
de blindados avanzando sin miedo hacia el enemigo. La realidad es más azarosa,
pues los galos ya perdieron un piloto de helicóptero y es probable que la
ofensiva terrestre se lleve más vidas. Del lado de los islamistas se habla de
cientos de muertos.
La
versión oficial en París es que Francia movilizó su ejército, uno de los más
poderosos del mundo, para acabar con la barbarie terrorista. Para ello se
aseguró cierto apoyo internacional con una resolución de la ONU y con 3.000
soldados de países africanos aliados. Mansouria Mokhefi, responsable del programa
Medio Oriente-Maghreb en el Instituto Francés de Relaciones Internacionales, le
dijo a SEMANA que “lo primero fue detener una ofensiva que sorprendió a todos.
Después luchar contra los terroristas para preservar la seguridad de Francia y
de Europa. Y claro, Francia no podía dejar que sus intereses en África fueran
cuestionados”.
Es que,
como en toda guerra, detrás de los discursos altruistas hay objetivos menos
loables. Malí, como gran parte de África occidental, fue por más de 60 años una
colonia francesa. Y puede que ahora sean países independientes, pero Francia
sigue omnipresente. En Malí hay reservas petroleras y gasíferas, uranio y es el
tercer productor de oro del continente. Si muchas de estas riquezas aún no han
sido explotadas, en el Níger vecino las multinacionales francesas tienen minas
de uranio vitales para sus centrales nucleares. Para París, si Malí cae, toda
la región se desestabiliza. Y eso es pésimo para sus intereses económicos.
En África
más de uno piensa que la intervención va a terminar en un neocolonialismo, al
imponer un gobierno leal y servil para París, como lo han hecho tantas veces
los países europeos en el continente. Como escribió el diario La Liberté de
Argelia en su editorial Francia “no resistió la tentación de proteger su coto
privado. Cuando sus intereses están amenazados en África, París se pone su
traje de gendarme y envía sus helicópteros”.
3°. ¿Cuáles combatientes
se enfrentan en Malí?
La guerra
también le permitió a Hollande escalar en los sondeos. Jean-Yves Moisseron,
jefe de redacción de la revista Maghreb-Machrek y economista del Instituto de
investigación para el desarrollo, le dijo a SEMANA que “la guerra reúne a la
nación en una verdadera unión sagrada. Contribuye a darle a Hollande una
estatura internacional y borra una de las críticas que más le han hecho: su
falta de decisión”. En Malí recibieron a las tropas francesas como héroes y en
Francia más del 60% de los ciudadanos respaldan la decisión.
Por ahora
pocos se preguntan cuánto tiempo puede tardarse el operativo, si es legítimo
apoyar un gobierno producto de un golpe de Estado o si no era mejor esperar que
las negociaciones con los islamistas avanzaran. Y lo peor es que la guerra en
Malí puede volverse una ratonera para Hollande. Como se vio en Afganistán o
Irak, la ofensiva y el avance de las tropas es la parte menos difícil, pues
Kabul o Bagdad cayeron en un par de semanas. Lo duro vino después. Reconstruir
un país e imponer la democracia al estilo George W. Bush es una utopía
peligrosa. Si algo dejó claro la guerra gringa contra el terrorismo es que se
sabe cuándo empieza pero no cuándo termina.
Como le
explicó a SEMANA Bérangère Rouppert, del grupo de investigación e información
sobre la paz y la seguridad, “hay un problema: ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es la
estrategia a mediano y largo plazo? ¿Si los africanos van a tomar el relevo,
qué capacidad militar tienen? Con esas dudas podemos pensar que los franceses
estarán mucho tiempo en Malí. Y lo peor, la intervención alimenta la causa de
los islamistas, que pueden atraer nuevos reclutas, seducidos por una lucha que
es a la vez anticolonialista y contra Occidente”.
La guerra
cruza fronteras
Eran las
cinco de la mañana del miércoles. Como todos los días, buses cargados de
trabajadores entraban y salían de In Amenas, un gigantesco complejo situado en
pleno desierto del Sahara argelino, donde extraen cada año cerca de 3.900
millones de dólares en gas. De pronto se oyeron tiros y gritos, cuando decenas
de guerrilleros islamistas llegaron a tomarse las instalaciones y retener cerca
de 200 rehenes, entre estos 41 extranjeros y 150 argelinos.
Mojtar
Belmojtar, el jefe del grupo, reclamó el “fin de la agresión francesa en Malí”
y prometió liberar los secuestrados si París suspendía sus operaciones. Pero la
paciencia de las autoridades argelinas duró poco. En pocas horas ya tenían
rodeado el complejo gasífero y en la mañana del jueves lanzaron varias olas de
asaltos, cuyo resultado, aún es algo confuso, pues al parecer en el tiroteo
murieron decenas de los secuestrados, así como soldados y terroristas. El
desastroso operativo provocó reacciones airadas en las capitales occidentales.
4°. ¿Qué debería ser prioritario en una sociedad: la
creencia religiosa o el respeto por los derechos humanos?
David
Cameron, el primer ministro británico, dijo que la iniciativa había sido
“peligrosa” e “incierta”, mientras François Hollande declaró que el ataque se
estaba desarrollando en “condiciones terribles, dramáticas”.
Según un
testigo anónimo citado por el diario Le Monde, “los terroristas estaban muy
bien preparados, conocían el complejo”. Eso hace suponer que los islamistas
llevaban semanas preparándose, lo cual no excluye que el ataque de In Amenas
haya sido una respuesta a la guerra que Francia lanzó en Malí. Al fin y al cabo
Argelia se convirtió en el enemigo internacional más a la mano luego de abrir
sus cielos a la aviación francesa. Y este ataque confirmó los temores de que esta es una
guerra sin fronteras en el África noroccidental.
Por lo
pronto, a Francia casi le convino el ataque. Al emprender una guerra solitaria
contra los fundamentalistas, Hollande hizo una apuesta dura, pero ahora los
propios militantes demostraron la dimensión del peligro que se corre en la
región en todo el Sahara y el Sahel. Tal vez eso lleve a Londres o Washington a
apoyar más decididamente la guerra. Por eso, Hollande no dudó en decir que “lo
que pasa en Argelia es una evidencia más de que mi decisión de intervenir en
Malí es justificada”.
Así, mientras
soldados franceses iniciaban su operación en Mali, islamistas radicales que dijeron
pertenecer a AQMI (Al Qaeda en el Magreb Islámico), atacaban esta planta de gas
en Argelia.
http://www.semana.com/mundo/articulo/mali-desierto-llamas/330035-3
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lo Siguiente:
5°. ¿Quiénes
son los tuareg y quienes los talibanes?
6°. Copie
los Términos Específicos del área
7°. ¿Cuál
es la importancia geoestratégica de estos territorios?
8°.
¿Cuáles organizaciones, grupos y ejércitos están enfrentados?
9°. A)
Copie los nombres de los países y ciudades citados en este artículo
B)
Copie los nombres de los personajes citados y especifique su relación con el
conflicto
10°. Al Qaeda es una
organización terrorista que se enfrenta al mundo occidental, por lo que sus
acciones merecen rechazo total de la sociedad, ¿en qué fundamenta su irregular
y sangrienta lucha?
11°.
Elabore un comentario sobre lo informado en este artículo, donde exprese su
opinión al respecto
República de Malí.
Estado de África Occidental, séptimo
país más extenso de África. Limita al norte con Argelia, al este
con Níger, al
oeste con Mauritania y Senegal, y al Senegal y al
sur con Costa de Marfil, Guinea y Burkina
Faso. Su tamaño es de 1.240.000 km² y su población estimada es de
alrededor de 14,5 millones de habitantes (2009). Su capital es Bamako.
Está constituido por ocho
regiones, y tiene sus fronteras, al norte en el medio del Saahara, mientras
que la región meridional (donde vive la mayor parte de sus habitantes), está
cercana a los ríos de Níger y Senegal. La estructura económica del país se centra en la agricultura y la pesca. Pese a
que algunos de sus recursos naturales son el oro, el uranio y la sal, está considerada una
de las naciones más pobres del mundo.
El actual territorio maliense fue
sede de los tres imperios de África Occidental que controlaban el comercio transahariano: el Imperio de Ghana, el imperio de Malí (del cual Malí toma su nombre) y el Imperio Songhay. A fines del siglo XIX, Malí cayó bajo el control colonial de Francia, pasando
a formar parte del Sudán francés. En 1959 consiguió su independencia junto con Senegal, convirtiéndose así en la Federación Malí, la cual se desintegraría un año
después. Tras un tiempo en el que solo existía un partido político, un golpe de
Estado en 1991 llevó
a la redacción de una nueva Constitución Política y al establecimiento de Malí
como una nación democrática con un sistema pluripartidista.
Alrededor de la
mitad de la población vive debajo del umbral de la pobreza internacional,
establecido en 1,25 dólares por día.
http://es.wikipedia.org/wiki/Mal%C3%AD
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