miércoles, marzo 11, 2015

Geopolítica: Conflictos Contemporáneos            Malí, el desierto en llamas        SEMANA.COM 

Con su intervención en Malí, Francia ataca el bastión del islamismo radical que amenaza convertirse en un nuevo Afganistán. Detrás de esta peligrosa operación, también hay intereses no tan loables.

Vive la France” gritaban los transeúntes la semana pasada en las calles de Bamako, la capital de Malí, al paso de los blindados con soldados franceses enviados in extremis por el presidente François Hollande. La intervención gala, evitó que el país cayera bajo el dominio islamista; aunque la situación se les había salido de las manos desde hacía meses.

Y es que en Malí, un país africano pobre, desértico y olvidado, existe la misma combinación de miseria, extremismo religioso y tráfico de drogas que llevó al Afganistán de los Talibanes a convertirse en el escenario ideal en el que los terroristas de Al Qaeda planearon el ataque del 11 de septiembre. Allá no solo hay islamismo radical, sino cantidades de armas a disposición y toneladas de cocaína que transitan hacia Europa. Plomo, dinero y guerra santa, una trinidad que Francia está intentado destruir para evitar que surja un estado terrorista a las puertas de Europa. Pero no solo se trata de razones estratégicas y geopolíticas, París también protege en Malí sus intereses económicos en una región que hasta hace unas décadas era su colonia.

En marzo de 2012, un sector militar derrocó al presidente Amadou Toumani, lo que creó un vacío que permitió a los rebeldes tuareg tomarse el norte de Malí. Se trata de un país nacido en 1960 con fronteras trazadas por burócratas europeos, y dividido entre un norte desértico, poblado de nómadas árabes y un sur negro, sedentario, que concentró todos los poderes.

A la rebelión del Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), un movimiento predominantemente laico, se unieron los extremistas islámicos de Ansar Dine (Defensores de la Fe), el grupo radical Al Qaeda del Magreb Islámico (Aqmi) y el Movimiento para la unidad y el yihad en África Occidental (Muyao). Los nuevos rebeldes impusieron la sharia (el código islámico) y multiplicaron los secuestros de extranjeros. Muchos de ellos provenían de las milicias mercenarias del caído Muhamar Gadafi, por lo que regresaron fuertemente armados, y se enriquecieron por el tráfico de drogas que transita por Malí en su camino a Europa. Ahora, los fundamentalistas dominan un área tan grande como la India, pueden lanzar ataques relámpago a cientos de kilómetros y están a tan solo un par de horas en avión de París.

Responde las Preguntas que están al final de cada página

1°. ¿Cuáles factores inciden en el dominio de los fundamentalistas en esa región de África?
2°. ¿Qué podría ocurrir o cuáles situaciones se podrían presentar y cuáles son los  temores de     
        los países occidentales de tomar el poder en Malí los extremistas islámicos que luchan allí?  

El 18 de enero, después de meses de estancamiento, los muyahidines (combatientes de la fe) rompieron el frente. El ejército de Malí, en pánico, huyó. Bamako, hogar de 6.000 franceses, estaba en la mira, y París, después del llamado desesperado del gobierno maliense, precipitó sus cazabombarderos para detener a los extremistas. Si no reaccionaban, era cuestión de semanas antes de que Malí se volviera un nuevo Afganistán o como lo llamó un periódico local “un imperio narco-islamista”.

Después de contenerlos, la contraofensiva siguió. Efectivos franceses atacaron convoyes de camionetas artilladas, bases, depósitos y centros de comando, y enviaron fuerzas de choque para enfrentar cuerpo a cuerpo la avanzada islamista. Pero el grado de incertidumbre acerca de su éxito es grande, pues el ejército francés restringe el acceso de los periodistas y solo ha mostrado tropas impecables preparándose para la batalla, aviones atestados de bombas y misiles y columnas de blindados avanzando sin miedo hacia el enemigo. La realidad es más azarosa, pues los galos ya perdieron un piloto de helicóptero y es probable que la ofensiva terrestre se lleve más vidas. Del lado de los islamistas se habla de cientos de muertos.

La versión oficial en París es que Francia movilizó su ejército, uno de los más poderosos del mundo, para acabar con la barbarie terrorista. Para ello se aseguró cierto apoyo internacional con una resolución de la ONU y con 3.000 soldados de países africanos aliados. Mansouria Mokhefi, responsable del programa Medio Oriente-Maghreb en el Instituto Francés de Relaciones Internacionales, le dijo a SEMANA que “lo primero fue detener una ofensiva que sorprendió a todos. Después luchar contra los terroristas para preservar la seguridad de Francia y de Europa. Y claro, Francia no podía dejar que sus intereses en África fueran cuestionados”.

Es que, como en toda guerra, detrás de los discursos altruistas hay objetivos menos loables. Malí, como gran parte de África occidental, fue por más de 60 años una colonia francesa. Y puede que ahora sean países independientes, pero Francia sigue omnipresente. En Malí hay reservas petroleras y gasíferas, uranio y es el tercer productor de oro del continente. Si muchas de estas riquezas aún no han sido explotadas, en el Níger vecino las multinacionales francesas tienen minas de uranio vitales para sus centrales nucleares. Para París, si Malí cae, toda la región se desestabiliza. Y eso es pésimo para sus intereses económicos.

En África más de uno piensa que la intervención va a terminar en un neocolonialismo, al imponer un gobierno leal y servil para París, como lo han hecho tantas veces los países europeos en el continente. Como escribió el diario La Liberté de Argelia en su editorial Francia “no resistió la tentación de proteger su coto privado. Cuando sus intereses están amenazados en África, París se pone su traje de gendarme y envía sus helicópteros”.

 3°. ¿Cuáles combatientes se enfrentan en Malí?

La guerra también le permitió a Hollande escalar en los sondeos. Jean-Yves Moisseron, jefe de redacción de la revista Maghreb-Machrek y economista del Instituto de investigación para el desarrollo, le dijo a SEMANA que “la guerra reúne a la nación en una verdadera unión sagrada. Contribuye a darle a Hollande una estatura internacional y borra una de las críticas que más le han hecho: su falta de decisión”. En Malí recibieron a las tropas francesas como héroes y en Francia más del 60% de los ciudadanos respaldan la decisión.

Por ahora pocos se preguntan cuánto tiempo puede tardarse el operativo, si es legítimo apoyar un gobierno producto de un golpe de Estado o si no era mejor esperar que las negociaciones con los islamistas avanzaran. Y lo peor es que la guerra en Malí puede volverse una ratonera para Hollande. Como se vio en Afganistán o Irak, la ofensiva y el avance de las tropas es la parte menos difícil, pues Kabul o Bagdad cayeron en un par de semanas. Lo duro vino después. Reconstruir un país e imponer la democracia al estilo George W. Bush es una utopía peligrosa. Si algo dejó claro la guerra gringa contra el terrorismo es que se sabe cuándo empieza pero no cuándo termina.

Como le explicó a SEMANA Bérangère Rouppert, del grupo de investigación e información sobre la paz y la seguridad, “hay un problema: ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es la estrategia a mediano y largo plazo? ¿Si los africanos van a tomar el relevo, qué capacidad militar tienen? Con esas dudas podemos pensar que los franceses estarán mucho tiempo en Malí. Y lo peor, la intervención alimenta la causa de los islamistas, que pueden atraer nuevos reclutas, seducidos por una lucha que es a la vez anticolonialista y contra Occidente”.

La guerra cruza fronteras

Eran las cinco de la mañana del miércoles. Como todos los días, buses cargados de trabajadores entraban y salían de In Amenas, un gigantesco complejo situado en pleno desierto del Sahara argelino, donde extraen cada año cerca de 3.900 millones de dólares en gas. De pronto se oyeron tiros y gritos, cuando decenas de guerrilleros islamistas llegaron a tomarse las instalaciones y retener cerca de 200 rehenes, entre estos 41 extranjeros y 150 argelinos.

Mojtar Belmojtar, el jefe del grupo, reclamó el “fin de la agresión francesa en Malí” y prometió liberar los secuestrados si París suspendía sus operaciones. Pero la paciencia de las autoridades argelinas duró poco. En pocas horas ya tenían rodeado el complejo gasífero y en la mañana del jueves lanzaron varias olas de asaltos, cuyo resultado, aún es algo confuso, pues al parecer en el tiroteo murieron decenas de los secuestrados, así como soldados y terroristas. El desastroso operativo provocó reacciones airadas en las capitales occidentales.

4°. ¿Qué debería ser prioritario en una sociedad: la creencia religiosa o el respeto por los derechos humanos?

David Cameron, el primer ministro británico, dijo que la iniciativa había sido “peligrosa” e “incierta”, mientras François Hollande declaró que el ataque se estaba desarrollando en “condiciones terribles, dramáticas”.

Según un testigo anónimo citado por el diario Le Monde, “los terroristas estaban muy bien preparados, conocían el complejo”. Eso hace suponer que los islamistas llevaban semanas preparándose, lo cual no excluye que el ataque de In Amenas haya sido una respuesta a la guerra que Francia lanzó en Malí. Al fin y al cabo Argelia se convirtió en el enemigo internacional más a la mano luego de abrir sus cielos a la aviación francesa. Y este ataque  confirmó los temores de que esta es una guerra sin fronteras en el África noroccidental.

Por lo pronto, a Francia casi le convino el ataque. Al emprender una guerra solitaria contra los fundamentalistas, Hollande hizo una apuesta dura, pero ahora los propios militantes demostraron la dimensión del peligro que se corre en la región en todo el Sahara y el Sahel. Tal vez eso lleve a Londres o Washington a apoyar más decididamente la guerra. Por eso, Hollande no dudó en decir que “lo que pasa en Argelia es una evidencia más de que mi decisión de intervenir en Malí es justificada”.

Así, mientras soldados franceses iniciaban su operación en Mali, islamistas radicales que dijeron pertenecer a AQMI (Al Qaeda en el Magreb Islámico), atacaban esta planta de gas en Argelia.
http://www.semana.com/mundo/articulo/mali-desierto-llamas/330035-3

Luego de la Lectura Continuar Respondiendo lo Siguiente:

5°. ¿Quiénes son los tuareg y quienes los talibanes?
6°. Copie los Términos Específicos del área
7°. ¿Cuál es la importancia geoestratégica de estos territorios?
8°. ¿Cuáles organizaciones, grupos y ejércitos están enfrentados?
9°. A) Copie los nombres de los países y ciudades citados en este artículo
      B) Copie los nombres de los personajes citados y especifique su relación con el conflicto
10°. Al Qaeda es una organización terrorista que se enfrenta al mundo occidental, por lo que sus acciones merecen rechazo total de la sociedad, ¿en qué fundamenta su irregular y sangrienta lucha?
11°. Elabore un comentario sobre lo informado en este artículo, donde exprese su opinión al respecto


República de Malí.

Estado de África Occidental, séptimo país más extenso de África. Limita al norte con Argelia, al este con Níger, al oeste con Mauritania y Senegal, y al Senegal y al sur con Costa de Marfil, Guinea y Burkina Faso. Su tamaño es de 1.240.000 km² y su población estimada es de alrededor de 14,5 millones de habitantes (2009). Su capital es Bamako. 

Está constituido por ocho regiones, y tiene sus fronteras, al norte en el medio del Saahara, mientras que la región meridional (donde vive la mayor parte de sus habitantes), está cercana a los ríos de Níger y Senegal. La estructura económica del país se centra en la agricultura y la pesca. Pese a que algunos de sus recursos naturales son el oro, el uranio y la sal, está considerada una de las naciones más pobres del mundo.

El actual territorio maliense fue sede de los tres imperios de África Occidental que controlaban el comercio transahariano: el Imperio de Ghana, el imperio de Malí (del cual Malí toma su nombre) y el Imperio Songhay. A fines del siglo XIX, Malí cayó bajo el control colonial de Francia, pasando a formar parte del Sudán francés. En 1959 consiguió su independencia junto con Senegal, convirtiéndose así en la Federación Malí, la cual se desintegraría un año después. Tras un tiempo en el que solo existía un partido político, un golpe de Estado en 1991 llevó a la redacción de una nueva Constitución Política y al establecimiento de Malí como una nación democrática con un sistema pluripartidista. 

Alrededor de la mitad de la población vive debajo del umbral de la pobreza internacional, establecido en 1,25 dólares por día.

http://es.wikipedia.org/wiki/Mal%C3%AD



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