jueves, septiembre 21, 2023

Mahatma Gandhi

 

Gran artífice de la independencia de la India de los británicos en 1947.  

Con casi tres décadas de perseverancia en un activismo pacífico fundado en la no violencia y en la fuerza de las convicciones.

Sus metas siempre fueron mucho más amplias, y abarcaron la abolición de las castas, la justicia social, la transformación de las estructuras económicas y la concordia entre religiones, designios que convergían en el ideal de una profunda renovación ética y espiritual del ser humano.

Hombre de austeridad inflexible y absoluta modestia, se cuenta entre los grandes personajes que, con su pensamiento y su acción, cuestionaron y llegaron a alterar el establishment político e ideológico del mundo en el siglo XX.

Fue el modelo inspirador de líderes y activistas como Martin Luther King o Nelson Mandela.

En un país en que la política era sinónimo de corrupción, Gandhi introdujo la ética en la vida pública a través de la palabra y el ejemplo. Vivió en una pobreza sin paliativos, jamás concedió prebendas a sus familiares y rechazó siempre el poder político, antes y después de la liberación de la India.

Convertido al apóstol de la no violencia en un caso único entre los revolucionarios de todos los tiempos, y en el más admirado (cuando no venerado) de los líderes espirituales modernos.

La madre de Gandhi era una mujer profundamente religiosa y austera que dividía su tiempo entre el templo y el cuidado de los suyos, amén de practicar frecuentes ayunos.

En la formación espiritual de Mohandas, sentía un ilimitado amor por sus padres. Tuvo especial influencia en su filosofía los jainistas que practicaban la no violencia con todos los seres desde animales, los seres humanos, las plantas, los microbios, el agua, el fuego y el viento.

Fue enviado a Londres para seguir cursos de abogacía.

En Londres vivió tres años (1888-1891), período en que se produjo uno de los hechos más determinantes de su vocación: el descubrimiento de Oriente a través de Occidente.

En estos años de formación intelectual leyó a León Tolstói, en quien más tarde encontraría el guía para el perfeccionamiento de la práctica y la teoría de la no violencia.

Cuando regresó a la India con el título de abogado, lo hizo con sus señas de identidad orientales: había ido en busca de la sabiduría occidental y retornaba con el secreto que había hecho sabios a los hindúes.

Una factoría comercial musulmana le ofreció un contrato para atender un caso de la empresa en Durban, ciudad sudafricana, y Gandhi en 1893 embarcó hacia Sudáfrica.

En el país de los antiguos colonos holandeses vivía una colonia hindú formada en su mayoría por trabajadores, a quienes los ingleses llamaban despectivamente sami. Carecían de todo derecho y se les despreciaba y discriminaba racialmente, como pudo comprobar en carne propia el joven abogado durante algunos de sus viajes en ferrocarril. Pero la situación era más grave aún de lo que parecía. Terminado su trabajo, Gandhi estaba a punto de regresar a la India cuando se enteró de la existencia de un proyecto de ley para retirar el derecho de sufragio a los hindúes. Decidió entonces aplazar la partida un mes para organizar la resistencia de sus compatriotas, y el mes se convirtió en veintidós años.

Durante esa larga etapa de su vida, su mayor preocupación fue la liberación de la comunidad india, y en ella fue dando forma a las armas de lucha que más tarde utilizaría en su país.

A partir de 1904, la actividad de Gandhi sufrió un cambio notable: después de leer la crítica del capitalismo, modificó su estilo de vida y pasó a llevar una sencilla existencia comunitaria en las afueras de Johannesburgo, donde fundó una comuna llamada Tolstói.

En esa época bosquejó la teoría del activismo no violento, que puso en marcha por primera vez para oponerse a la ley de registro, que obligaba a todos los indios a inscribirse en un registro especial con sus huellas dactilares. Gandhi ordenó a sus compatriotas que no se inscribieran.

Gandhi, había abandonado las vestimentas europeas en señal de protesta, partió de Sudáfrica con su mujer y sus hijos.

Apóstol de la no violencia

Precedido por la aureola de sus exitosas campañas en el extranjero, Gandhi llegó a la India en 1915 y fue recibido como un verdadero héroe.

A poco de llegar, fundó una comunidad casi monástica en la que estaban prohibidas las vestimentas extranjeras, las comidas con especias y la propiedad privada. Sus miembros se dedicaban únicamente a dos trabajos materiales: la agricultura, para obtener el sustento, y el tejido a mano, para procurarse abrigo.

Su entrada en la política india se produjo en 1919, cuando la aprobación de la Ley Rowlatt, que establecía la censura y señalaba duras penas para cualquier sospechoso de terrorismo o sedición, le abrió los ojos acerca de las verdaderas intenciones de los imperialistas ingleses en la India.

Gandhi pasó entonces a encabezar la oposición a la ley.

Organizó una campaña de propaganda a nivel nacional mediante la no violencia, que comenzó con una huelga general que se extendió a todo el país y las protestas se sucedieron en las principales ciudades, donde se registraron algunos focos de violencia pese a la insistencia del líder en el carácter pacífico de las manifestaciones.

Cuando acudía a Delhi a apaciguar la población, Gandhi fue detenido.

La dominación inglesa había mostrado su verdadero rostro sanguinario y brutal: casi 400 personas fueron asesinadas y otras miles heridas. Pero las autoridades británicas se vieron obligadas a reconsiderar sus tácticas y la Ley Rowlatt jamás entró en vigor.

En los años siguientes a la masacre de Amritsar, Gandhi se convirtió en el líder nacionalista, alcanzando la presidencia del Congreso Nacional Indio, que Gandhi supo convertir en un instrumento efectivo en pro de la independencia: de una agrupación de las clases medias urbanas, pasó a ser una organización de masas enraizada en los pueblos y en el campesinado.

Se pusieron en marcha las grandes campañas de desobediencia civil, que iban desde la negativa masiva a pagar impuestos hasta el boicot a las autoridades. Miles de indios llenaron las cárceles y el mismo Gandhi fue detenido en marzo de 1922.

Diez días más tarde comenzaba «el Gran Juicio», en que el Mahatma se declaró culpable y consideró la sentencia a seis años de prisión como un honor, con lo que la sesión terminó con una reverencia mutua entre juez y acusado.

Cuando salió de la cárcel (una apendicitis hizo que las autoridades coloniales lo liberaran en 1924), encontró que el panorama político se había modificado en su ausencia: el Partido del Congreso se había dividido en dos facciones y la unidad entre hindúes y musulmanes, conseguida con el movimiento de desobediencia civil, había desaparecido. Gandhi decidió entonces retirarse de la política para vivir como un anacoreta, en absoluta pobreza y buscando el silencio como fuerza regenerativa. Retirado en su Ashram, se convirtió en esos años en el jefe espiritual de la India, en el dirigente religioso de fama internacional que muchos occidentales en busca de la paz espiritual trataban como un gurú.

La marcha de la sal

Su retiro finalizó de manera brusca en 1927, cuando el gobierno británico nombró una comisión encargada de la reforma de la Constitución en la que no participaba ningún nativo.

A la cabeza de la lucha política, Gandhi consiguió que todos los partidos del país hicieran el boicot a dicha comisión. Poco después, la huelga de Bardoli, en apoyo a la negativa a pagar impuestos, terminaba en un éxito total. La victoria del movimiento animó al Congreso Nacional Indio a declarar la independencia de la India el 26 de enero de 1930, y se encargó al Mahatma la dirección de la campaña de no violencia para apoyar la resolución.

Gandhi eligió como objetivo de la misma el monopolio de la sal, que afectaba particularmente a los pobres, y partió de Sabartami el 12 de marzo con setenta y nueve voluntarios con rumbo a Dandi, población costera distante 385 kilómetros. El pequeño movimiento se extendió como las olas de un estanque hasta alcanzar toda la India: los campesinos sembraban de ramas verdes los caminos por donde pasaría ese hombre pequeño y semidesnudo, con un bastón de bambú, camino del mar y al frente de un enorme ejército pacífico.

El día del aniversario de la masacre de Amritsar, Gandhi llegó a orillas del mar y cogió un puñado de sal, rompiendo simbólicamente el monopolio. Desde ese momento la desobediencia civil fue imparable: diputados y funcionarios locales dimitieron, los prohombres locales abandonaron sus puestos, los soldados del ejército indio se negaron a disparar sobre los manifestantes y las mujeres se adhirieron al movimiento, mientras los seguidores de Gandhi invadían pacíficamente las fábricas de sal.

La campaña terminó con un pacto de compromiso entre Gandhi y el virrey de su majestad británica, en virtud del cual se legalizaba la producción de sal y se liberaban los cerca de cien mil presos detenidos durante las movilizaciones.

La labor de «pedagogía popular» para curar a la sociedad hindú lo llevó a visitar pueblos lejanos, insistiendo en la educación popular, en la prohibición del alcohol, en la liberación espiritual del hombre.

La independencia de la India

El estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) fue el motivo de que Gandhi, una vez más, retornara al primer plano político.

Su oposición al conflicto bélico era absoluta y no compartía la opinión de los líderes del Congreso, proclives a apoyar la lucha contra el fascismo.

Tras la toma de Rangún por los japoneses, Gandhi exigió la completa independencia de la India, para que el país pudiera tomar libremente sus decisiones.

Al día siguiente, el 9 de agosto de 1942, era arrestado junto a otros miembros del Partido del Congreso, lo que produjo una sublevación en masa de los nativos, seguida por una serie de revueltas violentas en todo el territorio indio.

Ya frágil y debilitado salió en libertad en el año 1944.

El 30 de enero de 1948, cuando al anochecer se dirigía a la plegaria comunitaria, fue alcanzado por las balas de un joven hindú.

 

Cómo citar este artículo:

Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Gandhi. Biografía». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en

https://www.biografiasyvidas.com/monografia/gandhi/

fecha de acceso: 21 de septiembre de 2023.

 

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