Un resumen de los principios fundamentales de esta importante
filósofa y escritora feminista.
Adrián Triglia
A mediados del siglo XX, el mundo occidental experimentó una
sacudida política, social e ideológica sin precedentes.
Después de que las mujeres
ganasen el derecho a voto en muchos países, una parte de la sociedad se planteó
qué ocurría con esos aspectos de la vida en los que el hombre seguía dominando
al sexo femenino. Este malestar, que más adelante hizo surgir la segunda ola
del feminismo, tuvo en uno de sus frutos la obra de la filósofa Simone de
Beauvoir, en la que esta pensadora trataba de comprender cuál era la naturaleza
de la feminidad.
A continuación veremos cuáles son
las principales características de la teoría feminista de Simone de Beauvoir y
el modo en el que esta ha influido a la psicología y la filosofía.
¿Quién
fue Simone de Beauvoir?
Breve biografía
Simone de Beauvoir nació en el
año 1908 en la capital francesa, París. Durante su juventud estudió filosofía
en la Sorbonam primero, y luego en la École Normale Supérieure. En esta segunda
institución conoció a Jean-Paul Sartre, y en ese momento empezó una relación
afectiva que duró toda la vida. Finalmente, murió en París en el año 1986.
Las influencias existencialistas
de Sartre se dejan ver en El Segundo Sexo, la obra más conocida de Beauvoir, si
bien la aplicación de esta perspectiva a los estudios de género fue totalmente
original, tal y como veremos. Por otro lado, además de desarrollar un cuerpo
teórico importante para el feminismo, esta filósofa fue también novelista.
La teoría de Simone de Beauvoir: sus principios esenciales
Estas son las principales características de la obra
filosófica de Simone de Beauvoir:
1. Reconoce lo masculino como el punto de
referencia
El punto de partida de Beauvoir
fue darse cuenta que todas las producciones culturales de la humanidad, desde
el arte hasta el uso del lenguaje, tienen al hombre como punto central,
principal referencia.
Por ejemplo, al expresar la idea
de "ser humano" se utiliza por defecto la figura del hombre, o la del
hombre y la mujer, pero nunca la de la mujer. Otro ejemplo sería que, muchas
veces, desarrollar la versión femenina de algo consiste en añadirle atributos
inequívocamente femeninos a modelos "neutrales". Por ejemplo, existen
productos con una versión "para mujeres" que se distinguen del modelo
estándar por ser rosas, señalando así que el modelo estándar es en realidad el
masculino. Lo mismo ocurriría en política: lo normal y esperable es que los
políticos sean hombres.
2. El concepto de "lo
Otro"
A partir de la idea anterior,
Simone de Beauvoir desarrolla la idea de "lo Otro", o más bien,
"la otra". Esta categoría sirve para expresar de un modo visual el
hecho de que el género femenino se mueve por la periferia de lo humano, es un
atributo que no está integrado en el primero, sino más bien una extensión de
este, mientras que lo masculino sí es indesligable de la idea de lo humano como
si fuesen sinónimos.
3.
Una saga masculina de dominación
Ligado con los elementos
anteriores aparece la corroboración de que la historia, a todos los efectos, ha
sido escrita por hombres, tanto literal como simbólicamente. Simone de Beauvoir
ve en esto un síntoma de un fenómeno de dominación y sometimiento de las
mujeres, y a su vez el motivo por el que se ha alienado a la mujer de todos los
aspectos de la vida y de la producción simbólica.
4. No se nace mujer, se
llega a serlo
Recapitulando, veremos que para
Simone de Beauvoir el punto de referencia de lo humano es el hombre y que lo
femenino es, en todo caso, un atributo específico no equiparable al concepto de
lo masculino, ya que es definido según su proximidad o lejanía de este punto de
referencia.
La conclusión que extrae de esto
es que lo femenino es, en sí mismo, algo que ha sido diseñado y definido por el
hombre e impuesto sobre las mujeres. Esto se resume en su famosa frase "no
se nace mujer, se llega a serlo". En definitiva, las mujeres no lo son de
un modo ajeno a la historia y a la política, sino más bien a causa del dominio
de la mirada masculina sobre "lo Otro".
5. Por una feminidad no
alienada
La teoría que Simone de Beauvoir
traza en El Segundo Sexo no es simplemente una descripción de lo que ella
consideraba que era la realidad; adherido a esto estaba una indicación moral,
de lo que debía hacerse y es bueno. En concreto, esta filósofa señaló la
necesidad de que las mujeres definiesen su propia identidad al margen de la
mirada masculina, sin verse coaccionadas por las imposiciones por parte de ese
referente moral e intelectual alimentado a base de siglos y siglos de
dominación.
https://psicologiaymente.com/social/teoria-simone-beauvoir
Adrián Triglia (Barcelona, 1988) es Graduado en Psicología por
la Universitat de Barcelona y licenciado en Publicidad por la misma
institución.
Es cofundador y Redactor Jefe de la web Psicología y Mente, la
mayor comunidad en el ámbito de la psicología y las neurociencias.
Autor de dos libros de divulgación científica:
«Psicológicamente hablando: un recorrido por las maravillas de
la mente», de Ediciones Paidós.
«¿Qué es la inteligencia? Del CI a las inteligencias
múltiples», de la colección Neurociencia & Psicología de El País y con la
editorial EMSE EDAPP.
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