Howard Gardner define la
inteligencia como la capacidad de resolver problemas o elaborar productos
que sean valiosos en una o más culturas. La importancia de la definición es
doble: primero, amplía el campo de lo que es la inteligencia y reconoce lo que
todos sabíamos intuitivamente, y es que la brillantez académica no lo es todo.
A la hora de desenvolvernos en esta vida no basta con tener un gran expediente
académico. Hay gente de gran capacidad intelectual pero incapaz de, por
ejemplo, elegir bien a sus amigos y, por el contrario, hay gente menos
brillante en el colegio que triunfa en el mundo de los negocios o en su vida
personal. Triunfar en los negocios, o en los deportes, requiere ser
inteligente, pero en cada campo utilizamos un tipo de inteligencia distinto. No
mejor ni peor, pero si distinto.
Dicho de otro modo, Einstein no es más inteligente que Michel Jordan, pero sus inteligencias pertenecen a campos diferentes. Segundo, Gardner define la inteligencia como una capacidad. Hasta hace muy poco tiempo la inteligencia se consideraba algo innato e inamovible. Se nacía inteligente o no, y la educación no
podía cambiar ese hecho. Tanto es así que en épocas muy cercanas a los deficientes psíquicos no se les educaba, porque se consideraba que era un esfuerzo inútil.
Todos nacemos con unas potencialidades marcadas por la genética. Pero esas potencialidades se van a desarrollar de una manera o de otra dependiendo del medio ambiente, nuestras experiencias, la educación recibida, etc. Ningún deportista de elite llega a la cima sin entrenar, por buenas que sean sus cualidades naturales. Lo mismo se puede decir de los matemáticos, los poetas, o de la gente emocionalmente inteligente. Añade que igual que hay muchos tipos de problemas que resolver, también hay muchos tipos de inteligencia. Hasta la fecha Howard Gardner y su equipo de la U. de Harvard han identificado ocho tipos distintos:
Inteligencia Lingüística, la que tienen
los escritores, los poetas, los buenos redactores. Utiliza ambos hemisferios.
Inteligencia Espacial, consiste en
formar un modelo mental del mundo en tres dimensiones, es la inteligencia que
tienen marineros, ingenieros, cirujanos,
escultores, arquitectos, o los decoradores.
Inteligencia Musical es, naturalmente
la de los cantantes, compositores, músicos, bailarines.
Inteligencia Corporal - kinestésica, es la capacidad de utilizar el cuerpo para realizar actividades
o resolver problemas. Es la inteligencia de los deportistas, artesanos y bailarines.
Inteligencia Intrapersonal, es la que nos permite entendernos a nosotros mismos. No
está asociada a ninguna actividad concreta.
Inteligencia Interpersonal, nos permite entender a los demás, y la solemos encontrar
en los buenos vendedores, políticos, profesores o terapeutas.
La inteligencia intrapersonal y la interpersonal conforman la inteligencia
emocional y juntas determinan nuestra
capacidad de dirigir nuestra propia vida de manera satisfactoria.
Inteligencia Naturalista, la que
utilizamos cuando observamos y estudiamos la naturaleza. Es la que demuestran
los biólogos o los herbolarios.
http://www.edu.xunta.gal/centros/ceipfreiluisgranada/system/files/TEORIA%20DE%20LAS%20INTELIGENCIAS%20M%C3%9ALTIPLES.pdf
Naturalmente todos tenemos las ocho inteligencias en mayor o menor medida, al igual que con los estilos de aprendizaje no hay tipos puros, y si los hubiera les resultaría imposible funcionar. Un ingeniero necesita una inteligencia espacial bien desarrollada, pero también necesita de todas las demás, de la inteligencia lógico matemática para poder realizar cálculos de estructuras, de la inteligencia interpersonal para poder presentar sus proyectos, de la inteligencia corporal - kinestésica para poder conducir su coche hasta la obra, etc. Howard Gardner enfatiza el hecho de que todas las inteligencias son igualmente importantes.
El
problema es que nuestro sistema escolar no las trata por igual y ha entronizado
las dos primeras de la lista, (la inteligencia lógico - matemática y la
inteligencia lingüística) hasta el punto de negar la existencia de las demás.
Para
Gardner es evidente que, sabiendo lo que sabemos sobre estilos de
aprendizaje, tipos de inteligencia y estilos de enseñanza es absurdo que sigamos insistiendo en que todos nuestros
alumnos aprendan de la misma manera.
La misma materia se puede presentar de formas muy diversas que permitan al alumno asimilarla partiendo de sus capacidades y aprovechando sus puntos fuertes.
Además, tenemos que plantearnos si una educación
centrada en sólo dos tipos de inteligencia es la más adecuada para preparar a
nuestros alumnos para vivir en un mundo cada vez más complejo.
https://sites.google.com/site/webquestandre/nueva
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