Taller N° 1
Etnoeducación
Es el conjunto de procesos comunitarios
que fortalecen las dinámicas propias de una etnia, para conservar sus valores
culturales y potencializar sus acciones autónomas integrales que garanticen su
supervivencia como pueblo ancestral.
En Colombia la Etnoeducación es el proceso
de enseñanza – aprendizaje de los miembros de las siguientes comunidades,
denominados también como grupos minoritarios:
Indígenas.
Son
quienes pertenecen a un pueblo originario de un territorio donde su familia,
cultura y vivencias son nativas del lugar donde nacieron y han sido
transmitidas por varias generaciones.
Afrocolombianos.
Los
afrocolombianos son colombianos descendientes de negros africanos. En el último
medio siglo un sector numeroso de la población negra se ha asentado en las
principales ciudades del país. Colombia es actualmente el segundo país con
mayor cantidad de población afrodescendientes de Latinoamérica después de
Brasil.
Raizales.
Son una comunidad étnica, porque tienen su
propia lengua y cultura desarrollada a partir de sus raíces africanas, europeas
y caribeñas. Sus raíces culturales afro-anglo-antillanas se manifiestan en una
fuerte identidad cultural que se diferencia del resto de la población
colombiana.
Rom. El
pueblo gitano, romaníes, cíngaros o rom son una comunidad o etnia originaria
del subcontinente indio, que data de los reinos medios de la India, con rasgos
culturales comunes, aunque con enormes diferencias entre sus subgrupos. La
comunidad gitana o Pueblo Rom es un grupo étnico que llegó a América Latina
desde el tiempo de la Colonia.
En Colombia se establece que la educación
dirigida a los grupos étnicos es la que se ofrece a comunidades que integran la
nacionalidad y que poseen una cultura, una lengua, unas tradiciones y unos
fueros propios y autóctonos. Esta
educación, según la Ley 115 de 1994, debe estar ligada al ambiente, al proceso
productivo, social y cultural, con el debido respeto de sus creencias y
tradiciones. Sin embargo, a pesar de lo estipulado en el marco jurídico, la
cifra presentada por el Ministerio de Educación Nacional revela que el 86% de
los pueblos étnicos no tienen acceso a una educación pertinente a su cultura,
su contexto y su cosmovisión.
Por lo tanto, la Etnoeducación en Colombia
tiene el reto de garantizar a los miembros (niños, niñas, adolescentes), de
estos grupos étnicos, una educación que respete, rescate y promueva su
identidad, sus dialectos, sus costumbres, así como los valores de sus culturas.
Es importante que la sociedad colombiana
sea consciente de los aportes multidimensionales de los pueblos étnicos en la
estructuración de nuestra nación, teniendo en cuenta, que la Constitución
Nacional reconoce los derechos integrales a las comunidades indígenas y
afrocolombianas.
Responder con Argumentos Luego del Análisis del
Texto anterior
1. ¿Por qué es necesario que los
grupos étnicos en Colombia tengan una educación integral, específica y
diferenciada de la educación que se imparte en los centros urbanos del país?
2. ¿De qué manera los distintos
grupos étnicos colombianos enriquecen nuestra cultura nacional?
3. Establezca
diferencias desde lo planteado en el texto entre comunidades de
afrocolombianos, indígenas, raizales y rom.
4. ¿Por
qué es fundamental para la convivencia la tolerancia, el respeto y la
valoración de las diferencias culturales?
Taller N° 2
La
fragmentación regional de las clases dominantes en Colombia: una perspectiva
histórica
La Historia política colombiana se
caracteriza por la persistencia de un arraigado particularismo localista que se
originó en la sociedad colonial y que, desde los albores del período nacional,
ha sido considerado uno de los obstáculos determinantes en la marcha hacia la
descentralización política y la integración nacional.
El análisis del economicismo que predomina
en la interpretación de los problemas genéricamente asociados al tema
"Estado y región". Un punto de partida conveniente para tal propósito
consiste en mostrar la excesiva simplificación y la distorsión resultante de
todo un esfuerzo interdisciplinario sistemático para sostener que la
independencia política de 1810 - 1830 no tuvo significado histórico sustancial
alguno. Se parte de una afirmación enfática en la continuidad de los modos de
producción y de las formaciones sociales, y en la perdurabilidad de la
dominación social colonial que se habrían plasmado sin alteraciones en las
nuevas repúblicas. De esta manera la coyuntura de la Independencia pasa
desapercibida y el cambio político queda sepultado bajo la gruesa capa de las
estructuras sociales. Con la Independencia no pasa nada distinto a reforzar el
"colonialismo interno".
La Independencia en sus diversas facetas,
desde la guerra civil inicial de la Patria Boba (1810-1816) hasta el momento
triunfal de la guerra de liberación que llegó a la Nueva Granada antes que a
Venezuela o Perú, entraña una nueva dimensión histórica y significa una ruptura
neta e irreparable con la época colonial. Esto es evidente si se supera el
economicismo y se analiza la Independencia desde el ángulo de la especificidad
de lo político, de la autonomía y la eficacia relativa que las mentalidades,
ideologías y proyectos sociales guardan con relación a la base material de la
sociedad.
La nueva época que abre la Independencia
se caracteriza fundamentalmente porque las clases dominantes que emergen de la
Colonia enfrentan la tarea de dirigir políticamente la nación recién inventada.
Al romper el nexo colonial y barrer con sus agentes y representantes, la clase
dominante en conjunto tiene que convertirse en clase hegemónica; más aún, tiene
que autopostular su vocación de clase dirigente nacional, desbordar el
localismo colonial, superar su propia división interna, la dispersión regional
del poder y buscar en las nuevas estructuras jurídico-políticas el medio eficaz
para conseguir su propia unidad orgánica. Asumir y ejercer la dirección
política es característica básica de cualquier clase dominante. Pero esto no
quiere decir que la capacidad y el talento de gobernar le caigan del cielo por
el mero hecho de que ocupe la cúspide del sistema social y monopolice la
riqueza, el poder y el prestigio social. El liderazgo político solamente puede
ejercitarse en el plano de la ideología y de la acción, vale decir dentro de la
organización política creada subjetiva e intencionalmente.
La
Independencia asignó a las aristocracias criollas, arraigadas en ciudades y
regiones relativamente autónomas, una doble tarea política: concebir y formular una ideología "nacional" capaz de
expresar los intereses de todas las clases sociales conscientes que
participaban en el movimiento, para aglutinarlas en torno a un proyecto
político y social viable, y reestructurar el Estado, o sea, generar una organización
jurídico-política republicana, por medio de la cual fuera posible extender el
dominio sobre toda la sociedad y dirigir la nación. En este punto es importante
advertir que en general en las provincias neogranadinas, y en marcado contraste
con las venezolanas o con las mexicanas, la aristocracia criolla no vio
seriamente amenazada su dominación de clase por la presión popular, durante o
después del movimiento independentista.
No queremos decir que existiese consenso
ideológico y acuerdo político entre las facciones localistas de la aristocracia
criolla, ni mucho menos que para sus dirigentes fuese fácil proponer fórmulas
viables sobre la reestructuración estatal en aspectos tan sustantivos como el
sistema hacendario y fiscal, la creación de una burocracia civil, o la
conformación de un ejército centralizado.
Nuestro argumento es que a lo largo del
siglo XIX la fragmentación regional del poder político fue la expresión desnuda
y más visible de la ausencia de una auténtica clase hegemónica capaz de unificar
políticamente a la nación e integrar, representándolas, a las demás facciones
de la clase dominante dentro del marco de un Estado moderno y unitario.
En las condiciones de la modernidad
(definida como la época caracterizada por el desarrollo económico y el progreso
técnico que abre la Revolución Industrial y por la consolidación de la nación,
la centralización política y la ampliación de la ciudadanía que inaugura la
Revolución Francesa) la sociedad, la economía y la polis neogranadinas que emergían
de la Colonia eran congregados arcaicos, distanciados por la geografía, la
historia, la tradición, las relaciones inter-étnicas y, en última instancia,
por el atraso material que se manifestaba en la permanencia de formas
precapitalistas de producción y en la inexistencia de un mercado interno.
La Independencia coincide con el período
de las "revoluciones burguesas" y parece afiliarse a la corriente
universal que éstas inauguran; sus dirigentes postulan ideales políticos y
formulan proyectos nacionales en términos burgueses; al menos la terminología,
la esperanza y el mito son burgueses. Pero el sustrato material de esas
sociedades provincianas y regionalistas distaba de ser capitalista. No existía,
por tanto, posibilidad objetiva alguna de que una burguesía moderna unificara
la nación mediante el control del nuevo Estado republicano. Problema que puede
ilustrarse con un breve examen de las coyunturas políticas más importantes del
siglo XIX colombiano. Marco Palacios R.
Luego de leer y analizar el texto, realizar y
responder lo siguiente
1. Realice
un comentario del contenido del texto con argumentos y coherencia.
2. ¿Por qué es necesario conocer
el contexto histórico de la sociedad colonial en nuestro país?
3. ¿Por qué para lograr una
cultura política se debe tener conocimiento de la historia de Colombia?
Taller
N° 3
Elogio de la dificultad Estanislao Zuleta
La pobreza y la impotencia de la imaginación
nunca se manifiesta de una manera tan clara como cuando se trata de imaginar la
felicidad. (1). Entonces comenzamos a
inventar paraísos, islas afortunadas, países de cucaña. Una vida sin riesgos,
sin lucha, sin búsqueda de superación y sin muerte; y, por tanto, también sin
carencias y sin deseo: un océano de mermelada sagrada, una eternidad de
aburrición. Metas afortunadamente inalcanzables, paraísos afortunadamente
inexistentes.
Todas estas fantasías serían
inocentes e inocuas, sino fuera porque constituyen el modelo de nuestros anhelos
en la vida práctica. Aquí mismo en los proyectos de la existencia cotidiana,
más acá del reino de las mentiras eternas, introducimos también el ideal tonto
de la seguridad garantizada; de las reconciliaciones totales; de las soluciones
definitivas.
Puede decirse que nuestro
problema no consiste solamente ni principalmente en que no seamos capaces de
conquistar lo que nos proponemos, sino en aquello que nos proponemos: que
nuestra desgracia no está tanto en la frustración de nuestros deseos, como en
la forma misma de desear.
Deseamos mal. En lugar de desear una relación humana inquietante, compleja y perdible, que estimule nuestra capacidad de luchar y nos obligue a cambiar, deseamos un idilio sin sombras y sin peligros, un nido de amor, (2), y por lo tanto, en última instancia un retorno al huevo. (3). En vez de desear una sociedad en la que sea realizable y necesario trabajar arduamente para hacer efectivas nuestras posibilidades, deseamos un mundo de satisfacción, una monstruosa sala-cuna de abundancia pasivamente recibida.
En lugar de desear una filosofía llena de incógnitas y preguntas abiertas, queremos poseer una doctrina global, capaz de dar cuenta de todo, revelada por espíritus que nunca han existido o por caudillos que desgraciadamente sí han existido.
Adán y sobre todo Eva, tienen el mérito original de habernos liberado del paraíso, nuestro pecado es que anhelamos regresar a él.
Desconfiemos de las mañanas radiantes en las que se inicia un reino milenario. Son muy conocidos en la historia, desde la Antigüedad hasta hoy, los horrores a los que pueden y suelen entregarse los partidos provistos de una verdad y de una meta absolutas, las iglesias cuyos miembros han sido alcanzados por la gracia –por la desgracia– de alguna revelación. El estudio de la vida social y de la vida personal nos enseña cuán próximos se encuentran una de otro la idealización y el terror.
La idealización del fin, de la meta y el terror de los medios que procurarán su conquista. Quienes de esta manera tratan de someter la realidad al ideal, entran inevitablemente en una concepción paranoide de la verdad; en un sistema de pensamiento tal, que los que se atreverían a objetar algo quedan inmediatamente sometidos a la interpretación totalitaria: sus argumentos, no son argumentos, sino solamente síntomas de una naturaleza dañada o bien máscaras de malignos propósitos.
En lugar de discutir un razonamiento se le reduce a un juicio de pertenencia al otro –y el otro es, en este sistema, sinónimo de enemigo –, o se procede a un juicio de intenciones. Y este sistema se desarrolla peligrosamente hasta el punto en que ya no solamente rechaza toda oposición, sino también toda diferencia: el que no está conmigo, está contra mí, y el que no está completamente conmigo, no está conmigo. Así como hay, según Kant, un verdadero abismo de la acción, que consiste en la exigencia de una entrega total a la “causa” absoluta y concibe toda duda y toda crítica como traición o como agresión.
Ahora sabemos, por una amarga experiencia, que este abismo de la acción, con sus guerras santas y sus orgías de fraternidad no es una característica exclusiva de ciertas épocas del pasado o de civilizaciones atrasadas en el desarrollo científico y técnico; que puede funcionar muy bien y desplegar todos sus efectos sin abolir una gran capacidad de inventiva y una eficacia macabra. Sabemos que ningún origen filosóficamente elevado o supuestamente divino, inmuniza a una doctrina contra el riesgo de caer en la interpretación propia de la lógica paranoide que afirma un discurso particular –todos lo son– como la designación misma de la realidad y los otros como ceguera o mentira.
El atractivo terrible que poseen las formaciones colectivas que se embriagan con la promesa de una comunidad humana no problemática, basada en una palabra infalible, consiste en que suprimen la indecisión y la duda, la necesidad de pensar por sí mismo, otorgan a sus miembros una identidad exaltada por la participación, separan un interior bueno –el grupo – y un exterior amenazador. Así como se ahorra sin duda la angustia, se distribuye mágicamente la ambivalencia en un amor por lo propio y un odio por lo extraño y se produce la más grande simplificación de la vida, la más espantosa facilidad. Y cuando digo aquí facilidad, no ignoro ni olvido que precisamente este tipo de formaciones colectivas, se caracterizan por una inaudita capacidad de entrega y sacrificios; que sus miembros aceptan y desean el heroísmo, cuando no aspiran a la palma del martirio. Facilidad, sin embargo, porque lo que el hombre teme por encima de todo no es la muerte y el sufrimiento, en los que tantas veces se refugia, sino la angustia que genera la necesidad de ponerse en cuestión, de combinar el entusiasmo y la crítica, el amor y el respeto.
Un síntoma inequívoco de la
dominación de las ideologías proféticas y de los grupos que las generan o que
someten a su lógica doctrinas que les fueron extrañas en su origen, es el
descrédito en que cae el concepto de respeto.
No se quiere saber nada del respeto, ni de la reciprocidad, ni de la vigencia de normas universales.
Estos valores aparecen más bien como males menores propios de un resignado escepticismo, como signos de que se ha abdicado a las más caras esperanzas. Porque el respeto y las normas sólo adquieren vigencia allí donde el amor, el entusiasmo, la entrega total a la gran misión, ya no pueden aspirar a determinar las relaciones humanas. Y como el respeto es siempre el respeto a la diferencia, sólo puede afirmarse allí donde ya no se cree que la diferencia pueda disolverse en una comunidad exaltada, transparente y espontánea, o en una fusión amorosa. No se puede respetar el pensamiento del otro, tomarlo seriamente en consideración, someterlo a sus consecuencias, ejercer sobre él una crítica, válida también en principio para el pensamiento propio, cuando se habla desde la verdad misma, cuando creemos que la verdad habla por nuestra boca; porque entonces el pensamiento del otro sólo puede ser error o mala fe; y el hecho mismo de su diferencia con nuestra verdad es prueba contundente de su falsedad, sin que se requiera ninguna otra. Nuestro saber es el mapa de la realidad y toda línea que se separe de él sólo puede ser imaginaria o algo peor: voluntariamente torcida por inconfesables intereses.
Desde la concepción
apocalíptica de la historia las normas y las leyes de cualquier tipo, son
vistas como algo demasiado abstracto y mezquino frente a la gran tarea de
realizar el ideal y de encarnar la promesa; y por lo tanto sólo se reclaman y
se valoran cuando ya no se cree en la misión incondicionada.
Pero lo que ocurre cuando sobreviene la gran desidealización no es generalmente que se aprenda a valorar positivamente lo que tan alegremente se había desechado, estimado sólo negativamente; lo que se produce entonces, casi siempre, es una verdadera ola de pesimismo, escepticismo y realismo cínico. Se olvida entonces que la crítica a una sociedad injusta, basada en la explotación y en la dominación de clase, era fundamentalmente correcta y que el combate por una organización social racional e igualitaria sigue siendo necesario y urgente. A la desidealización sucede el arribismo individualista que además piensa que ha superado toda moral por el sólo hecho de que ha abandonado toda esperanza de una vida cualitativamente superior.
Lo más difícil, lo más importante. Lo más necesario, lo que a todos modos hay que intentar, es conservar la voluntad de luchar por una sociedad diferente sin caer en la interpretación paranoide de la lucha. (4)
Lo difícil, pero también lo esencial es valorar positivamente el respeto y la diferencia, no como un mal menor y un hecho inevitable, sino como lo que enriquece la vida e impulsa la creación y el pensamiento, como aquello sin lo cual una imaginaria comunidad de los justos cantaría el eterno hosanna del aburrimiento satisfecho. Hay que poner un gran signo de interrogación sobre el valor de lo fácil; no solamente sobre sus consecuencias, sino sobre la cosa misma, sobre la predilección por todo aquello que no exige de nosotros ninguna superación, ni nos pone en cuestión, ni nos obliga a desplegar nuestras posibilidades. (5)
Hay que observar con cuánta desgraciada frecuencia nos otorgamos a nosotros mismos, en la vida personal y colectiva, la triste facilidad de ejercer lo que llamaré una no reciprocidad lógica: Es decir, el empleo de un método explicativo completamente diferente cuando se trata de dar cuenta de los problemas, los fracasaos y los errores propios y los del otro cuando es adversario o cuando disputamos con él. En el caso del otro aplicamos el esencialismo: lo que ha hecho, lo que le ha pasado es una manifestación de su ser más profundo; en nuestro caso aplicamos el circunstancialismo, de manera que aún los mismos fenómenos se explican por las circunstancias adversas, por alguna desgraciada coyuntura. Él es así; yo me vi obligado. Él cosechó lo que había sembrado; yo no pude evitar este resultado. El discurso del otro no es más que de su neurosis, de sus intereses egoístas; el mío es una simple constatación de los hechos y una deducción lógica de sus consecuencias. Preferiríamos que nuestra causa se juzgue por los propósitos y la adversaria por los resultados.
Y cuando de este modo nos empeñamos en ejercer esa no reciprocidad lógica que es siempre una doble falsificación, no sólo irrespetamos al otro, sino también a nosotros mismos, puesto que nos negamos a pensar efectivamente el proceso que estamos viviendo.
La difícil tarea de aplicar un mismo método explicativo y crítico a nuestra posición y a la opuesta no significa desde luego que consideremos equivalentes las doctrinas, las metas y los intereses de las personas, los partidos, las clases y las naciones en conflicto. Significa por el contrario que tenemos suficiente confianza en la superioridad de la causa que defendemos, como para estar seguros de que no necesita, ni le conviene esa doble falsificación con la cual, en verdad, podría defenderse cualquier cosa.
En el carnaval de miseria y derroche propios del capitalismo tardío se oye a la vez lejana y urgente la voz de Goethe y Marx que nos convocaron a un trabajo creador, difícil, capaz de situar al individuo concreto a la altura de las conquistas de la humanidad.
Dostoievski nos enseñó a mirar hasta donde van las tentaciones de tener una fácil relación interhumana: van sólo en el sentido de buscar el poder, ya que si no se puede lograr una amistad respetuosa en una empresa común se produce lo que Bahro llama intereses compensatorios: la búsqueda de amos, el deseo de ser vasallos, el anhelo de encontrar a alguien que nos libere de una vez por todas del cuidado de que nuestra vida tenga un sentido. Dostoievski entendió, hace más de un siglo, que la dificultad de nuestra liberación procede de nuestro amor a las cadenas. Amamos las cadenas, los amos, las seguridades porque nos evitan la angustia de la razón. (6).
Pero en medio del pesimismo de
nuestra época se sigue desarrollando el pensamiento histórico, el
psicoanálisis, la antropología, el marxismo, el arte y la literatura. En medio
del pesimismo de nuestra época surge la lucha de los proletarios que ya saben
que un trabajo insensato no se paga con nada, ni con automóviles ni con
televisores; surge la rebelión magnífica de las mujeres que no aceptan una
situación de inferioridad a cambio de halagos y protecciones; surge la
insurrección desesperada de los jóvenes que no pueden aceptar el destino que se
les ha fabricado.
Este enfoque nuevo nos permite
decir como Fausto:
“También esta noche, tierra,
permaneciste firme.
Y ahora renaces de nuevo a mí
alrededor.
Y alientas otra vez en mi la
aspiración de luchar sin descanso por una altísima existencia”.
Luego de la lectura responda y realice lo siguiente
1. ¿Qué piensa de lo que plantea el autor?
2. Explique de manera detallada las siguientes seis frases seleccionadas dentro del texto:
(1). La pobreza y la impotencia de la imaginación nunca se manifiesta de una manera tan clara como cuando se trata de imaginar la felicidad.
(2). Deseamos mal. En lugar de desear una relación humana inquietante, compleja y perdible, que estimule nuestra capacidad de luchar y nos obligue a cambiar, deseamos un idilio sin sombras y sin peligros, un nido de amor.
(3). un retorno al huevo.
(4). Lo más difícil, lo más importante. Lo más necesario, lo que a todos modos hay que intentar, es conservar la voluntad de luchar por una sociedad diferente sin caer en la interpretación paranoide de la lucha.
(5). Hay que poner un gran signo de interrogación sobre el valor de lo fácil; no solamente sobre sus consecuencias, sino sobre la cosa misma, sobre la predilección por todo aquello que no exige de nosotros ninguna superación, ni nos pone en cuestión, ni nos obliga a desplegar nuestras posibilidades.
(6). Dostoievski entendió, hace más de un siglo, que la dificultad de nuestra liberación procede de nuestro amor a las cadenas. Amamos las seguridades porque nos evitan la angustia de la razón.
3. ¿Qué
enseñanzas le dejó este texto del maestro Estanislao Zuleta para su Proyecto de
Vida?
Taller N° 4 Día de la
Tierra
Cada
22 de abril se celebra para crear conciencia sobre la necesidad de proteger al
planeta del daño causado por la acción del hombre. Los activistas que organizan
la celebración esperan que sea un día de acciones y actividades cívicas,
recreativas y lúdicas de todo tipo, enfocadas en buscar un futuro libre de
dióxido de carbono, con empleos sostenibles y amigables con el ambiente y donde
los individuos consuman de manera responsable sin afectar a nuestro planeta
Tierra.
El Día de la Tierra
Es
una fiesta que pertenece a la gente y no está regulada por una sola entidad u
organismo. Tampoco está relacionado con reivindicaciones políticas,
nacionalistas, religiosas o ideológicas.
· Se reflexiona sobre la importancia del vital líquido indispensable para la vida, pues tan sólo el 2% de toda el agua que existe en el planeta es consumible.
·
Se apunta
a la toma de conciencia del agotamiento de los recursos naturales de la Tierra
Todos estamos invitados a participar en actividades que promuevan la salud de nuestro planeta, tanto a nivel global como regional y local como ciudadanos globales conscientes.
·
Genera
consciencia de que la Tierra es nuestro hogar y el de todos los seres vivos. La
Tierra misma está viva y como tal somos parte del universo. Somos miembros
privilegiados de un club llamado sociedad que se beneficia de la diversidad de
formas de vida y culturas. Debemos ser humildes ante lo maravillosa de la
Tierra y compartir con humildad y respeto con ella.
·
La ONU celebró el Día Internacional de la Madre
Tierra con mensaje de advertencia sobre los límites del planeta para soportar
la actuación "irracional" del ser humano y un llamado a favor del
desarrollo sostenible.
·
El secretario general de la ONU, instó a tener
más respeto por la "madre tierra",
en un acto para conmemorar el Día Mundial de la Tierra. En una Tierra enferma,
no le puede ir bien a sus habitantes, advirtió. La protección sostenible del
medio ambiente es uno de los Objetivos del Milenio que acordó la comunidad
internacional a inicios del siglo XXI. Si no se trata con más cuidado la
Tierra, otros objetivos del Milenio, como la reducción de la pobreza, el hambre
y las enfermedades, no se podrán cumplir. "Exigimos cada vez más a la
Tierra y cada vez menos sensatamente". Y la Tierra muestra bajo qué
presión se encuentra, entre otros a través del cambio climático y el
adelgazamiento de la capa de ozono. Indicó que le genera gran preocupación que
justo aquellas personas "que de por sí ya son las más vulnerables, son
también las que más sienten las consecuencias de nuestra explotación negligente
de la Tierra".
·
Con esa medida, Naciones Unidas se sumó
institucionalmente a la celebración del Día de la Tierra, una festividad
iniciada en Estados Unidos en los años 70, que hasta ahora el organismo
conmemoraba de manera no oficial. El máximo responsable de Naciones Unidas
advirtió que el planeta se encuentra "bajo presión" debido a la
"excesiva demanda" de sus recursos por parte de los seres humanos,
como demuestran el cambio climático, la reducción de la biodiversidad y el
peligro de desaparición de bancos de pesca.
· Esos cambios los sufren en particular las personas
más vulnerables, como los que viven cerca de los desiertos, las comunidades
indígenas o los agricultores pobres. De ahí la importancia de cumplir los
Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que incluyen entre sus metas la
gestión sostenible de los recursos naturales.
· Igualmente se expresaron una veintena de países que
intervinieron en una reunión convocada por la Asamblea General de la ONU. Se
instó al organismo mundial a impulsar políticas que restauren el equilibrio
entre el ser humano y la naturaleza. "No puede darse un desarrollo
infinito en un planeta limitado. Es imposible e insostenible". Se generaron varias medidas concretas para
fomentar el desarrollo económico sostenible. Lo más importante es evitar que la
actividad humana sobrepase la capacidad de regeneración de los espacios
naturales, de los que la humanidad depende para sobrevivir.
· El embajador de Argentina ante la ONU, pidió a los países reunidos en la Asamblea General que se retome el diálogo para "encontrar soluciones concretas a los enormes desafíos ambientales" que afronta el planeta, particularmente el cambio climático. En ese sentido, destacó la opinión de su Gobierno de que los países desarrollados han prometido reducciones de emisiones "insuficientes", con lo que trasladan la responsabilidad de esta "deuda ambiental" a las economías más pobres.
·
La embajadora de EU ante la ONU, ofreció una
valoración diferente de la actuación de su país y aseguró en un comunicado que
la administración del presidente Obama "predica con el ejemplo" en
esta materia, tras impulsar "políticas de inversión en energías renovables
y una economía de energías limpias. Nos hemos comprometido a ayudar a los
países más vulnerables a adaptarse al cambio climático y participamos con vigor
en las negociaciones internacionales sobre el clima patrocinadas por la
ONU".
Acciones concretas y urgentes:
§ Mejorar la calidad del
aire
§
Trabajar para la justicia ambiental
§
Limpieza de nuestras comunidades
§
Tomar acción sobre el cambio climático
§
Proteger las aguas de acciones contaminantes
§
Asegurar la seguridad de las sustancias químicas
§ Desarrollar convenios entre los Estados y la sociedad
Expandir la concienciación global sobre el ambientalismo
Ø Este
Taller debe copiarse en el cuaderno
Luego realizar y responder lo
siguiente:
1. Qué ocurriría en la Tierra si:
a) se acaban y se agotan los recursos naturales no renovables
b) se contaminan los recursos naturales como el agua
2. ¿Cómo lograr que se consuma de manera responsable sin afectar a nuestro planeta Tierra?
3. ¿Ha pensado en volverse un activista, afiliarse a un movimiento como Greenpeace, Amigos de la Tierra, Movimiento Mundial por la conservación de los bosques tropicales, Earth Action, Centro Internacional de Enlace Ambiental o del Foro Mundial por la Naturaleza?
4. ¿Estaría dispuesto a colonizar un
planeta? En caso de que la Tierra se
vuelva inhabitable.
5. Explique por qué es necesario cambiar para proteger al planeta del daño causado por el sistema depredador imperante, en cuanto:
a) prácticas de consumo
b) sistemas de producción
c) actitudes y comportamientos (tanto individuales como empresariales).
6. Elabore tres grafitis con sentido ecológico y mensajes alusivos a la conservación del planeta.
7. ¿De qué manera contribuiría usted a la protección y conservación del ambiente y los recursos?
8. ¿Cómo lograr que se consuma de manera responsable sin afectar a nuestro planeta Tierra?
9. ¿Por qué se deben consumir productos no contaminantes, con ingredientes orgánicos, naturales, biodegradables y de fabricantes ambientalmente responsables? (como: Natura, Amway).
10. ¿A participado en actividades de la Institución dirigidas a la conservación del medio ambiente?
11. ¿De qué manera contribuye usted a la conservación de la naturaleza?
Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial
El tema del Día Internacional de 2023 se centra en la urgencia de combatir el racismo y la discriminación racial, 75 años después de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH).
Hace 75 años, por primera vez, la comunidad internacional acordó un conjunto de valores comunes y reconoció que los derechos son inherentes a todo ser humano y no los concede el Estado. Estos derechos están consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un modelo para las normas internacionales de derechos humanos.
La Declaración establece que toda persona tiene todos los derechos y libertades, sin distinción de ningún tipo, como la raza y el color, entre otras. Sin embargo, el racismo y la discriminación racial siguen afectando a personas de todo el mundo.
La conmemoración del 75 aniversario de la adopción de la Declaración debe dar a los Estados un impulso para adoptar medidas rápidas y enérgicas, en la ley y en la práctica, para promover la igualdad y combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha invitado a todos los Estados, en el marco de la iniciativa Human Rights 75, a luchar contra la discriminación racial comprometiéndose a adoptar medidas concretas y urgentes.
El Día
Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial se celebra el 21 de
marzo de cada año. Ese día, en 1960, la policía abrió fuego y mató a 69
personas en una manifestación pacífica contra la ley de pases del apartheid que
se practicaba en Sharpeville, Sudáfrica. Al proclamar el Día en 1966, la
Asamblea General instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos
para eliminar todas las formas de discriminación racial.
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