El cohete de la compañía británica Pulsar puede acortar el
tiempo de viaje a Marte a la mitad. Su plan es comenzar las pruebas en 2025 y
alcanzar temperaturas de fusión en 2027
Por Omar Kardoudi
La empresa aeroespacial británica Pulsar Fusion ha iniciado ya
la construcción de su motor de fusión nuclear que promete velocidades de hasta
800.000 km/h, o, lo que es lo mismo, viajes a Marte en la mitad de tiempo. Si
lo consiguen, no solo podremos alcanzar con más facilidad todos los rincones
del sistema solar, sino que también lo haremos usando solo una pequeña parte
del combustible del que emplean ahora los propulsores tradicionales.
Los motores de los cohetes que usamos ahora necesitan usar una
gran cantidad de combustible para poder escapar de la gravedad terrestre y
salir al espacio. Además, tampoco son demasiado rápidos. Un viaje a Marte puede
llevar unos siete meses por trayecto, lo que hace que los astronautas que
participan en las misiones tengan que pasar largos periodos de tiempo en el
espacio, jugándose la salud y, en muchos casos, la vida. La tecnología de
propulsión por fusión nuclear que propone Pulsar puede cambiar nuestra manera
de plantearnos la exploración espacial, ayudando a ampliar el radio de nuestras
misiones espaciales al sistema solar, tanto la de las tripuladas como la de las
de las sondas, a un coste mucho menor. Aunque la compañía asegura que sus
potentes motores permitirán también viajes interestelares.
"Hay que preguntarse: ¿puede la humanidad hacer fusión? Si
no podemos, entonces todo esto es irrelevante", afirma el director general
de Pulsar, Richard Dinan, en declaraciones para TechCrunch. Si podemos, y
podemos, entonces la propulsión por fusión es totalmente inevitable. Es irresistible
para la evolución humana del espacio. Esto está ocurriendo, porque la
aplicación es irresistible".
"Hay que preguntarse: ¿puede la humanidad hacer fusión? Si
no podemos, entonces todo esto es irrelevante", afirma el director general
de Pulsar, Richard Dinan, en declaraciones para TechCrunch. Si podemos, y
podemos, entonces la propulsión por fusión es totalmente inevitable. Es
irresistible para la evolución humana del espacio. Esto está ocurriendo, porque
la aplicación es irresistible".
Pero, para que eso suceda, primero tienen que acabar de
desarrollar el motor y demostrar que funciona. Pulsar ya ha comenzado la
construcción de la cámara de fusión de ocho metros en Bletchley, un pueblo
inglés ubicado al norte de Londres. "Nuestros motores de satélite actuales
que fabricamos hoy en Pulsar, producen hasta 40 kilómetros por segundo en
velocidad de escape. Esperamos alcanzar más de 10 veces esa velocidad con la
fusión", asegura el director general de Pulsar. Uno de los retos más
importantes es entender cómo controlar el plasma en su reactor de confinamiento
magnético. Para hacerlo, la compañía se ha asociado recientemente con la
empresa estadounidense Princeton Satellite Systems, que les permitirá utilizar
las simulaciones con inteligencia artificial de su superordenador para
comprender mejor cómo se comportará el plasma bajo confinamiento
electromagnético y en su salida del cohete. El plan es comenzar las pruebas de
encendido del reactor en 2025 y lograr la temperatura de la fusión -al menos
100 millones de grados Celsius- para 2027.
"Mantendremos informados a nuestros socios actuales a cada
paso, incluso cuando comencemos las primeras pruebas de encendido en 2025,
podremos saber si vamos por el buen camino", asegura Dinan en
declaraciones recogidas por Space Daily. "Pulsar necesitaría entonces
realizar un lanzamiento de prueba a órbita. Para la comunidad de la fusión, la
IA tiene realmente el potencial de permitirnos lograr motores capaces de
realizar viajes espaciales interestelares".
Una vez logrado esto, el motor se probará en órbita, donde el
vacío del espacio y sus bajísimas temperaturas pueden ser más favorables para
mantener una reacción de fusión que en las condiciones de la Tierra, según la
compañía. Si Pulsar lo consigue, será el primer sistema de propulsión
alimentado por fusión nuclear que veamos en el espacio. "La humanidad
tiene una enorme necesidad de aumentar la velocidad de propulsión en nuestra
pujante economía espacial, y la fusión ofrece 1.000 veces más potencia que los
propulsores iónicos convencionales que se utilizan actualmente en órbita",
explica Dinan. "Creemos que la propulsión por fusión se demostrará en el
espacio décadas antes de que podamos aprovechar la fusión para obtener energía
en la Tierra."
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