lunes, octubre 07, 2019


Sin final a la vista                                                                                          

Por: Editorial El Tiempo 6 de octubre 2019



Guerra comercial entre EE.UU. y China hunde las perspectivas de crecimiento de la economía mundial. 


  
Este jueves, representantes de Estados Unidos y China tendrán una nueva reunión, en Washington, para discutir las tensiones comerciales entre ambas potencias. Por casi un año y medio, la Casa Blanca y Pekín se han enfrascado en una escalada de ataques comerciales que están deprimiendo la economía global.

Desde su campaña presidencial, Donald Trump había denunciado que la balanza comercial entre Estados Unidos y China estaba injustamente inclinada en favor de los asiáticos. Para Washington, los chinos despliegan prácticas comerciales tramposas, roban propiedad intelectual y obligan a las empresas estadounidenses a transferirles tecnologías.

Pekín, por su lado, acusa a Estados Unidos de estar temeroso de su consolidación como potencia global. Así que, desde el año pasado, el comercio se ha convertido en el campo de batalla donde ambos gobiernos pugnan por la primacía.

En menos de 18 meses, los dos países se han impuesto mutuamente aranceles y alzas sobre una amplia gama de productos, desde teléfonos celulares hasta carne. Estados Unidos subió el costo de importar bienes chinos por más de 350.000 millones de dólares, mientras que China ha hecho lo propio por más de 100.000 millones de dólares de productos norteamericanos.
El escalamiento de la guerra comercial no para. Ambas partes amenazaron recientemente con más aranceles para el fin de año. No obstante los encuentros diplomáticos, no se ve una luz al final de este túnel. La retórica anti libre comercio de Trump y las retaliaciones chinas no bajan su intensidad. Al contrario, aumenta la magnitud de los bienes y las tasas.

Lo más grave es que el mundo entero está pagando caro por estas tensiones bilaterales, ya que disparan la incertidumbre. La Organización Mundial del Comercio (OMC) fue el más reciente organismo internacional que bajó sus perspectivas de crecimiento para los volúmenes del comercio global en este año: de 2,6 por ciento en abril a 1,2 la semana pasada.

La mayoría de los pronósticos para 2019 son sombríos: el intercambio y las inversiones, deprimidas; la economía, sin dinamismo, y el crecimiento, bajo. Y uno de los factores detrás de este preocupante escenario es esta interminable confrontación entre Washington y Pekín.

El comercio se ha convertido desde el año pasado en el campo de batalla donde Trump y los chinos se disputan la hegemonía.

La propia economía estadounidense está empezando a sentir los impactos: la industria manufacturera descendió al nivel más bajo en una década, y las bolsas de valores cayeron. Aunque el desempleo en Estados Unidos alcanzó su tasa más baja en 50 años, los puestos de trabajo industrial –claves para la reelección de Trump en 2020– están siendo golpeados.

Los centros manufactureros del mundo –Alemania, por ejemplo– también están sintiendo los efectos de la incertidumbre y empujando la actividad productiva hacia abajo.

En este entorno global tan complejo e incierto, Colombia mantiene una perspectiva interesante de crecimiento. Sin embargo, es difícil permanecer inmune a esta tendencia internacional marcada por este toma y dame entre Trump y los chinos. Ojalá en la reunión del jueves se alivie la tensión.

EDITORIAL

editorial@eltiempo.com 







No hay comentarios:

Publicar un comentario