“Prefiero aprobarte y no convertirte en un repitente sin norte”
A Semana Educación llegó una carta
del profesor Henry Sarabia en la cual le dice a sus estudiantes que cuando
reprueban, los docentes también son responsables de esta tristeza.
Estamos a fin de año y tú, querido
estudiante, comienzas a ponerte nervioso, ya sea por los trabajos de fin de
año, por presión de tus maestros o por los chantajes y amenazas de tus padres.
Quiero expresarte que estoy
preocupado por ti, y por esa preocupación quiero decirte que he tomado la
decisión de promoverte, por lo menos en mi asignatura, así hayas aprendido solo
un poco, y así algunos de mis compañeros busquen ridiculizarme por el hecho de
haberte puesto la calificación que no te mereces.
Te promuevo porque tú no tienes toda
la culpa de tus fracasos. Más bien, quien se siente fracasado soy yo. Te cuento
que acudí a pedagogos para poder enseñarte de otra manera pero no lo
logré. Es decir, perdí el año. Busqué infinidad de estrategias pero no logré
engancharte ni hacer que te enamoraras de mi asignatura. En eso también
fracasé.
En mis ratos libres indagué sobre
cómo aprenden los niños como tú y cómo despertar esa sed por el conocimiento en
una personita llena de problemas de tipo familiar y psicosocial. Traté de entenderte
y de convencer a otros de que tú merecías un trato diferente, porque tú y tus
problemas son únicos. También en eso fracasé.
Traté de indagar con tus padres y muy
poco logré. Me di cuenta de eso cuando revisaba tus cuadernos y veía que ellos
jamás miraron los pocos trabajos que realizaste. La soledad en tu crianza y
formación era evidente y de eso tú no tienes la culpa. Un padre que quiere su
hijo revisa y está atento de los trabajos escolares, pero tú no cuentas con esa
suerte. En parte me siento culpable por no hacer ver a tus padres que tenían y
tienen esa responsabilidad.
Se que te criaste en un entorno
hostil, lleno de maltrato verbal y psicológico y de violencia intrafamiliar, lo
que influyó en tu capacidad de aprendizaje. Es difícil cuando a uno le están
remarcando constantemente que es incapaz o que “es bruto”. Igual que cuando te
maltratan con el chancletazo o con la cachetada, como me cuentas.
No quiero culpar a tus padres, pues
como escribe Jodorowsky: “lo que a ellos les hicieron te lo están haciendo a
ti. A menos que te reveles, a los hijos que has de tener, has de hacerles lo
mismo. Los sufrimientos familiares, como los eslabones de una cadena, se
repiten de generación en generación, hasta que un descendiente, en este caso,
quizás tú, se hace consciente y convierte su maldición en bendición”. Quiero
que cuando tú seas padre rompas esa cadena de maltrato que tiene tu familia,
pues tal y como señala el mismo autor, la familia puede ser el cofre del tesoro
o la trampa mortal.
No quiero convertirte en repitente
porque no tengo como atenderte personal e individualmente, ya que al igual que
este año, tendré que atender a 45 niños de tu edad con problemas similares.
Prefiero aprobarte con tus deficiencias, que tener que verte aburrido,
hiperactivo y molesto en mi clase. Ya miraré cómo encontrar otro camino para
ayudarte.
Otro motivo para no retenerte es que
tienes deficiencias en lecto escritura, lo cual es causa principal de
tu fracaso. Un niño sin saber leer y escribir comprensivamente es difícil que
pueda entender cualquier materia. Eso tampoco es tu culpa. Por eso muchas veces
dediqué tiempo motivándote para que leyeras y escribieras. En eso también
fracasé.
No quiero convertirme en un tropiezo
para tu promoción. Espero puedas cumplir tus compromisos con las demás
asignaturas para evitar que tus padres puedan decidir sacarte del sistema
educativo y corras el peligro de engrosar las filas del “parche de
expulsados” de la escuela.
Solo me resta decirte que seguiré en
la búsqueda de estrategias para poder provocarte esa sed por el aprendizaje que
aún no he logrado despertarte.
Con aprecio, tu maestro.
http://www.semana.com/educacion/articulo/carta-de-un-profesor-a-su-alumno-repitente/507506
Estoy totalmente de acerdo.
ResponderEliminarEl sistema educativo de Colombia también ha de ser aprobado, con el compromiso de buscar estrategias de mejor gerenciamiento, empezando por capacitar a los docentes: " nadie enseña de lo que no sabe" Un docente bien capacitado y estimulado en todo sentido, cumple con esa gran misión de aportar grandemente a la transformación de su ser, de su entorno y de la sociedad, porque se impacta así mismo, para luego impactar y transformar todo su entorno. Colombia merece un sistema educativo eficaz y eficiente, para que las enseñanzas del maestro trasciendan eternamente en las vidas de todos esos diamantes y sus failias que pasan por sus manos.
Se hace necesario capacitar al docente su área de formación, pedagogía, manejo de herramientas tecnológicas, gerencia del talento humano, Programación Neurolingüística, crecimiento personal... un maestro dotado con todo esto, hace maravillas. Él, es la fuente, una vaquita que bién tenida, dá mucha leche. Si a esta vaquita solo se le saca leche y no se hace nada o se hace muy poco por ella, pronto su fuente se acaba. Eso es lo que está pasando con el docente Colombiano, que es el pilar, el motor de la sociedad, pero mírelo en su conjunto: pobreza cognitiva, humana, económica... no se le puede pedir leche a las algarrobas, a una vaca que no se le nutre ni se le estimula
Esto, he percibido de la realidad educativa del país, en aproximadamente 25 años de magisterio casi con las uñas.
VILMA BORJA MOSQUERA, docente de Cencias Sociales. Medellín
Ésto, es solo a grandes rasgos
ResponderEliminarSiempre he creído que para conocer la realidad educativa verdaderamente,toca bajarse del escritorio a la baldosa, untarse y oler a ovejas. Por eso, para mí, la persona más apta para gerenciar la educación es la que ha tenido la oportunidad de trabajar en todos los niveles que ésta, ofrece