viernes, abril 17, 2015

Palabras de un estudiante
 a la Comunidad del Colegio María Dolorosa


Reproduzco el siguiente mensaje que recibí
el jueves 16 de abril de 2015 20:46 vía
correo electrónico. 


Somos La semilla, podemos ser el fruto que transforme el País

Discurso pronunciado por el estudiante 
Santiago Vásquez 
 Grado 10 B 
Institución Educativa María Dolorosa 
Pereira

La educación es algo que en Colombia no se le ha dado la importancia necesaria, por ejemplo, creo que muchos no lo saben; anteriormente se le pagaba a los profesores con licor, no era con dinero, eran literalmente con cajas de licor; mostrando así la falta de respeto hacia la comunidad educativa (Tanto profesores como estudiantes).

Esto demuestra que la educación nunca ha sido una materia que se le preste (por parte del gobierno) una atención genuina.  

Las escuelas y colegios de América latina no son más que espacios de aburrimiento. Enseñan materias estáticas, materias que dicen solamente palabras. La escuela no es ni siquiera el lugar de formación, es la gran guardería. La escuela debe ser para nosotros un espacio de crecimiento personal y no un lugar donde se nos adiestre para un bachillerato, luego una universidad, luego un trabajo ¿Y Luego para qué?

A pesar de que la escuela discute sobre los principios y valores los discute como contenidos. La educación nos habla de objetivos de desarrollo humano profundos, valores como: cooperación, comunidad, solidaridad, igualdad, libertad, paz, felicidad, pero la estructura básica del sistema promueve los valores opuestos: la competencia, el individualismo, la discriminación, el condicionamiento, la violencia emocional y el materialismo. Cualquier idea que se promueve desde el discurso es incoherente con lo que la estructura sostiene.

La manera de calificar es tan perversa que busca que un número defina incluso la calidad de persona que es un estudiante. Se nos estimula mucho a competir entre nosotros, los mejores alumnos tienen reconocimiento, aquellos que son regulares se les llama la atención y en muchos casos ni si quiera son tenidos en cuenta. TODO EL MUNDO HABLA DE PAZ, PERO NADIE EDUCA PARA LA PAZ, LA GENTE EDUCA PARA LA COMPETENCIA Y LA COMPETENCIA ES EL PRINCIPIO DE CUALQUIER GUERRA. Formar correctamente los estudiantes, genera familias felices, capaces de cambiar una sociedad por otra más equitativa y más humana.

Quiero derribarles el tan conocido argumento que siempre nos han enseñado: “nosotros debemos estudiar para ser alguien en la vida”; eso es falso, desde el momento en que nacemos ya somos alguien; el estudio nos da la capacidad para desempeñarnos en el campo profesional, sueño que para muchos se ve frustrado en Colombia, uno porque no pueden acceder a estudios superiores y otro porque no hay buenas o mejores oportunidades de trabajo relacionadas a su profesión, lo que lleva a buscar un mejor futuro en el exterior, a esto se le llama fuga de cerebros. 

Algo que comenzó Pastrana y  desarrolló Uribe, fue darle cabida en la docencia a todo profesional varado, por ejemplo, un economista, un ingeniero o un químico el cual no ha estudiado para enseñar, no tiene ningún conocimiento sobre pedagogía, lo colocan de maestro solo porque no había más en que ocuparse en otro lado. Ser maestro ya no es algo que se haga por vocación, sino  algo para ganar dinero. A muchos profesores no les interesa que el estudiante aprenda, pues aprenda o no aprenda a ellos les pagan lo mismo. No transmitan su conocimiento de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón, para que lo que nosotros aprendamos, lo aprendamos bien.

 ¿Quiénes son las personas que dirigen la educación en Colombia? NUNCA han sido pedagogos, siempre políticos, personas que no tienen interés de lo que aquí sucede, sino, lo que les importa es su beneficio personal. Nunca nos han pedido la opinión a nosotros que somos los directamente afectados, los que de verdad sabemos que es lo que hay que hacer.

Por eso la educación en Colombia no mejora, la triste realidad es que ellos lo que NECESITAN es mano de obra barata… Pan y circo pa’ los pobres, eso significa que ellos mantienen al pueblo embobado con tal de que ellos sigan gobernando. Ellos no quieren que nosotros pensemos, ellos lo que necesitan es que trabajemos para ellos, sin tener derecho a refutar, porque la ignorancia en todos los tiempos ha proporcionado rebaños de esclavos para la tiranía, porque un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la crueldad y de la inexperiencia de hombres ajenos a todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidad las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia. 

El conocimiento está cambiando permanentemente lo que ha sucedido es que el sistema educativo no ha cambiado tan rápidamente como la sociedad, ahí es donde está el problema de fondo; está comprobado que no es el estudiante el que fracasa, es el sistema que está mal planteado.

Hay que lograr relaciones mucho más amorosas, porque el niño da de lo que recibe. Los maestros deben cambiar, convertirse en guías, descubrir qué le apasiona a ese estudiante, sugiriendo que la formación es diferente. Una materia concreta no se enseña sólo de una manera determinada, no todos aprenden de la misma manera. Para el maestro tradicional lo más fácil es seguir haciendo lo que ha hecho por muchos años o lo que ha aprendido por tradición, entonces el enseñar se convierte simplemente en un proceso de reproducción simbólica, no busca otro desarrollo que el desarrollo curricular. 

Si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo. 

Una frase que dijeron muchos en campañas electorales fue: hoy estamos votando por un personero o por un contralor… mañana estaremos votando por un gobernante y quiero que sepan que un pueblo que elije corruptos no es víctima, es cómplice.

Entonces unos se ponen a esperar que en unos cuantos años cambie todo y lo ven por allá muy lejano y que para nuestros hijos todo va a ser diferente. NO, nosotros NO somos el futuro de Colombia, somos el presente… ¿Qué estamos haciendo ahora para que eso cambie?

Quiero terminar diciendo: esto es una semilla que quiero dejar en ustedes, pero Colombia no necesita semillas, Pereira no necesita semillas, nosotros no necesitamos semillas, necesitamos frutos.  

Reproducido por el Comité Zonal n°6
Orlando Uribe Buitrago
Presidente













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