La crisis alteró el mapa de la banca internacional:
FMI
Los bancos han reducido los préstamos
transfronterizos y dependen en mayor medida de los préstamos locales concedidos
a través de filiales. La banca colombiana hace parte de quienes se beneficiaron de las oportunidades que la crisis trajo aumentando su presencia
internacional.
Dos aspectos se destacan entre los cambios
experimentados por la banca internacional desde la crisis financiera mundial de
acuerdo con el reporte Global de Estabilidad Financiera 2015 del Fondo
Monetario Internacional (FMI).
En primer lugar, han disminuido los préstamos transfronterizos directos como proporción de los activos bancarios totales, principalmente, debido al repliegue de los bancos europeos. En segundo lugar, la proporción de préstamos locales concedidos por filiales de bancos extranjeros ha permanecido estable.
Los bancos internacionales, en particular, han reenfocado sus actividades en ciertos mercados de importancia clave, dejando margen para la expansión de otros bancos. Como resultado, los vínculos financieros intrarregionales se han profundizado, sobre todo en Asia.
Lo anterior también aplica a países como Colombia. Los conglomerados financieros “colombianos han venido expandiéndose en los últimos años, especialmente en Centroamérica; comportamiento que se ha reflejado en un crecimiento de las entidades subordinadas y en un aumento de sus activos externos” señala el Gerente General, José Darío Uribe, en el editorial de febrero de 2013 de la Revista del Banco de la República.
Si bien lo que desencadenó la reducción de los préstamos transfronterizos fue la crisis, los cambios en las regulaciones y la debilidad de los balances bancarios han contribuido significativamente al posterior repliegue. Los bancos mejor capitalizados mostraron una mayor tendencia a mantener los préstamos transfronterizos. Además, se observa la incidencia de factores macroeconómicos dice el FMI.
Al respecto, José Darío Uribe, gerente del Banco de la República, resalta que “la expansión de los bancos colombianos obedeció a su proceso de crecimiento natural en búsqueda de nuevos negocios y por solicitud de sus clientes. Dicha necesidad coincidió, por una parte, con el deterioro y desapalancamiento de los bancos de países avanzados y su posterior salida de algunos países de la región, generando oportunidades a entidades financieras de países emergentes para ingresar a Centroamérica y, por otra parte, tuvo que ver con un acceso amplio de la banca colombiana a la financiación en los mercados internacionales, dada su reconocida solidez”.
El giro relativo que han dado los bancos extranjeros disminuyendo los préstamos transfronterizos y enfocándose más en los préstamos locales a través de filiales ha tenido un efecto positivo en la estabilidad financiera de los países anfitriones. Los préstamos transfronterizos intensifican los shocks adversos tanto internos como mundiales.
En principio, la banca internacional aporta ventajas como por ejemplo, contribuyen a la asignación del ahorro mundial entre los países, con efectos positivos en la inversión y el crecimiento. La contracción de los préstamos transfronterizos puede menoscabar algunas de estas ventajas.
Las autoridades, por lo tanto, tienen que esforzarse por aprovechar al máximo las ventajas, sin dejar de mitigar los riesgos. Las conclusiones del FMI son a favor de las recientes reformas financieras para incrementar la solidez de los bancos internacionales, y también destacan la necesidad de una mayor cooperación internacional para hacer frente a los shocks regionales y mundiales. Estas conclusiones coinciden con las del Gerente General del Banco Central, quien en 2013 señalaba que el resultado de la internacionalización de la banca colombiana es “una creciente diversificación de los riesgos macroeconómicos y financieros generados por las adquisiciones de los conglomerados financieros colombianos en el exterior. Para asegurar sus beneficios y aminorar los riesgos, las autoridades económicas deben enfrentar y superar algunos retos de regulación. Uno de estos es lograr una supervisión global consolidada”.
Las reflexiones del Gerente, que coinciden con las que en la última semana hace el FMI, se hicieron en 2013 en la medida que ya en 2012 las 163 subsidiarias de los conglomerados financieros colombianos eran un poco más que las 152 filiales en el exterior de los bancos de Brasil. Por lo tanto, la administración de activos en el exterior al término de ese año representaban el 6,3% del PIB en dólares corrientes de Colombia. Cifra similar al 6,5% del PIB de Brasil en dólares corrientes y que administraban en el exterior los bancos brasileños en el mismo año.
En primer lugar, han disminuido los préstamos transfronterizos directos como proporción de los activos bancarios totales, principalmente, debido al repliegue de los bancos europeos. En segundo lugar, la proporción de préstamos locales concedidos por filiales de bancos extranjeros ha permanecido estable.
Los bancos internacionales, en particular, han reenfocado sus actividades en ciertos mercados de importancia clave, dejando margen para la expansión de otros bancos. Como resultado, los vínculos financieros intrarregionales se han profundizado, sobre todo en Asia.
Lo anterior también aplica a países como Colombia. Los conglomerados financieros “colombianos han venido expandiéndose en los últimos años, especialmente en Centroamérica; comportamiento que se ha reflejado en un crecimiento de las entidades subordinadas y en un aumento de sus activos externos” señala el Gerente General, José Darío Uribe, en el editorial de febrero de 2013 de la Revista del Banco de la República.
Si bien lo que desencadenó la reducción de los préstamos transfronterizos fue la crisis, los cambios en las regulaciones y la debilidad de los balances bancarios han contribuido significativamente al posterior repliegue. Los bancos mejor capitalizados mostraron una mayor tendencia a mantener los préstamos transfronterizos. Además, se observa la incidencia de factores macroeconómicos dice el FMI.
Al respecto, José Darío Uribe, gerente del Banco de la República, resalta que “la expansión de los bancos colombianos obedeció a su proceso de crecimiento natural en búsqueda de nuevos negocios y por solicitud de sus clientes. Dicha necesidad coincidió, por una parte, con el deterioro y desapalancamiento de los bancos de países avanzados y su posterior salida de algunos países de la región, generando oportunidades a entidades financieras de países emergentes para ingresar a Centroamérica y, por otra parte, tuvo que ver con un acceso amplio de la banca colombiana a la financiación en los mercados internacionales, dada su reconocida solidez”.
El giro relativo que han dado los bancos extranjeros disminuyendo los préstamos transfronterizos y enfocándose más en los préstamos locales a través de filiales ha tenido un efecto positivo en la estabilidad financiera de los países anfitriones. Los préstamos transfronterizos intensifican los shocks adversos tanto internos como mundiales.
En principio, la banca internacional aporta ventajas como por ejemplo, contribuyen a la asignación del ahorro mundial entre los países, con efectos positivos en la inversión y el crecimiento. La contracción de los préstamos transfronterizos puede menoscabar algunas de estas ventajas.
Las autoridades, por lo tanto, tienen que esforzarse por aprovechar al máximo las ventajas, sin dejar de mitigar los riesgos. Las conclusiones del FMI son a favor de las recientes reformas financieras para incrementar la solidez de los bancos internacionales, y también destacan la necesidad de una mayor cooperación internacional para hacer frente a los shocks regionales y mundiales. Estas conclusiones coinciden con las del Gerente General del Banco Central, quien en 2013 señalaba que el resultado de la internacionalización de la banca colombiana es “una creciente diversificación de los riesgos macroeconómicos y financieros generados por las adquisiciones de los conglomerados financieros colombianos en el exterior. Para asegurar sus beneficios y aminorar los riesgos, las autoridades económicas deben enfrentar y superar algunos retos de regulación. Uno de estos es lograr una supervisión global consolidada”.
Las reflexiones del Gerente, que coinciden con las que en la última semana hace el FMI, se hicieron en 2013 en la medida que ya en 2012 las 163 subsidiarias de los conglomerados financieros colombianos eran un poco más que las 152 filiales en el exterior de los bancos de Brasil. Por lo tanto, la administración de activos en el exterior al término de ese año representaban el 6,3% del PIB en dólares corrientes de Colombia. Cifra similar al 6,5% del PIB de Brasil en dólares corrientes y que administraban en el exterior los bancos brasileños en el mismo año.
ECONOMÍA | 4/13/2015
5:30:00 AM
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