jueves, marzo 23, 2023

Origen, principios y antecedentes de la filosofía

 



Para iniciar nuestro tema es conveniente preguntarnos:

¿Cuál es el origen de la filosofía?,

¿Cuáles son las condiciones históricas que la hicieron posible?, La filosofía en principio es una creación del genio helénico,

¿Qué queremos decir con ello?

Sencillamente, que el quehacer filosófico tiene su origen en la misma cultura griega, o bien, que son las condiciones culturales y por qué no, económicas de la civilización griega las que dieron origen a la filosofía.

La filosofía no tiene su origen en alguna otra cultura sino, precisamente, en la griega. Sin embargo, hay quienes pretenden darle un origen distinto. Por ejemplo, se dice que la filosofía tiene un origen oriental, pero hasta donde sabemos, ningún poeta o filósofo griego hace alguna referencia que indique que la filosofía tiene un supuesto antecedente en los pueblos del oriente.

Con la intención de explicar la procedencia de la filosofía acordaremos que otros pueblos (no sólo los orientales) poseían una manera propia de sabiduría basada en ideas religiosas, mitos, cosmogonías, pero, no propiamente una filosofía que se fundamente en la razón (logos).

Sin embargo, es importante aclarar que en el siglo XX, y aún antes, la filosofía ya no es patrimonio de algún pueblo en particular. La cultura, la ciencia y la filosofía son universales.

Así pues, del hecho de que todos los pueblos tienen un particular modo de hacer filosofía no se desprende de la negación de su origen griego. La religión es otro de los elementos que explican el nacimiento de la filosofía griega.

Al respecto debemos destacar que existen en la cultura griega antigua dos formas de religión: la pública, representada por Homero y Hesíodo, y la religión propia de los misterios órficos.

En Homero y Hesíodo, el hombre, la naturaleza y en general todo cuanto existe, tienen una relación íntima con lo divino, porque nada sucede sin la intervención de los dioses. Zeus, Poseidón, Apolo, Afrodita, Atenea, Gea, Cronos, Hefesto, Ares entre otros, son fuerzas naturales que se personifican a las que se les da una forma humana, con todas las cualidades propias del hombre, y poseen cualidades humanas amplificadas e idealizadas.

Lo que la religión pública exige a todo ciudadano es precisamente el no pretender ir más allá de su propia condición o existencia humana; dicho de otro modo, pretender elevarse por encima de su propia naturaleza de hombre. En fin, la religión pública promueve en los ciudadanos el desarrollo de sus cualidades humanas.

Respecto a los misterios órficos se da por sentado que Orfeo es el fundador de tales misterios. El orfismo, apuntan los especialistas, influye en el desarrollo de la misma filosofía, pues afirma que introduce una nueva concepción del hombre y, en general, de la vida.

Para la tradición poética y mítica no existe otra forma de vida o de existencia después de la muerte, por ello el punto es importante que debemos destacar es que con el llamado orfismo se introduce la dualidad entre el hombre y lo divino, es decir, que existe un mundo divino, divorciado o separado de un mundo humano y terreno.

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