¿Nos han estado enseñando mal las matemáticas durante todo este tiempo?
SEMANA.COM
Un estudio de la
Universidad de Stanford, en EE.UU., cuestiona los métodos tradicionales con los
que no educaron todos estos años.
¿Es una de las muchas personas en el
mundo cuyos recuerdos relacionados con las matemáticas son estresantes exámenes y angustiantes e interminables
tareas?
De ser
así, no tienes por qué sentirse culpable al respecto.
Investigaciones
recientes realizadas en la Universidad de Stanford, en California, Estados
Unidos, señalan que no todo es nuestra culpa. De hecho, es todo lo contrario.
Estudios
de comportamiento efectuados en miles de niños y adolescentes estadounidenses,
pero también británicos, indican que fueron precisamente esas extenuantes
tareas y pruebas de varias horas las que condicionaron nuestras capacidades de
desarrollar nuestras habilidades matemáticas.
Es posible que nuestras dificultades relacionadas con álgebra y
trigonometría tuvieron su origen mucho tiempo atrás, cuando recién dábamos
nuestros primeros pasos en la aritmética.
¿Qué tienen de malo los exámenes?
Jo
Boaler, profesora de matemática de la Universidad de Stanford, sostiene que la
actual enseñanza de esta rama tiene mucho de procedimientos y cálculos. pero
muy poco de entendimiento.
Por ello,
la investigadora tiene en la mira a dos de los grandes culpables de nuestros
problemas actuales (y de nuestros tormentos pasados): los exámenes y las tareas.
"Los
exámenes son muy malos para los estudiantes. Me hacían pensar que las
matemáticas sólo tenían que ver con el rendimiento en lugar del
aprendizaje", afirmó la autora del exitoso libro "El elefante en el
aula: ayudando a los niños a aprender y amar a las matemáticas".
"La
tarea tiene el mismo problema. Me recuerda a llegar a casa pensando que iba a
pasar muchas horas cumpliendo con los ejercicios", añade Boaler.
Seguramente muchos de nosotros conocemos profesores que
considerarían descabellado calificar a los exámenes y las tareas como un
obstáculo en el aprendizaje de las matemáticas. Pero muchas investigaciones
determinaron que la memoria de trabajo tiende a cerrarse cuando estamos
estresados.
Y las
pruebas de matemáticas cronometradas estresan mucho, ni sólo a los niños. Aquí
surge otro enemigo: el reloj.
"Tenemos
que alejar la velocidad de las matemáticas. Decirles a los estudiantes que se
trata de un proceso creativo que toma su tiempo. La velocidad es dañina para
los estudiantes", concluye Boaler.
Chicos listos
Los
estudios en Stanford señalan que los estudiantes pasan mucho tiempo
"documentando su inteligencia o talento" (en referencia a la obsesión
por lograr buenas calificaciones), en lugar de desarrollar sus habilidades.
Otro
aspecto observado es que los métodos de enseñanza actuales tienden a promover
en los niños la idea que el talento por sí solo genera éxito, sin necesidad de
esforzarse en desarrollar sus habilidades.
Para Boaler, los educadores tienen parte de responsabilidad en esto último.
"Muchos
profesores intentan creer en sus alumnos, pero quedan atrapados en ideas que
llevan mucho tiempo rondando que dicen que algunos estudiantes son inteligentes
y otros no".
El
enfoque propuesto por Boaler no divide a los niños entre quienes son
inteligentes y los que no.
En
cambio, distingue entre dos tipos de mentalidades que se inculcan con el método
de enseñanza: las que están en crecimiento y las fijas.
Cuestión
de mentalidades
"Los
niños con mentalidad en crecimiento mejoran, persisten más tiempo y tienen más
éxito", explica Boaler.
Sin embargo, esto no es algo que se logra sólo diciéndoselo a
los estudiantes, sino que hace falta "enseñar de esa manera".
Incentivando
el compromiso con la enseñanza, los estudiantes a aprenden de los errores en
lugar de sentirse aplastados por ellos.
Cuando se
cultiva la mentalidad fija, en cambio, los estudiantes creen que las
cualidades, como la inteligencia o el talento, son características ya
definidas, casi innatas.
Tal vez
por eso más de uno de nosotros llegó a la conclusión de que definitivamente no
era bueno para las matemáticas y tiró la toalla antes de tiempo.
Boaler y
su colega de Stanford Carol Dweck desarrollaron el concepto de mentalidades en
desarrollo y fijas. Y sostienen que el tipo de mentalidad de un estudiante
frente a las matemáticas es un factor determinante para definir si el alumno
sobresale o no en el tema.
Cambio de matemáticas
Boaler
sostiene hay que asumir la realidad. Las maneras en las que se enseña
matemáticas son muy aburridas para los alumnos y no generan compromiso con el
proceso de enseñanza.
Muchas de
las formas tradicionales en las que los maestros enseñan van en contra de la
capacidad del cerebro para aprender y retener los conceptos.
"Lo que necesitamos es devolver las matemáticas a una
visión abierta y creativa. Alentar la creatividad y razonamiento de los
niños", dice la investigadora de Stanford. Finlandia es un buen ejemplo,
sostiene Boaler.
Ese país
sobradamente conocido por tener uno de los mejores sistemas educativos del
mundo logró que las tablas de multiplicación no asusten a los niños. Porque no
tienen que memorizarlas.
http://www.semana.com/vida-moderna/articulo/estudio-revela-que-la-matematica-se-ensena-de-la-manera-equivocada/523450
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