miércoles, febrero 01, 2023

¿Qué sentido tiene aprender filosofía?

 



'Ser filósofo consiste en resolver algunos de los problemas de la vida, no en el ámbito teórico, sino en el práctico'. Henry David  Thoreau

 

Para quienes siempre supieron que la filosofía era buena para  algo, pero nunca supieron decir exactamente para qué, es la razón por sí misma lo que hace la vida feliz y agradable, al expulsar todas las ideas y opiniones falsas, y evitar así toda perturbación de la mente. Epicuro

                                                                                                        

Cada que se inicia un curso de filosofía los estudiantes algo inquietos cuestionan: ¿Qué sentido tiene estudiar filosofía y para qué sirve? No sin cierto desdén. Cabe aquí la sentencia de Fichte: “La filosofía que se profesa revela el hombre que se es”. Russell habla sobre que el valor de la filosofía debe ser buscado en una larga medida en su real incertidumbre y Hume afirma que hay una especie de escepticismo que precede a todo estudio inclusive. 

 

Siempre me sorprendo de tales inquietudes estudiantiles, así que se me ocurren multiplicidad de argumentos y explicaciones. Tal parece que tienen una imagen desdibujada y muy elevada, sobre la reflexión filosófica y la filosofía en sí. Una especie de concepto nebuloso y bastante alejado de la realidad. Luego, entro a tratar de explicar lo más claro, nítido e inteligiblemente posible el concepto de filosofía, su importancia y utilidad en la dinámica de la cotidianidad contemporánea, dentro de esta burbuja de sociedad globalizada. 

 

Intento entonces, filosofar, en parte, diríase aterrizarlos, abordarlos de la mejor manera posible, así como el alfarero va moldeando su arcilla... Mi misión es mostrar que la filosofía es aplicable a la vida, que la filosofía está relacionada con la vida real y la forma de vivirla, obviamente dentro de las particularidades, expectativas e intereses divergentes que tienen como personas. 

 

Ese es el reto, romper el escepticismo que se respira en el ambiente del aula, en este primer encuentro, que no deja de ser interesante. 

 

Continúo con una serie de consideraciones iniciales, donde planteo el desarrollo de potencialidades de algunas competencias básicas como de otras mucho más específicas y complejas, de desempeños y acciones esperadas en el transcurso de las actividades trazadas y los objetivos del curso. 

 

Agrego, que en la filosofía no hay lugar para la especulación ni la esquematización, ni el determinismo, menos aún un absolutismo, gracias a la pluralidad y diversidad conceptual; pues las mismas oposiciones teóricas con sus matices lo impiden. La pretensión es acercarlos a la filosofía mediante una delicada labor de alta cirugía de inteligencia consciente, lo que implica un proceso de lectura, análisis, comprensión y crítica, sobre la problemática filosófica, la confrontación de ideas, el debate y el diálogo, las disertaciones, el libre pensar, la responsabilidad, así como cualquier problemática o situación, como por ejemplo: el fantasma terrorífico de Al Qaeda, la naturaleza de la realidad desde la física cuántica, la teoría de cuerdas, el uso del neuromarketing, la neuroética, la tecnología como arma de dominio ideológico, los usos de la nanotecnología (transgénicos, micromanipulación y modificación genética), la fusión nuclear (el reactor construido por la China), los experimentos del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), el proyecto Haarp, hasta la red de espionaje Echelon.

 

Incluyendo, la significación del arte (en este caso por ejemplo en la concepción de un artista como Gottfried Helnwein), la erudición de un Zygmunt Bauman, la complejidad de Michel Foucault, los planteamientos apocalípticos de Varda Burstyn, las denuncias de un Daniel Estulin, la radicalidad extrema de un Cioran, las metáforas de Peter Sloterdijk o los desplantes de Diógenes el cínico, entre muchos otros, obviamente.

 

Igualmente, abordar el análisis de otros cuestionamientos: la gula consumista, la apatía cultural, así como la manera correcta de actuar, dentro de la norma, sin dejar de desconocer que la incertidumbre ronda y acecha a nuestro alrededor, tal como lo plantea Nassim Taleb, en “Los cisnes negros”.

 

Lo anterior tiene connotables implicaciones filosóficas, veamos algunas:

 

¿Cómo intentar entender la realidad desde la perspectiva de la física cuántica? (Bohn, Heisenberg, Feynman, F. A. Wolf),

 

¿De qué manera el neuromarketing está siendo utilizado para manipular mis inclinaciones y gustos para inducirme a consumir determinado producto?

 

¿Influye esta técnica en desórdenes del aprendizaje, falta de atención y alteración del comportamiento?

 

¿En la anorexia y la bulimia?,

por ejemplo (BrighHouse, Instituto de Ciencias del Pensamiento)

 

¿Por qué la tecnología se convirtió en un arma de dominio ideológico?

Tecnoindustria - simuladores -hiperrealidades /Baudrillard.

 

¿El consumo de productos transgénicos afectan o alteran a largo plazo mi organismo?

Monsanto, GenLife, DuPont, Novartis, Dow Chemical

 

¿Cuáles son los peligros reales para la humanidad de las manipulaciones inducidas a la ionosfera en las investigaciones del Proyecto HAARP?

G. Mac Donald, E. Rauscher, B. Zickhur, P. Schaefer.

 

¿Nada se opone al agujero negro de la globalización?

 

¿Qué sensaciones e impresiones provoca la obra artística de Helnwein?

 

¿Cómo hemos llegado y permitido esto? 

 

Además, asumir los problemas que atañen nuestra propia y singular existencia, plena, con todas las implicaciones que esto conlleva; la soledad del espíritu, el tormento del alma y el sarcasmo de la vida. Filosofía asumida también como una especie de ascesis (transformación de sí mismo).

 

Como vemos, la perspectiva filosófica es amplia y muy compleja. 

 

Una lluvia de inquietudes, la duda universal, cae de todos los rincones del aula. Nada inmutable, prosigo. Sin embargo... pienso que antes de adentrarse en el terreno del estudio y aprendizaje de la filosofía, primero es necesario aprender a pensar, paso fundamental en el desarrollo del pensamiento crítico mediante el ejercicio y praxis filosófica. 

 

Pero, para poder pensar, primero es necesario existir, lo que implica sentir a plenitud la existencia, por lo que los zombis filosóficos, como instintivos autómatas (apáticos, indiferentes, renegados, punks, emos, flogers, pupies ¿cuántos más?) a pesar de su condición de auto marginados, corren el peligro de ser seducidos, igualmente, por la filosofía. 

 

Aparte de esta digna labor, el maestro cumple varias misiones, digamos, una de ellas es una especie de dirección artística, donde evoca la experiencia de la sorpresiva revelación del otro como protagonista, ya no como un simple, pasivo e indiferente espectador, solo esperando consumir un supuesto conocimiento transmitido en una invariable y eterna clase magistral; ahora es un sujeto activo, reflexivo, analítico, que tiene muchísimos más espacios de interacción que le permiten participar, interpretar, hacer parte de la clase y del contenido de esta. 

 

El comportamiento ejemplar del maestro, su transparencia, honestidad, entrega, profesionalidad, sinceridad y respeto, también son esenciales; esto nos permite poder mirarlos directamente a los ojos, en cualquier circunstancia o sitio oscuro, lánguido y solitario, donde nos topemos, aún después de algún tiempo de haber sido nuestros alumnos. 

 

Soy un convencido de que enseñar a través de la filosofía, es aportar a la promoción y revaloración del ser humano, a la redención y preponderancia de la escala de valores sociales, a la reconfiguración del deteriorado tejido social, a crear un criterio auténtico y crítico en los estudiantes. 

 

Por esto, un aula debe ser, tiene que serlo, un espacio ideológicamente abierto y ecléctico, libre de prejuicios, extremismos y radicalidades, donde se respire aire puro de academia, lugar de creación y construcción, de encuentros, convergencias, diálogos, acuerdos, de intereses comunes en la diversidad, pluralidad e interculturalidad".  

 

Eduardo Adrián Pulgarín U. publicado en: Filosofía CLEI 5. Un mundo de preguntas y respuestas. Medellín: Editorial Sagitario, 2012. Págs. 138-140

No hay comentarios:

Publicar un comentario