La condición Poshumana
(Santiago Koval - Editorial Cinema), es una invitación a conocer el futuro de la humanidad.
Santiago Koval recorre más de veinte filmes fundamentales de la ciencia ficción a fin de
abordar el discurso cinematográfico relativo a la integración hombre-máquina.
En un sentido genérico, el imaginario en el cine y el imaginario en la ciencia
se dan la mano en la noción central de que las TIC ubican a los seres
artificiales de nuestro tiempo en un punto de existencia cualitativamente
nuevo. En lo particular, en un nivel de existencia marcado por el surgimiento
de criaturas híbridas, a mitad de camino entre biología natural y tecnología
cultural, cuyas figuras mitológicas resuenan una y otra vez a lo largo del
entramado social contemporáneo: el ciborg, el poshumano, el robot y el
androide.
El desarrollo
exponencial de la tecnología durante los últimos años ha motivado proyecciones
imaginarias y realizables, antes técnicamente imposibles, que han comenzado a
cambiar el panorama ontológico de la humanidad. En este nuevo escenario, las
categorías y conceptos que definen al humano y a la máquina se reelaboran
constantemente. Entenderlos ayuda a comprender el camino que estamos
transitando.
Prólogo de La condición Poshumana
«Los hombres hemos aspirado desde la Antigüedad a crear seres
artificiales. Durante siglos el arte y la tecnología han contribuido a
alimentar la ilusión de que se trata de un anhelo realizable. Santiago Koval,
en este sugerente y documentado libro, indaga con fina inteligencia el modo en
que el cine de ciencia ficción, desde la fundacional Metrópolis de 1926, ha
reflejado y ayudado a moldear el imaginario moderno sobre robots, androides,
ciborgs y poshumanos, renovado por la aceleración del desarrollo
tecnocientífico que se produjo a finales del siglo XX».
Dr. Diego Levis
La tecnología es el motor
del cambio humano. Su evolución marca el ritmo de las civilizaciones, pero su
influjo solo asume verdadera fuerza cuando viene acompañado por otra capacidad
humana, que la precede y condiciona a todo momento: la imaginación.
La proyección imaginaria, expresada por lo general en la forma de discurso, es
el verdadero engranaje del desarrollo del medio social. Combinadas, tecnología
e imaginación, forman una poderosa usina de transformación de lo real que ha
ejercido presión sobre la cultura desde la noche de los tiempos.
El desarrollo
tecnocientífico regula los límites de lo realizable (lo que se puede hacer), el
discurso imaginario, las fronteras de lo concebible (lo que se puede pensar).
El uno y el otro, retroalimentados y articulados íntimamente por la trama
infatigable de la historia, despiertan en el seno social fantasías y
aspiraciones de realidad entre lo posible y lo pensable, que se despiertan una
y otra vez en el ideario colectivo.
En los últimos cuarenta años, la tecnología, y con ella la
imaginación, ha dado un nuevo giro sobre sí misma, arrastrando el umbral de lo
realizable y lo concebible a un nuevo nivel de posibilidad. El enorme caudal de
cambios, agrupados en torno a las llamadas Tecnologías de la Información y la
Comunicación, impactó fuertemente sobre la realidad humana en un acelerado
abrir y cerrar de ojos. Sus consecuencias, proyectadas y proyectables, no
tardaron en hacerse escuchar desde los discursos académicos de la realidad
científica y desde la plataforma ficcional de la ciencia ficción.
En su conjunto, ciencia real y ciencia
ficción, han venido construyendo durante los últimos años mundos posibles
presentados como técnicamente probables, que no hacen otra cosa que retomar y
reformular mitos tan antiguos como la humanidad misma. En particular, los mitos
de nuestros días giran alrededor de la idea de que los límites y fronteras que
separan al hombre de sus productos tecnológicos se irán perdiendo, hasta
desaparecer, en el futuro cercano. En este nuevo orden de cosas, las nociones
tradicionales de máquina y ser humano, día a día más cercanas, empiezan a
perder sus atributos distintivos y resultan cada vez más homogéneas. La
condición humana, cruzada al mínimo detalle por el factor tecnológico, deviene
condición poshumana, y comienza a definirse a partir de características
reservadas antes a los productos de la tecnología. La máquina, su contraparte,
atravesada por el factor humano, deviene androide, y empieza a concebirse por
medio de propiedades antes exclusivas de los hombres. Así, la confusión de
géneros, rasgo definitorio de un mundo posbinario, abre las posibilidades
imaginarias relativas a seres artificiales híbridos, a mitad de camino entre
tecnología cultural y biología natural.
En el punto
extremo de las parábolas de la ciencia real (encarnadas en el discurso
académico de los centros de investigación más importantes del planeta) y las de
la ciencia ficción (representadas en el discurso literario y cinematográfico),
la mente humana, máxima expresión de la capacidad organizativa de la
naturaleza, se iguala al cerebro artificial, máximo estandarte de la capacidad
creativa de la cultura humana.
Asociado a estas
nuevas posibilidades, las especulaciones prospectivas relativas a la emergencia
de una inminente singularidad tecnológica, punto de inflexión trascendental en
la trama de la historia, pronostican mundos poshumanos y realidades
posbinarias, en los que el ser humano y su entorno inmediato, tal como los
conocemos, han dejado de existir. El pensamiento mítico milenario, enraizado en
los orígenes de la humanidad y acumulado durante siglos merced al inagotable
deseo del hombre por trascenderse a sí mismo y a la naturaleza que lo rodea,
encuentra así, en la última revolución tecnológica, su más fuerte expresión y
más factible posibilidad de ocurrencia.
Ciertas o no, las parábolas de nuestra era dejan su impronta una
y otra vez sobre el espíritu de época, un período mítico poblado de miedos y
fantasías acerca de un futuro manifiestamente no humano.
La condición poshumana es una tentativa de explorar y moderar las propuestas futurológicas de nuestros pensadores y artistas contemporáneos, buscando aportar una nueva instancia crítica a la comprensión de este, nuestro tiempo.
Santiago Koval
https://www.kubernetica.com/2009/05/24/prologo-de-la-condicion-poshumana/
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