Profesores, ¿por qué es clave definir las reglas de juego en un aula de clase?
Lograr un ambiente disciplinado,
ordenado y estructurado en el salón de clase, es uno de los grandes retos que
hoy tienen los docentes en Colombia.
¿Cómo se puede superar ese
desafío? | Opinión
Luz Karime Abadía*
Los/las docentes deben tener
reglas de juego claras, darlas a conocer a sus estudiantes desde el inicio del
año escolar, recordarlas con frecuencia y vincularlas a consecuencias positivas
o negativas. Esto es crucial para crear un entorno educativo eficaz y
respetuoso que favorezca el aprendizaje y el desarrollo integral de los
estudiantes. Las reglas de juego ayudan a establecer un ambiente donde los
alumnos saben qué se espera de ellos. Esto facilita la gestión del aula y
reduce las interrupciones, permitiendo que tanto estudiantes como docentes se
enfoquen más efectivamente en el aprendizaje. Además, las normas ayudan a
promover la seguridad física y emocional de los estudiantes. Establecen límites
y previenen comportamientos disruptivos o peligrosos, asegurando que el aula
sea un espacio más seguro para todos. Cuando las reglas son consistentes y
justamente aplicadas aseguran que los estudiantes sean tratados
equitativamente. Lo anterior promueve el desarrollo de habilidades
socioemocionales como el respeto, la justicia, la cooperación, la comunicación
y en general la formación de buenos ciudadanos.
Tres aspectos son claves en la
definición de reglas y consecuencias. Primero, las normas deben ser claras,
sencillas y fáciles de monitorear; de lo contrario, es difícil que sean
entendidas por todos y que su cumplimiento se haga efectivo. Segundo, en
algunos casos, es recomendable involucrar a los estudiantes en la creación de
las reglas y en la definición de los premios o sanciones para aumentar su
compromiso y comprensión. Así, por ejemplo, acordar la hora de inicio de las actividades
de clase y la consecuencia si un estudiante llega tarde, o si está permitido o
no el uso del celular. Sin embargo, hay reglas que no son negociables, como
tratar mal a una/un compañero o maestro; o hacer trampa en un examen.
Tercero, la economía del
comportamiento sugiere tener una buena combinación entre medidas de “garrote”
(sanciones) y “zanahoria” (incentivos). Los incentivos suelen ser más efectivos
para promover comportamientos positivos a largo plazo, ya que fomentan una
motivación intrínseca y la cooperación. Un ejemplo de medida “zanahoria” podría
ser: los estudiantes que inicien sus actividades académicas inmediatamente
después que se les asignan y trabajen diligentemente, al final de la semana
podrán participar en una actividad como ver una película o una sesión de
juegos. Mientras que la medida “garrote” podría ser: los estudiantes que
retrasen más de dos veces el inicio de sus actividades académicas y no trabajen
diligentemente tendrán que quedarse al final de la semana a culminar sus tareas
bajo supervisión de un tutor.
El desconocimiento de la ley no
exime de su cumplimiento; es un principio introducido por Aristóteles que
aplica en la legislación Colombia y en otros países. Sin embargo, en Estados
Unidos, varios países europeos y asiáticos es común ver avisos en aeropuertos,
en el transporte y, en general, en los espacios públicos, recordando las leyes
y el comportamiento esperado por los ciudadanos, así como las sanciones en caso
de incumplimiento. Hacer explícitas las normas, en lenguaje claro y sencillo es
una condición necesaria para disuadir conductas inapropiadas, mantener el orden
y aumentar la seguridad pública.
Poner avisos en lugares visibles e, incluso, dar mensajes por parlantes en estaciones de bus, metro, trenes y aeropuertos hace que las personas las lean y las escuchen una y otra vez, lo que ayuda a interiorizarlas y aumentar la consciencia individual y colectiva. En la ciudad de Sydney, incluso, se hacen explícitas normas básicas como: “prohibido tratar mal a los oficiales y personal de seguridad” en el aeropuerto, o “prohibido pisar las sillas” en el metro. Por supuesto, que no basta solamente con hacer explícitas las reglas de juego, también es clave que existan mecanismos efectivos para hacerlas cumplir. Desafortunadamente, este no es el caso de Colombia, donde hace mucha falta que las normas y leyes de convivencia se hagan explícitas en diversos ambientes.
*Decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas - Universidad Javeriana.https://www.elespectador.com/educacion/profesores-por-que-es-clave-definir-las-reglas-de-juego-en-un-aula-de-clase/
No hay comentarios:
Publicar un comentario