La mayoría de universitarios no terminan la carrera que empiezan
Muchos estudiantes de educación superior se cambian de programa
académico a medio camino.
¿Por qué no están escogiendo la carrera apropiada?
Deserción
escolar y baja tasas de graduación en Colombia
La mayoría de universitarios no terminan la carrera que empiezan
Paula
quería ser abogada porque soñaba con ser una voz de cambio en el país. Por eso
ingresó a la Universidad Javeriana a estudiar derecho. Pero, en su segundo
semestre, se enteró que esta carrera no era lo suyo. Las altas exigencias de
los exámenes y las largas lecturas jurídicas la desalentaron, y terminó
cambiándose de programa.
Como
ella, muchos estudiantes se cambian de programa en primero o segundo semestre
porque no encontraron lo que esperaban en sus carreras. Y algunos incluso se
cambian en los últimos semestres, por lo que pierden un tiempo valioso
estudiando algo que no van a necesitar.
La
deserción entre programas académicos (los que no concluyen la carrera que
empiezan) es algo de lo que no se habla tanto. Generalmente, se tratan más las
cifras de deserción de la educación terciaria (los que nunca logran un título
universitario), que son más bajas; en el país, de acuerdo con el estudio
Momento decisivo: La educación superior en América Latina del Banco Mundial,
esta ronda el 37 %.
Sin
embargo, la tasa de deserción también enuncia un problema grande. Según el
Ministerio de Educación, el 37,4 % de los alumnos que inician un programa lo
terminan. Eso quiere decir que de 10 estudiantes universitarios, tres nunca se
gradúan. Pero lo que es más, de los otros siete, solo tres terminan la carrera
a la que entraron inicialmente. Los otros cuatro o se cambian de programa o no
llegan a terminarlo en un periodo de 14 semestres.
Esta alta
deserción dentro de cada programa conduce a un sistema poco eficiente, donde
algunos estudiantes pierden tiempo y dinero estudiando cosas que no les
representará mayor provecho. Pero, además, esto indica que la deserción no es
solo una cuestión de falta de recursos, sino también de la mala elección de los
programas.
Según
cifras del Spadies del año pasado, el área de conocimiento con mayor tasa de
graduación es el de salud, con un 44,3 % estudiantes culminando sus
estudios. Le sigue el área de ciencias
de la educación, con una tasa de 38 %; Bellas Artes, con 37,8%; Economía,
Administración, Contaduría y afines, con 36,4 %, y Ciencias Sociales y Humanas,
con 33,7 %.
Las de
menor graduación son Agronomía, Veterinaria y afines, 24,2 %; Matemáticas y
Ciencias Naturales, 26,2 %, e Ingeniería, Arquitectura, Urbanismo y afines,
29,1 %.
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"ninis"
El
problema radica en que, cuando los estudiantes entran a un programa académico
universitario, lo hacen con una serie de expectativas e ilusiones frente a la
carrera que no siempre se cumplen. Muchos universitarios en primero o segundo
semestre se dan cuenta de que las materias o los prospectos laborales no eran
lo que esperaban.
Según un
estudio adelantado por el sociólogo Mauricio Rojas en la Universidad de Ibagué,
es por esta razón que los tres primeros
meses de la vida universitaria son los más críticos. “Las universidades no
conocen el tipo de joven que ingresa hoy a sus claustros. Diseñan unas formas
de entrada a la vida universitaria bajo una serie de supuestos sobre el joven
universitario que van en contravía de las propias expectativas y subjetividades
juveniles”, dice.
Por otro
lado, los universitarios muchas veces no conocen el pénsum de las carreras a
las que se inscriben ni las capacidades que necesitan. En ocasiones, estos no
consideran sus aptitudes como un factor clave a la hora de elegir carrera, sino
que se van por las opciones que están de moda o las que dan mejores ingresos.
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O peor
aún: eligen sin saber qué quieren. Según un sondeo realizado por la Comunidad
laboral Universia-Trabajando.com el año pasado, hasta el 24% de los jóvenes en
América Latina escogieron su carrera sin o con poca claridad de qué querían. De
ahí que sea tan importante la orientación vocacional en los últimos años del
bachillerato.
Ya
algunos programas como Buscando Carrera, una plataforma del Ministerio de
Educación Nacional que proporciona información sobre los programas de pregrado
que ofrecen las instituciones de educación superior en el país, pretenden
enfocar mejor a los bachilleres. Pero, para atacar este problema, es necesario
mejorar la más las oportunidades de acceso a la orientación vocacional.
Los
expertos recomiendan ciertos componentes que los aspirantes a una carrera
universitaria deberían tener: autocomprensión de sí mismos, para saber
reconocer sus gustos, así como las capacidades que les permitirán sobresalir en
determinadas profesiones; comprensión de la carrera, para entender de antemano
con qué exigencias académicas se van a encontrar, y conocimiento de cuáles son
las habilidades que les exigirán en el mercado laboral.
https://www.semana.com/educacion/articulo/desercion-escolar-y-baja-tasas-de-graduacion-en-colombia/540691
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