jueves, diciembre 28, 2017
miércoles, noviembre 22, 2017
Las 7 lecciones del mejor profesor del mundo
Dejó su trabajo en Microsoft para perseguir el
sueño de crear una universidad en su país. Hoy su modelo educativo es un
ejemplo.
Patrick Awuah es un ingeniero ghanés, de 52 años, elegido el
pasado miércoles como el mejor profesor del mundo en la Cumbre Mundial para la
Innovación en Educación celebrada en Doha, capital de Catar. El Premio WISE,
por sus siglas en inglés, es considerado uno de los galardones educativos más
importantes del mundo junto con el Global Teacher Prize, que entrega cada año
en Dubai, Emiratos Arabes Unidos, la Fundación Varkey.
Estas son las 7 lecciones que deja Awuah con su ejemplo de vida
y también con su labor al frente de la Universidad de Ashesi, ubicada en
cercanías a Accra, la capital ghanesa.
1. El pensamiento crítico debe prevalecer sobre el
aprendizaje de memoria.
Para Awuah lo más importante es que los alumnos aprendan a
pensar por sí mismos, superando los procedimientos tradicionales para adquirir
conocimientos de memoria. Todos los programas ofrecidos incentivan a los
estudiantes a cuestionar lo establecido, para que no se limiten a reproducir lo
que les cuentan los profesores sin dudar de su veracidad.
2. La evaluación continua es más importante que
los exámenes finales.
Un elemento diferenciador del método de Awuah frente a otras
universidades de Ghana es que el examen final representa solo un porcentaje
menor de la nota. Allí se da mucha más importancia al proceso de aprendizaje a
través de proyectos que preparan los alumnos para la práctica profesional, y su
evaluación se hace de forma continua.
3. La empatía es igual de importante al
conocimiento
En la Universidad de Ashesi todos los estudiantes participan
durante cuatro años en un seminario de liderazgo sobre ética, colaboración y
espíritu empresarial que termina con una sección de aprendizaje con base en el
servicio. Esto incentiva el respeto por las opiniones contrarias y la capacidad
de identificación de los estudiantes con los habitantes del territorio y sus
problemáticas.
4. “Las humanidades son la clave para formar a los
líderes del futuro”.
Con esta frase Awuah afirma que sus estudiantes deben ser capaces
de plantearse grandes preguntas sobre cómo construir una sociedad mejor, antes
que cómo convertirse en altos ejecutivos. Está muy ligada a su visión ética de
la educación y por eso destaca que en 2008 los estudiantes establecieron el
primer código de honor de una universidad africana, con el cual se
responsabilizan de todos sus comportamientos, como respuesta al problema de la
corrupción.
5. Hacer prevalecer la ética sobre el desarrollo
económico personal también paga
El sector privado ha aportado con becas para el 50 por ciento de
los estudiantes de la Universidad, 20 por ciento totales y 30 por ciento
parciales, que ayudan a cubrir los 9.000 dólares que cuesta la matrícula anual.
Además, uno de los principales criterios del jurado para otorgar el
reconocimiento de medio millón de dólares a Awuah por ser el mejor profesor,
fue premiar emprendimientos que no se basen solo en el desarrollo económico, sino que
cultiven la altura moral de los ciudadanos.
6. Perseguir los sueños es más importante que la
estabilidad
Awuah renunció a su cargo en Microsoft porque su sueño siempre
fue montar una universidad en su país natal. Pidió ayuda al sector privado y
con todos sus ahorros y los de su mujer reunieron un capital de 2,5 millones de
dólares. Aunque los inicios fueron difíciles y modestos, porque empezaron dando
clase a 30 estudiantes en una casa alquilada, hoy la universidad alberga 600
alumnos en un campus de cerca de 100 hectáreas.
7. Enseñar con el ejemplo es más efectivo
Lo primero que hará Awuah con el medio millón de dólares
recibido por el premio será incrementar las becas para estudiantes de la
universidad. Lecciones como esta son producto de la filosofía humanística que
inspira este modelo académico, y por eso hay casos de estudiantes con negocios
exitosos, que también han donado parte de sus utilidades para el desarrollo de
proyectos que benefician a comunidades en Ghana.
http://www.semana.com/educacion/articulo/las-7-lecciones-del-mejor-profesor-del-mundo/548086
lunes, noviembre 13, 2017
miércoles, octubre 18, 2017
sábado, octubre 07, 2017
Así funciona la formación técnica en otros países
Lograr un sistema
de educación técnica de calidad y pertinente es un reto para la gran mayoría de Gobiernos. Estas son algunas de las experiencias más exitosas de las que
debería aprender el país.
“Escucho y olvido. Veo y recuerdo. Hago y
entiendo”, dice un proverbio chino. En general, muchas personas coinciden con
esa aseveración: hay cosas que solo se aprenden en la práctica. Sin embargo, la
opinión popular, es que la educación técnica -donde la enseñanza por la
práctica toma relevancia- es de segundo nivel. ¿Cómo hacer de esta
alternativa una opción atractiva y de calidad? No hay ningún modelo que aplique
a todos los casos por igual. Pero las experiencias internacionales demuestran
que hay ciertos factores de éxito.
Por ejemplo, es importante tener un contenido
educativo pertinente. De acuerdo con el documento Avances y retos en la
formación para el trabajo en Colombia del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID), hay que “capturar de manera confiable información sobre los
requerimientos de habilidades del sector productivo para elaborar y actualizar
currículos”.
Además, la educación vocacional funciona mejor
cuando se aplica desde temprano. De esta manera, los sistemas de educación
técnica más destacados tienden a promover este tipo de metodología desde los 14
o 15 años. A esta edad, los jóvenes ya están decidiendo qué opción profesional
prefieren y, muchas veces, ya están formándose en las empresas.
Pero, sobre todo, los expertos destacan la
importancia de la articulación entre las entidades públicas, las instituciones
educativas y las empresas. De acuerdo con el estudio Educación al empleo:
diseñando un sistema funcional de la consultora internacional McKinsey &
Company, en los mejores sistemas de formación técnica a nivel mundial existe
una relación simbiótica donde las escuelas proveen fuerza de trabajo oportuna a
las empresas y estas participan activamente en el diseño curricular.
Educación dual, el modelo por
excelencia
Uno de los modelos de formación técnica más
reconocidos en el mundo es, sin duda, el dual en Alemania. La educación germana
tiene su origen en los gremios de artesanos en el siglo XV. Estas instituciones
tenían un papel vital en la formación de aprendices en la práctica laboral y en
la creación de escuelas de medio tiempo en las que se formaban jóvenes
artesanos en aspectos relacionados con su trabajo. En la mayor parte de Europa,
estos gremios perdieron relevancia hacia el siglo XIX, pero en Alemania se
mantuvieron hasta la actualidad. De ahí la importancia del aprendizaje práctico
y la fuerte vinculación del sector productivo dentro del sistema de educación
dual del país teutón.
En este modelo los jóvenes de 15 a 18 años estudian
el 30 % de la semana en una erufsschule (una institución de educación
media con énfasis en la formación técnica) y el otro 70 % en una empresa como
practicantes. Esto facilita su inmersión temprana en el campo laboral y la
aplicación práctica de los conceptos académicos aprendidos en la escuela.
Para que esto funcione, la clave es la colaboración
entre los sectores público y privado. Los empleadores tienen una importante influencia
en el proceso de diseño curricular gracias a su participación en la junta
directiva del Instituto Federal de Formación Profesional (BIBB), que desarrolla
los contenidos académicos. Pero, además, cada empresa formula su propio plan de
formación durante el tiempo que pasa el aprendiz en la organización. En las
compañías más grandes, por lo general, los practicantes entrenan en un taller
de aprendizaje, pero en las más chicas se involucran dentro del mismo proceso
de producción, muchas veces bajo el modelo tradicional de acompañar, observar y
colaborar a un maestro a hacer el trabajo.
Hoy el sistema dual es uno de los caminos
educativos más seleccionados en Alemania; cerca del 40 % de los estudiantes lo
escogen. Y no solo en ese país. Muchos lugares de todas las latitudes lo han
intentado replicar, con mayor o menor éxito; se ha probado en
China, Rusia, Vietnam, Corea del Sur, Filipinas, Chile, e incluso en
Colombia.
Sin embargo, este popular sistema no está exento de
críticas. Según un estudio de 2015 publicado en The Journal of Human Resources,
los egresados de programas de educación dual se vinculan más fácilmente al
ámbito laboral que los profesionales, pero se les dificulta más conseguir
empleo a partir de los 40 años, pues los aprendices carecen de competencias
generales necesarias para adaptarse a los cambios laborales a largo plazo.
Por otro lado, muchos critican el frenesí mundial
por replicar el modelo dual ‘a las bravas‘. Y es que el éxito de este está muy
relacionado con el contexto histórico, económico y cultural alemán, como
sugiere Dieter Euler, director del Consejo de Investigación del BIBB, en el
estudio Sistema de entrenamiento vocacional dual: ¿un modelo para otros países?
Pero en un país donde la educación técnica ha carecido de reconocimiento para
el Gobierno, las empresas y la sociedad, “difícilmente se podría implementar el
modelo dual”, según dice el profesor Euler.
Sin embargo, otros países han superado estas
dificultades. En Corea del Sur, por ejemplo, lograron implementar parte de las
enseñanzas del sistema dual y superar el rechazo de una sociedad que no creía
en el valor de la educación técnica. Algo similar sucedió en Singapur, donde el
compromiso del Estado con la formación para el trabajo logró elaborar un modelo
de educación técnica de renombre internacional. Por otro lado, la participación
del sector empresarial también resulta fundamental en el caso de India,
que tiene el reto de cualificar a su enorme población.
Cuestión de estatus
En 2010, el Gobierno de Corea del Sur se dio cuenta
de que su problema con la educación técnica iba más allá de lo financiero y lo
académico; era una cuestión cultural. La sociedad coreana valora enormemente el
academicismo, hasta el punto tener una de las tasas de cobertura universitaria
más altas del mundo. Esto era un gran problema para las labores manuales y
técnicas, que carecían del talento humano suficiente.
Por esta razón, el Gobierno creó las Escuelas
Meister (maestro artesano en alemán), institutos de técnicos de educación
media. El Estado les paga la matrícula y la residencia a los estudiantes,
quienes reciben el apelativo de ‘jóvenes meisters’. La idea es combatir los
prejuicios sociales y mejorar el estatus social de los que se dedican al
trabajo manual y técnico en el país.
En el primer año los alumnos estudian competencias
básicas, y en el segundo y tercer año escogen una especialidad. Para entonces,
muchos ya tienen contratos de aprendizaje con el sector empresarial. Como en el
sistema de educación dual alemán, los estudiantes coreanos intercalan el
aprendizaje en las Escuelas Meister y en la práctica laboral. La industria se
involucra en cada aspecto de este proyecto y, además de participar en el diseño
curricular, facilita la obtención de empleo de los jóvenes. Las cifras son
prometedoras: 85 % de la primera generación de jóvenes meisters cuentan con un
contrato laboral, aun sin obtener su título profesional.
Visión hacia el futuro
Como destaca un informe del Center on International
Education Benchmarking elocuentemente titulado El fénix: educación vocacional y
técnica en Singapur, este estado pasó en muy corto tiempo de ser una pequeña
nación sin industria ni educación técnica a ser uno de los grandes
representantes mundiales en la formación para el trabajo. Dada la naturaleza
geográfica de la isla, que no cuenta con recursos naturales para explotar, los
singapurenses entendieron desde muy temprano la importancia de invertir en su
capital humano.
En los años sesenta, el país asiático puso en
marcha una estrategia nacional para desarrollar su industria de la mano de la
formación técnica. Ya entonces los colegios técnicos enseñaban Ingeniería
Mecánica, Instalación Eléctrica, Servicio de Radio, Mecánica de Motor,
Refrigeración y Aire Acondicionado, entre otras materias. De hecho, en 1968, el
Ministerio de Educación ordenó que todos los estudiantes de bachillerato vieran
Metalistería, Carpintería, Dibujo Técnico y Electricidad Básica.
Hoy, 65 % de los alumnos optan por un bachillerato
técnico en dos opciones, el diploma técnico, que implica pasar tiempo
completo en un politécnico, o el certificado máster en educación técnica, que
incluye dos años en el Instituto de Educación Técnica (ITE) y hacer tres años
de experiencia práctica. Y no son los únicos. Los docentes de las instituciones
de educación técnica también tienen que trabajar periódicamente en una empresa
en la misma área en la que enseñan.
El impulso empresarial
La participación del sector privado es fundamental.
En especial, en los países que, como India, requieren soluciones masivas por su
alta población y el rápido crecimiento de su economía. Por esta razón, en 2010,
el Gobierno creó la Corporación Nacional de Desarrollo de Habilidades (NSDC,
por sus siglas en inglés), cuyo principal objetivo es encontrar y financiar
iniciativas privadas que promuevan la formación técnica. El resultado ha sido
una sinergia público-privada sin precedentes en la que múltiples empresas y
fundaciones educativas se están haciendo cargo de cumplir la meta del Estado.
Las alianzas público-privadas han tenido tanto
éxito en India que, en menos de ocho años, el NSDC formó a 5,2 millones de
estudiantes con la ayuda de 235 entidades privadas. Pero el caso más destacado
ha sido el de IL&FS, una compañía india de financiación, que en 2007
desarrolló un programa para formar a jóvenes de áreas rurales con cursos
técnicos cortos (de solo tres meses) en 27 campos laborales. El programa ha entrenado
a la fecha a 1,5 millones de jóvenes, razón por la cual el estudio Educación al
empleo: diseñando un sistema funcional de McKinsey & Company lo destaca
como uno de los casos de formación para el trabajo más interesantes.
IL&FS Skills les garantiza a los estudiantes un
empleo una vez terminan el curso. Para cumplir con esto tiene acuerdos con más
de mil empresas en todo el país. Parte de la instrucción que se entrega en los
centros de entrenamiento es en medios digitales con la herramienta K-Yan, desarrollada
por la propia empresa. Además, los precios de los programas no son altos, el
estudiante recupera su inversión en un tiempo promedio entre dos y seis meses
de trabajo una vez terminado el curso.
¿Cómo va la educación dual en
Colombia?
Hace casi 20 años, la Cámara de Industria y
Comercio Colombo-Alemana (AHK) trajo el modelo dual para implementarlo en las
universidades del país. La primera en implementarlo fue la fundación
Universitaria Empresarial de la Cámara de Comercio de Bogotá. En esta institución
la mayoría de programas son de formación dual y tienen convenios con 377
empresas coformadoras.
Además, hay programas de educación dual en
Bucaramanga, con la Corporación Universitaria Alexander Von Humboldt; en Cali,
con la Autónoma de Occidente, y en Barranquilla, con la Universidad de la
Costa. Estas suman cerca de mil estudiantes en formación dual en el país,
según las cifras de la AHK. A nivel de educación técnica y tecnológica, el Sena
cuenta con 1.486 practicantes bajo el modelo dual, formato que implementa desde
2014. Actualmente, tienen acuerdo con 16 empresas para 21 programas. En estos,
el practicante debe repartir su tiempo un 50 % de estudio y el 50 % restante en
la empresa.
De acuerdo a la AHK, hay dos factores que
dificultan la expansión del modelo dual en el país: la falta de conocimiento y
de disposición en el sector laboral. Para que este sea exitoso requiere que
muchas empresas se vinculen e inviertan en la formación de su propio capital
humano, y no muchos empresarios colombianos están preparados para eso.
http://www.semana.com/educacion/articulo/educacion-formacion-tecnica-en-el-mundo/542510
Una movilización en defensa de la educación pública
Por Julián De Zubiría Samper
¿Por qué estamos enviando a los ‘pilos’ principalmente a las universidades privadas, si las públicas son más baratas para el Estado y tienen
mayor calidad? Estos son los argumentos para marchar este 4 de octubre.
Hay una
triste y preocupante realidad en la educación colombiana: si tomamos como punto
de partida el año 2000, fecha en la cual el Icfes elaboró las pruebas para
evaluar la consolidación de las competencias en la educación básica, la brecha
entre los estudiantes de los colegios privados y de los colegios oficiales
viene en aumento. Esta es mayor aún si la comparación se hace entre colegios oficiales
rurales y privados. Si involucramos el grado noveno, la brecha es todavía más
elevada que en quinto y, si se hace al culminar la educación media, sigue
creciendo. Esto significa que, hasta el momento, en Colombia la educación
oficial básica y media no está cumpliendo la función para la cual se diseñó:
disminuir las brechas y fortalecer la movilidad social.
Todavía es
tan baja la calidad de la educación oficial ofrecida, que no logramos impulsar
el ascenso social de la población menos favorecida.
Los niños y jóvenes,
modifican muy poco sus estructuras profundas durante su tránsito por la
escuela; debido a ello, casi no aprehenden a pensar, leer, escribir o
comunicarse. Esto significa, ni más ni menos, que, contrario a lo que se dice
con tanta frecuencia, el sistema educativo colombiano no solo no reduce, sino
que está aumentando la inequidad social. Es decir que quien ingresa a la
educación oficial, tiene menos probabilidades de ascender socialmente que quien
lo hace en el sector privado. Sabiendo esto, es muy común que los docentes
oficiales matriculen a sus hijos en la educación privada.
Dado lo
anterior, necesitaríamos un aumento significativo en la inversión y medidas
pedagógicas más estructurales en selección, evaluación y formación de docentes,
en educación inicial y en currículo, entre otros, para comenzar a revertir la
tendencia que se evidenció en el país en las dos últimas décadas en lo que
tiene que ver con el aumento de la inequidad en educación. Para poder sacar a
la gente de la pobreza con la educación, tendremos que sacar previamente a la
educación oficial de la pobreza pedagógica y financiera en la que la tenemos.
Con la educación oficial actual, no lo lograremos.
El
Ministerio de Educación Nacional (MEN) ha hecho todo lo posible por ocultar y
matizar la información anterior, pero la realidad es abrumadora: la educación
oficial básica, hoy por hoy, no logra favorecer el ascenso social, ya que es de
muy baja calidad. La situación es especialmente grave para la educación oficial
rural. Cada vez los niños campesinos están más lejos de lo alcanzado en
lectura, competencias y razonamiento numérico por parte de los niños que viven
en las ciudades.
Sin
embargo, la situación descrita se revierte por completo cuando revisamos el
proceso en la universidad. Lo anterior lo podemos comprender desde que utilizamos
las pruebas Saber Once al culminar la educación media y Saber Pro, al culminar
la educación superior. La diferencia entre estos dos resultados es lo que
permite estimar el valor agregado por la universidad. Hoy, ambas pruebas están
emparejadas y por ello podemos afirmar que de dos universidades que alcancen el
mismo Saber Pro, tendrá mayor valor agregado, aquella que haya iniciado con
estudiantes que estaban en un nivel más bajo al ingresar a la universidad.
Teniendo
en cuenta el criterio anterior, se puede concluir que en Colombia existen
excelentes universidades públicas, ya que, en promedio, agregan más valor que
las universidades privadas más reconocidas. Es así que, en lectura crítica,
tres de las cinco universidades que agregan más valor son oficiales. Esto
quiere decir que son mejores universidades porque logran que sus estudiantes
consoliden en mayor medida sus procesos lectores. Esto no es visible utilizando
las pruebas Saber Pro, porque ellas ocultan que los estudiantes que ingresan a
las universidades privadas tienden a iniciar con un nivel muy superior en las
pruebas Saber once. Dicho de otra manera, los excelentes resultados que
alcanzan algunas universidades muy prestigiosas en las pruebas Saber Pro se
deben, en buena parte, a que recibieron estudiantes con muy altos niveles
iniciales de razonamiento numérico, lectura crítica y argumentación.
En el caso
de la lectura crítica se destacan especialmente la Universidad de Antioquia, la
Nacional y la Pedagógica. Son universidades en las que se observa mayor avance
frente al nivel que tenían sus estudiantes en el momento de ser admitidos. En
el caso de razonamiento cuantitativo, a la par con las dos primeras
anteriormente nombradas, también se destacan la Industrial de Santander y la
del Valle.
Si el
criterio de valoración no fueran las pruebas de valor agregado sino la
investigación, también hay que resaltar que las tres universidades con más
grupos de investigación reconocidos por Colciencias son oficiales: la Nacional,
la de Antioquia y la del Valle.
De otro
lado, el exrector de la Universidad Nacional, el profesor Moisés Wasserman, ha
estimado en 11 millones el valor anual que el Estado le transfiere a la
Universidad Nacional, en promedio, por estudiante regular, mientras que un
estudiante ‘pilo’ le cuesta hoy en día al país, también en promedio, el doble de
ese valor.
Si tenemos
en cuenta los dos criterios anteriores, la muy alta calidad de algunas de las
universidades oficiales y el costo por estudiante, la pregunta es evidente:
¿Por qué estamos llevando a los estudiantes de Sisbén 1 y 2 a universidades más
costosas y de menor calidad que las principales universidades oficiales del
país? ¿Por qué tenemos tan solo 4 estudiantes ‘pilos’ en la Universidad
Pedagógica Nacional y 1.869 en la Universidad de los Andes, aunque la
Pedagógica agrega más valor en lectura que la prestigiosa universidad privada?
Es
incomprensible que, teniendo universidades oficiales de tan alta calidad,
hayamos creado un programa para transferir significativos recursos hacia las
principales universidades privadas del país. También lo es que, de los recursos
CREE que se destinaban el 100 por ciento a las universidades oficiales hasta el
año 2015, para el año 2017, el 66 por ciento de estos recursos se esté
transfiriendo al Icetex y al programa Ser Pilo. Quien conozca esto puede
concluir que, contrario a lo que afirman sus defensores, el programa bandera de
la actual administración, claramente, está desfinanciando la educación pública.
El 4 de
octubre, miles de estudiantes saldrán a la calle para exigir mayor financiación
para las universidades oficiales del país. Una de las consignas exigirá que el
billón de pesos que costará el programa Ser Pilo Paga en 2018 sea destinado, a
partir de la fecha, exclusivamente a las universidades oficiales. Sin la menor
duda, así debería ser. Eso lo sabe hasta el propio MEN, que ha realizado los
estudios de valor agregado que evidencian la alta calidad y el menor costo de
las principales universidades oficiales del país. En cualquier caso, los
recursos públicos deben destinarse exclusivamente a apoyar las universidades
oficiales. Eso lo sabe cualquier demócrata. Pero lo que no sabían los
ciudadanos es que las universidades privadas cuestan más, aunque agregan menor
valor que las principales universidades oficiales del país. Cuando lo sepan,
espero que también salgan a marchar en defensa de la educación oficial. La
fecha es el 4 de octubre y el motivo es aumentar la financiación de la
educación oficial e impedir que los recursos públicos terminen mejorando las
instalaciones de las universidades privadas. Desde el punto de vista económico,
social y político, es inconcebible que los recursos de todos se estén
transfiriendo a las principales universidades privadas del país, mientras las
universidades oficiales se están cayendo.
El mejor
regalo, en sus 150 años, es garantizarle larga vida a la Universidad Nacional.
Ahora sabemos que también sería el mejor regalo para el país y para la
democracia.
Julián De Zubiría Samper
Director del Instituto Alberto Merani y consultor en educación de las Naciones Unidas.
Twitter: @juliandezubiria
Director del Instituto Alberto Merani y consultor en educación de las Naciones Unidas.
Twitter: @juliandezubiria
http://www.semana.com/educacion/articulo/ser-pilo-paga--marcha-de-universidades-publicas-contra-ser-pilo-paga/542436
¿Cómo va la educación en América Latina?
Según datos del Instituto de Estadística de la Unesco, la región y Colombia van por buen camino. Sin embargo, la calidad es un desafío pendiente y quedan todavía
brechas que afectan particularmente a la población más vulnerable.
La educación se ha convertido en un
tema de agenda y detectar las falencias de los sistemas educativos en los
diferentes países es una prioridad para el progreso y desarrollo de las
naciones. Sin embargo, a pesar de los múltiples esfuerzos, todavía queda mucho
camino por recorrer; y eso es lo que está sucediendo en el mundo, América
Latina y sobre todo en Colombia.
De acuerdo con los datos actualizados
del Instituto de Estadística de la Unesco, un total de 617 millones de niños y
adolescentes en todo el mundo carecen de un nivel mínimo en lectura y
matemáticas. Según el organismo internacional, más de 387 millones de niños con
edad para estar en primaria (un 56 por ciento) y 230 millones de
adolescentes con edad para cursar el primer ciclo de secundaria (un 61
por ciento) no alcanzan ese nivel mínimo.
Se trata de una “crisis de
aprendizaje” que podría amenazar con el cumplimiento de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible que se han trazado las Naciones Unidas para 2030.
Uno de los elementos que sorprenden
más a la Unesco es que de los 387 millones de los niños con edad de cursar
primaria en el mundo y que no saben leer, 262 millones van a la escuela.
Según el diagnóstico de la
organización, estas estadísticas ponen en evidencia tres tipos de carencias. La
primera se refiere a la de los niños que no están escolarizados, con pocas
posibilidades de conseguir los conocimientos útiles en lectura y matemáticas.
Las otras dos tienen que ver con la incapacidad para mantener escolarizados a
los niños, así como la calidad de la enseñanza.
En cuanto a la región de América
Latina y el Caribe, aunque todavía se presenten varias falencias, los sistemas
educativos han podido cubrir las necesidades de la población y los resultados
se están viendo. “Colombia participó en las pruebas Pisa en el año 2012 y sacó
376 puntos, luego en 2015, obtuvo un resultado de 416”, contó Atilio Pizarro,
jefe de Planificación de la Unesco durante la XV asamblea anual de la Fundación
Empresarios por la Educación.
De acuerdo con otras cifras
presentadas por el experto, para 2030, América Latina tendrá un 96,6 por ciento
de cobertura en educación primaria; y para 2042, se proyecta que la cobertura
sea universal en este nivel. En cuanto a educación media, para 2030, se espera
que la región tenga un 90 por ciento de cobertura y en 2066 sea total. Por
último, en educación media superior, la cobertura será de un 72,7 por ciento en
2030 y se proyecta que la cobertura será universal para 2095 en la región.
En cuanto al tema de docentes, en la
región de América Latina y el Caribe, solo el 85 por ciento de los maestros de
primaria tienen formación. El análisis de encuestas de población activa de 13
países de la región mostró resultados muy similares a los países de la Ocde.
Al mismo tiempo, un tema preocupante
para la región es el de los maestros, su formación y salarios. Según contó
Pizarro, los profesores de América Latina ganan menos que otros profesionales.
“Los docentes de preprimaria y primaria ganaban el 76 por ciento de lo que
logran otros profesionales o técnicos, mientras que los profesores de
secundaria ganaban el 88 por ciento”, dijo.
Por último, un tema que tocó el
representante de la Unesco fue el de Desarrollo Sostenible y la Ciudadanía
Mundial. “En cuanto a la educación en derechos humanos, en muchos países, no
más de dos tercios de la población está familiarizada con la Declaración
Universal de los Derechos Humanos. El 68 por ciento de los estudiantes en la
región apenas tienen conocimientos sobre este tema”, dijo.
Pero, ¿cómo
mejorar?
A pesar de las falencias, hay que
reconocer el avance de la región y de Colombia también en materia de educación.
No obstante, la Unesco ha hecho una serie de recomendaciones para alcanzar las
metas para 2030 en materia educativa.
Aún cuando América Latina presentó un
importante avance en educación en los últimos 15 años, la calidad es un desafío
pendiente en la región, donde quedan todavía brechas que afectan
particularmente a la población más vulnerable. “La educación debe ser de
calidad, formando estudiantes con habilidades que permitan enfrentar los
desafíos del mundo de hoy, sin que nadie sea excluido. Más de la mitad de los
estudiantes se concentran en los niveles más bajos de desempeño”, contó
Pizarro.
Por otro lado, los expertos
recomiendan un enfoque de aprendizaje que se dé a lo largo de la vida, y para
ello se requieren políticas públicas más ambiciosas, integrales, de largo
aliento y que articulen múltiples oportunidades educativas, tanto formales como
no formales.
“Se necesita repensar los sistemas
educativos tradicionales. Los gobiernos deben ofrecer a los jóvenes y adultos,
oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida. Los jóvenes demandan una
pedagogía activa, conectada con la vida y sus intereses”, explicó el jefe de
Planificación de la Unesco.
Además, la Unesco recomienda que las
políticas sobre docentes tienen que ser integrales y sistemáticas; pues la
región debe avanzar en la certificación de sus profesores en los niveles de
primaria y secundaria.
Por último, para poder impulsar la
educación técnica, es clave impulsar la conexión de los distintos actores del
sistema. De acuerdo con el organismo internacional, se necesita
complementariedad, pertinencia y actualización de la formación que ofrecen las
instituciones educativas. “El verdadero desafío de los sistemas de educación
terciaria de la región es que se asegure la equidad de su expansión,
transformándose en palancas de promoción y movilidad social”, concluyó el
experto.
http://www.semana.com/educacion/articulo/informe-unesco-sobre-educacion-en-america-latina/542592
Universidades públicas marchan contra Ser Pilo Paga
La falta de recursos y la desfinanciación llevaron a las 32 instituciones de educación superior públicas a manifestarse en todo el
país.
El Gobierno estaba advertido. Después de
diferentes reclamos, cartas y declaraciones, las universidades públicas del
país decidieron salir a marchar debido a su situación financiera. Se estima que
70 instituciones se unieron a esta manifestación a nivel nacional. En Bogotá,
diferentes cifras reportan que 32 instituciones públicas y 11 privadas son las
que salieron a las calles hoy.
Esta movilización se da después de que el rector
de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), Adolfo León Atehortúa, envió un
contundente mensaje a la comunidad académica: “invito a las universidades
estatales a movilizarse contra el Gobierno por la forma como están sufriendo las
instituciones de educación superior pública con el actual modelo de
financiamiento”.
De acuerdo con el directivo, las instituciones de
educación superior públicas en el país llevan a cuestas un hueco financiero de
434.874 millones de pesos por cuenta de la distribución de los recursos, en la
que resultan favorecidos programas como Ser Pilo Paga, que benefician en la
mayoría de los casos a universidades privadas por medio del Icetex.
De hecho, según cifras proporcionadas por el
Icetex, el 87,42% de los créditos que entrega la institución van dirigidos a
estudiantes que entran a universidades privadas y el 12,58% para las públicas.
Incluso, entre las 20 universidades que más créditos reciben, que en total
suman 275.775 créditos vigentes del Icetex, no aparece ninguna oficial.
De los 30.000 estudiantes que hacen parte del
programa Ser Pilo Paga, el 82% está en universidades privadas y el restante 18%
accede a una institución de educación pública del Estado, según cifras del
Ministerio de Educación. “Con esos pilos podríamos apoyar a 500.000 estudiantes
en universidades públicas. Yo no tengo ninguna contradicción con las
universidades privadas, pero podemos trabajar en conjunto. De hecho, se nos
presentan muchos pilos, pero el problema es que no pasan por la prueba de
admisión y por eso optan por las privadas”, le dijo a SEMANA el rector de la
UPN.
“Estamos muy preocupados por la desfinanciación de
la universidad estatal, porque hemos venido perdiendo nuestras bases
presupuestales por disposición del Gobierno. Cada año el presupuesto se indexa
con el IPC, pero el costo de las universidades son por encima de este y eso
venimos cubriéndolo con recursos propios y la situación se agrava porque el presupuesto
se nos redujo en un casi 70% por Pilo Paga. Próximamente no tendremos ni un
solo peso”, agrega.
En la misiva que envió el rector de la UPN a
diferentes cuerpos colegiados y comunidades educativas de las universidades
públicas, el rector invitó a movilizarse masivamente “en torno al efecto
estructural que representa el modo en que se proyecta la ley del programa ‘Ser
Pilo Paga, la aprobación del presupuesto de la nación para el 2018 y lo
sucedido con los recursos en el presente año".
Adicionalmente, Atehortúa agregó: "exigimos
al Gobierno respetar los recursos para la educación superior pública asignados
en la reciente Reforma Tributaria y, en tal sentido garantizar que las
universidades públicas recibamos esos recursos en su totalidad”.
La manifestación de hoy no es un hecho aislado,
pues el 26 de septiembre se registró una primera movilización que inició en la
Universidad Pedagógica en la calle 72 y fue hasta la plaza de Bolívar en el
centro de la capital. En esta marcha participaron aproximadamente 2.000
personas. Al día siguiente, se presentaron más bloqueos en la sede de la
Pedagógica, con el agregado que en inmediaciones de la Universidad Nacional en
la calle 26, los estudiantes también se manifestaron.
La respuesta de la cartera educativa ante los
reclamos de las universidades ha sido que la preocupación de los rectores sobre
la desfinanciación es compartida. Sin embargo, el Ministerio ha destacado que
los recursos de la adición presupuestal para el resto del año, aprobada en
junio, se asignaron 186.000 millones de pesos más para el funcionamiento de las
instituciones de educación superior públicas, que representa el mayor
incremento en recursos de funcionamiento desde que entró en vigencia la Ley 30
en 1992.
A su vez, el Ministerio de Educación es consciente
de que esa adición no es suficiente y por eso es necesario trabajar en un plan
de financiación que permita enfrentar la desfinanciación de las universidades
públicas.
De acuerdo con un estudio del Departamento de
Planeación (DPN), el programa de créditos universitarios ha permitido cerrar la
brecha de acceso a la educación superior. El informe destaca que desde el 2010
"el acceso a la educación superior en Colombia ha venido creciendo sostenidamente".
Gracias a ese plan, aumentó el acceso a la educación superior en 31,8 puntos
porcentuales y en 46,1 puntos porcentuales el acceso a Instituciones de
Educación Superior acreditadas, dice el DPN.
“Son muchas razones por las que estamos saliendo
hoy a marchar, pero se resumen en tres, básicamente.
La primera está ligada al recorte de presupuesto
que se le ha hecho a la ciencia y tecnología; la segunda es porque el
Ministerio de Educación anunció un aumento de 1,9 billones de pesos para 2018,
pero 900.000 millones irán a Icetex que financia Ser Pilo Paga, esto hace que
se mantenga una dinámica de la desfinanciación de la educación superior
pública. Y en tercer lugar, Ser Pilo Paga será una política de Estado”, le
contó a SEMANA Andrés Salazar, secretario general de la Federación de
Estudiantes Universitarios y estudiante de Ciencia Política de la Universidad
Nacional.
De acuerdo con Salazar, se trata de un
contrasentido, pues Pilo Paga, según él, está poniendo en riesgo a la educación
pública en la medida que eleva los costos para el Estado y contribuye a su
desfinanciación por el desvío de los recursos. “Ser Pilo Paga es una política
que ofrece créditos educativos condonables, que se presentan como becas, pero
en realidad los estudiantes están bajo amenaza de una deuda que los puede
perjudicar, y además destruye la naturaleza de la educación superior pública y
gratuita”, dijo.
Salazar indicó también que “muchos prefieren
estudiar en una universidad privada por las facilidades que implica no tener
que realizar un examen de admisión”. Para él, este programa del Estado no ayuda
a que se aumente la población estudiantil y, por el contrario, se eleven los
costos y gastos para el Gobierno.
Según el estudiante, el programa le cuesta a la
nación un billón de pesos, los cuales podrían ser invertidos en mejorar las
condiciones de las universidades públicas del país. Aunque los recursos de esta
política educativa no alcanzan para subsanar la deuda de 16 billones de pesos
que tiene el Estado con la educación superior, ese dinero serviría para
solventar la crisis y permitiría que la universidad pública dejara de
autofinanciarse.
Sin embargo, diferentes expertos afirman que es
necesario que se realice una reestructuración de fondo del sistema financiero
de la educación, pues la preocupación sobre la desfinanciación de los recursos
ha sido compartida por diferentes directivos, académicos, políticos y miembros
influyentes de la sociedad.
Un profundo hueco financiero
Por su parte, el presidente del Sistema
Universitario Estatal (SUE), Luis Fernando Gaviria explicó que las
universidades públicas recibirán 162.505 millones de pesos como adición
presupuestal para lo que queda del 2017. Pero lo cierto es que el hueco
financiero a medida que pasa el tiempo sigue creciendo. En 2016 este era de
373.219 millones, este año ascendió a 434.874 millones de pesos.
Los diferentes integrantes del SUE han expresado
que existe una incertidumbre entre las universidades por la inclusión de
recursos asignados para 2018. “No se encuentran explícitos en el anteproyecto
de presupuesto presentado al Congreso”, aseguraron los miembros del SUE en una
reciente misiva. Pero al mismo tiempo, lo cierto es que en el anteproyecto
queda claro que se destinarán al programa Ser Pilo Paga 591.000 millones de
pesos.
Sin embargo, el reclamo viene desde hace varios
meses. El mismo SUE publicó un documento en el que los 32 rectores de las
diferentes universidades públicas del país expresaron su preocupación por la
situación financiera que estaban viviendo y expusieron que podrían demandar
algunos puntos de la actual Reforma Tributaria que permitirían el desvío de
recursos públicos hacia universidades privadas.
http://www.semana.com/educacion/articulo/universidad-publica-marcha-contra-ser-pilo-paga/542808
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