Las habilidades para un mayor éxito en el mundo
No son solo las matemáticas y el lenguaje suficientes para garantizar el éxito.
Los profesionales del siglo XXI
necesitan competencias esenciales para la vida.
Diferentes expertos del sector
educativo han señalado que lo que aprenden hoy los estudiantes en el colegio y
la universidad no es lo que se necesita para poderse desarrollar en el mundo,
ya que los empleos mejor pagados serán aquellos que, además de exigir un
dominio de conocimiento especializado, requieren competencias en comunicación,
solución de problemas y trabajo en equipo. Cada vez es más frecuente que se
hable sobre la necesidad de incorporar en los sistemas educativos de los países
las habilidades del siglo XXI.
Para que los estudiantes tengan
éxito en el mundo laboral, los futuros profesionales deben estar preparados a
un contexto cada vez más tecnificado, comunicado y globalizado. “Las
habilidades del siglo XXI son esenciales para que los individuos logren un
aprendizaje a fondo. Esto permite poder transferir el aprendizaje de conocimientos
y procedimientos adquiridos en una situación específica a una situación
completamente nueva. Además, esto implica saber cómo, cuándo y por qué utilizar
una competencia específica para resolver un problema”, le dijo a Semana
Educación Alejandro Adler, director de Educación Internacional del Centro de
Psicología Positiva de la Universidad de Pensilvania.
Al mismo tiempo, Koji Miyamoto,
economista del Banco Mundial y experto en competencias socioemocionales, afirma
que las personas que desarrollan competencias socioemocionales contribuyen a la
cohesión social, son ciudadanos menos violentos y más activos, y llevan un
estilo de vida saludable. El equilibrio socioemocional, además, potencia la
productividad, una característica esencial para los empleadores y las
empresas.
Las conclusiones del Foro Económico
Mundial de 2015 arrojaron que existen 16 grandes habilidades que se agrupan en
tres conglomerados. El primero tiene que ver con la adquisición de competencias
básicas, de índole curricular, que los estudiantes deben saber aplicar a la
vida diaria como las operaciones numéricas, la lectura y la escritura. El
segundo bloque se refiere a las competencias para resolver problemas complejos,
como el pensamiento crítico, creatividad, resolución de problemas y trabajo en
equipo. El último conglomerado se relaciona con la forma en cómo los alumnos se
enfrentan a los cambios de su entorno; es decir, su curiosidad,
adaptabilidad, persistencia, conciencia social y liderazgo.
Lo cierto es que enseñar las
habilidades del siglo XXI representará un gran reto para los sistemas
educativos como el colombiano. Semana Educación le muestra cuales son.
Competencias
básicas
1- Lingüística: es la capacidad de poder hablar y crear mensajes,
centrándose en operaciones gramaticales.
2- Matemática: es la habilidad para utilizar y relacionar los
números y las operaciones.
3- Científica: se trata de saber usar el conocimiento científico
para adquirir nuevos saberes y explicar sistemas y fenómenos complejos.
4- Digital: implica el uso creativo, crítico y seguro de las
tecnologías de información y comunicación para alcanzar objetivos relacionados
con el trabajo y el estudio.
5- Financiera: es la comprensión de conceptos financieros para
tomar decisiones eficaces en el manejo de recursos económicos.
6- Cultural y cívica: busca que las personas asuman roles activos
para construir una sociedad democrática con base en la identidad individual y
el respeto.
Competencias críticas
7- Resolución de problemas: es la habilidad de comprender una
situación y evaluar diferentes formas de resolverla, dimensionando su impacto.
8- Creatividad: permite relacionar y modificar conceptos, generar
ideas novedosas para el entorno personal o laboral y crear emprendimientos o
proyectos innovadores.
9- Comunicación: es la habilidad para compartir claramente un
mensaje de forma oral, escrita, verbal y no verbal.
10- Colaboración: es la capacidad para trabajar en equipos
colaborativos y multidisciplinarios.
Competencias personales
11- Curiosidad: es la actitud de querer saber más sobre alguna
situación con el fin de entenderla mejor.
12- Iniciativa: se trata de generar sujetos activos y no pasivos en
los ambientes de estudio y trabajo.
13- Perseverancia: este postulado quiere enseñarles a las personas
a no darse por vencidas e intentar nuevas ideas para alcanzar metas a largo
plazo.
14- Adaptabilidad: es la habilidad de poder sortear dificultades y
situaciones nuevas.
15- Liderazgo: con esta competencia las personas pueden influir en
las organizaciones.
16- Conciencia social y cultural: busca que las personas asuman
roles activos para construir una sociedad democrática con base en el respeto
por los derechos humanos.
¿Cómo
enseñarlas?
A
pesar de que no todos los especialistas coinciden en cómo se agrupan las
competencias antes descritas, hay un consenso general en el tipo de habilidades
que los estudiantes deben desarrollar para tener éxito en un mundo laboral cada
vez más complejo y en la vida.
Respecto a la forma de cultivar
la capacidad para resolver problemas complejos, la literatura señala que el
pensamiento crítico se estimula con una retroalimentación continua frente a las
respuestas de los estudiantes; la creatividad se fomenta permitiéndole al
alumno innovar en respuestas; la comunicación requiere del uso de un lenguaje
enriquecido por parte del docente, y la habilidad de colaboración necesita que
se fomente el respeto por los demás y que se creen oportunidades para que los
estudiantes trabajen en grupo.
Para Adler, es muy importante
también el sentido de la conciencia social y la resiliencia, las cuales se
adquieren con el respeto hacia los demás. “Es esencial que la resiliencia se
enseñe con la misma seriedad que la que se le da a las demás materias
académicas en los colegios”, cuenta.
Sin
embargo, para poder lograr que los estudiantes adquieran todas estas
habilidades es indispensable que ocurran tres cosas, según Miyamoto. “Primero
tienen que incorporarse en los currículos académicos de los países, pero no
como un discurso, sino de manera formal en los planes y programas de estudio.
Luego, se deben enseñar y practicar con estrategias didácticas eficaces,
dándoles la misma importancia que se les da a las competencias cognitivas
curriculares. Por último, estas habilidades se tienen que evaluar
periódicamente como se hace con los demás conocimientos disciplinares”,
concluye.
http://www.semana.com/educacion/articulo/habilidades-del-siglo-xxi-en-educacion/542078
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