La paradoja del gato de
Schrödinger
Es la paradoja
más difundida de la física cuántica.
Tiene distintas
variantes; aquí exponemos la más sencilla.
Es un
experimento que muestra lo desconcertante del mundo cuántico.
Imaginemos un
gato dentro de una caja, donde no se ve el interior.
Allí en su
interior se instala un mecanismo que une un detector de electrones a un
martillo. Y, justo debajo del martillo, un frasco de cristal con una dosis de
veneno letal para el gato. Si el detector capta un electrón activará el
mecanismo, haciendo que el martillo caiga y rompa el frasco.
Se dispara un
electrón. Por lógica, pueden suceder dos cosas. Puede que el detector capte el
electrón y active el mecanismo. En ese caso, el martillo cae, rompe el frasco y
el veneno se expande por el interior de la caja. El gato lo inhala y muere. Al
abrir la caja, encontraremos al gato muerto. O puede que el electrón tome otro
camino y el detector no lo capte, con lo que el mecanismo nunca se activará, el
frasco no se romperá, y el gato seguirá vivo. En este caso, al abrir la caja el
gato aparecerá sano y salvo.
Al finalizar el
experimento veremos al gato vivo o muerto. Y hay un 50% de probabilidades de
que suceda una cosa o la otra. Pero la cuántica desafía nuestro sentido común.
No hay comentarios:
Publicar un comentario